Categoría: Escritura creativa

Argumentos irónicos

La ironía está de moda: lograr la discrepancia entre lo que se dice y lo que entiende de lo dicho es facilísimo, como sabe cualquiera que ha visto un episodio de Los Simpson o de las otras, incontables historias que utilizan el mismo recurso una y otra vez. Pero todavía sirve ensayarla para ver cómo funciona.

Un ejercicio posible: imaginar un argumento irónico (un solo párrafo es suficiente) en el que un personaje dado se propone con todas sus fuerzas hacer algo y logra, después de mucho esfuerzo, exactamente lo contrario. Un ejemplo rápido:

Un poeta dedica su vida y su obra (se tiene por alguien comprometido con las necesidades de su momento histórico) a la promoción de una ideología progresista. Crea una obra copiosa y encendida; recibe grandes honores, es favorito de mucha gente, y al morir es recordado… como el gran autor de la derecha: el más lúcido y apasionado defensor del conservadurismo. Eso es lo que sus lectores, que tanto lo quieren, ha encontrado siempre en sus textos.

La sección de comentarios queda abierta, como siempre, para las propuestas de los lectores.

[fusion_builder_container hundred_percent=»yes» overflow=»visible»][fusion_builder_row][fusion_builder_column type=»1_1″ background_position=»left top» background_color=»» border_size=»» border_color=»» border_style=»solid» spacing=»yes» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» padding=»» margin_top=»0px» margin_bottom=»0px» class=»» id=»» animation_type=»» animation_speed=»0.3″ animation_direction=»left» hide_on_mobile=»no» center_content=»no» min_height=»none»]
Dimensiones del diálogo (1982)
Dimensiones del diálogo (1982)

[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]

Etiquetas: , ,

Abajo el entusiasmo

En su novela La ignorancia (2000), Milan Kundera concluye la historia de Josef –uno de sus protagonistas, exiliado checo que vuelve a su país para darse cuenta de que ya no puede vivir en él– con una imagen terrible: Josef piensa que el cielo estrellado es un techo, porque las estrellas son inalcanzables y (en vez de sugerir las ideas convencionales de infinitud y libertad) de hecho ponen un límite infranqueable a todas las aspiraciones humanas.
      La propuesta es inventar parecidas metáforas deprimentes: encontrar un sentido doloroso, malévolo, espantable a algo que se observa cotidianamente.

Estrellas
Etiquetas: , , , ,

Cosmogonías

Qué curiosa novela es Anathem (2008) de Neal Stephenson: entretenida, sin pretensiones, pero a la vez muy inteligente. Como ficción especulativa, juega a situar porciones de la historia y la filosofía de occidente en otro planeta (para alternarlas con una trama de aventuras que no contaré) y parte importante del texto tiene que ver con las religiones de ese mundo distinto y cómo se enfrentan entre sí y con quienes no creen en ninguna de ellas.
      En alguna parte de esos enfrentamientos, el lector se entera de la cosmogonía (el relato mítico sobre el origen del universo) de cierta iglesia. Es la siguiente, que he traducido de mi ejemplar de la edición en rústica:

[fusion_builder_container hundred_percent=»yes» overflow=»visible»][fusion_builder_row][fusion_builder_column type=»1_1″ background_position=»left top» background_color=»» border_size=»» border_color=»» border_style=»solid» spacing=»yes» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» padding=»» margin_top=»0px» margin_bottom=»0px» class=»» id=»» animation_type=»» animation_speed=»0.3″ animation_direction=»left» hide_on_mobile=»no» center_content=»no» min_height=»none»][Aquella religión] había sido inventada unos dos mil años antes por algún profeta ingenioso que debía haber sido inusitadamente modesto, pues se sabía muy poco de él y no se le adoraba. […] Todas sus sectas y cismas estaban de acuerdo en que había otro mundo, ajeno a este que habitamos y más grande: en cierto sentido más real. Y que en ese mundo había un ladrón que asaltó a una familia. Mató al padre de inmediato, violó y luego mató a la madre, y se llevó como rehén a la pequeña hija de ambos. Poco después, mientras intentaba evitar que lo capturaran, estranguló a la niña inocente. Pero de todas formas fue capturado y encerrado en un calabozo por largo tiempo («la mitad de su vida») mientras esperaba que su caso fuera llegara a un Magistrado. En el juicio admitió su culpa. El Magistrado le preguntó si había alguna razón por la que no debiera sufrir la pena de muerte. El Condenado respondió que la había, y que había llegado a él durante sus años en el calabozo. Al meditar sobre sus horribles crímenes, lo único que no había podido expulsar de su mente había sido el asesinato de la niña –la Inocente– porque en ella había habido el potencial de hacer muchas cosas que ya nunca se realizarían. En toda alma, arguyó el Condenado, estaba la habilidad de crear un mundo entero, tan grande y tan variado como el que habitaban él y el Magistrado. Pero si esto era verdad para la Inocente, también debía ser verdad para el Condenado, y por lo tanto ni él ni nadie debía sufrir la pena de muerte.
      Al oír esto, el Magistrado expresó su escepticismo sobre la capacidad del Condenado de generar un mundo entero. Aceptando el reto, el Condenado empezó a contar la historia de un mundo que había imaginado y a relatar las historias de sus dioses, héroes y reyes. Esto consumió el día entero, por lo que el Magistrado dio un receso a su corte, pero también advirtió al Condenado que su destino estaba aún en riesgo porque el mundo que había inventado parecía estar tan lleno de guerras, crímenes y crueldad como aquel en el que ambos vivían. La conmutación de la sentencia del Condenado sólo sería tan buena como el mundo que estaba inventando. Si los varios problemas de ese mundo no llegaban a una conclusión satisfactoria en la sesión del día siguiente, él sería ejecutado al anochecer.
      Al día siguiente el Condenado intentó satisfacer al Magistrado, y avanzó un poco en su historia, pero al hacerlo introdujo nuevos problemas y dio vida a nuevos personajes de moralidad no menos ambigua que los primeros. El Magistrado no pudo hallar causa suficiente para ejecutarlo, así que el juicio continuó al día siguiente, y al siguiente, y al siguiente.
      [Nuestro mundo] era justamente el mundo que se creaba día a día en la mente del Condenado en ese tribunal. Tarde o temprano todo acabaría en un juicio final por parte del Magistrado. Si ese mundo le parecía al final un sitio decente, dejaría vivir al Condenado y el mundo (nuestro mundo) seguiría existiendo en su mente. Pero si el mundo, por el contrario, sólo reflejaba la depravación del Condenado, el Magistrado lo haría ejecutar y nosotros dejaríamos de existir. Nosotros podíamos ayudar a mantener con vida al Condenado, y así preservar nuestra existencia y la de nuestro mundo, esforzándonos todo el tiempo en convertirlo en un lugar mejor.[…]
      El Condenado representaba un principio creativo pero defectuoso. El Magistrado representaba el juicio y la bondad. La Inocente era la inspiración con el poder de redimir al Condenado.

Este mito parece arbitrario, aunque no faltan algunos que se le parecen en las historias antiguas. En todo caso, la propuesta es simplemente que los interesados inventen su propia cosmogonía: su propia historia del origen de Todo –tan extraña o caprichosa como deseen–, y la coloquen en los comentarios de esta nota.
      Mientras se animan, felices fiestas.

Anathem

[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]

Etiquetas: , , , ,

El infierno

En 1964, el cineasta francés Henri-Georges Clouzot intentó realizar la que iba a ser su película más ambiciosa: L’enfer (El infierno). El filme trataría de los celos enfermizos de un hombre (Serge Reggiani) por su esposa (Romy Schneider); a tal punto llegaría el trastorno del personaje que su percepción de la realidad comenzaría a cambiar y esto se reflejaría en imágenes extrañas como éstas:

La película nunca se realizó por numerosos problemas durante el rodaje, incluyendo la renuncia del actor principal y un infarto sufrido por el propio Clouzot. Hasta este año, 45 después de que el proyecto fuese abortado, se estrenó un documental sobre lo que L’enfer podría haber sido, dirigido por Serge Bromberg y Ruxandra Medea, que incluye el pietaje que coloqué arriba y mucho más. Pero todo esto viene a cuento aquí por lo siguiente.

Se puede sospechar que lo que se ve en las imágenes es lo que el marido percibe: por medio de las luces cambiantes se sugiere, tal vez, o la desesperación, o la paranoia, o la incapacidad del hombre para asir a su esposa, para comprenderla o hacerse una idea precisa o firme de ella. La propuesta del ejercicio: ¿cómo lograr esta misma impresión delirante exclusivamente por escrito? ¿Cómo sugerir este trastorno, profundo, de un hombre celoso?

El espacio de comentarios queda abierto, como siempre, para quien quiera dejar alguna propuesta.

Fotograma de L'enfer

(Nota: el video utilizado en esta ocasión y los datos sobre L’enfer los encontré en la bitácora de Stuart Heath.)

Etiquetas: , , , , , , , , ,

Siglas perversas

De nueva cuenta un poco de gimnasia verbal, semejante a aquel juego de las siglas que apareció aquí hace casi seis meses. Este otro es también un juego simple: inventar el nombre de una institución u organización cuyas siglas formen una palabra que vaya en contra de lo que se supone que la institución representa. Por ejemplo, podríamos tener la Confederación de Amigos del Cepillado y el Aseo (C. A. C. A.); el Grupo Unificado de Aseguramiento de la Rectitud, el Recato y la Obediencia (G. U. A. R. R. O.); el Destacamento de Eliminación de Locuras e Irracionalidades de la Realidad Inmanentemente Ordenada (D. E. L. I. R. I. O.)… u otros mejores, que sin duda se les ocurrirán a ustedes.

* * *

N. B. Hay varias versiones semejantes de esta propuesta pero la mejor que he encontrado, rarísimamente, proviene de Koba the Dread (Koba el terrible) de Martin Amis: un libro por demás serísimo, doloroso, amargo, sobre el dictador Josef Stalin (y un libro digno de leerse sin importar las convicciones políticas).

[fusion_builder_container hundred_percent=»yes» overflow=»visible»][fusion_builder_row][fusion_builder_column type=»1_1″ background_position=»left top» background_color=»» border_size=»» border_color=»» border_style=»solid» spacing=»yes» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» padding=»» margin_top=»0px» margin_bottom=»0px» class=»» id=»» animation_type=»» animation_speed=»0.3″ animation_direction=»left» hide_on_mobile=»no» center_content=»no» min_height=»none»]
Una portada del libro de Amis
Una portada del libro de Amis

[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]

Etiquetas: , , , ,

Sustracciones

Otro de esos ejercicios de gimnasia verbal, pero ahora difícil: redactar un texto (una historia, lo que se quiera) en el que cada diez palabras se deje de usar una letra del alfabeto. Esto es: las primeras diez palabras no tendrán restricción, pero las diez siguientes no podrán tener (digamos) la equis; las diez siguientes, ni la equis ni la hache; las siguientes diez, ni la equis ni la hache ni la u…, y así sucesivamente. Desde luego, el texto tendrá que terminar en un grito (aaaaaaaaaaaaaaaa), en un sopor (zzzzzzzzzzzz) o en alguna cosa parecida…, pero el interés de una idea como ésta es ver hasta dónde se puede llegar.

[fusion_builder_container hundred_percent=»yes» overflow=»visible»][fusion_builder_row][fusion_builder_column type=»1_1″ background_position=»left top» background_color=»» border_size=»» border_color=»» border_style=»solid» spacing=»yes» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» padding=»» margin_top=»0px» margin_bottom=»0px» class=»» id=»» animation_type=»» animation_speed=»0.3″ animation_direction=»left» hide_on_mobile=»no» center_content=»no» min_height=»none»]
(fuente: http://www.jonco48.com/blog/)
(fuente: http://www.jonco48.com/blog/)

[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]

Etiquetas: , , , ,

Dos personas en una

He aquí un ejercicio de caracterización con detalles interesantes (es decir, cierta complicación adicional).

1. Imaginar tan claramente como sea posible a dos personajes: A y B, muy diferentes entre sí; su edad, carácter, forma de hablar deben ser notablemente distintas.

2. Escribir, en forma de diálogo, una conversación telefónica en la que A, hablando con un personaje secundario C, intente hacerse pasar por B.

Como lo más probable es que A cometa algún error, sus equivocaciones deben reflejar detalles adicionales de su carácter (y mejor todavía si dejan ver algo de cómo percibe a B con base en su propia forma de pensar).

Un teléfono del siglo XX

La sección de comentarios queda abierta, como siempre, para quienes deseen realizar el ejercicio.

Etiquetas: , , , , , ,

Objetos preciosos

La siguiente es la propuesta de un juego creativo. Tiene su origen en una anécdota real: un día, en una tienda de baratijas y objetos de adorno encontré tantos que me parecieron horribles que comencé a tomarles fotos. He aquí al primero de los peores:

[fusion_builder_container hundred_percent=»yes» overflow=»visible»][fusion_builder_row][fusion_builder_column type=»1_1″ background_position=»left top» background_color=»» border_size=»» border_color=»» border_style=»solid» spacing=»yes» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» padding=»» margin_top=»0px» margin_bottom=»0px» class=»» id=»» animation_type=»» animation_speed=»0.3″ animation_direction=»left» hide_on_mobile=»no» center_content=»no» min_height=»none»]
"Escultura de vidrio diseño ojo"
La etiqueta dice: "Escultura de vidrio diseño ojo"

Y aquí esta otro:

[/fusion_builder_column][fusion_builder_column type=»1_1″ background_position=»left top» background_color=»» border_size=»» border_color=»» border_style=»solid» spacing=»yes» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» padding=»» margin_top=»0px» margin_bottom=»0px» class=»» id=»» animation_type=»» animation_speed=»0.3″ animation_direction=»left» hide_on_mobile=»no» center_content=»no» min_height=»none»]
"Alce tamaño real"
"Alce tamaño real"

Y he aquí otro más:

[/fusion_builder_column][fusion_builder_column type=»1_1″ background_position=»left top» background_color=»» border_size=»» border_color=»» border_style=»solid» spacing=»yes» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» padding=»» margin_top=»0px» margin_bottom=»0px» class=»» id=»» animation_type=»» animation_speed=»0.3″ animation_direction=»left» hide_on_mobile=»no» center_content=»no» min_height=»none»]
Candelero ángel
"Candelero ángel"

La parte más interesante de la creación de personajes es imaginar a individuos que no se nos parecen: no sólo de aspecto diferente, sino que piensan distinto, que tienen diferentes convicciones y diferentes gustos. La propuesta es imaginar y escribir tres biografías brevísimas: cada una debe ser la de un personaje para quien uno de los objetos mostrados arriba sea la más preciada posesión (es decir, un personaje por objeto, y cada personaje debe preferir un solo objeto). Los interesados pueden (como siempre) dejar sus biografías imaginadas en la sección de comentarios de esta nota.[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]

Etiquetas: , , , ,

Suspenso (2)

Una variación de la propuesta previa para escribir sobre el suspenso, en dos partes:

1. Contar en un párrafo, a manera de resumen tan escueto como sea posible, un suceso importantísimo para un personaje dado: la alternativa obvia es la muerte, desde luego, pero también podría ser que lo rechazara la persona que le gusta, que reprobara un examen… Lo necesario sería dejar clara a los lectores la importancia que el hecho, sea cual fuere, tendrá para el propio personaje.

2. Contar, con la extensión que sea necesaria, la historia de las 24 horas previas al suceso de la parte 1, mencionando todos los hechos que pudieran haber servido al personaje para prever lo que le iba a pasar… y señalando cómo el personaje no se dio cuenta de absolutamente nada.

"El número 17" de Alfred Hitchcock

A ver qué sale…

Etiquetas: , ,

Perros y gatos

1. Tomar una frase hecha que incluya una metáfora. Por ejemplo, «Llueven perros y gatos», que se usa para indicar que llueve torrencialmente.

2. Escribir una historia breve donde la frase se interprete literalmente. ¿Qué sucede (todavía con el ejemplo) el día en que literalmente empiezan a llover perros y gatos?

Buena parte de toda la literatura fantástica descansa en este truco de la imaginación: dejarla volar (otra frase hecha, pero sirve) hacia lo que el lenguaje puede concebir (decir) a pesar de que las leyes físicas no lo respalden. La sección de comentarios queda abierta, como siempre, para quien desee jugar.

Perro y gato
Etiquetas: , ,