Escritura creativa

Teléfono

24 comentarios

Un ejercicio de dialogación: crear una conversación cortada escribiendo lo que dice un personaje que hable con otro por teléfono. La idea es no escribir lo que el segundo personaje responda. Constantemente podemos escuchar conversaciones así; por ejemplo:

–¿Bueno?
–…
–No, no está, ¿quién la busca?
–…
–No, la licenciada ya no regresa hoy. ¿Quiere dejarle recado?
–…

(etcétera)

Para que se comprenda lo que sucede, por supuesto, los diálogos que sí se incluyan deben ofrecer información suficiente para compensar la falta de los otros. A la vez, los diálogos no deben sonar forzados (se debe evitar, por ejemplo, el uso de parlamentos inverosímiles como «¿Dice usted que es fulano de tal y busca a tal y tal aquí en estas oficinas que son de equis compañía?»).
      Por último, como la conversación que antecede es trivial y no muy interesante, la propuesta adicional es que la conversación que se cree sea una historia completa, con planteamiento, desarrollo y desenlace. Como siempre, la sección de comentarios queda abierta para quienes deseen hacer el ejercicio. (Otro, semejante, se encuentra aquí.)

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  • –¿Bueno?
    –…
    –Sí, soy yo, qué se te ofrece
    –…
    –Mira, te platico, mi servicio es muy buena onda, besitos, caricias, mimos, arrumacos, sexo oral y vaginal, todo con preservativo. Ya sabes, lo convencional. Cobro dos mil quinientos, es por una hora y nos podemos ver en el hotel que te lata por Revolución, Viaducto o Patriotismo.
    –…
    – Si, en ese sí…
    –…
    –También corazón, te atiendo en el hotel que tú quieras, mientras esté por esa zona.
    –…
    –No corazón, eso no hago
    –…
    –¡Eso tampoco!
    –…
    –Si, todo es con preservativo
    –…
    –¿Qué parte de TODO no entiendes?
    –…
    –No me hagas perder mi tiempo
    –…
    –Pues ahora no quiero ir ¿Cómo la ves?
    –…
    –No, ni aunque me pagues el triple
    –…
    –Pues chinga a la tuya
    –…
    –¡Huevos!

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  • Otro juego literario: crear una historia en una conversación telefónica. http://bit.ly/9C4Ds5

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  • Otro juego literario: crear una historia en una conversación telefónica. http://bit.ly/9C4Ds5

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  • RT @albertochimal: Otro juego literario: crear una historia en una conversación telefónica. http://bit.ly/9C4Ds5

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  • RT @albertochimal: Otro juego literario: crear una historia en una conversación telefónica. http://bit.ly/9C4Ds5

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  • RT @albertochimal

    Otro juego literario: crear una historia en una conversación telefónica. http://bit.ly/9C4Ds5

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  • Qué bueno está tu ejercicio, Fernanda. Muy bien.

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  • Muchas gracias maestro. Un piropo como éste, vale lo que diez mil «que bonitos ojos» juntos. Al menos la sonrisa que traigo ahora puedo considerarla un regalo suyo.

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  • Genial el ejercicio de Fernanda. Me arrancó una gran sonrisa. Excelente la estampa que nos recreó sobre el sexoservicio y sus dificultades (a veces) en esta gran metrópoli. Muy buena narrativa urbana también. Creo que es (salvo lo que la autora diga), una crónica, más que ficción.

    Saludos.

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  • -¿Bueno?
    -…
    -Sí, él habla
    -…
    -No señorita, no estoy interesado
    -…
    -Bueno, eso es lo que dicen ustedes
    -…
    -A ver, no es la primera vez que rechazo esta grandiosa oportunidad. Seguido me hacen este tipo de llamadas y déjeme que le diga que esta insistencia ya es una falta de respeto a mi tiempo, a mí persona, y no me refiero de parte suya, porque usted se merece todo mi respeto, sino de la institución. Así que le voy a pedir que dejen de macarme de una buena vez.
    -…
    -¡No!, mejor que sea ¡hasta nunca!

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  • Como ocurriera con Paty, a quien de principio no había visto, invisible entre los transeúntes, merolicos y puestos ambulantes que se aglomeraban en las calles del centro. Domingo pudo descubrirla gracias a la dirección de las miradas y piropos que involuntariamente la señalaban.
    Tras seguirla un poco, apresuró el paso hasta emparejarse con ella. Y luego de superar el latir acelerado de su corazón y la emoción que oprimía su pecho, le habló al fin: “Disculpe, la estaba viendo desde hace rato y llegué a la conclusión de que es usted muy guapa.” Con ese pretexto, le cayó bien.
    —( )
    —Paty.
    —( )
    —Aquí voy al trabajo.
    —( )
    ¡Qué costumbre la de Domingo, interrogar en vez de hacer plática!
    —Por la Mejía y la Ferrocarril.
    —( )
    —¿En serio vives por ahí? Entonces, más bien yo soy la que te acompaña a ti, y no tú a mí.
    —( )
    —Sí, todos los días, aunque a veces entro más tarde.
    Cuando llegaron a la esquina del Áfricam, Patricia se despidió intempestivamente.
    —¿Pasas por mí en la noche?
    —Claro, ¿a qué hora sales? —respondió Domingo, tratando de que su turbación no delatara su minoría de edad. No había reparado en que el uniforme de la prepa, lo delataba de todos modos.

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  • -…
    – ¿cómo?¿Mi hijo?
    – …
    – claro que quiero verlo
    -…
    – ¡pero nosotros no tenemos toda esa cantidad de dinero!
    – …
    -¡No! por favor no le haga daño
    -…
    -… si, conseguiremos el dinero
    -…
    – ok a las 4 de la tarde, en una bolsa de plástico negra
    -…
    – no señor, no sé dónde queda el matadero
    -…
    – pero, pero..
    -…
    -¡No! por favor no cuelgue el teléfono… Aló Aló?

    Responder
  • Gracias Javier. Digamos que en este caso no es del todo una minificción, tal vez una minimemoria. ¿Sabes qué es divertido? Cuando en verdad tienes una conversación como esa, en un lugar dos-tres concurrido y dejas que te escuchen algunas personas. Te encantaría ver la variedad de efectos que provoca, dependiendo del oyente. Un beso.

    P.D. Maestro Chimal, yo también espero con mucha curiosidad e interés que nos cuente qué es la fantasía… ¿Quesadilla en la calle del infierno, es realismo mágico, surrealismo o existencialismo? ji, ji, ji…

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  • ismaelares
    23/05/2010 6:00 pm

    – ¿Bueno?

    – …

    – Sí, yo soy.

    – …

    – ¿Quién habla?

    – …

    – A mí, ese cabrón, me vale madre.

    – …

    – Di lo que quieras hija de puta. Tú eres la zorra.

    – …

    – No me importa si eres su amante, por mí cógetelo por donde quieras.

    – …

    – Por cierto, si lo ves antes que yo dile que me entregaron los exámenes. Tengo sida.

    – …

    Responder
  • Me gusta el de Fernanda, perooo (y va otra observación chocosa para la autora, don’t hate me plisss)… faltan los puntos finales casi en cada oración que no termina con signos de exclamación. De nuevo, nena: lee dos veces antes de dar click, y luego lee de nuevo lo publicado, y luego que hayas reposado el texto, revísalo una vez más. Un texto jamás se termina de trabajar.

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  • Sergio Cruz
    26/05/2010 9:21 pm

    -Despacho de abogados Schmúldesttein-Krumeidel, ¿en qué puedo ayudarle?

    -…

    -No se encuentra, ¿gusta dejarle un recado?

    -…

    -¿Qué quiere decir «uktumkunushi»?. ¿Es usted extranjero?

    -…

    -Perdón, sé que no me incumben los negocios del señor Krumeidel; ¿me haría usted el favor de repertirme el recado?

    -…

    -Gracias, ¿cómo dijo que se llama?

    -…

    -Hmmm, ¿cómo se escribe eso?

    -…

    -Gracias, yo le comunicaré, ¿pero antes podría darme su código postal, por si se precisa correspondencia escrita?

    -…

    -Pero… ese es el código de nuestro local, lo que no puede ser debido a que usted reside en el extranjero; ¿no es cierto?

    -(Cuelga precipitadamente. Se escucha un ruido indescriptible por todo el despacho que empieza a cubrirse de un extraño material rosáceo. )

    Responder
  • Jimena M. Vázquez
    26/05/2010 11:03 pm

    -¿Bueno?
    -…
    -¡Ah! ¡Qué emoción!
    -…
    -De aquí, de la Gustavo A. Madero
    -…
    -No, soy ama de casa.
    -…
    -Dos niñas.
    -…
    -Andrea y Georgina
    -…
    -Claro, estoy listísima
    -…
    -Ay, soy muy mala en Historia ¿No me puedes hacer una pregunta más fácil?
    -…
    -mmmm… pues yo creo que Benito Juárez
    -…
    -¡Eh!
    -…
    -Sí, voy por los quinientos pesos
    -…
    -Ay… ¿De Canadá?
    -…
    -No, espérame, sí me la sé.
    -…
    -¿Montreal?
    -…
    -Ah, qué lástima. No, pues no tenía idea…
    -…
    -Sí, un saludo a mis hijas y a toda la familia Rivera ¿Me puedes poner una canción?

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  • Mrs. Gina Halliwell de la Portilla Montaño, para mí es un honor, y un pretexto para sonreír, que usted deje, en este blog de cosas serias, una recomendación para una inquilina de la zona de tolerancia de la web. Cuidaré los puntos, lo prometo, pero cuéntame… ¿Qué tal te fue con tu cuento?

    Un beso

    Responder
  • La cena se enfriaba en la mesa. Damián, la frente contra la pared, sujetaba el aparato.
    –Ya.
    –…
    – ¿Fue él?
    –…
    – ¿No sabían nada? ¿No se dieron cuenta antes?
    –…
    – ¿No lo ven entrar y salir?
    –…
    –Entonces, ¿cómo llegó allí?
    –…
    –Voy para allá.
    –…
    – ¿Antes no? O un poco más tarde.
    –…
    –No. Prisa no. Pero cuanto antes acabemos…
    –…
    –-Tal vez para usted no sea importante…
    –…
    –De acuerdo. En diez minutos.

    Damián se puso el abrigo, tomó su placa, dos cargadores y el arma.

    –Hijo, vuelvo en seguida. Encontraron tu chaqueta. La tenía Héctor.

    Responder
  • Jimena M. Vázquez
    30/05/2010 8:12 pm

    -¿Bueno?
    -…
    -No, Eduardo está de viaje en Sudáfrica, se fue al mundial. Está allá desde el 2000, le encanta el futbol.
    -…
    -¿Cómo?
    -…
    – No, lo lamento, no puedo hacer eso. Se llevó todo el dinero, yo soy su esposa y no me dejó ni un centavo. ¡Imagínese lo mal que la estoy pasando! tengo ocho hijos. Tenía once, pero ya vendí a tres para ganar algún dinero.
    -¡…!
    -Ja, en realidad no vive aquí, no lo conozco, pero me divierto contándoles historias a todos los que llaman preguntando por él.

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  • Activo como está este ejercicio, mejor no digo nada todavía. Gracias a todos los que han publicado y a los que (tal vez) vendrán aún.

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  • ¡SALUDOS! – Aquí está mi ejercicio, a ver qué les parece. =D

    -¿Bueno?
    -…
    -Habla Esteban.
    -…
    – No, Marcos no está. ¿Quiere dejarle recado?
    -…
    -No sabría decirle, no tiene horario fijo.
    -…
    -¿El medicamento? No, no me dijo nada sobre eso pero déjeme las indicaciones y yo se las anoto antes de irme…
    -…
    -Permítame, déjeme ir por una pluma…

    -A ver, dígame…ajá…
    -…
    – Se lo repito: que se tome el medicamento una cucharada en la mañana y otra antes de dormir para que Esteban no vuelva a presentarse…
    -…
    – Entendido doctor. Disculpe, ¿puede deletrearme su apellido?
    -…
    – J-e-k-y-l-l…

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  • Le doy la bienvenida a la Insomne y felicito ese deletreo. 🙂

    Responder
  • Milton Rodríguez
    11/06/2010 1:00 am

    -¿Por qué no habían venido? Tardaron mucho desde la última vez, ¿Tan pronto se olvidaron de mí?

    -…

    -Miedo, ¿Y su tanta fe en la santa muerte? ¿Dónde la dejaron?

    -…

    -A mí no me interesan sus problemas, soy su hijo, ¿Creen que yo no me siento incomodo en el cuerpo de esta vieja?… no me digan mas tonterías.

    -…

    – Miren, más claro: si no vienen a verme más seguido, o si de plano me dejan de venir a ver, va a haber problemas, me voy a vengar de ustedes haciéndoles cosas horribles; cuando caminen solos por la casa, haré que los cuartos hablen y las paredes sangren, mientras duerman les causaré las pesadillas más horribles de su vida; lentamente les envenenaré el alma, y rogaran por sus vidas, pero será muy tarde ya para perdonarlos.
    ¿Qué pues cabrón? Hasta a mí me asustaste chingado. No entiendo cómo esta gente se cree estas chingaderas que dices; la neta somos bien ojetes, pero ni pedo, a la ver… -¡No mames!-.- ¿Qué wey?-.
    -…
    -¡No seas imbécil, dejé el pinche micrófono prendido! ¡Me lleva la chingada!… Señores tranquilos sé que los engañamos, estuvo mal, pero no nos demanden, mejor hay que llegar a un arreglo, ¡por favor tranquilos, dejen a la señora en paz sólo actúa esto porque nosotros le pagamos!… ¡Hay que llegar a un acuerdo, tranquilos por favor! Digan lo que quieren como indemnización.
    -…
    – No, imposible señores, yo no puedo ser su Alejandro, no me parezco,yo me llamo Guillermo… ¡no puedo vivir con ustedes!… ¡Diles que no puedo wey, diles haz algo! ¡Por favor no!

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