Un proyecto de cuento:
1. Escribir una breve entrada de diario (ya sabemos, fecha, día de la semana, etcétera) que comience «Éste ha sido el mejor día de mi vida» y luego justifique la afirmación refiriendo una serie de hechos felices.
2. De inmediato, escribir la entrada siguiente del mismo diario; debe comenzar «Ayer fue el peor día de mi vida» y explicar cómo, por la adición de un solo hecho (del que acaba de enterarse el autor o la autora del diario) todo lo que se contó del día anterior se transforma en un terrible infortunio.
(Uno de los personajes de «La pata de mono» de W. W. Jacobs podría haber escrito algo semejante.)
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Las Historias es un sitio de Alberto Chimal, escritor mexicano. Contiene una antología virtual de cuento en constante crecimiento y otros contenidos en archivo.
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«La pata de mono» es muy buen cuento. Se presta a muchos «hubieras».
Eso es cierto… Un saludo, Manuel.
Éste ha sido el mejor día de mi vida, fui con mis primos (uno mide 1.98 y el otro 1.82) a jugar basquetbol, yo soy el más bajo, apenas alcanzo un 1.72 m. El deporte siempre me ha hecho dar de mí lo mejor, gozo correr y saltar porque me libera, me destensa y expreso mucho con la agilidad y la destreza que provoca la actividad física de fuerza, vigor y resistencia.
El deporte me enseña a competir, a aprender de mis errores y de las derrotas, gozar los triunfos, pero más importante aún: me enseña a divertirme.
El reto era difícil, vencer a las torres, ellos tocaban con una facilidad la canasta, a veces no bastaba con escabullirme y correr, mis saltos tenían que ser como los de una liebre, así tomé impulso, estaba preparado para el vuelo de mi vida -pista despejada, pasajeros con vuelo al aro, favor de amarrar sus cinturones, el despegue comienza-, estiré los brazos, llevaba el balón en mi mano derecha, lo deposité, ¡canasta, momento cúspide!, ahora la ley de la gravedad se impondrá.
-El tren de aterrizaje está fallando no pierdan la calma, el piloto hará lo que pueda para maniobrar-, caí en un sólo pie, siniestro, el peso de todo mi cuerpo apoyado en la rodilla que flexionó contrario a como lo hace naturalmente, torcedura, pero en el momento mis primos quedaron asombrados y me vanagloriaban, ¡qué salto, tocaste la canasta! Un pequeño dolor por algo que valió la pena.Terminamos el juego, caminamos a casa y mañana ya descansado y con menos dolor jugaré futbol, viene la semifinal en contra de las Chivas-Oceanía.
Ayer fue el peor día de mi vida, después de aquel partido de basquetbol me preguntaba qué sentido tenía tocar un pinche aro, amanecí con un dolor tremendo en la rodilla, rengueaba, a mi ni me interesa tanto el baloncesto, en México ni se puede jugar de forma profesional porque la federación esta llena de corrupción.
Mil y un detalles encontré y no entendía aún el porqué había dado más de lo que me posibilitaba mi físicio, fue un esfuerzo inútil que me dejó lastimado…hoy jugaron la semifinal de futbol mi equipo Real Aragón contra las Chivas, hice todo lo posible por evitar el dolor, pomadas, vendajes, calenté y pensé que con los músculos ya no fríos el dolor pasaría, no fue así, todo el partido lo vi en la banca, quería jugar, allí estaba mi familia que invité al juego, era prácticamente el clásico de la zona, aunque fuera futbol amateur.
El juego terminó en empate, pasaron el tiempo extra y cada vez se encontraba más emocionante el juego, al final, penales. ¡Qué hubiera dado por estar allí, era de los mejores tiradores!, perdimos, forcé aún más mi rodilla intentando que se compusiera y hasta el momento tengo prohibido practicar deportes que impliquen girar. Ayer fue un día que nunca olvidaré.
LAS HISTORIAS es la bitácora literaria de Chimal: relatos, libros, juegos y nada de futbol
Ahora, Cruz, tendré que pedirles que cambien lo de «nada de futbol»… 😛
Muchos saludos (y el ejercicio está muy bien, felicidades)
Agosto 14, 2006.
Quién lo hubiera imaginado, hoy ha sido el día más increíble de mi vida. Por fin conocía a la mujer ideal: inteligente, rica, hermosa, sofisticada, elegante, seductora, pero lo mejor de todo… ¡se fijó en mi!
Se llama Claudia y la conocí casi por casualidad en un café cuando tratamos de tomar el azúcar al mismo tiempo y de la sonrisa del momento pasamos a platicar y en menos de lo que me había dado cuenta la había besado. Nunca pensé que siendo tan tímido yo pudiera hacer algo así ¡pero lo hice!
La conexión entre nosotros es total, increíble, física, intelectual, emocionalmente; como esas frases trilladas y cursis cuando le dices a alguien que sientes como si le conocieras de toda la vida. Pasamos la tarde juntos en su departamento y al despedirme me dijo aunque era una tontería sentía que no podía separarse de mi. En fin un sueño, no podría ser más feliz.
Agosto 15, 2006.
No lo hubiera imaginado, no cabe duda que cuando el destino te sube es sólo para tener más espacio para dejarte caer. Claudia no sólo está casada, su esposo es un conocido narcotraficante, que además de asesino y tiene fama de hombre celoso.
El periódico de esta mañana me escupió la realidad en la cara, cuando escribían sobre el incidente donde un chavillo de 14 años fue golpeado hasta la inconciencia por sus gorilas, por el gran pecado de haber mirado a Claudia su mujer de un modo que este loco consideró ofensivo.
Asustado hablé con ella para decirle que lo mejor sería dejar de vernos y ella me fulminó con su respuesta: Me dijo que me dejaría de ver cuando ella quisiera, cuando se aburriera o encontrara algo mejor y que sería mejor no volver a mencionar el tema o le contaría todo a su esposo. ¿Que qué pasaría? pasaría que a ella la golpearía como en tantas otras ocasiones, pero hasta ahí. En cuanto a mi, quién sabe lo que ese maniático sería capaz de hacerme. Mi vida se ha arruinado, no tengo nada; ¡Dios! quisiera que el día de ayer jamás hubiera existido.