Mucho menos conocido que sus cuentos, el trabajo ensayístico de Edgar Allan Poe es, además de interesante y revelador por sí mismo, muy útil para conocer el sentido y las propuestas de la obra entera del escritor. Este texto pertenece a los Marginalia de Poe: breves sueltos y artículos que escribió para publicarlos en espacios pequeños de diversas publicaciones. Algunos de ellos fueron expandidos posteriormente y otros no. Éste apareció en la revista Southern Literary Messenger en 1849. En él, Poe defiende su visión de la imaginación y la creatividad de un modo que emparenta sus ideas con las de los movimientos románticos alemanes, que están entre sus grandes precursores.

De la Imaginación
Edgar Allan Poe

La Imaginación pura elige de la Belleza, o bien de la Deformidad, sólo las cosas más combinables y previamente no combinadas: el compuesto obtiene, por regla general, un carácter bello o sublime en proporción a la belleza o sublimidad respectivas de sus componentes…, que en sí mismos deben considerarse atómicos, es decir, productos de combinaciones previamente realizadas. Pero, así como (análogamente) ocurre con frecuencia en la química física, así no es infrecuente que, en la química del intelecto, de la mixtura de dos elementos resulte algo que no tiene nada de las cualidades de uno de ellos, o incluso nada de las cualidades de los dos… Por lo tanto, el alcance de la Imaginación es ilimitado. Sus materiales se extienden a través del universo. Incluso de las deformidades puede crear esa Belleza que es al mismo tiempo su solo objeto y su prueba inevitable. Pero, en general, la riqueza o fuerza de los materiales combinados; la facilidad de descubrir novedades combinables y dignas de combinar; y especialmente la “combinación química” absoluta de la masa resultante, son los rasgos que debemos tomar en cuenta al evaluar la Imaginación. Es esta armonía total de una obra imaginativa la que con frecuencia causa que sea menospreciada por los insensatos, debido a la impresión de obviedad que provoca. Pero nosotros estamos en la posición de preguntarnos: ¿por qué es que estas combinaciones nunca habían sido imaginadas antes?

(versión de Alberto Chimal)

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