Un pasaje de Jinetes del salario púrpura, una novela corta de Philip J. Farmer, incluye esta imagen memorable de un personaje: es, dice el texto, «una raíz cúbica de hombre» (a cube root of a man). Con esto se sugiere su carácter ínfimo de una forma inusitada: no se dice nada concreto de su aspecto, sino que se le reduce entero al «aplicársele» esa operación matemática que, convencionalmente, da siempre un resultado más pequeño que el número al que se le aplica.
A partir de esto, los lectores con tiempo libre podrían hacer dos posibles ejercicios:
1. Utilizar algún otro término salido de las matemáticas a la hora de describir a un personaje (¿cómo sería un personaje elevado al cuadrado?, por ejemplo; ¿cuál sería la derivada de alguien?).
2. Encontrar otras maneras inusitadas de describir con pocas palabras a un personaje insignificante.
La sección de comentarios de esta nota queda abierta, como siempre, para quien desee intentar cualquiera de estas propuestas.
Operaciones y reducciones
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Las Historias es un sitio de Alberto Chimal, escritor mexicano. Contiene una antología virtual de cuento en constante crecimiento y otros contenidos en archivo.
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Trigonométrica
La base de todo triángulo es, invariablemente, la infidelidad.
Límite
Su insulsez crecía hacia el infinito; él, sin poder evitarlo, era casi nada.
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Por la tangente
Cada vez que le hablo de amor obtiene la derivada de una curva y se va.
Ya cambié de opinión
😛
Por la tangente
Cada vez que quiero hablarle de amor se va describiendo la derivada de una curva.
Mejor, no?
jajaja, qué padre ejercicio!
Me resisto a conceder que la descripción a través de una raíz cúbica sea ingeniosa. A lo sumo, es ambigua: la raíz cúbica de 1 hombre es 1 hombre; es decir, no nos dice nada. Si suponemos que se habla con la intención de comparar a dos hombres el caso es peor, puesto que si alguien es 27 hombre, ese raíz cúbica de hombre es 3 hombre, que sigue siendo una descripción positiva. Si por el contrario hablamos de que alguien es una fracción de hombre, digamos 0.027 hombre, ese raíz cúbica de hombre es 0.3 hombre, es decir, de grado mayor que el original.
Creo que mientras más interesante pudiera ser una operación en la descripción de un personaje, más difícil se vuelve su aplicación, ya que depende de que el lector tenga claro el concepto y la intención de su uso. La palabra convolución, por ejemplo, no le dice nada a la gran mayoría de la gente, a pesar de ser una operación que se prestaría bien al sentido figurado.
Así que vayamos más allá de las operaciones. Primero, a las secciones cónicas, el círculo, la elipse, la parábola y la hipérbola. Las cuatro tienen homónimos retóricos, a saber, el argumento circular, la elipsis, la parábola y la hipérbole. Un hombre parabólico podría servir en la descripción de un profeta de banqueta, mientras que hombre hiperbólico podría ser la de un hipocondriaco. El hombre elíptico…, mientras que del paranoide circular sabríamos la existencia de una obsesión, la posibilidad de la locura.
También en geometría encontramos la perpendicularidad: un hombre perpendicular a cualquier lineamiento.
Para ser breve, la última que anoto es la posibilidad de establecer relaciones de correspondencia. De particular utilidad puede ser el isomorfismo: un hombre de carácter isomorfo al moho, que se nutre del ocio ajeno, lento, seguro como la podredumbre, un fastidio para todos.
¿Y si un solo hombre es más de 1, Mangarju? Si en eso diferimos, eso sí, me gusta mucho todo lo demás que propones.
Saludos y gracias a todos.
Su rostro eran dos «ángulos 35º» opuestos por el vértice, cuando estrechamos triángulos y fuimos congruentes, se les trazó una bisectriz.
¿Qué tal una rotación de Wick?
«Quedó desencajado, como si su tiempo hubiera rotado noventa grados, su cuerpo entero un simple número imaginario.»
Los números primos se casan sólo con sus primas.
El número de Avogrado es un borracho que admira las piernas de la media dorada y su espiral.
Los subconjuntos son poetas menores, poco importantes para las constantes, que son serias como administradoras de bancos.
Los subconjuntos se pelean con las editoriales y detestan al Señor Bertrand Russell.
La ira de mi mujer crece de manera exponencial, mi ingreso de manera geométrica. Que se pudra Malthus y su séquito de economistas agraciados sólo para la mirada de las estudiantes contaduría, que son cuadradas, como las cuentas, y destenta la belleza fractálica, que abundan en las universidades donde lo serio es no poder abrir una botella de cerveza.
Los Argentinos sólo conocen los primeros cinco dígitos; son funcionalistas, ese es el promedio de goles que normalmente ocurren entre el Racing y el Boca.
Sólo una pequeña observación. Si a un número x que está entre 0 y 1, sin el 0 y el 1, se le aplica cualquier raíz positiva, el resultado es mayor que x.
¿Qué tal aplicar la función coseno iteradamente al hombre? Tal iteración tiende al único punto fijo de cos; es decir, tiende a un punto x_0 tal que x_0=cos(x_0). Es decir, si x es distinto de x_0 y definimos a y(n+1)=cos(y(n)), donde y(1)=cos(x), entonces lim y(n)=x_0 cuando n tiende a infinito. Tonces el hombre quedaría todo como fijo en una sola posición, jajajajaja. Chin, creo que ya me puse muy nerd.
Me hiciste recordar mis clases de la preparatoria… 🙂
Saludos.
Quique:
Creo que es interesante lo que dices, y desde hace cierto tiempo he tenido la impresión de que cierto tipo de literatura ha explorado el concepto de la vida operando repetidamente sobre los personajes, a la Mandelbrot. En ese caso podríamos decir que un punto fijo de un mapeo cualquiera es una persona indiferente ante cierta operación, porque no la perturba —la muerte de un ser querido, el exilio, traicionar—. La persona a la que nada le afecta bien podría ser un eremita o un misántropo.
A lo mejor si se piensa al hombre como un conjunto de átomos, la raíz cúbica sería una disminución en el número de átomos que conforman al hombre. Tons si se repite la operación al infinito, quedaría un solo átomo, jajajaja. Chale, creo que ando simple.
Oooh, ¿o qué tal un grupo de personas que conformen precisamente un grupo algebraico? ¿O un anillo? ¿O un campo? Si dos personas se juntan, se transforman en su vecino. Híjole, el problema es el inverso. Ah, pues que tenga características opuestas. Y el elemento neutro sea la persona indiferente a cualquier vecino. Si alguien se junta con él, resulta ese mismo alguien. Taría chistoso.
Si pudiera describir a Patricia, sería como un número irracional, es decir, compleja, imaginaria, fraccional y negativa.
Damián, varón recto donde los haya. Sharlene, todo curva. Su relación, eterna, imposible, asintótica.
(miles de variantes relacionarían lo imposible con la asíntota, recta que se acerca a una curva sin llegar a tocarla).
Esta última tanda me ha parecido muy interesante. A ver si crece. Mientras, saludos y gracias a todos.
Multiplicate por cero ; dijo Bart
Un hombre real, de esos que solo pueden describirse con números.
En la máxima expresión de su ser entendió que no era más que un número negativo.