Hace algún tiempo ya apareció el resultado de una encuesta de la revista mexicana Nexos, que preguntó a más de un centenar de escritores destacados cuáles eran las tres mejores novelas publicadas en México en los últimos treinta años. Los libros con más votos en la lista fueron, en orden, Noticias del Imperio de Fernando del Paso, Las batallas en el desierto de José Emilio Pacheco y Crónica de la intervención de Juan García Ponce.
Se podría discutir mucho todavía en relación con la lista: precisamente animar la discusión era el objetivo declarado de Nexos, pero los temas más socorridos fueron (como acostumbra suceder) los más triviales: quiénes votaron, quién los seleccionó, por qué está tal o cual novela y no tal otra, con qué «derecho» Nexos hacía la encuesta, etcétera: lo normal en un país retrasado como el nuestro, en el que muchas personas creen que «artista» es sinónimo de «pretencioso» o «despreciable», muchos escritores (por cierto: son personas también) no se acostumbran aún a no contar más con los afectos del poder político y éste, por lo demás, exhibe una ignorancia y un desinterés sumamente notables: no pasamos de las artes como «sano entretenimiento», entre el pasmo general y el abandono aparente de cualquier propósito de mejorar el sistema educativo nacional.
Hace algún tiempo también, Miguel Ángel Muñoz, en su excelente bitácora El síndrome Chéjov, invitó a votar para hacer una lista de los mejores libros de cuentos de los últimos 25 años. (Los detalles, por supuesto, allá.)
Por mi parte, más limitado, y tardísimo, propongo de todas formas la siguiente pregunta: ¿cuáles serán (cuáles les parecen a ustedes) los mejores libros de cuentos escritos por autores de América Latina en los últimos treinta años? Creo que tiene sentido plantear la cuestión, más específica: sobre todo en México, como se sabe, la peor novela llama más la atención que el mejor libro de narraciones breves, y sospecho que la lista que podría compilarse incluiría más de una sorpresa. Propongo, de entrada, una adición recientísima: Portarrelatos de José de la Colina, publicado por Ficticia. Los comentarios de esta nota está abiertos para quien quiera proponer otros títulos, y se agradecerá, además, cualquier justificación o comentario de los textos elegidos.
Nota de las 2 de la tarde: a pedido de Hernán, propongo una precisión: elijamos aquellos libros que consideremos mejores, que nos «lleguen», que nos parezcan de calidad innegable; digamos por qué. Yo iré creando una lista con lo que digan aquí. Saludos…
Nota del 19 de octubre: una primera lista preliminar de los libros sugeridos hasta ahora está en esta nota.
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Dos de Bolaño: Putas asesinas y Llamadas telefónicas. ¿No es “El Ojo Silva” uno de esos cuentos de época? Y copio del Blog que recomiendas: “Bolaño patentó un método genial: la novela que no lo es, la novela-relato. En realidad, Bolaño no es un novelista sino un impecable escritor de relatos y por eso lo amamos tanto quienes amamos la novela, y quienes amamos los relatos”.
De Manjarrez: No todos los hombres son románticos.
De Villoro: La casa pierde.
De Pitol: Vals de Mefisto, uno de los «mexicanos» más «extranjero». O al revés.
A ver qué sale de la lista.
La palabra, casi invisible, ‘Mejores’ está errada. Porque obliga a mentir. Uno va a votar, dentro de los realmente mejores, los que más le lleguen, los que más den con su paladar.
Y pedir 3 novelas en 30 años es lo mismo que decir: ¿A quién quieres más?. ¿A mamá o a papá?.
Debería ser reemplazada por ‘novelas que más te han gustado’.
Pero claro, así dicho no parece que se las elija por su valor real.
Entonces hay que encontrar una mejor palabra. Me parece que puede ser ‘Recomendado’.
¿Qué mejor ranking, me permito esta palabra, qué lo más recomendado por uno?.
Hola, Luis, y gracias por comenzar.
Hernán, he agregado una pequeña precisión pensando en lo que has escrito. Creo que es justo aceptar las dos posibilidades: igual los libros que nos sean más entrañables que aquellos cuya calidad nos parezca innegable, aunque no nos sean tan cercanos. ¿Cómo ves?
Saludos y por aquí seguimos.
Es que, si uno pide una opinión lo mejor que puede recibir es una opinión subjetiva. De uno depende comprenderla. Si Borges señala un libro debo comprender desde dónde lo hace. Quién es él. Que debe resaltar de esa obra.
Hay un nivel superior dónde solo se puede elegir subjetivamente. Porque el material ya es muy bueno. En esa etapa uno elige por matices, en base a los colores que más prefiere.
Por ejemplo, estoy, recién, leyendo cuentos de Allan Poe. La mayoría de los escritores lo ‘idolatran’. Su narración me parece excelente, pero la trama de algunos cuentos es muy ‘precaria’. Estoy seguro que los escritores que hablan tan bien de Allan Poe no aprobarían esas tramas en cuentos de sus estudiantes. (la discusión no pasa por Poe).
Por eso, prefiero saber los gustos de los demás. Me parece más sincero. A cierto nivel elegir el mejor, objetivamente, es optar por equivocarse. Sin embargo, elegir subjetivamente, es ser generoso y sincero.
Eso qué: haz la lista y ya. O no la hagas y ya… o haz tu propio post sobre el tema de las (¿odioas?) listas y ya.
Pues sí, Hernán. Tienes razón. Y supongo que por eso es que Alberto hizo la precisión. Todos daremos nuestros favoritos desde nuestra subjetividad, aunque yo sugiero que añadamos el por qué de la elección.
Yo todavía le estoy pensando. Porque claro que es como «elegir entre papá y mamá», nos angustia, nos pone en aprieto… pero nos hace revisar los méritos de papá y mamá.
(Yo quería más a mi papá pero quería ser como mi mamá. Pero cuando me preguntaban, decía que a los dos igual, claro. Ahora sé que se llama complejo de Electra).
Yo voto por tres libros: Hipotermia de Alvaro Enrigue, Informe negro de Francisco Hinojosa y el de Putas asesinas de Bolaño. ¿Por qué? Primero porque siento que el de Bolaño reúne lo mejor de lo que ya se había escrito hasta entonces (de algún modo están en él todos los grandes latinoamericanos), luego porque nadie maneja el humor y lo desconcertante como Hinojosa en el libro que menciono y por último porque la narrativa como la de Enrigue me parece que es el futuro: cosmopolita sin ser pretenciosa y realista sin ponerse en pose.
Para valorar lo mejor uno debe tener una visión muy yankee.
Enumera los items a ser contemplados:
* Vocabulario
* Redacción
* Fantasía
* Originalidad
* Voz de los personajes
* Extensión del texto
* etc.
Luego, establecer parámetros y medir metódicamente cada obra a ser observada. Finalmente computar la información y ponderarla (No es lo mismo escribir 1.000 pésimas páginas que 10 geniales páginas) De manera de poder decir: Esta obra es 10.0, esta otra es 9.90 y así.
De esa manera se obtiene la MEJOR obra. Con criterio científico. Algo comprobable por los demás.
La ciencia puede ser un arte, pero el arte no debe ser una ciencia.
Por eso, prefiero la subjetividad, que viene desde el alma implícitamente aprobada por la mente.
Oye, Hernán, ya no entendí:
1. ¿Estás peleando?
2. ¿Estás diciendo que no se puede proponer una lista de favoritos?
Alberto ya te dio la razón, ya todos reconocimos que la elección es algo subjetivo… ¿qué más quieres? Te estás volviendo repetitivo o yo no te entiendo….
Creo que el de Hernán era un chiste muy largo.
Yo no creo que la subjetividad sea un metodo de medición tan adecuado; si se busca una verdad complaciente para todos, un método yankee como el que propone Hernán no está tan fuera de lugar (aunque yo le añadiría un par de cosas); yo haría más experimentos que al final sería inutiles, por que en realidad a nadie le importa demsaido si contendiente A puede o no ganarle a contendiente B.
No he leido mucho del cuento de los últimos 30 años en latinoamérica (tampoco en general, pero este apartado menos!) pero de haberlo hecho basaría mi medición en la influencia que tal obra ha tenido; creo que es más confiable, menos subejtiva, ni tampoco exhaustivamente experimental.
¿Y no pueden dar su lista y ya? Esto parece complejo latinoamericano: se pasan horas hablando frente a una taza de café y a la hora de l ahora se quedan pasmados. En fin. Dos para Putas asesinas de Bolaño. Así que va en primer lugar.
Jajajaja, se puede sacar los traumas, bueno: Mi madre y yo no nos llevamos, pero eso no tiene nada que ver con que mi voto sea para Bolaño y sus putas (que según mis clases de mate, este seria el cuarto voto) ¿por qué? por visceral, ¡que importa!
Oye Hernán es realmente divertida tu metodología pero resulta un problema epistémico, porque toda respuesta estará dotada de subjetividad, vista la relación de objeto y sujeto. La clave esta en los limites, pero ¿cómo distinguir lo valido de lo invalido?, ¿lo bueno de lo no bueno?, ¿lo bueno para quien?, ¿el problema es del sujeto?, ¿el problema es de la realidad o de la descripción de la realidad?, ¿es el orden social? Toda decisión trae su dosis de subjetividad, su carga ideológica, sus condicionamientos para entender cómo son las cosas, mas en cada una de las propuestas algo se puede encontrar. ¡Viva la democracia! ¿Quién mas vota?
Besos
Mi voto en definitiva es para «Putas asesinas», de Bolaño.
Incluiría también: «Llamadas telefónicas» de Bolaño; «Estos son los días», de Alberto Chimal. Y hasta ahí con los libros completos. Pero no porque sean los únicos, sino porque el resto de cuentistas, o de cuentos, que considero «de lo mejor de los últimos años» los he leído sueltos. –sí, necesito aplicarme más con autores contemporáneos– Pero sin duda mencionaría a Mario Levrero, Ana María Shua, José Emilio Pacheco, Enrique Serna y Sergio Pitol. En el llamado realismo sucio encuentro más bien poco y con los «experimentales del norte» me pasa lo mismo… no hacen girar mi corazón. En fin. Saludos a todos.
pd.- Alberto, nos vemos en el curso de la Biblioteca México
Y si proponen qué les gusta en vez de nomás estar DISCUTIENDO???
Yo no leo mucho pero, sí sé que me gustó El Materialismo Histérico de Xavier Velasco, no es como Diablo Guardián pero tiene buenas cosas. Y me gustó Me Ves y Sufres de J. M. Servin, Mauricio Bares, Pepe Rojo y… no me acuerdo cuál era el otro… Digan qué les gustó a USTEDES, pues!
Si consideramos a Bolaño mexiacno, pues sí: Putas Asesinas y Llamadas telefónicas.
Claro que sí : Vals de Mefisto de SErgio Pitol.
Compraré un rifle, de Fadanelli.
Hipotermia ÁLvaro enrigue
Hola a todos. Tenía desde hace rato la idea de proponer alguno que otro título más; como la idea es ver qué tanto podría crecer nuestra lista, menciono cuatro que no han aparecido todavía en los comentarios de ustedes:
1. Los sueños de la bella durmiente (1978) de Emiliano González, mexicano: una gran colección de historias con guiños a lo fantástico, el horror y el modernismo de principios del siglo XX, y uno de los primeros libros «cosmopolitas» que llamaron la atención (20 años antes del grupo del Crack).
2. Kalpa imperial (1983) de Angélica Gorodischer, argentina: una de las muy pocas, si no la única, sucesora digna de las propuestas de Calvino, Tolkien y LeGuin en América Latina, y una gran escritora por derecho propio. Esta colección de historias sobre el poder es imprescindible.
3. Cuentos completos (2003) de Francisco Tario, mexicano: los libros originales fueron publicados entre 1943 y 1970, pero la reunión fue la primera que se hizo de su obra y permitió reconocerlo como un gran escritor latinoamericano, y no sólo como una figura marginal o de culto.
4. Aguas salobres (1983) de Mario Levrero, uruguayo: varios de los libros de Levrero, gran narrador de lo inconsciente y lo caótico en la vida y la imaginación, podrían quedar aquí, pero éste contiene un texto magistral, carrolliano: «Caza de conejos».
Desde luego, Bolaño, Enrigue, Pitol y prácticamente todos los que se han mencionado hasta ahora me parecen extraordinarios. Muchos saludos…
¿Y se vale Rubem Fonseca? La Cofradía de los Espadas, sólo por citar un ejemplo.
Claro, desde luego. (Y ese libro no lo he leído. ¿Interesante?)
Hola Alberto.
a mí sólo se me ocurren tres:
Putas asesinas, de Bolaño.
Historias del Lontananza, de David Toscana, y
Terlenka de Fadanelli.
Hola a todos, para mi los tres libros de cuentos más entrañables (curiosamente los tres los leí en mi niñez) son:
1.- El Aleph, que me convirtió en un completo fanático de la prosa de Borges.
2.- El gran dios Pan y otros relatos de terror sobrenatural (A Machen). Leí varios de los cuentos de Machen de la mano de un gran amigo, por entregas y transcripciones; una año hará que me encontré esos cuentos en este libro.
3.- Los cuentos de los hermanos Grimm. Es un libro viejísimo que supongo perteneció a la infancia de alguno de mis padres y que con duras penas sobrevive. No tiene mucho que lo volví a leer y me sorprendió lo grata y entrañable que me resultaba la lectura de esos cuentos infantiles (pero no carentes de realismo y crueldad) que leí y releí cuando era niño
Oigan, los que están votando: se trata de recomendar sus favoritos, no de votar por los favoritos de otros.
Yo les dejo de propuesta:
1. Si te comes un limón sin hacer muecas, de Sergi Pamies
2. El amor es un número imaginario, de Roger Zelazny
3. La persistencia de la visión, de John Varley
4. Los 25 mejores relatos negros y fantásticos, de Jean Ray
Como verán, ninguno es mexicano, pero los cuatro me parecen muy buenos…
¿No se supone que eran libros latinoamericanos y a partir de 1978? Aclare si es así, señor Chimal, pero eso entendí.
A mí Bolaño se me hace sobrevalorado, igual que Velasco. Propongo: «Tres bosquejos del mal» de Jorge Volpi, Eloy Urroz y Nacho Padilla; «Camera Lucida» de Salvador Elizondo, «Una muñeca rusa» de Adolfo Bioy Casares, «Cuentos completos» de Guillermo Samperio.
jajajaja está de pelos que nosotros, lectores del blog de A Chimal, con cierto nivel de cultura elemental, no sabemos leer las preguntas y somos incapaces de contestar correctamente.
esa es la triste realidad de los latinoamericanos,
dijiste «¿cuáles serán (cuáles les parecen a ustedes) los mejores libros de cuentos escritos por autores de América Latina en los últimos treinta años?»
mis respuestas son:
1. el Real Madrid
b. la penicilina
3. la gran muralla china escrita por los persas, creo…
4. Citizen Kane (que siempre está en las listas de algo).
5. El Aleph de Borges: que ni en pedo lo escribió en los últimos 30 años… pero me hace parecer culturosa
6. El regreso de la verdadera araña, de PIT2 (estos sí son cuentos, sí son de los últimos 30 años, y sí es Latinoamericano el tal Taibo 2)
saludos Alberto
*con el odiómetro encendido*
Hola a todos. Zad, es cierto, como también dice Diminui: la idea es que hagamos entre todos una lista de buenos libros de cuentos latinoamericanos (incluyendo a Brasil, como preguntaba Luis Venegas, y a los otros países no hispanoparlantes de la región). De cualquier modo, creo que vale la pena seguir con esto: al menos nos podremos enterar de algunos textos de los que no sabíamos.
Pensando en esto, les pido un favor: si tienen amigos o conocidos, reales o virtuales, que pudieran estar interesados en esta pequeña encuesta, les recuerdo que pueden enviar la nota por correo electrónico mediante el enlace «Compartir o enviar por e-mail» que se ve al terminar el texto de la nota. Cualquier enlace a la nota en otros blogs se agradecerá también. Muchos saludos desde Guadalajara…
Hola a todos.
Yo incluiría en la lista a Alejo Carpentier e Inés Arredondo. Creo que me gustan porque aún la brutalidad o el dolor inmenso son siempre abordados con fineza, algo que no veo mucho en los autores recientes, pareciera que hoy día todo tiene que ser grotesco, escatológico, perverso y violento. Saludos.
Yo recomendaría «Doce cuentos en contra», de Bárbara Jacobs, su primer libro. Algo desigual, aunque con momentos muy brillantes: un cuento que asume toda la complejidad de sus protagonistas adolescentes y presenta su incipiente sexualidad. Además, contiene enigmáticas minificciones, de las más logradas que he leído desde Arreola y Torri.
Otro libro que me gusta es Birmania, de Pablo Soler Frost, por el uso de un español que es característico de él, además de que reinvindica la aventura y a su manera reflexiona acerca de lo regional y lo universal; sé que es un libro que a ti, Alberto, te gusta mucho. Saludos.
¡Que complicados! y filosóficos. Alberto me parece buena tu iniciativa, seguí de cerca la de Miguel Angel en El síndrome de Chejov y su desarrollo fue preciso y nutritivo. ¿Porqué no se limitan a la literatura?
Yo voto por Llamadas telefónicas de Roberto Bolaño, Hipotermia de Alvaro Enrigue y La velocidad de las cosas de Rodrigo Fresán. El primero por su alta dosis de poesía, inteligencia y sentido del humor (además de que se inicia con un relato que considero perfecto), el segundo por su registro original (entre el realismo norteamericano y la veta fantástica latinoamericana) y el último por su incesante juego de espejos o juego con los espejismos. Un abrazo.
Esta encuesta se tendría que armar desde un espacio de mas prestigio, una revista o un autor importante convocando voces entendidas, para lograr buenas opiniones, pero lo cierto es que no es tan importante el cuento como la novela, todo el mundo sabe que el cuento es genero menor, paso o camino para llegar a la novela; tanto en los escritores como en lectores. Seguramente usted el autor sabe que sus novelas se venden en mejor que sus cuentos.
¿Qué hemos hecho para merecer que periódicamente personas como el sr. Fad nos receten netas tan sesudas.
Me salto su primera afirmación y hago una precisión a la segunda: efectivamente el cuento es un género
menor, pero en palabras, en frases o en páginas, como se quiera ver. A mi me siguen gustando esos escri-
tores menores, ¿Cómo se llaman?: Chéjov, Borges, Carver y otro creo que Cortazar (dicen por ahí que sus
relatos son mejores que sus novelas, ¿será?)
hmmm, pues estos son los libros de cuentos que me han soprendido, dejado algo, enseñado y creo que la mayorìa son de autores latinoamericanos (y los que faltan) no están todos los que son ni son todos los que están pero ahí ta mi contribución; parafraseando un título de Alberto: «Estos son los libros», jajajaja saludos a todos, a ver qué tal les parece la selección:
Amor mundo, José María Arguedas
Nombre falso, Ricardo Piglia
Cuentos de amor, locura y muerte; Cuentos de la selva, Quiroga
Novísimos cuentos de la República Mexicana: Tierra adentro
Temas y variaciones: Tryno Maldonado
Crecer es un oficio triste: Santiago Roncagliolo
La bestia en casa: Jaime Collyer
Vidas de santos: Rodrigo Fresán (es novela pero se lee como libro de cuentos y da igual)
No hay censura, La mirada en el centro: José Agustín
Azul: Rubén Darío
La sangre de medusa: José Emilio Pacheco
Paseo en trapecio: Gustavo Sainz
La palabra del mudo: Julio Ramón Ribeyro
El llano en llamas: Juan Rulfo* (*marca registrada)
Huerto cerrado: Alfredo Bryce Echenique
La sueñera: Ana María Shua
La oveja negra y otras fábulas: Augusto Monterroso
Sub Terra: Baldomero Lillo
Un sueño realizado y otros cuentos: Juan Carlos Onetti
Con los ojos cerrados: Reinaldo Arenas
Varia invención: Juan José Arreola
Los que se van: Demetrio Aguilera Malta, Joaquín Gallegos Lara y Enrique Gil Gilbert
Dios en la tierra, Dormir en tierra: José Revueltas
La muerte y otras sorpresas: Mario Benedetti
Album de familia: Rosario Castellanos
Los museos abandonados: Cristina Peri Rossi
Antología de la literatura fantástica: J.L. Borges, Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo
12 cuentos peregrinos: Gabriel García Márquez
El charleston: José Donoso
La culpa es de los tlaxcaltecas, La semana de colores: Elena Garro
Hasta no verte Jesús mío: Elena Poniatowska
Así en la paz como en la guerra: Guillermo Cabrera Infante
Cantar de ciegos, Chac Mool y otros cuentos: Carlos Fuentes
Historias de cronopios y de famas, El perseguidor y otros cuentos: Julio Cortázar
Cuentos: Alejo Carpentier
Ficciones: Borges
Máscaras venecianas y otros cuentos: Adolfo Bioy Casares
Gente del mundo, El país de los hablistas: Alberto Chimal
David, hola, y gracias por la lista (larga y sustanciosa).
Pronto haré un acopio de cómo van las propuestas, para publicarlo aquí mismo. Saludos (y gracias) a todos.
A mi se me ocurren «Los limites de la noche» de Eduardo Antonio Parra y «Las vocales malditas» de Oscar de la Borbolla.
Saludos
El Hilo del Minotauro — VV. AA. Selección y prologo de Alejandro Toledo
El País de los Hablistas — A. Chimal
Grieta de Fatiga — Fabio Morábito
Tres que ya se dijeron:
Los sueños de la Bella Duermiente — Emiliano González (caray, no entra dentro del rango de 25 años, pero…)
Kalpa imperial — de Angélica Gorodischer,
Las vocales malditas — Óscar de la Borbolla.
No lo veo mencionado y me parece un cuentista magnífico: Abelardo Castillo, cuentos completos
Bueno, la verdad yo me perdí un poco con eso de las especificaciones, pero mis favoritos son: Salón de belleza de Mario Bellatin; también Los sueños de la bella durmiente de Emiliano González y Kalpa imperial de Angélica Gorodischer; Árboles petrificados de Amparo Dávila; Simiente de Esther Seligson; Los fantasmas de César Aira; Los detectives salvajes de Roberto Bolaño; El país de los hablistas y Estos son los días de ya saben quién 🙂
Buenos días. En esta nota he publicado una lista con las sugerencias enviadas hasta el día de hoy, 19 de octubre. Este espacio sigue abierto para quien quiera seguir proponiendo y, en su caso, votando. Muchos saludos.
tres grandes libros de CUENTOS (PURO CUENTO…)
Carnesponendas (librazo), de Gerardo Deniz (2004).
Informe negro, de Francisco Hinojosa.
Amores de segunda mano, Enrique Serna.
Hola,
No sé si sean cuentos (creo que más bien son relatos pero nunca he entendido la diferencia):
Música para camaleones, de Truman Capote
Saludos,
F.
Ahh,
Cuentos de América Latina…
Es que como vi a Poe por ahí, se me fue la onda.
Nevermind
F.
Gracias, Iván, Fer… Muchos saludos.