Un texto brevísimo de Luis María Pescetti, tomado de su libro Nadie te creería (2004):
SENSIBLE PÉRDID
Luis María PescettiLs cutro vocles quí presentes hemos convocdo est reunión de prens pr confirmrles un notici que er un rumor público y que nos tiene sumids en el ms hondo pesr. Me refiero l sensible pérdid de nuestr querid compñer, letr precursor de todos los diccionrios: l primer de ls vocles. El dolor y l confusión de este momento no nos permiten ser ms extenss ni brindr ms detlles. Pero, simismo declrmos con l myor de ls firmezs que ningun de nosotrs cutro se encuentr enferm ni en peligro. Eso es totlmente flso.
Y hor disculpen, pero hoy no vmos poder dr lugr sus pregunts, les rogmos que comprendn l seriedd de este momento y ls dejen pr otr oportunidd. Debemos convocr los poets, los utores, los cntntes, cuentcuentos, conferencists pr resolver el enorme desfío de ver cómo hremos nosotrs cutro pr que ustedes puedn seguir expresndose con l plenitud de siempre. Grcis y buens trdes.
Existe un juego literario: el lipograma, que es el «texto marcado por la ausencia sistemática de una letra». Este texto de Pescetti no es exactamente un lipograma, en tanto la ausencia de la a es obvia –pues las palabras quedan incompletas–, y buena parte del desafío en divertimentos como éstos es conseguir que el lector no se dé cuenta de inmediato de la pirueta verbal que el autor está realizando. Un ejemplo famoso, por supuesto, es el de Georges Perec, quien en escribió una novela entera, La disparition (1969), en la que no aparece la letra e: hubo quienes criticaron su trama confusa, su falta de energía, sus frases rebuscadas, sin darse cuenta en absoluto de lo más importante.
Por otro lado, «Sensible pérdid» resulta muy interesante porque logra algo que los lipogramas comunes no suelen conseguir: volver al juego verbal parte de su propia trama, de modo que la muerte de la a afecta al lenguaje mismo en el mundo del cuento.
A partir de esto, se puede plantear una pregunta: ¿cuántas veces podrá escribirse de nuevo un texto así? La respuesta obvia puede no ser la más apropiada: cualquiera de nosotros podría escribir otro texto sobre la desaparición de una letra, pero no sería sino una imitación del de Pescetti. Aun si alguien escribiera su versión de «Sensible pérdid» de manera independiente, sin tener idea del precedente, resultaría difícil creerle. ¿Será este cuento, tan breve y humilde, una especie de límite de la escritura?
Dejo aquí la propuesta: diré más en notas por venir.
22 comentarios. Dejar nuevo
Alberto, muchas gracias por tu generosidad: siempre nos ofreces textos muy interesantes y a los que uno no llega. «Sensible pérdid» motiva muchas reflexiones y es un cuento muy sencillo. No entendí muy bien la pregunta sobre los límites de la escritura. ¿En qué sentido este cuento sería un límite para la escritura? ¿En que desarrolla un código que permite establecer una comunicación pero que, para mantener su orginalidad, ya no es imitable? Esto me hace pensar, por ejemplo, en Salarrué que desarrolla una escritura tan personal que incluso se permite hacer juegos con el lenguaje, darle coherencia y establecer sus propios códigos literarios. Áhora, «Sensible pérdid» también funciona como un artefacto literario, que se mantiene vigente cada que se se enciende la lectura, ¿no? En fin, no quiero enfadarlos pero sí me gustaría intercambiar las opiniones de las posibles interpretaciones que ofrece el texto.
Hola, Carlos. Gracias por tu comentario. De hecho, creo que entendiste perfectamente. 🙂 Ojalá más personas se animen a comentar esta cuestión. Lo del artefacto literario me suena muy interesante. Un saludo.
Hola Alberto, Carlos… Veo que las señales me indican el buen camino al menos por este año y estoy ansioso y me preparo para lo que viene… en fin, al grano:
En cuanto al comentario de Carlos y la pregunta de Alberto, pienso que esta «extremación» literaria en el cuento provoca que tanto el lector como el autor «caminen» juntos por los «límites» de la escritura, pues tanto forma como fondo del texto son llevados a lo que, para mi, serían los extremos.
Me explico: sí, es posible que la operación que «enciende» la lectura, en mi caso, es la «aprehensión» del texto por el texto; que sí, que como dice Carlos, «desarrolla un código que permite establecer una comunicación», la cual se logra muy bien.
La originalidad de este texto y otros, los lipogramas en particular, podrían sentar las bases, ese código que menciona Carlos, para «construir» sobre él no ejercicios ni propuestas similares, sino que esas «reglas» internas pudieran regir (como la muerte de la «a», a la cual se refiere Alberto, textos cuya característica sea la ausencia de una vocal u otra letra, incluso utilizando las reglas de otros géneros para crear otros «artefactos literarios»…
En cuanto a tu primer pregunta, Alberto, «¿cuántas veces podrá escribirse de nuevo un texto así?», yo respondería con un «¿de cuántas formas puedo escribir un texto que utilice un código similar??», ¿podría ser una de esas «veces» por las que preguntas este ejemplo? (a lo que me refería en el primer comentario que hice):
«En cunto _ tu primer pregunt, lberto, «¿cu´ntas veces podr´ escribirse de nuevo un texto sí?», yo responderí con un «¿de cu´ntas forms puedo escribir un texto que utilice un código similr??», ¿podrí ser un de ess «veces» por ls que pregunts este ejemplo?».
Alberto, recuerdo que en uno de tus anteriores blogs, la materia no existe, se comentò sobre un proyecto de escribir una novela completamente en internet, sin embargo no recuerdo la direcciòn de la persona que lo propuso y en tu blog, no puedo abrir los enlaces que tenìas ?. Tù sabes en què quedò o còmo se encuentra ahora? Recuerdas el nombre del blog de quien lo propuso? Saludos.
clap, clap, muy chulo; gracias por refrescarnos (que no la mamá, no sea mal pensado)… abrazos a los dos y ratón confitado a primo 🙂
Ummm,,, mmmm,,,, artefacto literario… mmm… limites de la escritura… ehhh.. códigos… ?…
Luis Pescetti escribe chido.
Está chido. ME recordó la novela La Desaparición, de Georges Perec, en donde no hay letra e. Y un poco también Las Vocales Malditas, de Oscar de la Borbolla
Hola!!! Qué alegría poder leeros a to@s!
Me sumo a la idea del artefacto literario!!! A mí lo que me viene a la cabeza es que una misma idea se nos puede ocurrir a muchos en muy diferentes partes del planeta y casi al mismo tiempo. Sí debe de haber un artefacto universal, una fuente, una cueva de Alicia, un bosque de Dante por alguna parte. A veces algunos juglares conectan con dicha fuente y saben transmitirla a sus congéneres.
La preguntas sobre cuántas veces podrá escribirse de nuevo un texto así es muy borgiana, me recuerda aquella segunda versión del Quijote copiada textualmente en otro tiempo y en otro lugar. Allí Borges planteaba y replanteaba el tema de la originalidad y la discutía en cierta forma inquietante (al mejor estilo borgiano)
Así que teniendo en cuenta los puntos anteriores se me ocurre que los límites en la escritura son más bien impuestos por nosotros mismos, vaya, ya lo sé, no digo nada nuevo. 🙂 ¡Qué original esta niña! Pero quizás la escritura en e l fondo no plantee nada nuevo y sí en la forma, que es el caso que nos ocupa. Contenido y continente… vieja cuestión… Por lo tanto quisiera compartir una pregunta aquí entre nosotros a colación de la ya planteada por Alberto Chimal y ampliada por el élfico David:
¿Cuántas veces se pueden inventar y recrear artefactos literarios?
He encontrado una cierta repuesta ya a esta pregunta en la red…
Cosa difícil la originalidad, quizás sea una convención… pero al fin y al cabo ahí está y a todos nos atrapa.
Busco en la red información y he encontrado lo que a continuación refiero. Se ve que Perec, mi amadísimo Calvino y otros fundaron un grupo llamado OULiPo justamente para desarrollar esta actitud lúdica en lo literario. Os paso los enlaces 😉 OULIPO es un grupo que trabaja sobre estos artefactos literarios hasta sus confines más distantes. Me pareció muy interesante 😉
Sobre OULIPO http://perso.wanadoo.fr/mexiqueculture/nouvelles6-cuarenta.htm
(en castellano)
El sitio Oficial de Oulipo: http://www.oulipo.net/ (en francés)
Un fuerte aaaaabraaaaaaaazooooooooo goooooordooooooooo pa tós!!!
Jimena 🙂
No creo que esta tecnica o codigo de escritura tenga algun limite mientras la imaginacion sea infinita, podemos pensar en detectives buscando a la letra desaparecida o mundos de fantasia en que alguna letra fue olvidada y es la que se necesita para completar a todas las palabras y asi activar la magia de el mundo nuevamente, lo que nos hace pensar si letras como la «h» siempre fueron mudas o solo es un simbolo para recordar el sonido de una letra olvidada.
Una vez lei un articulo sobre la forma en que nuestro cerebro interpreta las palabras escritas, no leemos letra por letra, sino en bloques de palabras. Sgeún un etsduio de una uivenrsdiad ignlsea, no ipmotra el odren en el que las letars etsán ersciats, la úicna csoa ipormtnate es que la pmrirea y la útlima ltera etsén en la psioción cocrrtea. El rsteo peuden estar ttaolmntee desredoanads y aún así pordás lerelo sin pobrleams. Etso es pquore no lemeos cada ltera por si msima, sino que la paalbra es un tdoo.
Pesornamelnte, me preace icrneílbe.
Sladuos!
Jjjjjjjjj…. qué bueno el texto! Me he reído durnte su lectur. Estimula la mente!
volveré por aquí, un saludo
Incluso pude ilusionarme creyendo que podria leer otra escritura. pero no, solo es español desordenado (mmm). Ahora tengo una excusa apra mis usuales «dedazos» en la PC.
Mame!!! Es verdad!!! Incluso a mí me parece más fácil de leer lo que tú has escrito que palabras en las que falta una vocal, por ejemplo. Es como si tuviera que pensar menos… no ´se qué sucedería en un párrafo largo, pero… ¡oye, qué interesante!!!
Sí, lo del mmm es un latazo! Yo trabajo con un sistema que habla en inglés y si voy dormida me hago un lío tremendo con las fechas y mi jefe se enfada un montón. Ah! la gran novedad es que mi jefe Darth Vader será reemplazando por San Francisco. A Darth lo han ascendido y nuestro nuevo jefe es un compañero al que queremos mucho.
A lo mejor se deberían incluir una serie de recursos como estos, incluídos los dedazos (yo tb y mucho más a menudo de lo que em gustaría, Fernando jijijij). Yo me imagino a un asesino «hablando» de esta manera
Salu2!!!
Jimena 🙂
Hola a todos… Me interesan mucho los comentarios que han dejado hasta ahora, y que les agradezco. Pronto habrá otra nota sobre este asunto (y en dos días más, el cuento del mes).
Por sugerencia de Rax, les dejo un enlace a un cuento en italiano de Gianni Rodari sobre un asunto semejante al de Pescetti: la hache (acca), fastidiada de que la ninguneen, se escapa de Italia. El texto es intraducible, me temo, pero tiene frases maravillosas como «del cielo cayeron los querubines (cherubini): dejarlos sin hache era como quitarles las alas».
(Postdata: Rax propone que, «si se portan bien» [?], ella publicará en su blog una traducción del intraducible.)
hola Alberto!
oye, ve a escuchar el sencillo de mi banda de rock. hasta tenemos blog!!!!
el disco sale en febrero en el df.
http://perpetualstateofinertia.blogspot.com/
a ver qué opinas?
besos
Hola Alberto:
La vrdad e que no sé qué comenar acerca de este post. Sól puedo decirte que
por alguna extraña razón pìeno en lo que veíamos en tu taller literario acerca
de las dos hstorias que tiene por lo general todo texto. Mi pregunta aquí es:
¿cuál es la histoia de este post que «no se e»? ¿Acaso s una historia de
ficción? ¿Una historia que transcurre en un universo aralelo?
noche no pude dormi pensndo n ello. Fuero arias las posbiliddes que
vinieon a i ment:
1) La semilla de ua novela
2) Un cuento corto
3) Un relato hitórico
4) Un poem
La idea en verdad me dea desconcrtado.
aludos
Felipe Huerta
Con lo que se demuestra que se puede jugar con el lenguaje, sin necesidad de destrozarlo
Saludos
Visítame y lee mi novela en:
http://mentasalucinantes.blogspot.com
Saludos!
Hola. Leyendo sus comentarios sobre el txto de Luis Pescetti, me acordé de la versión de «unforgettable» de Leo Masliah. El tipo canta sólo las consonantes de la canción, logrando algo muy interesante (además de absurdo). Se los recomindo escuchar.
Hola a todos… Claudio, ¿habrá algún enlace a algún sitio sobre Maslíah? Por mi parte sé algo de él, pero no conozco la canción. Se agradece desde ahora.
Diminui, luego te dejo un mensaje por ese blog… Igual a ti, Hipel.
Felipe, o tambin m qudo as. 😉
(Manuel, ¡tienes toda la razón!)
muy chido el juego!
para bien de los niños existen personas como pescetti.
si la escritura deja de ser lúdica, ya no será interesante y agradable.
Así es, Carlos, aunque yo agregaría: para bien de los niños y de los adultos, que no nos distinguimos precisamente por nuestra capacidad de jugar o imaginar. Un saludo.