Cuaderno

La tumba de Geocities

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Hoy, después de 15 años de funcionamiento y algún tiempo de decadencia y de olvido, cierra definitivamente el servicio de alojamiento en red www.geocities.com. La noticia puede sonar poco importante: ya nadie se interesa en crear páginas web como se hacía en los años noventa y la tecnología, desde luego, es obsoleta e incómoda de manejar para los cibernautas acostumbrados a Facebook y Twitter. También se me podrá hacer la típica pregunta de los políticos («¿a ti en qué te afecta?») y deberé responder que ni siquiera quedan rastros de los sitios que hice entonces, porque borré todo –hace muchos años– en un momento autodestructivo. Ésta es la única huella que permanece y mañana no estará allí:

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La Tumba de Melmoth (clic para ampliar)
La Tumba de Melmoth (clic para ampliar)

Pero sí hay varias cosas que lamentar. La primera es la pérdida de gran cantidad de páginas interesantes, de información que no ha sido respaldada y que acaso se podrá encontrar en sitios como The Internet Archive…, pero acaso no. La mayor parte de lo que todavía en este momento sigue allí, claro, es basura. Pero también es basura la mayor parte de lo que se publica en todas partes, dentro y fuera de Internet, y toda la historia humana está marcada por la destrucción de lo valioso mezclado con (perdido entre) la porquería.
      La segunda es la destrucción de una porción de memoria histórica. Pequeña, si se quiere, pero creo que no tanto como podría creerse.
      La tercera puede resultar más extraña: la tecnología de aquel viejo servicio fue rebasada hace mucho tiempo, pero no hay nada hoy que tenga exactamente su flexibilidad y posibilidades expresivas. La facilidad de uso de los servicios actuales, y en especial de las redes sociales, se ganó a costa de menos acceso y control sobre la construcción de las páginas y una mayor limitación de lo que se puede hacer con ellas. La comunicación y la interacción son una maravilla, por supuesto (incluso aunque la actitud socialmente aceptable ante ellos sea de tedio); pero todo lo que los usuarios comunes podemos hacer con los servicios del momento es alimentarlos de contenido dentro de estructuras rígidas y para fines preestablecidos. La manipulación del código HTML, que tantos quebraderos de cabeza dio a tantos pioneros de la red hace unos quince años, era una especie de artesanía, vacilante en general, entorpecida por herramientas inapropiadas, pero no tuvo ocasión de convertirse en arte sino en poquísimas ocasiones.
      Esto sonará, quizás, como lamentar la falta de desarrollo del kinetoscopio, de la commedia dell’arte o de cualquier otro arte o tecnología olvidados. Pero ¿no es sorprendente todo lo que se ha dejado de hacer? ¿No es extraño que la historia esté también tan repleta oportunidades y posibilidades perdidas? También el cine está por explorar aún. También le quedan cosas que decir a la literatura. Lo que guía nuestras opiniones sobre estos asuntos acostumbra ser lo más superficial, y esto nos hace olvidar que, como las lenguas, también nuestras herramientas y nuestros modos de crear son imágenes precisas de la experiencia de cierto número de seres humanos. Y cuando la imagen se pierde, se pierde también el conocimiento más cercano y más profundo de esa experiencia que pudo haber sido de cualquiera pero fue, para bien o mal, de quienes la vivieron. Como cuando muere una lengua o un arte se olvida, ahora el mundo es un poco más pobre.

* * *

Entre otros sitios que no visitaba lo bastante, que no me molesté en respaldar y que (pensaba) siempre estarían allí, voy a extrañar el archivo de una revista hermosa y de carrera no tan breve, Malacandra, subtitulada «Teoría y práctica de la literatura fantástica». Melmoth, la revista que yo tuve por un tiempo, quería ser como ella, pero más loca y más extraña: la ilusión de un tímido que había llegado tarde al reparto de su generación.[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]

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  • Sobre la desaparición de Geocities: http://bit.ly/JjyKM

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  • Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: Hoy, después de 15 años de funcionamiento y algún tiempo de decadencia y de olvido, cierra definitivamente el servicio de alojamiento en red http://www.geocities.com. La noticia puede sonar poco importante: ya nadie se interesa en c…..

    Responder
  • adiós geocities RT @albertochimal Sobre la desaparición de Geocities: http://bit.ly/JjyKM

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  • Buen texto reflexiona sobre qué se pierde con la cancelación de Geocities (Por @albertochimal) (RT @mareacultural): http://bit.ly/JjyKM

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  • […] This post was mentioned on Twitter by Martín Palma Melena and Alberto Chimal, augusto rubio acosta. augusto rubio acosta said: adiós geocities RT @albertochimal Sobre la desaparición de Geocities: http://bit.ly/JjyKM […]

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  • duele. mi infancia desparece del ciberespacio | RT @albertochimal Sobre la desaparición de Geocities: http://bit.ly/JjyKM

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  • Pues sí es una pena todo el contenido valioso que se perderá, aunque gran parte de éste ya había sido dejado de lado desde hace años.
    Creo que más que lamentar la pérdida de las posibilidades de creación y desarrollo web que geocities representó, es necesario ver que sigue habiendo alternativas (tenemos google sites y frameworks bonitos para desarrollar aplicaciones web como Cappiccino) a la sencillezz e inmediatez de los blogs y las redes sociales.

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  • Sí, no hay que olvidar eso, Kitsune…, aunque sigo pensando que no es exactamente lo mismo. Esas (estas) otras tecnologías son como lenguas distintas, experiencias distintas. En fin, a seguir. Saludos…

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  • RT @albertochimal Sobre la desaparición de Geocities: http://bit.ly/JjyKM

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  • Creo que el sentir de una pérdida (sobre todo cuando uno no lo espera) termina siempre en nostaliga; ya diremos en algún tiempo: si yo estuve allí cuando desaparecieron geocities y me acuerdo…. bla bla bla…

    Lo cierto es que a mi también me trae recuerdos: las primeras páginas de cuentos que leí cuando apenas y sabía usar la computadora estaban en geocities y si, nunca me preocupe por respaldar! Pero supongo que así pasa, no se puede respaldar todo; es como cuando uno escribe un cuento o una novela en una libreta y la pierde; por más que hubieras fotocopiado cada hola de la libreta la posibilidad de perderla siempre estaba allí aun cuando no nos entregáramos a la paranoia.

    Me gusto tu nota!!! Un abrazo a ti y a Rax!!

    Saludos mil!
    Janik

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  • Como dices, la clausura de Geocities es algo que puede aparentar ser pequeño, pero no lo es.

    Los últimos días he estado plagada de recuerdos de algo que tu describes muy bien: tecnologías ‘anticuadas’ que no se exploraron, que quedaron truncadas.

    El libro en .pdf no le quita valor al un libro impreso y el libro de imprenta no le quita valor a un libro artesanal. Blogger, WordPress, etc., como dices, no reemplazan Geocities. Al cerrarlo, no sólo se perdió la información, los datos, lo que se podía ver y leer en las páginas de Geocities, también se perdió parte de una cierta ‘estética web’.

    Me apeno de mi nostalgia. Disculpa, excelente artículo. Gracias.

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  • Gracias por venir hasta acá, Tzitzi; bienvenida y abrazos de vuelta de nuestra parte.

    Gracias a ti, N., y saludos a todos.

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  • Es triste noticia, por esas páginas comencé a navegar. La nota me recordó unos ensayos de Olia Lialina en los que habla de la estética de las páginas personales de los 90 (aquí y acá, por si te interesan, Alberto, o a alguien más).

    Es muy cierto lo del HTML, cuando Blogger cambió la interfaz hace unos años perdió muchísima gracia, aunque ganó más audiencia. Manipular el código directamente se volvió prácticamente imposible, porque estaba hecho para generar cuadritos que manipulabas con el mouse.

    Otra cosa que tenía geocities y que no he vuelto a ver es la división en «barrios» (creo que luego incluso la quitaron). Las páginas en athens/parthenon/ eran muy distintas de las de vegas/strip/, por decir algo. Eso daba chance de explorar y perderse muy a gusto, por tu propia cuenta, sin ayudas ni orientaciones como stumble o google. Lo mismo los rings. El botón de «next blog» de blogger funcionó así también, un tiempo pequeño antes de que se generara demasiado ruido. Un poco se puede hacer todavía, yendo por los enlaces de cada página de una a otra, pero acaba uno más o menos en el mismo camino las más de las veces. Y se pierde el descubrimiento azaroso.

    Eeeen fin…
    Saludos

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  • […] y por ende meno y meno publicidá. Y finalmente ha sucedido lo inevitable: en este año que se va Yahoo ha cerrao Geocities y ha borrao todo lo que tenía […]

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