1. Ayer, en la primera página del suplemento El Ángel (del diario Reforma), apareció un artículo mío. Se titula «Mi esposa es un cyborg«, está basado en hechos reales y se puede leer en el blog de Alberto Buzali (posteriormente estará también aquí, en Las Historias, pero el sitio de mi tocayo es una fuente excelente de noticias culturales).
El texto (que también se puede leer en esta versión PDF) habla de modificaciones corporales, conversaciones incómodas y la capacidad para la maravilla con el fin de explicar el secreto de la siguiente foto:
(Los suscriptores de Reforma pueden leer también el artículo en el sitio del diario.)
2. Este miércoles, 29 de junio, a las 19:30 horas, se vuelve a presentar en la ciudad de México mi novela Los esclavos. La cita es en la librería Entrelíneas, que está en el primer piso del Espacio Cultural Atrio (Orizaba 127, colonia Roma, entre Chihuahua y Guanajuato, muy cerca de Álvaro Obregón). La presentación será una charla con el librero René Reyes Escobedo; habrá ejemplares del libro a la venta y, por supuesto, la entrada será libre. Organiza la editorial Almadía.
Buenas noches. Los ganadores del concurso de febrero son el cuento sin título de Emilio Ramos Mateos e «Ilusia» de Neftalí; ganan el premio, respectivamente, por la contundencia de su imaginación y por su juego con el lenguaje, a partir de una imagen que, por lo visto, resultó un poco más desconcertante de lo habitual.
Esta nota llega tarde porque, en estas semanas, el trabajo me ha impedido ocuparme como es debido de esta bitácora. Por la misma razón, y para ponerme al corriente con un par de proyectos de los que pronto les contaré, no habrá concurso en el mes de marzo. En abril se reanuda la secuencia…, pero entretanto habrá un par de notas y sorpresas aquí. Estén pendientes.
(El primer aviso, de hecho, es el de un artículo nuevo que he publicado sobre literatura y Twitter: «Literatura a trinos», aparecido hoy en el suplemento El Ángel del diario Reforma, y que puede leerse gratuitamente siguiendo este enlace.)
Gracias a todos los participantes y felicidades a los ganadores.
Después de cierto tiempo he publicado un cuento nuevo: «El señor de los perros», que está en el número 39 de la revista virtual Carátula, hecha en Nicaragua y dirigida por Sergio Ramírez.
El cuento refiere una serie de hechos brutales en la voz de varias mujeres. Viene como parte de una entrega de narrativa que también contiene textos de Mario Bellatin, Marina Porcelli, Yordis Monteserín y Luis Báez. Agradezco la invitación a Ulises Juárez Polanco.
Aparte, mi amigo Carlos Ramón Morales (cuya bitácora Las opiniones del Rufián Melancólico ha salido a relucir aquí algunas veces) me hizo hace tiempo una entrevista que ahora publica en dos partes (primera y segunda) la revista virtual Distintas Latitudes. Hablamos de literatura, de imaginación y hasta de actualidad. Las ilustraciones del texto –aquí se reproduce una, al comienzo de la nota– son de Juan M. Tavella.
Para completar esta serie de avisos: otra revista virtual, Hermanocerdo, está publicando un especial, «Las lecturas de 2010», en el que varias personas hemos sido invitadas a escribir sobre los mejores libros que leímos en el año. Mi propia lista (muy breve por razones que allí se explican) acompaña a las de Antonio Jiménez Morato, René López Villamar, David Miklos, Pablo Muñoz, Martín Cristal, Javier Avilés, Walter Duer y los que se acumulen esta semana.
(Extrañísimamente, esa propuesta de escribir llegó al mismo tiempo que dos invitaciones a recomendar libros, con diferentes fines, para el diario Reforma y la revista Emeequis. La primera de estas dos aparecerá pasado mañana, viernes 10, en el suplemento Primera fila, y la segunda en el siguiente número de la revista. Creo que logré no repetirme.)
* * *
Para terminar, aparte todo de lo anterior, ¿no debería llamar más la atención la salud de publicaciones virtuales hispanoamericanas como las que he mencionado en esta nota? Funcionan sin ser apéndices de revistas impresas, logran varias cosas imposibles para esas revistas y las de buena calidad son más abundantes de lo que parece… Su existencia es otra buena razón, creo, para preocuparse por que la información en internet circule con libertad y haya contrapesos que impidan que una o varias empresas –como se ha visto que puede pasar– tengan la posibilidad de negar arbitrariamente el acceso a lo que les desagrada o los asusta.[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]