Esto es una felicidad: gracias al entusiasmo y las gestiones de Ruy Feben, ha aparecido la segunda antología en inglés (y la primera bilingüe) de literatura mexicana de imaginación. Empieza a publicarse hoy, de manera escalonada, en Palabras Errantes, portal de difusión de literatura hispanoamericana que se publica desde Cambridge, Inglaterra. La antología contendrá muestras del trabajo de más de una decena de autores mexicanos en español y en inglés, incluyendo uno del propio Ruy y un ensayo introductorio que yo escribí y que busca precisar qué es ese término, qué literatura nombra y por qué enfatizar la imaginación cuando (se supone) toda narrativa la utiliza. Iré colocando los enlaces a todos los otros textos en esta misma nota a medida que aparezcan. Los autores incluidos: Édgar Omar Avilés, Alejandro Badillo, Raquel Castro, Karen Chacek, Gabriela Damián, Yussel Dardón, Bernardo Esquinca, Cecilia Eudave, Bernardo Fernández Bef, Agustín Fest, Gabriela Fonseca, Erika Mergruen, Édgar Adrián Mora, Ignacio Padilla, Gerardo Piña, Carmen Rioja, Gerardo Sifuentes, Arturo Vallejo, Rafael Villegas y José Luis Zárate. Mi ensayo fue traducido por Cherilyn Elston, creadora de Palabras Errantes, a quien agradezco también su interés y todo su trabajo.
¿Qué es eso de «literatura de imaginación»? No es un «nuevo género», sino el intento de proponer otro modo de leer literatura que ya existe: lo que suele llamarse «fantástica». No habría necesidad de proponer otro nombre si el más conocido no estuviese «secuestrado» en cierto modo por el mercado editorial, que lo usa para nombrar un tipo muy preciso de obras (derivadas de autores como Tolkien o Rowling), y que en el proceso se ha vuelto víctima de numerosos prejuicios. Mi intención y la de varios colegas que han comenzado a usar el término «literatura de imaginación» en años recientes es dar a notar que en México, por lo menos, se escriben obras que van por caminos distintos del realismo pero no son imitaciones de lo que se escribe en otros países: que son una literatura mucho más viva y más amplia. En los autores de este proyecto y en muchos otros la imaginación fantástica no es una serie de reglas que todos aplican del mismo modo, sino un recurso que cada quien utiliza a su manera para escribir literatura que se asoma a los bordes de nuestra idea de lo real. (Desde luego, en la cultura autoritaria que vivimos, cuestionar una idea fija de lo real puede llegar a ser, incluso, un acto subversivo…)
Estoy terminando de llenar siete informes sobre otros tantos libros de jóvenes escritores mexicanos: me tocó trabajar con ellos durante el último año, como tutor del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA). Cada uno de los siete recibió una beca del programa de Jóvenes Creadores del FONCA para escribir una colección de cuentos.
El término «tutor» puede resultar engañoso: el trabajo se llevó a cabo, sobre todo, durante tres encuentros de varios días de duración, separados por meses. No fue de ningún modo un curso intensivo. Pero la experiencia fue, de todas formas, muy estimulante: todos leímos los textos de los siete y los comentamos con tanta exactitud y profundidad como fue posible, y todo lo que yo mismo pude descubrir en ellos (y sugerir con miras a que los proyectos siguieran avanzando) se complementó, por lo tanto, con lo dicho por los demás. Los siete proyectos culminaron en libros terminados al menos en su primer borrador, listos para una revisión posterior y definitiva.
Este último periodo de trabajo tuvo lugar en el Centro de las Artes de San Luis Potosí. En este edificio reconvertido (originalmente era una cárcel) yo también he aprendido más que un poco: he visto una muestra de lo que escritores más jóvenes quieren hacer con la forma del cuento, y he visto, también, cómo trabajan y qué interesa a siete colegas muy diferentes entre sí.
Para mí, por lo tanto, esta experiencia ha sido muy afortunada. Ahora agradezco y felicito a los siete: Valeria Gascón, Renato Guillén, Edgar Adrián Mora, Mariana Rergis, Carlos Velázquez, Rafael Villegas y Federico Vite. Varios ya publican pero deseo que todos lo hagan, para ver las versiones definitivas de esos siete libros nuevos –y muy interesantes– que he leído a lo largo del año.
1. El domingo 6, en la Feria Internacional del Libro de Oaxaca, estaré en dos actividades seguidas. A las 18:30, me toca moderar una mesa sobre «Cine y literatura de zombis» en la que conversarán Rafael Villegas y Raquel Castro. Luego, a las 19:30, estaré en una lectura de cuentos con José Luis Zárate, Erika Mergruen y Paola Tinoco. Ambas actividades serán en el foro FIL dentro de la Feria. Los datos para localizarlo y el programa completo de la FILOax están en esta página.
2. Y el 15 de noviembre, martes, estaré también en dos actividades en la Feria del Libro de Los Mochis, Sinaloa. A las 16:00 estaré en un “Jam de Escritura”, es decir, una sesión de escritura en vivo con acompañamiento musical de Rubén Nevárez con saxofón, guitarra y/o piano. (A ver qué pasa.) Y a las 19:00 presentaré mi libro 83 novelas (que ya va por las 16,000 descargas…), hablaré de escritura digital y tuiteratura, y tal vez leeré algunos cuentos. Todos los detalles sobre la Feria, incluyendo su ubicación, están en esta página.
2. La revista Cuadrivio publicó siete minificciones mías con el título «Siete sirenas»: son textos sobre esas criaturas que o no existen o se extinguieron hace mucho, como decía el profesor Mencio Ferdinández, pero a la vez no dejan de invadir cerebros desprevenidos y organizar fugas espectaculares ante las cámaras de televisión del mundo entero, como se verá. Por lo demás, la revista, jovencísima (va en su segundo número), es estupenda y se deja leer larga y muy sabrosamente. Por mi parte, además de la buena compañía de muchos textos agradezco esta ilustración que hizo Valeria Hernández:
3. Ya aparecen los primeros lectores y comentarios de Los viajeros, la antología de ciencia ficción mexicana en la que Bernardo Fernández (Bef) reunió 18 textos mexicanos de ficción especulativa incluyendo uno mío, «Se ha perdido una niña», y otros de Mauricio-José Schwarz, Gabriel Trujillo Muñoz, Gerardo Horacio Procayo, José Luis Zárate, Francisco Haghenbeck, Antonio Malpica, Ignacio Padilla, Pepe Rojo, Cecilia Eudave, Karen Chacek, Gerardo Sifuentes, Rodolfo JM, Edgar Omar Avilés, Gabriela Damián, Rafael Villegas, Orlando Guzmán y el mismo BEF. Las primeras notas han aparecido en sitios interesados en la ciencia ficción como la revista argentina Axxón y el blog de la Tertulia Literaria Fantástica de Bilbao. Mientras me pregunto cuándo (o si) aparecerán comentarios en México más allá de los anuncios de la publicación, me preocupa la constancia de los prejuicios contra la ciencia ficción entre nosotros; aunque creo que se puede hacer cierta crítica de la CF a estas alturas de su historia, no deja de ser absurdo que se le llame «naturalmente menor», «poco mexicana» (juro que he oído decir eso a varias personas) y otras cosas semejantes. Espero que los lectores del libro no hagan caso de nada salvo lo que los textos dicen y se formen su propia opinión.
4. Finalmente, me alegra reportar la buena recepción que ha tenido en España la antología La banda de los corazones sucios, en la que Salvador Luis convocó a un grupo de autores de diversos países de hispanoamérica a escribir de villanos de la ficción y de la vida real. En este libro mi texto se titula «Acerca del alma», trata del caso Fritzl (es decir, tiene algunos puntos de contacto con mi novela Los esclavos) y saldrá (tengo esperanzas) en una edición mexicana posteriormente.
(Los otros autores reunidos aquí: Jon Bilbao, Sergi Bellver, Lara Moreno, Vicente Luis Mora, Marian Womack, Matías Candeira, Juan Carlos Márquez, Antonio Ortuño, Mariana Enriquez, Juan Terranova, Javier Payeras, Leonardo Cabrera y Rocío Silva Santisteban.)[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]