1. Primero, una invitación a varias presentaciones en la Feria del Libro del Palacio de Minería en la ciudad de México. Yo iba a estar físicamente en todas ellas pero entonces pasó esto:
El domingo pasado tuve un accidente y me hice un esguince en el tobillo. Traigo ahora una férula de yeso y tengo que estar en reposo varios días. La propuesta que hice a los organizadores de las diferentes presentaciones dentro de la Feria fue escribir un texto para cada libro y que éste se leyera en el evento. Los libros que presentaré en ausencia son:
Canto al fin del mundo de Vanessa Garza (Acero/UANL). Viernes 20 de febrero, 8:00 PM, Salón El Caballito. Una novela en la que se juntan la imaginación fantástica y la narrativa de la violencia.
La primavera del Mars de Pepe Sánchez Cetina (SM, Premio Gran Angular 2014). Domingo 22 de febrero, 6:00 PM, Salón Filomeno Mata. Una novela muy entrañable sobre adicción, responsabilidad y buenas intenciones que se tuercen.
Existe la posibilidad de que pueda estar «en vivo» en dos presentaciones más:
…y me voy a perder la mesa redonda alrededor de la colección Hotel de las Letras, de Editorial Océano, en la que iba a participar y que se va a celebrar de todos modos el domingo 22 de febrero, a las 13:00 horas, en la Capilla del Palacio de Minería, con la presencia de Hugo Hiriart, Adriana González Mateos, Ignacio Padilla y Martín Solares. Si van a alguna de estas presentaciones, estaré por aquí sin duda, así que no dejen de contarme.
2. Una presentación más en la que sí espero estar será esta: la de El gato del Viajero del Tiempo dentro del Seminario de Análisis y Estudios de la Minificción en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. La cita es el martes 24 de febrero en el Salón de Actos de la Facultad, a las 12:00 del día. Es la primera vez que este libro se presenta en la ciudad de México.
3. Finalmente, un aviso distinto: la revista en línea Weird Fiction Review –una de las mejores publicaciones de la actualidad dedicadas a la imaginación fantástica– ha reproducido «The Latin Cities», una historia de Horacio Kustos traducida al inglés por Fionn Petch y publicada primero en el proyecto Palabras Errantes. Le agradezco al excelente autor y editor Jeff Vandermeer. Quizá (y esto me alegra mucho) no sea la última vez…
Ayer, en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, Ana García Bergua y yo presentamos la antología El doble, el otro, el mismo, una colección de cuentos clásicos elaborada por Bruno Estañol y publicada por Cal y Arena. En la presentación leí lo que sigue:
No es difícil encontrar, ahora mismo, evidencias de la fuerza del doble –es decir, del tema del doble, o la figura del doble– en la cultura contemporánea. Los ejemplos abundan. La película El club de la pelea de David Fincher, igual que la novela de Chuck Palahniuk en la que se basa, lo utiliza para hacer un mismo personaje del ejecutivo timorato y del rebelde metido a terrorista y convertir a los dos en una imagen de las frustraciones contemporáneas. La historia de Hulk, el superhéroe verde de la Marvel, es explícitamente una versión «de la Era Atómica» de El extraño casodel Dr. Jekyll y el Sr. Hyde, de Robert Louis Stevenson, y se ha mantenido en todas las versiones del personaje en el cómic, el cine, la televisión y los videojuegos. Y así sucesivamente a lo largo de la «alta cultura» y la «cultura popular»: nunca ha dejado de importarnos ese personaje que es el otro y a la vez el mismo, nuestro reverso, nuestro complemento.
Los orígenes de esa obsesión de la especie humana ya no pueden documentarse, porque son anteriores a toda escritura. Cuando mucho, la psicología nos permite imaginarlos. Pero las versiones del doble que más han influido en nuestra propia cultura, en el presente, deben ser las que precedieron a la explosión de la cultura de masas en el siglo XX: al momento en que el remake y la referencia intertextual se volvieron parte del repertorio habitual de los creadores para grandes medios. En la actualidad, de hecho, lo raro es una versión del doble que no provenga, aunque sea tercera o cuarta mano, de Stevenson, Edgar Allan Poe u otro autor que ya haya pasado al dominio público, y la abundancia de estas versiones es tal que bien puede dar la impresión de que decir algo nuevo sobre el tema es imposible, o de que así lo creemos.
Yo sospecho que no es verdad: que el doble sigue siendo un material riquísimo. En cualquier caso las grandes versiones clásicas del tema son un territorio extraño, misterioso, y al mismo tiempo hospitalario: incluso ahora podemos volver a esas historias una y otra vez y siempre encontrar la inquietud, la fascinación o el miedo que el doble guarda y expresa para nosotros.
Y, por supuesto, una muestra excelente de esas versiones clásicas del doble se encuentra en esta antología: El doble, el otro, el mismo, compilada por Bruno Estañol.
Aquí están, en un solo volumen, cuentos ineludibles como «William Wilson» de Poe o «El caso del difunto mister Elvesham» de H. G. Wells, donde la identidad de los personajes literalmente se duplica y se confunde ante nuestros ojos de lectores, y también otros en los que el doble aparece de otras formas, más sutiles y desconcertantes. No hay literalmente un doble pero sí un carácter doble: un lado equívoco y siniestro de un personaje misterioso, en «La hija de Rappaccini» de Nathaniel Hawthorne; «Markheim» de Stevenson hace del doble el portador de la culpa de un criminal inepto, infinitamente fracasado, infinitamente desesperado; por su parte, «Incidente en el puente de Owl Creek», de Ambrose Bierce, crea algo todavía más extraño: un universo entero, una realidad paralela, en la que nuestra realidad habitual se desdobla para que el protagonista del cuento pueda vivir otra vida cuando se ve enfrentado a una muerte segura. (Este mismo argumento, por cierto, es el de un cortometraje de Antonio Reynoso, El despojo, cuyo guión fue escrito por Juan Rulfo, y para Rulfo ese corto era la representación visual más fiel del mundo de sus historias.)
El antologista, en un prólogo breve y muy iluminador, explica su tema, los diferentes modos en que suele abordarse, las opiniones de la psicología sobre el origen del interés del ser humano en el doble: no repetiré aquí lo que él dice muy bien. Pero me llamó la atención un detalle: la idea de que el doble puede ser un género en sí mismo, cercano a los cuentos de terror, más que un tema de éstos o de lo fantástico en general. La idea me pareció desconcertante en un primer momento, pero luego pensé que es muy reveladora.
El género es siempre una etiqueta: un nombre que se da a cierto conjunto de obras que ya existen, y que sólo después de ser creado puede influir en la lectura o la hechura de otras obras. Como un género puede establecerse lo mismo razonadamente que de forma arbitraria, puede dar lugar a muchas confusiones. Los especialistas en literatura, por ejemplo, insisten con frecuencia en que «ficción» no es necesariamente «ciencia ficción» o en lo vago que resultan términos sobreutilizados (y en general mal entendidos) como «épica» o «saga». Tienen razón, pero lo cierto es que las clasificaciones se siguen creando y difundiendo, y si bien muchas de ellas son producto de la pereza intelectual, o del mercantilismo, otras más reflejan la atracción que nos produce una idea, un estilo o un tema. Así ocurre con el doble: cuando menos, perturba nuestra seguridad o nuestra indiferencia respecto de la propia identidad en un tiempo en que las viejas acepciones de esa palabra tienen cada vez menos sentido. Y tal vez puede hacer aún más. Escribe Estañol:
Los escritores con frecuencia tienen varios dobles. De hecho, la escritura es un ejercicio de doblez; el que se sienta frente a la computadora o la máquina de escribir es otro. Vamos por la vida con un doble adentro y a veces también con uno afuera. La narración con sus diferentes puntos de vista es un magnífico ejercicio de enmascaramiento. El otro es una máscara y al mismo tiempo uno también es una máscara.
Es evidente que el narrador asume consciente o inconscientemente diversas identidades. Puede narrar desde la perspectiva de un niño o una niña, de una mujer, de un adolescente o de un criminal. Para narrar con sinceridad se debe convertir en ese personaje. Ésta es la gran libertad del narrador. Se ha hablado mucho que el narrador es un mentiroso que dice verdades que otros no dicen o que no ven. La libertad del narrador es su imaginación y la posibilidad de ponerse en el lugar del otro. Los seres humanos siempre han querido escuchar a los narradores y a sus historias. Esto indica que la mayoría de los seres humanos les interesa y entretiene escuchar historias ajenas y ponerse también en el lugar del otro.
¿No es extraño, imprevisto, alentador que el doble traiga semejante recordatorio? ¿Que un género tan específico, un tema de la literatura de imaginación, tantas veces desdeñada, afirme que aun a nuestro pesar –aun en esta época de individualismo y de sopor– la conciencia humana retiene ese impulso de acercarse a los otros?
Este año, me da gusto invitar a muchas actividades distintas en las que estaré durante la Feria del Libro del Palacio de Minería. La dirección es la de siempre: todo ocurrirá dentro del Palacio de Minería, que está en Tacuba 5, Centro Histórico, en la ciudad de México enfrente del Museo Nacional de Arte.
1. El sábado 23 de febrero se presentará La generación Z y otros ensayos, un libro mío que apareció en el borde del año, publicado por Conaculta, y que será comentado por tres escritores estupendos: Armando González Torres, Verónica Murguía y Eduardo Huchín. La cita será a las 12:00 del día en el Salón de la Academia de Ingeniería.
(Este libro es una colección de textos sobre algunos autores que me importan, varias cuestiones de literatura y temas parecidos, y tiene también el único texto autobiográfico que he escrito: «El señor Perdurabo».)
2. También el sábado 23, pero a las 18:00 horas, participaré en una charla sobre «Novela gráfica y no gráfica» con Ricardo García Micro, Francisco Haghenbeck y Bernardo Fernández Bef. Esto será parte de la Jornada de Comics en Minería, una serie de charlas y presentaciones que llega a su cuarto año.
3. Al día siguiente, el domingo 24, presentaré con Ana García Bergua la antología El doble, el otro, el mismo: una serie de cuentos clásicos sobre (justamente) el tema del doble, reunidos por Bruno Estañol, y publicada por Cal y Arena. Esta presentación será a las 3:00 de la tarde en el Auditorio Sotero Prieto.
4. El 28 de febrero, a las 16:00 horas, estaré en una mesa de autores de la editorial Almadía con Bernardo Esquinca y, de nuevo, Bernardo Fernández Bef: «Entre esclavos, ladrones y niños de paja», en el auditorio Sotero Prieto.
5. El siguiente sábado, 2 de marzo, habrá otra presentación: la de Los reflejos y la escarcha, libro de cuentos de Ignacio Padilla publicado por Páginas de Espuma, a las 16:00 horas. La cita será en el Auditorio La Capilla.
6. Por último, el domingo 3 de marzo, a las 11:00 de la mañana, se presentará Plasma, una breve antología con textos míos editada por Praxis y Casas del Poeta. Carlos López y Francisco Javier Estrada comentarán el libro en el Pabellón Estado de México…
7. …y ese mismo día, a las 18:00, en el Salón El Caballito, presentaré Los libros de la fatalidad de Julio César Toledo, publicado por la UNAM. Estaremos el autor, Carmina Estrada y yo.
Si van, allá nos vemos… [/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]
1. Mañana sábado estaré en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería en la ciudad de México. A las 3:00 de la tarde, en la Galería de Rectores del Palacio, daré una charla: «Escritura y tecnología», que retoma el ensayo que leí en el Simposio Internacional del Libro Electrónico el año pasado (y que ya está publicado en la revista Tierra Adentro y también en el portal Letralia).
2. Una semana después, el sábado 3 de marzo, a las 5:00 de la tarde, estaré en la presentación de la antología Sólo Cuento III, publicada por la UNAM y compilada por Luis Felipe Lomelí. La presentaremos Víctor Cabrera y yo en el Auditorio 6.
3. El último aviso: ya está empezando la distribución en forma de mi libro El Viajero del Tiempo, que se puede encontrar en la Feria: está en el stand 1521, de Editorial Resistencia, en la planta alta del Palacio.
El Palacio de Minería está en Tacuba #5, en el Centro Histórico de la ciudad. Si van, allá nos vemos, y si no pronto aparecerán al menos un par de notas más aquí mismo. Estos días son, por lo menos, interesantes.
Aviso veloz: la antología Trazos en el espejo. 15 retratos fugaces se presentará en la Feria del Libro del Palacio de Minería este domingo 27 a las 12:00 del día. La cita es en el salón Manuel Tolsá del Palacio de Minería (Tacuba 5, Centro Histórico, ciudad de México). Como comenté en una nota previa, el libro es una colección de textos autobiográficos de los autores reunidos, y en él tengo el gusto de acompañar con un texto: «El señor Perdurabo», a Luis Jorge Boone, Hernán Bravo Varela, Luis Felipe Fabre, Agustín Goenaga, Julián Herbert, Brenda Lozano, Guadalupe Nettel, Antonio Ramos, María Rivera, Juan José Rodríguez, José Ramón Ruisánchez, Martín Solares, Daniela Tarazona y Socorro Venegas. Pueden ver más sobre la antología en este micrositio, creado por la editorial ERA, que publica el libro en coedición con la UANL.
También en la Feria, por supuesto, estará la nueva edición de Grey, que ERA también está poniendo en circulación ahora mismo… Si van, allá nos vemos.
Tres novedades más en la Feria del Libro del Palacio de Minería:
1. En el stand de la editorial Almadía puede encontrarse ya el nuevo número, el cuarto, de la revista Número 0, dirigida por Pablo Raphael y Guadalupe Nettel. El tema del número es la fama, y en él aparece un nuevo cuento mío, «La llegada del reino». La premisa de la historia es simple: ¿quién sería, si lo deseara, el junior más famoso de todos, el galán verdaderamente imbatible, la única celebridad auténticamente inmortal?
También hay muchos otros textos, claro, y de autores como Bret Easton Ellis (!), Enrique Serna, Daniela Tarazona, Gonzalo Viñao, Alejandro Robles, Eloy Urroz, Wendy Guerra, Sandra Lorenzano y Lolita Bosch.
2. En quince minutos (y no podré ir, lo que lamento mucho) se presentará en la Feria (en el Salón de Actos del Palacio de Minería) la antología Negras intenciones, reunión de cuentos policiacos compilada por Rodolfo JM y publicada por la editorial Jus. El libro, por otra parte, estará a la venta a partir de hoy y (desde luego) incluso después de que la Feria termine. La colección (uno de los mejores testimonios de la salud del género negro entre nosotros, y la primera antología de un escritor excelente) incluye cuentos de F.G. Haghenbeck, Paul Medrano, Orlando Ortiz, Yolanda de la Torre, Gerardo Sifuentes, Alfonso Morcillo, Ricardo Guzmán Wolffer, J.M. Servín, Bernardo Fernández BEF, Antonio Malpica, Mauricio Alvarado, Rodolfo J.M., Edgar Omar Avilés, Vicente Alfonso y Benito Taibo.
3. Y otra novedad de Jus: este domingo, a las 17:00 horas, la editorial presenta en el auditorio 3 de la Feria el libro Lenta turbulencia, colectivo de cuatro de los autores jóvenes más talentosos de Michoacán: Luis Miguel Estrada, Alfredo Carrera, Atahualpa Espinosa Magaña y Edgar Omar Avilés. Espero poder ir a ésta, y desde ya queda la recomendación.