A las cinco y nueve minutos de la mañana de hoy terminé, por fin, mi segunda novela. Debería haber sido la primera. He trabajado en ella los últimos siete años. Pasar tanto tiempo en el proyecto nunca fue el plan: pensaba terminarla mucho antes, pero una versión inicial se perdió en un accidente de mi computadora y las posteriores han tenido numerosos problemas. No sé qué va a pasar ahora con ella: es larga y rara.
Pero sí sé que al menos pude cumplir con un propósito pequeño, personal, que tal vez suene a poco pero le importa cada vez más a un individuo que, con el tiempo, va viendo cada vez con más claridad la forma de su propia vida y la lista de todo lo que nunca podrá ser. He terminado el libro antes de cumplir los 41 años. Con pocas horas de margen, pero he terminado por fin.
Me acompaña la voz extraña, feliz, de Meredith Monk, recomendación de un amigo querido, a la para celebrar. Va, como pequeño regalo.
…y yo agradezco a todos los asistentes. Y a Tario, quien ejerce (como él mismo escribió en Jardín secreto) la fuerza magnética de los muertos, y así vuelve a nosotros.
Este jueves 25 tendrá lugar una venta nocturna de libros en las principales librerías del del Fondo de Cultura Económica, tanto en el Distrito Federal como en otras ciudades del país. Por mi parte los invito: como parte de las actividades de la venta, que incluyen charlas, firmas de autógrafos y más, yo estaré en la Librería Rosario Castellanos (la RoCa, le dicen a veces), que está en el Centro Cultural Bella Época (Tamaulipas 202, esquina Benjamín Hill, colonia Hipódromo Condesa, en la ciudad de México). También estarán, me dicen, varios de mis libros: tanto la novela Los esclavos, que publicó Almadía, como los dos de cuento (Grey y Éstos son los días) y la antología (Trazos en el espejo) que publicó ERA.
Si se animan a ir nos encontraremos a partir de las 20:00 horas. Desde luego la entrada será libre.
1. Estoy contento pero también un poco asustado: este martes 16, a las 19:00, me toca participar en una charla del ciclo «Entre Letras y Palabras«, y conversaré con «La Roña«, el personaje interpretado por Darío T. Pie: esa parodia de María Félix que es de las criaturas más extrañas y provocadoras de la tele mexicana. A ver cómo me va. Si quieren enterarse, la cita es en el Centro Cultural del Bosque (Reforma y Campo Marte, atrás del Auditorio Nacional, en la ciudad de México) y la entrada es libre.
2. En la sección de textos de este sitio hay uno nuevo: una breve crónica que ya había anunciado antes y cuyo título es «Mi esposa es un cyborg». Es la primera de un puñado que iré poniendo con el tiempo. Será uno de varias adiciones (la verdad es que esa porción del sitio está un poco descuidada) antes de una nueva modificación del diseño de Las Historias para hacerla (espero) más interesante. Mientras, ojalá disfruten esa historia verídica…[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]
Un recorte interesante. En una carta enviada a Ingmar Bergman en 1960 (y exhibida apenas en el blog Letters of Note), Stanley Kubrick escribió lo siguiente:
allow me to say you are unsurpassed by anyone in the creation of mood and atmosphere, the subtlety of performance, the avoidance of the obvious, the truthfullness and completeness of characterization. To this one must also add everything else that goes into the making of a film.
Traduzco:
… permítame decir que nadie lo sobrepasa en la creación de ambiente y atmósfera, la sutileza de interpretación, la evitación de lo obvio, lo veraz y completo de la caracterización. A esto se debe agregar todo lo demás que tiene que ver con la hechura de una película.
La distinción puede parecer extraña, y más todavía la primacía dada a todo lo que no es estrictamente cinematográfico (Kubrick, a quien algunas personas consideran un artista frío y sólo interesado en los aspectos técnicos de la cinematografía, no dice una palabra de encuadres, movimientos de cámara, edición, lentes, película, iluminación, etcétera).
Pero Kubrick tiene razón: la técnica no es nada si no sirve para eso otro: para decir algo sobre lo que entendemos como lo humano. Así ocurre también en las otras artes, incluyendo la escritura.
* * *
Estoy por dar un brevísimo taller de escritura para blogs en Campus Party. Para apoyar lo que diré hice esta breve presentación, que (espero) tendrá parte del espíritu de la carta de Kubrick y podrá ser útil a alguien.
(La imagen inicial es una nota en un blog de varios que tuvo una escritora a la que nunca conocí, y que firmaba como «Lisa Benjamenta», a mediados de la década pasada. Eran blogs de poesía y, creo, no malos. Luego ella desapareció sin dejar rastro y sus textos siguen allí.)
Invito: este martes 5 de julio, a las 19:00 horas, participaré en una charla dentro del ciclo «Escrituras» que organiza el Instituto Nacional de Bellas Artes. La cita es en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes (Juárez y Eje Central, en el Centro Histórico de la ciudad de México), y la entrada será libre.
El ciclo «Escrituras» se dedica a mostrar al público el trabajo de escritores emergentes; a mí me tocará entrevistar a cuatro de ellos: Karen Chacek, Erika Mergruen, Édgar Omar Avilés y Gerardo Sifuentes. Todos están interesados en el tema de la literatura fantástica, o con más precisión, en algo un poco más amplio que podríamos llamar literatura de imaginación. Es un tema que ya ha aparecido en esta bitácora y también en otros lugares.
Si van, se enterarán de mucho más del tema y conocerán el trabajo de cuatro creadores muy interesantes, con los que podremos conversar.
Como cada año, estoy por comenzar un nuevo curso gratuito en la Biblioteca de México. El curso tendrá por nombre Tario 100 y se dedicará a comentar, justamente, la obra de Francisco Tario (1911-1977), uno de los grandes autores «raros» del siglo XX y el más excéntrico de los clásicos mexicanos.
El curso se llevará a cabo los días lunes, del 4 de julio al 22 de agosto de 2011. Tendrá una duración de 8 sesiones, cada una de las cuales comenzará a las 17:00 y terminará a las 20:00 horas. Las sesiones serán en las instalaciones de la Biblioteca de México, que está junto a la Plaza de la Ciudadela en el Centro Histórico de la ciudad de México, a pocos pasos de la estación del Metro Balderas.
No hay ningún requisito previo y el programa está dirigido a cualquier persona interesada en la literatura y en conocer la obra de un autor nuevo (leer a Francisco Tario siempre es descubrir algo nuevo) y muy interesante. El curso es gratuito (¿ya lo mencioné?) y tiene cupo limitado. Para solicitar más informes o inscribirse, se puede llamar al teléfono 41-55-0830, extensión 3859.
En cada sesión comentaremos uno o más textos de la obra de Tario, y también su relación con su contexto y sus semejanzas con la obra de otros autores. Algunos de ellos aparecerán de cuando en cuando. He aquí la lista tentativa de los textos de Tario que saldrán a relucir:
1. Selecciones de La noche
2. Fragmentos de Jardín secreto
3. Fragmentos de Aquí abajo
4. “Música de cabaret” y otras selecciones de Tapioca Inn
5. Fragmentos de El caballo asesinado
6. “El mico” y otras selecciones de Una violeta de más
7. Fragmentos de Equinoccio
Los invito. Y si conocen a alguien a quien pudiera interesar esta información, por favor no duden en hacérsela saber…
[fusion_builder_container hundred_percent=»yes» overflow=»visible»][fusion_builder_row][fusion_builder_column type=»1_1″ background_position=»left top» background_color=»» border_size=»» border_color=»» border_style=»solid» spacing=»yes» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» padding=»» margin_top=»0px» margin_bottom=»0px» class=»» id=»» animation_type=»» animation_speed=»0.3″ animation_direction=»left» hide_on_mobile=»no» center_content=»no» min_height=»none»][Agregado del 4 de diciembre: encontré esta nota excelente, de José Luis Orihuela, sobre Wikileaks]
El caso de Wikileaks, de los secretos que ha revelado de diversos gobiernos y en particular de los Estados Unidos, y de los ataques en su contra (y en contra de su fundador, Julian Assange), tiene muchas consecuencias e implicaciones que se discuten ahora mismo en el mundo. Por lo menos, es claros que la acción de Wikileaks documenta numerosos abusos de los que ya se sospechaba y que se habían mantenido ocultos.
Yo sólo quiero mencionar una ocurrencia. Assange es perseguido desde hace tiempo y se encuentra oculto: a salto de mata, o su equivalente en una época como la presente. A la vez, el dominio de Wikileaks, wikileaks.org, ha sido atacado también y el sitio fue expulsado por su proveedor de servicios de internet original y por al menos otro más. En este momento se encuentra en línea pero, sin duda, tendrá más dificultades posteriores. Y en el punto donde se encuentran esas dos situaciones hay un tema que ya ha pasado al cine, y probablemente a la literatura también, pero no ha inspirado todavía una gran obra:
La frase «a salto de mata» sirve todavía y de hecho no sólo puede describir lo que describía hasta fines del siglo XX. Ahora también se puede perder la vida virtual. Para casi todas las personas con acceso a internet, las cuentas de correo electrónico, de redes sociales y demás son objetos gratuitos, desechables; renunciar a una es una molestia y no una tragedia. Aunque casi la totalidad de esas cuentas –en las que descansa nuestra presencia en la red– es mantenida por una gran empresa multinacional, no sólo no se nos cobra sino que, en general, no se nos molesta. No somos Assange: no llamamos la atención, no hacemos circular información importante, no somos un peligro para nadie. Pero ¿y si no fuera así? ¿Qué pasaría si, a causa de un error, un capricho de alguien con poder o cualquier otra razón, una persona común se viera privada definitivamente de su parte virtual?
El asunto no tendría que ser necesariamente (como ha sido hasta ahora) materia de thrillers. En realidad su centro podría no ser la tecnología ni el poder sino la identidad. Borges esbozó un argumento sobre el tema hace casi ochenta años: una conjura que convenciera exitosamente al mundo de que alguien no existe, lo que sería justo la acción contraria de la creación (habitual hoy) de sucesos y personajes apócrifos. Alguien tendría que escribir (bien) sobre esto.[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]
[fusion_builder_container hundred_percent=»yes» overflow=»visible»][fusion_builder_row][fusion_builder_column type=»1_1″ background_position=»left top» background_color=»» border_size=»» border_color=»» border_style=»solid» spacing=»yes» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» padding=»» margin_top=»0px» margin_bottom=»0px» class=»» id=»» animation_type=»» animation_speed=»0.3″ animation_direction=»left» hide_on_mobile=»no» center_content=»no» min_height=»none»][Aviso intempestivo: hace tiempo me retiré de una cuenta de Facebook que tenía y se volvió imposible de manejar. Esta otra página tiene, desde ya, las actualizaciones de esta bitácora, además de avisos, enlaces y demás.]
He aquí los resultados del concurso de este mes, que partió de esta foto, tomada hace no tanto en la ciudad de México:
Las ganadoras de este mes son Lola, por su cuento «La última y me voy», y Jimena M. Vázquez por su cuento sin título. En ambos casos ganan por el uso de un habla coloquial y sin acartonamientos para contar una historia rápida y eficaz. Ambas recibirán su trofeo virtual, pero trofeo al fin.
Reciben mención «I nútiles» de Pablo, «La Muerte espera» de Javier Ortiz León y (en cierto modo fuera de concurso, aunque no del todo) «Dos días más» de El Lento Rodríguez.
Muchas felicidades a los ganadores y gracias a todos los participantes. Mañana aparecerá la convocatoria de diciembre. Hasta entonces…[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]
2. La revista Cuadrivio publicó siete minificciones mías con el título «Siete sirenas»: son textos sobre esas criaturas que o no existen o se extinguieron hace mucho, como decía el profesor Mencio Ferdinández, pero a la vez no dejan de invadir cerebros desprevenidos y organizar fugas espectaculares ante las cámaras de televisión del mundo entero, como se verá. Por lo demás, la revista, jovencísima (va en su segundo número), es estupenda y se deja leer larga y muy sabrosamente. Por mi parte, además de la buena compañía de muchos textos agradezco esta ilustración que hizo Valeria Hernández:
3. Ya aparecen los primeros lectores y comentarios de Los viajeros, la antología de ciencia ficción mexicana en la que Bernardo Fernández (Bef) reunió 18 textos mexicanos de ficción especulativa incluyendo uno mío, «Se ha perdido una niña», y otros de Mauricio-José Schwarz, Gabriel Trujillo Muñoz, Gerardo Horacio Procayo, José Luis Zárate, Francisco Haghenbeck, Antonio Malpica, Ignacio Padilla, Pepe Rojo, Cecilia Eudave, Karen Chacek, Gerardo Sifuentes, Rodolfo JM, Edgar Omar Avilés, Gabriela Damián, Rafael Villegas, Orlando Guzmán y el mismo BEF. Las primeras notas han aparecido en sitios interesados en la ciencia ficción como la revista argentina Axxón y el blog de la Tertulia Literaria Fantástica de Bilbao. Mientras me pregunto cuándo (o si) aparecerán comentarios en México más allá de los anuncios de la publicación, me preocupa la constancia de los prejuicios contra la ciencia ficción entre nosotros; aunque creo que se puede hacer cierta crítica de la CF a estas alturas de su historia, no deja de ser absurdo que se le llame «naturalmente menor», «poco mexicana» (juro que he oído decir eso a varias personas) y otras cosas semejantes. Espero que los lectores del libro no hagan caso de nada salvo lo que los textos dicen y se formen su propia opinión.
4. Finalmente, me alegra reportar la buena recepción que ha tenido en España la antología La banda de los corazones sucios, en la que Salvador Luis convocó a un grupo de autores de diversos países de hispanoamérica a escribir de villanos de la ficción y de la vida real. En este libro mi texto se titula «Acerca del alma», trata del caso Fritzl (es decir, tiene algunos puntos de contacto con mi novela Los esclavos) y saldrá (tengo esperanzas) en una edición mexicana posteriormente.
(Los otros autores reunidos aquí: Jon Bilbao, Sergi Bellver, Lara Moreno, Vicente Luis Mora, Marian Womack, Matías Candeira, Juan Carlos Márquez, Antonio Ortuño, Mariana Enriquez, Juan Terranova, Javier Payeras, Leonardo Cabrera y Rocío Silva Santisteban.)[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]