La primera de las novedades recientes de Poe en México es una nueva traducción de La caída de la casa de Usher. La segunda es Guarida del horror (¿por qué no La guarida…?), una compilación de historietas breves dibujadas por Richard Corben a partir de cuentos y poemas de Edgar Allan Poe y H. P. Lovecraft.
Además de tener muy descuidada nuestra propia tradición del cómic de horror, conocemos muy mal la de otros lugares e incluso la de los Estados Unidos, de cuya cultura importamos tantas cosas. Puede ser que, ignorantes del éxito que en otras épocas tuvieron historietas como Tradiciones y leyendas de la Colonia o El caballo del Diablo, más de un editor actual crea que nuestra tibia sociedad conservadora no se interesaría en semejantes historias. Si esto es verdad (si así lo creen), resulta aún más asombroso que Guarida del horror –traducción de una serie de especiales que, bajo el título de Haunt of Horror, fueron publicados por Marvel Comics– llegue a México publicada precisamente por Editorial Televisa, rama de esa empresa de medios que es de las más fervientes defensoras del conservadurismo y la «proverbial» sumisión del mexicano.
En todo caso, la oportunidad es excelente: no sólo Corben es un gran dibujante, más eficaz y poderoso a la hora de dibujar expresiones y actitudes humanas perturbadoras que de concentrarse en lo obviamente terrorífico (cuerpos desmembrados, calaveras, etcétera), sino que el libro incluye las adaptaciones y los textos adaptados. Que yo sepa, ésta es la primera antología de cómic publicada en México que ofrece algo semejante: la posibilidad de que el lector compare la fuente y la adaptación, y de que conozca a Poe y Lovecraft, si es el caso, acompañado por semejantes ilustraciones.
Un reparo que se podría hacer a algunas versiones (en especial, las de poemas como «El cuervo», «El día más feliz» o «El pozo») es que Corben y sus ocasionales colaboradores en los guiones –Rick Margopoulos y Rick Dahl– intentan exprimir un sentido macabro o una trama violenta de textos que no necesariamente los sugieren. Sin embargo, los textos originales permiten también comparar y ver qué tanto de ellos queda en las versiones de Corben, o hasta dónde pueden sugerir otras atmósferas y otros personajes.
Mauricio Matamoros se encargó de la traducción de los textos; sus versiones son las más precisas, decorosas y literarias que he visto en años en un cómic publicado en México. Un prólogo suyo abre el volumen (que hoy mismo se puede conseguir en puestos de revistas) y ayuda a poner en perspectiva las historias, para los lectores que lleguen a ellas por primera vez.
Durante toda esta semana, la Biblioteca de México (Plaza de la Ciudadela, Centro, ciudad de México; metro Balderas) ha sido la sede del ciclo de cine «La noche en la pantalla», que ofrecerá versiones fílmicas de varias obras clásicas de Edgar Allan Poe para continuar las celebraciones de su bicentenario. Las funciones serán a las 17:00 horas en el auditorio de la Biblioteca y la entrada costará seis pesos (es decir, prácticamente nada). Aquí en Las historias concluyen hoy las notas sobre las películas, acompañadas por los comentarios que escribí para cada una de ellas.
EL VIERNES 21: LA MÁSCARA DE LA MUERTE ROJA (THE MASQUE OF THE RED DEATH, Inglaterra, 1962)
Dirección: Roger Corman Guión: Charles Beaumont y R. Wright Campbell Intérpretes: Vincent Price, Hazel Court, Jane Asher, David Weston, Nigel Green Sinopsis: el príncipe Próspero, gobernante despótico de un feudo del Medievo, se refugia con varios de sus cortesanos de una peste terrible –la Muerte Roja– en su palacio, en el que se da lugar a todos los placeres y todas las formas de la depravación. Devoto del satanismo, Próspero intenta corromper a Francesca, una pobre campesina, y a la vez asiste a la iniciación y las “bodas” demoniacas de su amante, Juliana. Sin embargo, cuando Próspero ordena la celebración de un baile de máscaras, una serie de sucesos macabros y sobrenaturales amenaza con acabar con las vidas de todos.
COMENTARIO
Para cerrar este ciclo, la mejor entre las adaptaciones fílmicas realizadas por Roger Corman y una de las más interesantes versiones fílmicas de la obra de Poe. Fotografiada de modo mucho más espectacular que La tumba de Ligeia por Nicolas Roeg –el cineasta que más tarde dirigiría el clásico de culto El hombre que cayó a la Tierra (1976)–, la película agrega al texto original de Poe la casi totalidad de “Hop-Frog”, otro de sus cuentos más interesantes, y una caracterización mucho más detallada de Próspero y de la vida de su corte, por no hablar de la idea del satanismo, del todo ausente en Poe. Sin embargo, esto no sólo sirve para justificar varias secuencias caprichosas de violencia: también introduce de manera enérgica una reflexión sobre el mal, que parece ser el objetivo de varios personajes pero se revela como una aspiración hueca al enfrentarse con la muerte, que supera y nulifica todas las pretensiones humanas. Otro detalle de gran interés: ninguno de los personajes de la película (incluyendo al mismo Próspero) es totalmente “bueno” ni “malo”: todos tienen complejidades y contradicciones que vuelven más problemáticos sus actos.
El cuento del que proviene el argumento básico de la película fue publicado con dos títulos: en su primera edición, de 1842, se le conoció como “The Mask of the Red Death” (“La máscara de la Muerte Roja”) y en la segunda (1845) con su título más conocido, en el que la palabra masque se refiere a la mascarada: el baile de máscaras. Ambos sentidos se preservan en esta película, pero el primero es muy interesante porque Corman, a la hora de extender el enfrentamiento final entre Próspero y la Muerte, introduce el tema del doble, muy querido por Poe pero ausente en la versión original de esta historia. La observación final de la Muerte: “cada hombre es su propio Dios, y se crea su propio cielo o su propio infierno” es un remate estremecedor a una historia que se aleja de toda posibilidad moralizante y propone varias cuestiones incómodas, incluso hoy, sobre la responsabilidad individual y las posibilidades de cada ser humano ante la certidumbre de la muerte.[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]
Durante toda esta semana, la Biblioteca de México (Plaza de la Ciudadela, Centro, ciudad de México; metro Balderas) será la sede del ciclo de cine «La noche en la pantalla», que ofrecerá versiones fílmicas de varias obras clásicas de Edgar Allan Poe para continuar las celebraciones de su bicentenario. Las funciones serán a las 17:00 horas en el auditorio de la Biblioteca y la entrada costará seis pesos (es decir, prácticamente nada). Aquí en Las historias aparecerán, de lunes a viernes, notas sobre las películas, acompañadas por los comentarios que escribí para cada una de ellas.
EL MIÉRCOLES 19: selección de cortos
EL GATO NEGRO (THE BLACK CAT, Estados Unidos, 2007)
Dirección: Stuart Gordon Guión: Dennis Paoli Intérpretes: Jeffrey Combs, Patrick Gallagher, Aron Tager, Eric Keenleyside Sinopsis: Edgar Allan Poe, el famoso escritor de historias de miedo, está pasando por una mala racha creativa y bebe para olvidar su mala situación. A la vez, se obsesiona con el gato de su esposa, que se convierte en el punto focal de sus frustraciones. Mientras pierde poco a poco la cordura y se acerca a una racha de violencia homicida, también se aproxima a escribir una de sus grandes obras.
LA CAÍDA DE LA CASA DE USHER (ZÁNIK DOMU USHERU, Checoslovaquia, 1981)
Dirección y guión: Jan Svankmajer Intérprete: Petr Cepek (narración) Sinopsis: “La caída de la Casa de Usher” es representada sin actores, por medio de una serie de escenas animadas que acompañan a una lectura del texto del cuento y muestran una vieja mansión donde todo – sillas y ataúdes, clavos y armarios; las paredes, la tierra misma– vive y se mueve. La destrucción de los objetos simboliza la de los seres humanos que los utilizan y les dan sentido.
EL PÉNDULO, EL POZO Y LA ESPERANZA (KYVADLO, JÁMA A NADEJE, Checoslovaquia, 1983)
Dirección y guión: Jan Svankmajer Intérprete: Jan Zácek Sinopsis: un prisionero de la Inquisición es condenado a morir lentamente en un aparato de tortura atroz: si consigue desatarse antes de que un péndulo que desciende hacia él lo parta en dos, tendrá que hallar la manera de evitar que las paredes de la celda, que se cierran, lo empujen a un pozo sin fondo. Y aun si consigue escapar a esto, tal vez no tendrá la posibilidad de salvarse.
COMENTARIO
Las tres adaptaciones de hoy son versiones sumamente libres de las obras en las que se basan y representan extremos, visiones muy personales de la obra de Poe hechas por creadores muy respetados en sus respectivos campos (y ambos provocadores y políticamente incorrectos) pero distintos entre sí. El gato negro, versión muy libre del cuento del mismo título (1843), se estrenó en televisión dentro de la segunda temporada de Masters of Horror, una serie antológica en la que participaron diversos directores de prestigio. Stuart Gordon, director de culto conocido principalmente por sus adaptaciones de la obra de H. P. Lovecraft, elige aquí utilizar la leyenda más antipática y falsa de Poe: la del demente depravado que toma todas sus historias de su locura real, para convertir al autor en personaje de sus propias ficciones. El resultado es a la vez truculento y contenido: una descripción de las profundidades más oscuras del alma.
En cuanto a los filmes de Jan Svankmajer, éste es otro tipo de autor secreto: uno de los grandes maestros de todos los tiempos del cine de animación, muy alejado de la ñoñez y la uniformidad técnica y argumental de los productos de Hollywood, y en estos dos cortos –parte de uno de sus mejores y más fecundos periodos como realizador– se apropia de Poe y lo usa como un ingrediente más en dos representaciones muy críticas de la realidad, incluyendo la realidad política.
En El péndulo, el pozo y la esperanza –que funde “El pozo y el péndulo” (1842) de Poe con “La esperanza” (1886), un cuento del escritor simbolista francés Auguste Villiers de l’Isle Adam–, Svankmajer opina sobre la opresión totalitaria al mostrarla desde el punto de vista de una de sus víctimas. Literalmente, durante toda la película sólo vemos sus manos, sus pies, por un momento su pecho, como si fuéramos él mientras intenta librarse del aparato de tortura y encontrar una salida de su encierro; de pronto escuchamos sus gemidos, su respiración… Al contar la historia de forma tan ceñida, el director nos obliga a participar como espectadores de todo el horror de la situación y de todas las percepciones de su personaje, incluyendo la decrepitud del mundo que lo rodea, visible (enfatizada) en las texturas de las cosas, que la fotografía en blanco y negro vuelve más tremendas. La caída de la Casa de Usher, por su parte, es toda texturas y estados diversos de la materia inanimada, que cobra vida gracias a la pericia de Svankmajer y su colaborador, el animador Bedrich Glaser. El tema de la decadencia que antecede a la muerte, tan importante en el cuento de Poe, se muestra aquí en un mundo donde, al contrario de lo que sucede en El péndulo, el pozo y la esperanza, no hay un solo cuerpo humano, y en cambio la materia inanimada adquiere todas las características de los cuerpos vivientes para mostrarnos una agonía que parece abarcar el universo entero.[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]
Durante toda esta semana, la Biblioteca de México (Plaza de la Ciudadela, Centro, ciudad de México; metro Balderas) será la sede del ciclo de cine «La noche en la pantalla», que ofrecerá versiones fílmicas de varias obras clásicas de Edgar Allan Poe para continuar las celebraciones de su bicentenario. Las funciones serán a las 17:00 horas en el auditorio de la Biblioteca y la entrada será de cooperación voluntaria. Aquí en Las historias aparecerán, de lunes a viernes, notas sobre las películas, acompañadas por los comentarios que escribí para cada una de ellas.
EL MARTES 18: LA CAÍDA DE LA CASA DE USHER (LA CHUTE DE LA MAISON USHER, Francia, 1928)
Dirección: Jean Epstein Guión: Luis Buñuel y Jean Epstein Intérpretes: Marguerite Gance, Jean Debucourt, Charles Lamy Sinopsis: Roderick Usher, rico hacendado que vive aislado en la finca familiar con su esposa Madeleine, recibe la visita de su amigo Allan, quien llega a tiempo para ver morir a Madeleine. Posteriormente, en una atmósfera cada vez más enrarecida y perturbadora, Allan es testigo de una serie de sucesos sobrenaturales…
COMENTARIO
Basada en el cuento del mismo título (1839), La caída de la casa de Usher es la segunda versión más temprana de la historia clásica de Poe, y es tenida en alta estima –incluso entre muchos cinéfilos que no la han visto– debido a la reputación de Epstein, famoso en su día como cineasta pero, también, como teórico y defensor del surrealismo. Como muchas otras adaptaciones de Poe, ésta no es “fiel” en el sentido convencional del término, pero las muchas libertades que se toma en relación con el argumento original de Poe tienen introducen elementos de otros textos del escritor estadounidense: sus lectores encontrarán aquí elementos de “El retrato oval”, “Berenice”, “Ligeia”, “El pozo y el péndulo” y tal vez algunos otros cuentos y poemas.
Un tema central del texto de Poe que falta en la película es el del incesto, que Epstein y su co-adaptador, Luis Buñuel, eliminaron al convertir a su Madeleine no en hermana de Usher, sino en su esposa. La sugerencia de la transgresión aparece todavía, sin embargo: Epstein la conserva al transformar la relación de los tres personajes centrales en un triángulo amoroso, y aunque el efecto es distinto, este conflicto nuevo viene acompañado de la atmósfera opresiva y estática que ya está sugerida en la historia original.
Es interesante notar que Epstein se distancia de su fuente y a la vez le rinde un homenaje visual, usando rigurosamente los recursos del lenguaje cinematográfico: las largas descripciones de Poe se convierten en cuadros plásticos o largos planos en movimiento, y las diferencias de percepción entre los personajes se representan mediante tomas fragmentadas o cortes abruptos. Además, el diseño de los espacios de la película y muchos encuadres memorables recuerdan, en su carácter artificioso, la apariencia de un sueño o de impresión subjetiva, ajena a la presunta frialdad de la cámara de cine. En esto, Epstein hace suya la idea de Poe según la cual el mérito del arte no está en reproducir la realidad sino en transformarla por medio de la percepción del artista: contemplarla “a través del velo del alma”.[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]
Durante toda esta semana, la Biblioteca de México (Plaza de la Ciudadela, Centro, ciudad de México; metro Balderas) será la sede del ciclo de cine «La noche en la pantalla», que ofrecerá versiones fílmicas de varias obras clásicas de Edgar Allan Poe para continuar las celebraciones de su bicentenario. Las funciones serán a las 17:00 horas en el auditorio de la Biblioteca y la entrada será de cooperación voluntaria. Aquí en Las historias aparecerán, de lunes a viernes, notas sobre las películas, acompañadas por los comentarios que escribí para cada una de ellas.
EL LUNES 17: LA TUMBA DE LIGEIA (THE TOMB OF LIGEIA, Estados Unidos/Inglaterra, 1965)
Dirección: Roger Corman Guión: Robert Towne Intérpretes: Vincent Price, Elizabeth Shepherd, John Westbrook, Derek Francis, Oliver Johnston Sinopsis: Verdon Fell entierra a Ligeia, su esposa recién fallecida, pero vive obsesionado por su recuerdo y por la forma en que ella, mientras agonizaba, declaró que la muerte podía ser vencida por una voluntad decidida. Después de un tiempo de duelo Fell se casa otra vez, en un impulso, con una joven, Rowena, quien se muestra extrañamente atraída hacia él. Pero, alrededor de los dos, la presencia de la muerta se manifiesta cada vez con más fuerza y frecuencia…
COMENTARIO
Comenzamos este ciclo con un filme representativo de las virtudes y los problemas de muchas transposiciones al cine de la obra de Edgar Allan Poe.
Es claro que La tumba de Ligeia, como las otras seis películas rodadas por Corman a partir de textos de Poe, surge de una auténtica pasión por la obra del escritor y por una gran atención a los detalles de esa obra; las excelentes tomas de exteriores que muestran la propiedad en ruinas que habita Fell, por ejemplo (y que son obra del director de fotografía Arthur Grant, famoso por su trabajo en muchos filmes de terror para la venerable Hammer Films), recuerdan las atmósferas de la novela gótica, la tradición literaria a la que más deben las descripciones melancólicas y mórbidas del propio Poe; asimismo, el guionista Robert Towne, quien años después obtendría el premio Oscar por el guión de Barrio Chino (1974), logra crear aquí personajes de complejidad inusitada, provistos de profundidad y sutileza análogas a las de los originales (y en especial hay que destacar el doble –o triple– papel de Elizabeth Shepherd).
Los problemas de la película comienzan con la prisa de su realización (común en el cine de Corman, uno de los campeones de las películas de la llamada “serie B”, rodadas velozmente y con escaso presupuesto), que en ocasiones deja ver actuaciones a las que falta pulimento y que es la causa de ciertas torpezas en el montaje final, como los excesos del argumento en su última parte. Además, así como aquí, en muchas otras películas el encasillamiento de Poe como autor “de terror” hace que las historias se alteren para incluir más sobresaltos y violencia gratuita. Con todo, La tumba de Ligeia es un filme eficaz y una de las más fieles adaptaciones que se han hecho jamás de un cuento de Poe. Incluso la idea perturbadora de la transgresión de los cuerpos –que se resisten a morir, que son invadidos por otros cuerpos– queda como una cuestión fundamental de la cinta, al igual que lo es de “Ligeia” (1838), el cuento en el que se basa la adaptación.[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]
Todos están invitados: la próxima semana, del lunes 17 al viernes 21, la Biblioteca de México ofrecerá un ciclo de cine: «La noche en la pantalla», dedicado a mostrar algunas de las más importantes adaptaciones fílmicas de la obra de Edgar Allan Poe. La cita es a las 17:00 horas, todos los días, en el auditorio de la Biblioteca, situada en la Plaza de la Ciudadela, en el Centro Histórico de la ciudad de México, afuera de la estación del metro Balderas.
Yo tendré el gusto de comentar las películas, y sus semejanzas o diferencias con los textos de los que parten, con los asistentes. Aquí en Las historias aparecerán, cada día entre el 17 y el 21, notas sobre la película que será exhibida en esa fecha. Ojalá se animen a ir.
El programa completo es el siguiente:
Lunes: La tumba de Ligeia (1965) de Roger Corman
Martes: La caída de la Casa de Usher (1928) de Jean Epstein
Miércoles: selección de cortos: El gato negro (2007) de Stuart Gordon; El péndulo, el pozo y la esperanza (1983) y La caída de la Casa de Usher (1981) de Jan Svankmajer
Jueves: La mansión de la locura (1972) de Juan López Moctezuma
Viernes: La máscara de la Muerte Roja (1964) de Roger Corman
Ya están avisados. Saludos a todos…[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]