Etiqueta: activismo

Escritores por Ciudad Juárez

Estoy en el aeropuerto de Ciudad Juárez, Chihuahua, a punto de tomar un vuelo a la ciudad de México. Estuve en días pasados en el tercer Encuentro de Escritores por Ciudad Juárez.
      Este encuentro reunió a escritores juarenses y de varias otras ciudades del país. Se hicieron mesas de lectura, conferencias y otras actividades (también se presentaron algunos libros, incluyendo La torre y el jardín, que fue comentada por Miguel Ángel Quemáin y José Juan Aboytia). La intención del Encuentro es lo más importante: comenzó en 2011 y fue impulsado, inicialmente, por el brutal asesinato de Susana Chávez, la poeta y activista juarense que se había vuelto famosa por su labor entre los grupos de derechos humanos que intentaban esclarecer los los asesinatos de mujeres en la ciudad, que continúan hasta hoy y siguen impunes en muchas ocasiones. A Chávez se atribuye la frase «Ni Una Más» como lema de la protesta; tras su muerte, un grupo encabezado por Antonio Flores Schroeder organizó el encuentro –según se dijo en varias ocasiones a lo largo de los días pasados– para continuar la oposición contra la violencia y para intentar, también, una especie de exorcismo. Las lecturas y demás actividades se realizan en lugares de la ciudad que fueron escenario de hechos violentos: la intención es reclamarlos.

[fusion_builder_container hundred_percent=»yes» overflow=»visible»][fusion_builder_row][fusion_builder_column type=»1_1″ background_position=»left top» background_color=»» border_size=»» border_color=»» border_style=»solid» spacing=»yes» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» padding=»» margin_top=»0px» margin_bottom=»0px» class=»» id=»» animation_type=»» animation_speed=»0.3″ animation_direction=»left» hide_on_mobile=»no» center_content=»no» min_height=»none»]

El poeta Rubén Rivera antes de una de las actividades del Encuentro
El poeta Rubén Rivera antes de una de las actividades del Encuentro

Para mí, la necesidad de este acto que tiene mucho de ritual se vio durante una de las lecturas en las que participé. Al terminar la ronda de textos, un hombre del público pidió la palabra para decir que nada de eso –de las lecturas, de la poesía, de la literatura– servía para nada. Que nada de eso podía nada contra la violencia. Que a él le habían matado un hijo y que todo aquello era una pérdida de tiempo. Luego se fue. Todos nos quedamos callados. Lo primero que pensamos (lo sé porque lo comentamos posteriormente) fue que no podía responderse nada a semejantes palabras, que provenían de un horror y un sufrimientos reales, ineludibles. Que realmente no había nada más que decir.
      Sin embargo, inmediatamente después una mujer dijo que no: que ella encontraba en las palabras, en la poesía, en la literatura, al menos la posibilidad de distracción; de consuelo. Esto puede parecer trivial pero, entendimos, no lo es. Lo comentamos allí mismo y yo llegué a esta idea: que el lenguaje –el medio que tenemos, el único, para explicarnos y dar sentido a nuestra experiencia en el mundo– sirve para muchas cosas, y entre ellas para que una comunidad pueda reponerse de las catástrofes: seguir adelante, reteniendo el recuerdo y la indignación por lo que le sucede y a la vez sin renunciar a todo lo otro que es también humano más allá de nuestra propensión por la violencia. Negarnos al lenguaje es reducirnos a un estado bestial, es destruirnos de otro modo. Encuentros como éste realizan la labor de recordarnos este hecho y reabrir, al menos para algunas personas, esas otras posibilidades de lo humano. Es una labor dificilísima, de éxito incierto, pero también es una labor imprescindible.
      Esta página de Facebook es una de las constancias del Encuentro. Y en este blog se puede ver algo de la actividad del Encuentro más allá de Ciudad Juárez: numerosas actividades paralelas en apoyo del mismo en varios países. Literalmente hubo miles de participantes en esos encuentros paralelos, virtuales, por Ciudad Juárez. Yo agradezco la oportunidad de haber participado en éste.

[/fusion_builder_column][fusion_builder_column type=»1_1″ background_position=»left top» background_color=»» border_size=»» border_color=»» border_style=»solid» spacing=»yes» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» padding=»» margin_top=»0px» margin_bottom=»0px» class=»» id=»» animation_type=»» animation_speed=»0.3″ animation_direction=»left» hide_on_mobile=»no» center_content=»no» min_height=»none»]

Algunos de los participantes en el Encuentro
Algunos de los participantes en el Encuentro
[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]

Etiquetas: , , , , , , , ,

Anotaciones del Día de Muertos

Alberto Buzali hizo una breve antología de epitafios, algunos famosos y otros menos.

Erika Mergruen escribió este texto en su blog, Criptas.

La colección «La Guillotina» de libros gratuitos tiene en línea la Danza macabra del cementerio de los Santos Inocentes de París: un texto esencial sobre la que siempre llega.

El blog «Nuestra aparente rendición» enlaza a un proyecto colectivo: los textos de 139 mujeres en recuerdo de las muertas de Ciudad Juárez.

Está en línea, también, 72migrantes.com, un proyecto de Alma Guillermoprieto: un altar virtual a los migrantes asesinados recientemente en Tamaulipas, con textos, música e imágenes.

Y yo, hace rato, salí a la calle, me detuve con Raquel en un restaurante y escuché la conversación de dos personas.
      –Antes –dijo una, mientras se comía una gringa: tacos de carne al pastor y queso– no estaba cerca la muerte. Y ahora aquí está, rondando.
      Las palabras me parecieron una mentira vil: el signo de una hipocresía y una ceguera terribles. La violencia de estos días es la que es, pero la muerte siempre ha estado entre nosotros. Simplemente algunos, los más afortunados, nos las habíamos arreglado para ignorar el sufrimiento de los otros, el miedo y el dolor. Ahora, que el grupo de los afortunados se ha reducido, muchos nos sentimos desprotegidos y vulnerables.
      Pero esta conciencia debería servirnos de algo. Después de todo, aún estamos vivos.

Etiquetas: , , , , , , , , , , , , , , , ,

1,000 millones de hambrientos

Una invitación breve, y fuera de tema, pero urgente: la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) está impulsando una campaña que merece apoyo. El sitio http://www.1billionhungry.org/faomexico/ aloja la petición «1000 millones de hambrientos», para combatir precisamente el problema de que una de cada seis personas en este planeta padece hambre crónica. Se sabe qué hacer y cómo hacerlo: lo que falta, dicen los representantes de la FAO, es «un compromiso mayor de los líderes mundiales». Este compromiso se puede exigir: la meta es reunir al menos un millón de firmas que lo exijan para noviembre, cuando la petición será presentada en reunión del consejo de la FAO. Una vez más: se puede firmar aquí.
      El comunicado en PDF sobre la campaña, que ya ha recolectado 15,000 firmas en México, se puede leer aquí. Si les preocupa la situación en el país y en el mundo, ésta es una de varias posibilidades para actuar. Y no cuesta, y es simple. Yo digo que ayudemos.

Etiquetas: , , , , , , , , ,