Concurso

Concurso #74

53 comentarios

Esta bitácora convoca una vez más a su concurso mensual. Los interesados pueden comenzar observando esta imagen:

20111203-194434.jpg

Instrucciones:
1) Suponer que esta imagen representa un instante de una historia.
2) Imaginar cuál es esa historia: qué está pasando allí, qué momento se anuncia, por qué, quiénes están presentes, qué hacen. No se trata de explicar la imagen, ni de escribirle un pie de foto, sino de tomarla como punto de partida para imaginar una historia propia.
3) Escribir la historia, en forma de cuento brevísimo (minificción), en los comentarios de esta misma nota.

El o los textos ganadores recibirán un trofeo virtual y serán seleccionados considerando la opinión de quienes decidan opinar. La fecha límite para participar es el 29 de diciembre. Quedan invitados.

Entrada anterior
Ganadora del concurso #73
Entrada siguiente
Ganadores del concurso #74

53 comentarios. Dejar nuevo

  • Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: Esta bitácora convoca una vez más a su concurso mensual. Los interesados pueden comenzar observando esta imagen: Instrucciones: 1) Suponer que esta imagen representa un instante de una historia. 2) Imaginar cuál es esa his……

    Responder
  • sele stanley
    03/12/2011 7:53 pm

    Que interesante…un desafio a los escritores noveles y amateurs!!!…a ver si me animo!!!

    Responder
  • Cuantos caracteres o cuartillas; Alberto.

    Gracias
    Saludos

    Responder
  • Andrés Carmona
    03/12/2011 9:52 pm

    La Escuela Secundaria No. 325 Enrique Vázquez Selem, fue la primera institución educativa en México en impartir el taller de Levitación Armónica. Esto como innovadora respuesta al alto índice de tensión juvenil en la década de los años veinte. Fue en esta primera camada de alumnos flotantes donde se forjó nuestra medalla de oro en Danza Hiperbórea, Jennifer Gómez.

    Responder
  • Y cuando despertó Ellas aun seguían en el salón y Él también

    Responder
  • Tuvo una ilusión de cuatro espectros en el salón, y el salón lo tuvo a él en una ilusión con cuatro espectros…

    Responder
  • Eduardo Villegas
    04/12/2011 2:31 am

    Actor

    Veinte minutos antes de las 8:00, cigarro y café, ritual repetido sin variación las últimas 207 semanas de su vida.
    Contaba el tiempo en semanas, los años le abrumaban, esos mocosos tendrían su misma edad y estaban al filo de emprender alguna carrera, una mierda los años, las semanas son más palpables, soportables, los años no hacían más que burlase de él. Se lo explicaba por el hecho fatídico de haber nacido 31 de diciembre de 1989. No creía en el psicoanálisis. Su terapia era observar, su terapia y el detonador de una ira abrasiva.
    Si no hubiera sido así, si no… ¿Cuántos años tienes?, 18, ¡claro!, sí en verdad, quiero ser actor no tengo dinero, ¿puedo?, pero no tendrás sueldo, no importa con tal de…, habla con Clara en la oficina del fondo, ella te dirá qué hacer… tiempo después en su semana 208 de trabajo y 1144 semanas de nacimiento, se decidió, pues le quedó muy claro desde un principio, que nunca iban a dejarlo entrar a ningún curso, a ninguna clase, nadie le hablaría jamás a menos de que hubiera algo que cargar o arreglar.
    Interrumpió el cigarro, tiró el café, cruzó a checar entrada 7:45 am, dispuso las puertas según el plan, el resto transcurrió como cualquier día, siempre por las esquinas, invisible empleado que los precoces megalómanos aprendices de actuación no verían venir.
    Semana 209, además de café y cigarro, el periódico anunciaba en primera plana de las noticias domésticas la misteriosa desaparición de una joven promesa en el cine. Tiró el diario huérfano de la historia principal de la sección local, sonrió complacido por su graduación con mención honorífica y salió en busca de otro trabajo, una tienda 24/7, y quién sabe, tal vez algún día sería famoso.

    Responder
  • Yo voto por el cuento sin título de Andrés Carmona, y solicito al Viajero del Tiempo que reemplace mi cuento por este en el libro Historias de las Historias.

    [Me tardé en pedírselo pero el Viajero ya est(á)/(ba)/(uvo) despidiéndose de Rasheny]

    Responder
  • Gunther Von Almodóvar
    05/12/2011 7:57 pm

    La piel que habitan

    Mejoré mi procedimiento de plastinación. Cuando el gobierno se enteró que ya no estaba usando los cadáveres de los presos políticos que ellos me enviaban para desaparecerlos sino seres vivos para mejorar la expresión de los ejemplares que mostraba en mi espectáculo me enviaron a unos agentes federales a detenerme. Me enteré por mis informantes, les tendí una emboscada a los agentes y a todos ellos los atrapé en el camino y los sometí a una operación de cambio de sexo. Ahora miran angustiados y sin poder hacer nada cómo la gente los observa ser parte del Salón: «Mujeres haciendo aeróbics». Todos los visitantes se preguntan cómo pude lograr expresiones corporales tan auténticas. No saben que los ejemplares ahí expuestos aún están con vida ni que debo alimentarlos or sonda diariamente para que no pierdan su frescura. ¿El gobierno? No es un problema ya que he amenazado con sacar a la luz toda la verdad acerca del destino de los opositores a su régimen.Me gustaría que se pudiera escuchar lo que piensan mis ejemplares en exposición. Estoy trabajando en ello. En el siguiente espectáculo incluiré un «Salón del Horror» donde expondré grabaciones de los pensamientos que pasan por las mentes de estos desafortunados seres. Seguramente mi espectáculo será, como siempre, todo un éxito.

    Responder
  • Gustavo Romero
    05/12/2011 9:44 pm

    Extraña Senciacion

    Déjate llevar, me dije a mi mismo, estaba harto de las personas, solo quería estar solo, pero por desgracia no lo estaba, lo único que podía soportar era la música que invadía mis sentidos y electrificaba mis impulsos, además me liberaba de todo dolor y los remordimientos se esfumaban con cada compas y cada nota que aquella extraña canción producía.
    Después de todo empecé a relajarme, mis brazos y piernas se liberaron y comenzaron a fluir con un ritmo que nunca creí obtener, al poco tiempo comencé a sentirme libre de preocupaciones lo único que importaba era dejarme llevar por aquel ritmo y melodía, la habitación se me hizo inmensa y mi cuerpo empezó a sufrir de escalofríos, pero no podía dejar de bailar, quería gritar pero no encontraba las palabras, sentía el frio sudor recorrer mi cuerpo caliente, después de mucho bailar mi cuerpo empezó a liberar un dolor placentero, no estaba acostumbrado a tanto movimiento.
    De pronto mi vista comenzó a nublarse mi ilimitada energía se esfumo, el dolor se concentro en mi pecho y de repente todo perdió color…

    Responder
  • Siempre nos reunimos aquí, sin acordarlo. Acabamos viniendo por inercia. Como si no supiéramos si no a donde ir. A veces nos hablamos, pero las más, nos quedamos embobados viendo pasar las arañas en su quehacer tejedor.
    Nos queda tanto tiempo por delante, que no vale la pena apresurarse. Nos condenaron a la eternidad y ya nos cansamos de buscar, por todos los rincones, la salida a esta masa viscosa que llaman vida.

    Responder
  • «Bailarinas improvisadas»..Cinco amigas concurren a un salón de baile, regentado por un personaje que desde un rincón no atina ni a mirar los bailes libres de cinco jóvenes .quienes a su modo ensayan pasos y movimientos.
    La indiferencia del dueño del salón es evidente,la música la pone y aprovecha el tiempo para leer mientras espera que acabe el disco e ingrese un nuevo conjunto de bailarines.
    Cada joven se libera a su manera.por un tiempo hasta un tiempo.

    Responder
  • Despertaban, empezaban a amanecer. Ya no amanecía con soles rojos, ni escarcha, ni tundra. Todas las mañanas tenían que representar el ritual del amanecer si querían despertar…

    Responder
  • La carnada.

    -¿Recuerdas?
    -Quisiera.

    Responder
  • El problema no eran los espejos, ni las letras anticuadas. Tampoco eran ese par de bocinas desgastadas que habían servido de sonido en incontables y horrendas bodas. No era tan grave que no supieran bailar, que tuviesen brazos y manos y dedos de plasticoides blandos. No importaba que unos fueran cyborgs y tuviesen más gracia que los no-alterados. Sus peinados eran irrelevantes; las posiciones de sus cuerpos, grises, y tampoco preocupaban un carajo.

    Lo ingrato no era que no llevasen cinturones ni antifaces o lentes o uniformes. Si unos se detenían al terminar la música y otros no, eso a nadie le habría alarmado. Aquello pavoroso no era que fuesen sordos o mudos o que no sintieran las vibraciones y bailaran como idiotas, sino que todos eran absolutamente blanco y negro. Los colores, que tal vez partieron cuando paró la música, no estaban en sus ridículas posiciones, ni en sus bocas ni manos. Tampoco en las pupilas de nadie ni en las mías. Grises.

    Responder
  • Los cuerpos como instrumento de lenguaje.
    Expresiones de optimismo en un mundo esteril.
    Los espejos reflejando toda esa esperanza juvenil,
    toda esas ganas de cambiarlo todo sin saber bien
    como hacerlo.
    La danza, olas en un mar traicionero.
    Tal vez todo cambio puede empezar con unos pasos
    de baile, en un salon de luces furiosas y espejos
    demasiado reveladores.

    Responder
  • Eduardo Villegas
    07/12/2011 10:46 pm

    Redimido

    Na, ya no hago eso, ya no hago nada de lo que hacía, ya ves que empecé acá muy chingón según yo, según el pedo estaba en entender todo, y leí como bruto tanta chaqueta mental que ya ni me acuerdo…

    Simón está bien que esos vatos se claven y hagan sus investigaciones que nadie va a leer, pero nel… y luego cuando me dio por ponerme a según bien antisistémico, ya te la sabes que a webo los zapatistas y que simón pinche sistema de la chingada, opresor y todo ese rollo que siempre es lo mismo…

    Si güey, deja que termine, estoy hablando de mí no de los vatos que neta creen que va a cambiar el mundo, que sigan luchando está chido, aún así si hoy me dicen que qué opino de todo ese desmadre político y tengo que responder a webo, pos sí digo que la izquierda, que soy de izquierda pues, pero ese no es el pedo, ya cuando me di cuenta que ahí no estaba mi rollo empezó a valer madres todo, volví a escribir, desde morro según yo escribo mamadas, pero pos ni quién las lea, nomás yo mismo después de años que lo veo y decía, puta que redacción tan de la chingada y según yo ya andaba acá apuntalándome para ser más chingón que Cortázar, y pinche Sabines poeta menor… pero ese no es el pedo tampoco, ya me di cuenta que nomás a mi morra le gustaba lo que escribía pero pues si yo soy guapo según ella ya te imaginarás la tolerancia que tiene con uno, ojos de amor apendejante…

    No güey, no le estoy diciendo a ella nada, ella es chida, a ver cabrón déjame hablar… la cosa cambió de un chigadazo, se me metió la idea de hacer danza…

    Mta pendejo, eres un pendejo orangután, pero ya déjame acabar… ya estaba yo que me llevaba la chingada, siempre pensando, siempre acá analizando, no podía escribir nada decente, el trabajo pues ya en otra cosa, ni madres que la educación bien chingona libertaria y todo el pedo del brasileño este güey Freire… na mis tanates, voy a hacer danza y teatro, ámonos… a webo, y me metí a chambear a una academia patito de por la casa, nomás ayudando… y echaba ojo, y nomás no me animaba y no me animaba, y me seguía cargando la chingada…

    Ya, sí güey, ya voy… para hacerla corta, un día a la chingada con el rock mamón y puse una piche canción de Gloria Trevi y me puse a bailar lo más joto que pude, lo más pinche maricón…

    Sí… así cabrón, agarrándome las nalgas, y acá con los brazos y moviendo la maceta como de anuncio de pantene, y todos mis pinches pedos se fueron al carajo… ahora tengo una taquería güey y me echo mi ida mensual al Monicas.

    Decir homosexual es para los que tienen pedos con eso, yo no tengo problemas con nadie, y la jotería es otra cosa, sigo con mi morrita, nomás bailo chingón en la mañana y una ida al mes al ambiente y mírame…

    Responder
  • Ese viejo sentir acomodaticio de caída ‘lounge’ permanecia, aún después de terminados los tiempos de la infame reforma anti-diaspórica del pensar libre, después del enraizamiento definitivo de la Protodictadura sistémica. Lo que en su momento eran obscenos espacios de descanso para las ociosas carnes de la vieja oligarquía, renacían hoy como clandestinas plataformas de entrenamiento psicofisico, herencia que aún respiraba de las antiguas academías femeninas de desarrollo integral, cerradas entonces por el regreso del phallus gobernante. Se pensaría de este lugar como una blanca celda vestida de querencia, donde las discretas hermanas podían escapar por un momento de la nueva opresión viril sobre el vientre de la diosa. El astuto femenino había sacado una vez más provecho de la vil dureza de la nueva situación, castradora del antiguo impulso de telúrica ganancia, al principio de la Primera República hacía ya dos perdidas centurias. Algunos varones gentiles las acompañaban en secreto, incluso a riesgo de perder la vida, sinembargo todos persistían en su fuero interno, caldeando la enjundía, empollando el embríon de un incipiente anhelo contestatario, el perímetro de un nuevo valor aumentaba y contenía la amenaza de desembocar en una era sedienta de sangre nueva. La liberación tanto rato esperada solo eclosionaría cuando el furor contenido en los atrapados visitantes rompiera el dique del dudoso sentido común; el temor de nuevo sería pábulo de la audacia.

    Responder
  • Wittgenstein
    08/12/2011 6:39 pm

    Larga Espera
    Acudí como cada tarde a observarla. Antes, cuando podía pagar el costo del taller de cuento, me la topaba en los pasillos de ese recinto. Ahora la veo desde la ventana, no importa esta lluvia ácida, un perro me acompaña, él sabe de mi amor por ella. Ambos la seguimos cuando camina hasta su casa para asegurarnos de que llegue bien. Me gusta imaginar que ella sabe que la espero, que esa es la conversación que tiene con sus amigas, que soy su novio. Cuando ella falta a su clase el mundo pierde sentido y quiero desahogar mi dolor contra quienes se atraviesan en mi camino, ya sea en la calle o en el Metro. Quiero romper la guitarra del ciego, tirarle el libro a ese señor que lee dentro del vagón. Todo pasa por mi mente, sólo me salva su imagen última, con sus brazos extendidos y con el pensamiento de quien anhela y espera que al término de la clase yo la acompañe hasta su casa como cada día al oscurecer.

    Responder
  • Es amable con las mujeres, eficaz en su trabajo, una luz en el gimnasio. Solamente no soporta los espejos.

    Responder
  • Daniel Flores
    09/12/2011 11:36 am

    Yo venia cada Domingo en este maravilloso salón, me encontraba con famosos bailarines que lograban crear su propia coreografía, maestros, expertos y muchas otras personas. Cada día lográbamos inventar pasos locos porque cada mes se encontraba un concurso de baile, el salón era muy pequeño para practicar pero nadie se daba por vencido. Nos ponían diferentes tipos de música y debíamos reflexionar el ritmo para crear la mejor coreografía, aveces los maestros nos exigían demasiado, estaban tan emocionados por el concurso que no se daban cuenta de que aquí lo importante es la diversión, con demasiada coreografías y un duro esfuerzo ganamos la competencia y nuestro trofeo sigue marcado en ese viejo y pequeño salón.

    Responder
  • Sebastián
    13/12/2011 9:20 am

    Era lógico pensar en la araña danesa. Ese animal vivía sus últimos días como si fueran los primeros, los segundos, los terceros… La mosca depositaba sus huevos en la espalda de la araña sin que esta la viera, y sin que sintiera nada. Desde ese momento, un nuevo organismo se apropiaba de ella, de sus jugos.

    Un buen día, el panorama se oscurecía gradualmente. Las moscas irrumpían como el psicótico en la sala de meditación y relajación. Disparaba y disparaba. Los cuerpos caían, llegaba el relevo…

    Responder
  • Puso a prueba su más reciente invento: un artefacto ingenioso para detener el tiempo. Mientras la máquina cumplía con su programación, él, el creador, las miraba danzar, extáticas, por un eterno segundo desde su rincón.

    Responder
  • Nadie sabe si el muchacho es brujo, adivino o simplemente es porque es guapo, pero cada vez que se mete al salón donde ensayan las muchachas, la tierra se sacude con fuerza y en exclusiva frente a sus ojos comienza una danza capaz de mostrar la naturaleza más vulnerable de las ninfas. Depende mucho del humor del muchacho, pero casi siempre elije a la que se olvida del glamour y se concentra en equilibrarse.

    Responder
  • ZOMBIE-N IRRESPETUOSOS

    Los alumnos de la clase de teatro preparan un especial musical de Michael Jackson, y al ritmo de Trhiller creen poder igual la soltura de la samba zombie que los alumnos de la clase de integración a la nueva vida bailan en el piso de abajo.
    En su esfuerzo por parecer tan bellos como los muertos vivientes, los alumnos de teatro lucen escalofriantes y pierden por completo el ritmo. Uno a uno son reprobados, y los últimos tres serán expulsados por burlarse de sus compañeros de piel verdosa.

    Responder
  • Me apunté a aquel taller literario con la intención de escribir. En la primera clase nos desnudamos para vencer la timidez. En la segunda, el profesor separó las mesas e hizo que bailásemos al son de la música:
    —La escritura—dijo—es como el ballet. Una danza inasible de caracteres. ¡Moveos! ¡Sentid los personajes, dejad que fluyan las historias, que bailen, que palpiten al ritmo de la melodía del lenguaje! La literatura es armonía, tonalidad, plasticidad y una perfecta coreografía de palabras. ¡Danzad, danzad, malditos! ¡Permitid que las musas y los sueños os atrapen!
    Aquellas clases marcaron mi futuro.
    Jamás escribí nada importante, pero me convertí en la primera bailarina de El ballet Imperial Ruso.

    Responder
  • BELLÍSIMAS PERSONAS
    El hombre toca el timbre de la puerta. Le abre una mujer mayor, cansada y con señales de haber llorado durante días. Se fija en su pelo oscuro, sucio y apelmazado en la cabeza como pasta de cemento a punto de solidificarse. Viste una bata azul oscura. Su aliento huele a whisky. De fondo, en el cuarto de estar, se escuchan unos acordes de una pieza de Chopen. Ella lo observa con indiferencia. Hace días que todo dejó de importarle. Apenas siente un dolor en el estómago, un irreprimible vacío que ni siquiera el alcohol consigue llenar. Es el cáncer de la incertidumbre. Es el hecho de no tener noticias lo que la está devorando por dentro, como un tumor maligno que destruye y mata con rapidez cuanto encuentra a su paso.
    —Hallé esto tirado en la calle —dice él, mientras le enseña un bolso negro de cuero.
    La mujer lo coge. Aturdida, reconoce el documento de identidad, el lápiz de ojos, el estuche de maquillaje y la cartera sin dinero ni tarjetas de crédito.
    —Pa… Pase, por favor.
    Le conduce hasta el salón. Allí, entre estanterías repletas de libros viejos, una televisión de 32 pulgadas y un sofá sobre el que descansa un perro, se fija en una foto colgada en la pared. Hay varias chicas jóvenes en una clase de danza. Están felices, ajenas al mundo, a la maldad y a los problemas, mientras mueven sus cuerpos inasibles en la pista de baile.
    —La… La ha visto
    —¿A quién? —pregunta él.
    —A mi hija. Desapareció hace una semana.
    —No.
    Pero eso él ya lo sabe.
    La violó y descuartizó el sábado por la noche.
    Después, la enterró en el bosque.

    Responder
  • La consentida
    Justo antes de hacer el giro donde todas nos concentramos al centro y las demás me elevan, paró la música, y en un grito, a todas les dijo estúpidas menos a mí. –De las cinco no hacemos una– dijo justificando su enojo. Yo levanté mi voz para pedirle que nos dejara intentarlo otra vez pero se negó. Dijo que era inútil. –Tú lo haces muy bien, no te preocupes– agregó. Sentí al mismo tiempo orgullo y pena. Caminé sola a mi casa esa tarde después del ensayo porque ninguna de mis amigas me quiso acompañar, les oí cuchichear en el baño que yo era malísima bailando, y que sólo por mis nalgas era que Pepe me elogiaba al bailar. También dijeron que me sacarían del grupo, que ya nunca estaba con ellas y me había puesto rara. Yo sé que no es así; ellas no entienden que he madurado y lo que el maestro de danza aprecia, aparte de mi facilidad para el jazz, es la cantidad de niñas que traigo a sus “clases” infantiles; las que amablemente, cada sábado comparte conmigo, a veces en guisos muy elaborados, a veces en simples asados al carbón.

    Responder
  • Vueloral

    Con mis dientes le jalo la oreja a la chica hasta tirarla, otra se inclina para escuchar mi voz, aquella intenta palparme al sentir un beso sin cuerpo. Amo a mi dentista porque me duerme la boca y sueño todo esto, sabores, palabras que no me atrevo en vigilia. Vuelo oral hasta oídos remotos, antiguos.

    Responder
  • KO
    Se hizo boxeador a los doce años. Aprendió con Ricky todo lo que hay que saber para noquear a un púgil. Le enseñó a moverse en el cuadrilátero. El boxeo era igual que el ballet, una danza de estrategia, desplazamientos y golpes. A los veinticuatro obtuvo el título mundial welter por KO. Pasó de vivir en una mísera chabola en Santa Marta a una mansión en un barrio residencial de Madrid. Se enamoró de una bailarina en un club de streaptease. Había otras, moviendo sus esculturales cuerpos por la pista de baile. Sin embargo, el solo tuvo ojos para ella. Dos meses más tarde se casaron.
    Un día, la suerte le fue esquiva, perdió su corona mundial a los puntos en un combate amañado y entró en una depresión. Se gastó el dinero en alcohol, drogas y putas. Su esposa terminó por abandonarle. A los treinta estaba arruinado, sin amigos, enganchado a la heroína y convertido en un delincuente.
    Ahora, oculto en aquel solar, recorre con la yema del dedo índice el contorno de una vieja fotografía. Acaricia su pelo, sus ojos y su risa mientras su exmujer contonea sus caderas junto a otras chicas en la clase de danza. Aquél es el único recuerdo de lo que fue su vida. Sus sueños de ser feliz se han volatilizado y en un atraco acaba de matar a un dependiente. Sabe que es el fin. Aun así, se aferra a la pistola. Va a vender cara su piel en una partida a todo o nada.
    —¡Venid a por mí, cabrones!
    Los agentes de policía empezaron a disparar y esa noche teñida de sangre, entre casquillos de balas, gritos y proyectiles silbando al viento, la muerte le concedió el último baile.

    Responder
  • Felicidad Artificial

    Los niños crecian anclados al suelo, como girasoles buscaban la felicidad del sol, su luz, pero estaban en una habitación cerrada… en ella el sol no llegaba. Pero ¡No importa!- exclamaban los hombres adultos- ¡Les venderemos felicidad artificial en forma de bombillas como verdadera!… Pobres girasoles… ¡vivirán una infancian sin conocer la autentica felicidad del sol!

    Responder
  • Bastó una sola nota para derrumbar los muros que ellas mismas se habían construido.

    Responder
  • Una pieza oscura

    La primera vez fue un accidente, dejar la cámara así encima de una silla por descuido o para sacudir la silla de al lado, sin prevenir los alcances de la fatalidad hasta que el flash y el sonido del obturador los hicieron tangibles, fue entonces que las bailarinas del cuarto oscuro vieron por primera vez el color del piso revelando las huellas erráticas que su baile iba dejando, ritmo degenerado por la falta de talento.
    Lo que sucedió después no es el tipo de cosas que se quedan impregnadas en una fotografía accidental. El dueño de la cámara recuerda a las bailarinas en su última pieza oscura y se pregunta cuantas veces la realidad está como agazapada y despeinada, ilógica, esperando a que un flash le revele su propia cara.

    Responder
  • Giselle Castro
    27/12/2011 2:25 am

    Solo una vez más.

    Cada mañana la rutina era la misma, tener que salir al salón a bailar había dejado de ser tan entretenido como aquél día; mis ilusiones de volverte a ver permanecían firmes y constantes como cuando te conocí.
    El sudor que brotaba de mi frente y chocaba con la pista de baile acompañado de concentración. Un rayo de luz brotó por la puerta principal, calzaba unos zapatos Supra, tenía unos hermosos ojos cafés y un cabello de igual color; se acercó a mi y se sonrió, las chicas se juntaron junto a el haciendo imposible verlo, me di cuenta de que jamás lo podría conocer bien; la nube de chicas abrió un estrecho pasillo que me dejó ver un poco, él salió de aquél pasillo y tomó mi mano, susurró a mi oído palabras que me hicieron llorar, me sequé las lagrimas y comenzé con aquella danza, no dejaba de mirarlo.
    Al acabar todo escribió «OLLG» en mi muñeca y se fué, desde entonces vengo cada día a este lugar esperando encontrarme de nuevo con el, solo una vez más…

    Responder
  • PERSPECTIVA
    El último grito de la moda en arte, el divagantismo. En esto consiste: La gente que va a las exposiciones es colocada en un salón amplio, lleno de espejos y marcos vacíos, y allí un viejito amable, con ayuda de la música que se desprende de una bocina acomodada en alto, les pone a hacer unos bailes raros y a pronunciar palabras que no existieron hasta ese momento. A partir de que llegan a algo muy parecido al estado de trance, es que comienza la exposición, y todos se reparten educadamente a ver las obras.
    Lo único malo es que cada quién ve cosas distintas: cuatro amigas se molestan porque las obras son “muy para viejitos”; señoras ven conejos, dos adolescentes miran puros senos, un señor se escandaliza por tanta obscenidad, una parejita dice: “plagios, y además, con muy mal gusto”. Nadie se pone de acuerdo, ni siquiera algo para defender, o al menos vendible. No va a pegar.

    Responder
  • Lo había posteado anteriormente, sólo hago una pequeña corrección, y agrego título.

    FEALDAD
    Es amable con las mujeres, eficaz en su trabajo: una luz en el gimnasio. Solamente no soporta los espejos.

    Responder
  • Flexión, entre rodillas sea dicha. Se apartan, en carrera la primera de la segunda. Dar un paso en falso es potencialmente fatídico; las fantasías se tocan entre dedos, mano al viento y después. Es acaso el espejo un error en el registro, ningún presente puede mirarse, caería entre formalidades motoras, ahí donde el corazón rebota está la música. Timidez, a calor de cuerpo un espectro; repetir, respira, entre cuellos sea dicha. Reflexión.

    Responder
  • Rutina
    El despertador sonó, como siempre, a las seis de la mañana y, como siempre, lo apagué con un gesto maquinal. Decidí que diez minutos más de sueño no me harían ningún daño y me darían energía para enfrentarme a la bola de escuinclas flojas que sólo habían entrado a mi clase porque era fácil de aprobar.
    -Apúntate con la maestra Laura, no tienes que hacer nada, sólo presentas una coreografía y pasas –.Yo escuché varias veces ese comentario, pero siempre fingí sordera en esas ocasiones.
    Me quedé dormida.
    Desperté con un fuerte dolor de cabeza y la sensación de olvidar algo, tomé el reloj y vi que eran las once de la mañana.
    -¡Puta madre! –grité y salté de la cama.
    Mi ropa estaba manchada de sangre y el cuerpo me dolía como si me hubieran dado una tunda.
    -Ni hablar, así no voy al trabajo –le dije a mi reflejo-, hoy me tomo el día de la regla y me quedo a lidiar con mis hormonas en la cama.
    Prendí la tele y entré al baño para preparar la tina.
    -Un trágico suceso ha conmocionado a la población de Guadalajara –escuché mientras me quitaba la ropa-, una maestra de danza contemporánea, enloqueció y apuñaló a sus alumnas, hay una muerta y cuatro adolescentes en estado crítico, la maestra que se dio a la fuga, responde al nombre de Laura Martínez.
    Yo estaba desnuda, muda y petrificada frente al televisor viendo mi foto con un letrero de “se busca”.
    La puerta se abrió de golpe y me encontré con cuatro uniformados apuntándome con sus pistolas.
    Desperté.
    Sólo habían pasado cinco minutos, me bañé, me vestí y salí para el trabajo.
    Abrí la puerta del salón, vi a mis alumnas y me di la media vuelta sin dar explicaciones.

    Responder
  • Sin cartílago en las rodillas entró a la academia de baile «David Bowi».
    -Pero mira el cartílago es un requisito, le dijo Samuel.
    -Ni se dan cuenta, dijo ella.
    Preocupado, insistió en entrar con Estela a su primera clase por cualquier cosa. Samuel dijo «con permiso» y se fue directamente a la esquina.
    Empezó el baile. Sintiendo la música, Estela se meneaba a destiempo. Inmediatamente comenzaron las burlas, todas se dieron cuenta de que le temblaban las piernas.
    Acabó la clase. La instructora le dijo que no le recomendaba inscribirse porque aunque pareciera arrítmica era evidente que tenía un problema de cartílagos y obesidad.
    -Ya viste cómo te falsea la rodilla. No te conviene, ya sabes cómo son las niñas de crueles, mejor váyanse.
    Se fueron.
    Samuel no le dijo nada en el trayecto a su casa, sólo soltaba un «Ja» irónico cada 6 o 7 minutos.
    Pero Estela estaba serena, casi satisfecha. Saliendo de la academia se dio cuenta que su cuerpo generaba un sabroso baile y ritmo cuando caminaba, al compás del coqueto replique de sus carnes.

    Responder
    • Irasema Fdz.
      28/12/2011 5:42 am

      Se me ocurre un título «No nació de ti pero nació en tu cuerpo»

      Saludos! n_n

      Responder
      • Irasema Fdz.
        28/12/2011 5:49 am

        Algo hice y se borró mi publicación (lo digo por si se repite o algo). Saludos!

        No nació de ti pero nació en tu cuerpo

        Sin cartílago en las rodillas entró a la academia de baile: «David Bowie».
        -Pero mira, el cartílago es un requisito, le dijo Samuel.
        -Ni se dan cuenta, dijo ella.
        Preocupado, insistió en entrar con Estela a su primera clase por cualquier cosa. Samuel dijo «con permiso» y se fue directamente a la esquina.
        Empezó el baile. Sintiendo la música, Estela se meneaba a destiempo. Inmediatamente comenzaron las burlas, todas se dieron cuenta de que le temblaban las piernas.
        Acabó la clase. La instructora le dijo que no le recomendaba inscribirse porque aunque pareciera arrítmica era evidente que tenía un problema de cartílagos y obesidad.
        -Ya viste cómo te falsea la rodilla. No te conviene, ya sabes cómo son las niñas de crueles, mejor váyanse.
        Se fueron.
        Samuel no le dijo nada en el trayecto a su casa, sólo soltaba un «Ja» irónico cada 6 o 7 minutos. Pero Estela estaba serena, casi satisfecha. Saliendo de la academia se dio cuenta que su cuerpo generaba un sabroso baile y ritmo cuando caminaba, al compás del coqueto replique de sus carnes.

        Responder
  • Carolina Ochoa
    29/12/2011 12:10 pm

    Eran tiempo difíciles una mala vibra se extendía en la comarca, los caminos de noche se habían vuelto peligrosos. Un grupo de asaltantes montados en Pickups de lujo, como jinetes del apocalipsis asolaban las calles, si por azar te encontrabas con ellos en el mejor de los casos perdías todos tu bienes, cuando te iba mal perdías la vida. Constantes operativos militares para erradicarlos habían cobrado más de una vida en civiles con balas perdidas.
    La maldad infiltraba y corrompía todos los ámbitos, los valores comunitarios se iban borrando ya no existía solidaridad ni fe en los gobernantes, las familias estaban divididas. no había amistad; ni siquiera el amor entre parejas. Las madres abandonaban a sus hijos y se abandonaban hasta a ellas mismas la mayoría de 14 o 15 años adictas a sustancias químicas continuaban inhalando durante la gestación así que los niños nacían ya intoxicados. Imperaba la ley del más fuerte, de la satisfacción inmediata, de el menor esfuerzo, de la indiferencia absoluta. La esperanza cada vez más débil no encontraba de donde aferrarse quizás las profecías de los antiguos pobladores se cumplirían y el 2012 sería el final de la humanidad , los hombres sabios estudiaban el origen de esta degeneración antinatural tratando de encontrar la solución que por imposible y lejana no llegaría a tiempo los días se sucedían con rapidez .
    Mientras tanto en las tierras desérticas del norte donde el clima obliga al aislamiento y el paisaje arido a la reflexión, en una pequeña comunidad, tenemos noticias que se han formado grupos de hombres que se reúnen para realizar una serie de movimientos corporales acompañados de música, ésta consiste en la unión de sonidos ancestrales y ritmos populares extraídos de las calles y barrios pobres. Es “Música Tribal”. Ellos bailan y todos detrás de ellos. Los llaman con su música ritual e insistente de un grupo de jóvenes iniciados llamados DJ que saben mezclar resonancias de invocación y surgiendo de la nada, provocan la aparición de algo sobre natural.” De lo Invisible”. Podríamos decir que: la fuerza de lo Invisible es como una cuerda que nos cruza y nos ata a algo o alguien, vibra en nuestro interior y nos hace enamorarnos o enfermarnos. Conservar esta vibración, es, lo invisible de la vida. No es un espíritu, es espíritu cuerpo y sus alrededores, es la fuerza misma de la vida. Quizás la voz de esa música hace que entremos en otra dimensión; estamos de pronto en ese desierto mítico donde duermen los dioses portentosos, mas tarde las resonancias los despiertan y crean un arroyo que invita a estos Dioses a navegar de su mundo al nuestro, pasan bailando a su propio ritmo a la sangre de los bailarines y su corazón ya no gobierna sus latidos .Los dioses llenan el aire enredados con la música y se encargan poco a poco de expulsar la mala vibra de esos demonios que se han colado del inframundo; y despiertan de nuevo el amor en nuestra dimensión.
    Ellos siguen bailando y han adherido elementos artificiales que incrementan su danza extensiones de sus botas de baile en las puntas que pueden llegar a medir hasta 2 metros.
    Las comunidades vecinas tienen ya sus grupos de baile, organizan concursos donde todos ganan, las escuelas han adoptado el baile dentro de sus materias básicas, las parejas se han vuelto a enamorar bailando, ahora existen danzas de trabajo, religiosas o tan solo recreativas, forma un eslabón más en la cadena de ecos que esperamos sea tan grande y llegue a oídos de estas ánimas poderosas y nos ayuden con esta situación porque de veras esto ya no es vida.

    Responder
  • Son ya muchas semanas desde que hice amistad con Rebeca, ella parecía ignorarlo, pero mucho antes de que me atreviera dirigirle la palabra, la seguía a la salida de la secundaria hasta que llegaba a sus clases de danza.
    Ahí me quedaba observando con atención sus movimientos imaginando que la yema de sus dedos en lugar de acariciar el aire tocaban mi rostro.
    Un día, saliendo de su ensayo, al verme sonrió en complicidad, ahora ya no tengo que esconderme más. Ella recibe con entusiasmo mi voyerismo.
    Mueve su cuerpo con mayor empeño, sus caderas, sus piernas con una sensual cadencia que con facilidad ignoro.
    Mi atención se fija en esos dedos cuyo contacto me ha resultado ajeno. El lenguaje de las manos es difícil de falsear, una caricia no puede fingirse, se detecta al instante.
    Todavía no me decido pero extrañaré los acordes de música cuando las manos de Rebeca recorran mi rostro cuando formen parte de mi colección.

    Responder
  • Carolina Ochoa
    29/12/2011 3:30 pm

    Eran tiempo difíciles una mala vibra se extendía en la comarca, los caminos de noche se habían vuelto peligrosos. Un grupo de asaltantes montados en Pickups de lujo, como jinetes del Apocalipsis asolaban las calles, si por azar te encontrabas con ellos en el mejor de los casos perdías todos tu bienes, cuando te iba mal perdías la vida. Constantes operativos militares para erradicarlos habían cobrado más de una vida en civiles con balas perdidas.
    La maldad infiltraba y corrompía todos los ámbitos, los valores comunitarios se iban borrando ya no existía solidaridad ni fe en los gobernantes, las familias estaban divididas. no había amistad; ni siquiera el amor entre parejas. Las madres abandonaban a sus hijos y se abandonaban hasta a ellas mismas la mayoría de 14 o 15 años adictas a sustancias químicas continuaban inhalando durante la gestación así que los niños nacían ya intoxicados. Imperaba la ley del más fuerte, de la satisfacción inmediata, de el menor esfuerzo, de la indiferencia absoluta. La esperanza cada vez más débil no encontraba de donde aferrarse quizás las profecías de los antiguos pobladores se cumplirían y el 2012 sería el final de la humanidad , los hombres sabios estudiaban el origen de esta degeneración antinatural tratando de encontrar la solución que por imposible y lejana no llegaría a tiempo los días se sucedían con rapidez .
    Mientras tanto en las tierras desérticas del norte donde el clima obliga al aislamiento y el paisaje es desolador, en una pequeña comunidad, tenemos noticias que se han formado grupos de hombres que se reúnen para realizar una serie de movimientos corporales acompañados de música, ésta consiste en la unión de sonidos ancestrales y ritmos populares extraídos de las calles y barrios pobres. Es “Música Tribal”. Ellos bailan y todos detrás de ellos. Los llaman con su música ritual e insistente un grupo de jóvenes iniciados llamados DJ que saben mezclar resonancias de invocación, surgiendo de la nada, provocan la aparición de algo sobre natural.” De lo Invisible”. Podríamos decir que: la fuerza de lo Invisible es como una cuerda que nos cruza y nos ata a algo o alguien, vibra en nuestro interior y nos hace enamorarnos o enfermarnos. Conservar esta vibración, es, lo invisible de la vida. No es un espíritu, es espíritu cuerpo y sus alrededores, es la fuerza misma de la vida. Quizás la voz de esa música hace que entremos en otra dimensión; entramos de pronto en ese desierto mítico donde duermen los dioses poderosos, mas tarde las resonancias los despiertan y crean un arroyo que invita a estos Dioses a navegar de su mundo al nuestro pasan bailando a su propio ritmo a la sangre de los bailarines y su corazón ya no gobierna sus latidos, los dioses llenan el aire enredados con la música y se encargan poco a poco de expulsar esa mala vibra de esos demonios que se han colado del inframundo; y despiertan de nuevo el amor en nuestra dimensión.
    Ellos siguen bailando y han adherido elementos artificiales que incrementan su danza extensiones de sus botas de baile en las puntas que pueden llegar a medir hasta 2 metros.
    Las comunidades vecinas tienen ya sus grupos de baile, organizan concursos donde todos ganan, las escuelas han adoptado el baile dentro de sus materias básicas, las parejas se han vuelto a enamorar bailando, ahora existen danzas de trabajo, religiosas o tan solo recreativas, forma un eslabón más en la cadena de ecos que esperamos sea tan grande y llegue a oídos de estas animas poderosas y nos ayuden con esta situación porque de veras esto ya no es vida.

    Responder
  • En un mundo donde la idiosincracia indómita había alentado los corazones para luchar de formas extrañas, y así poder alejar los espíritus que dominaban el lado de la maldad, teniendo como principal aliado la negatividad, un grupo de jóvenes que habían experimentado una ruptura amorosa, se aliaron para expulsar al demonio que le hacia la competencia a cupido, e iba desligando corazones.
    Una vieja bruja de la región había dicho que solo la danza como ofrecimiento a los dioses era capaz de alejar a todos los demonios, incluso a los personificados, que se apoderaban de espíritus de nobles de aquellos que algún día fueron la pareja perfecta.. y ahora solo se habían convertido en un cabron o cabrona cualquiera. Alentados por tal esperanza, con la perseverancia de luchar por todo lo perdido se unieron juntaron todos sus ahorros y como una vez les rompieron el corazón con todas sus fuerzas martillo en mano, rompieron su alcancía buscando, con dinero poder limpiar un poco del dolor dejado por la decepción, contrataron a un hombre capaz de mezclar los sonidos electrónicos que como toques eléctricos se metían en forma de ritmo al cuerpo, para abordar el alma y no solo aliviar sino devolver la esperanza del amor perdido. Todos empezaban a sentir la música, entre lagrimas y risas, aleteaban su cuerpo de un lado hacia otro, algunas al ver la falta total de ritmo era comprensible que las hubieran abandonado, su fuerza interna no los permitía ni mantenerse a si mismos en pie y como un árbol desde el suelo resurgían limpiando su aura para encontrar un nuevo amor al que pudieran ofrecer mas. Otros se balanceaban tan ágilmente que el universo les regalaba sensualidad para domar la pertenencia de su anhelado amor. Eso paso en un salón de baile cualquiera con pretextos de danzas simples, con espejos que reflejaban un movimiento corporal que era armónico a sus almas.

    Responder
  • EXPERIMENTOS DE PASOS AVANZADOS

    Ya hicieron llover. Sus antepasadas en 1901 desataron una lluvia morena en Polonia y en 1972 una nieve naranja en Zakopane (si no me crees búscalo en google). Las mujeres de esta generación siguen persiguiendo los pasos, combinándolos en una serie de bailes y documentando todo. El número de movimientos del cuerpo es finito, postulan, pronto terminarán la búsqueda.

    Acaban de hacer llover lo que los de afuera descubrimos como voces y buscamos desesperados las de algún familiar muerto. Las mujeres siguen bailando adentro y yo escucho bendiciones, ruegos regresando (¿todo lo que sube tiene que bajar?), cariños y ya no me importa si algunos son de una voz desconocida o de una lengua ajena.

    Hay personas que para guarecerse corren a donde las ondas acústicas generan antinodos de silencio, estos movimientos son otra danza que interfiere los experimentos: de pronto llueve tierra de maceta, dulces, polen, olor a pan, un grupo de cocuyos, una señora con ropa colorida, su hijo con un papalote en la mano… un son que invita a menearse, a cambiar de sitio y volver (eso es el baile después de todo). Entonces se acaba el mundo, pero, con todo lo que sigue cayendo del cielo, empieza otro, otros dos, más bien, o cuatro, pero siempre en número par.

    Creo que cada uno escoge a otro como pareja de baile.

    Responder
  • Disentimiento
    Desde que Blanca nació, siempre estuvo unida a Mente y no a Cuerpo. Su abuela decía que mente y cuerpo son uno; pero Cuerpo reveló a muy temprana edad su necesidad de mostrar sus encantos mucho antes de que Mente estuviera preparada. Así que Mente se entretenía con juegos infantiles mientras Cuerpo hacia ensanchar caderas, engrosar muslos y brotar senos que Mente trataba de disimular con ropa holgada. Miradas lascivas avergonzaban a Mente, reacción que Cuerpo aprovechaba para encender hermosas mejillas que atraían a decenas de admiradores. Una noche el padrastro de Blanca fue cautivado por el grácil baile de Cuerpo a la luz de la Luna, y cuando aquel hombre abrazó frenético a Cuerpo, Mente huyó asustada con el viento y se perdió por siempre en la noche.

    Responder
  • El cisne ciego

    Entrega. Tiempo infinito de ensayo, de sangre, de sudor.
    Gracia. Anatomía, coreografía, reflejadas en un lago vertical.
    Pasión. La perfección de mi reflejo me petrifica, mi pupila al conocerse se vuelve ambar .
    Envidia. En realidad es el lago quien quiere contemplarse en el espejo de mis ojos.
    Redención. Es la ceguera quién nos libera al lago y a mi de nuestra propia imagen.

    Responder
  • Estética, estática

    Con movimiento vencer la gravedad, impedir que la fruta prohibida madure, para que no caiga, para que no se pudra y [todos] nosotros con ella.

    Responder
  • LO QUE SE VE SE JUZGA CON LA RAZÓN INVISIBLE

    NO MIRES FIJAMENTE A ESAS CHICAS, porque se apagaría la luz de ese foquito en tu cabeza, o se volvería un ciego resplandor que te traería delirios, inventarías historias sobre lo que ves, sobre las chicas…
    «Ellas espiaron los hábitos del sol y actúan la vida de la silueta que vieron dentro»

    Responder
  • […] concurso del mes pasado: el cuento sin título de Roñas, por su humor y su juego con el absurdo, y “La consentida” de JC, por la naturalidad con la que vuelve siniestro un argumento aparentemente banal. Además […]

    Responder

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.