Esta bitácora convoca una vez más a su concurso mensual. Los interesados pueden comenzar observando esta imagen:
Instrucciones:
1) Suponer que esta imagen representa un instante de una historia.
2) Imaginar cuál es esa historia: qué está pasando allí, qué momento se anuncia, por qué, quiénes están presentes, qué hacen. No se trata de explicar la imagen, ni de escribirle un pie de foto, sino de tomarla como punto de partida para imaginar una historia propia.
3) Escribir la historia, en forma de cuento brevísimo (minificción), en los comentarios de esta misma nota.
El o los textos ganadores recibirán un trofeo virtual y serán seleccionados considerando la opinión de quienes decidan opinar. La fecha límite para participar es el 29 de noviembre. Quedan invitados.
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Información Bitacoras.com…
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No tenía dinero para flores de verdad… pétalo a pétalo construyó varios girasoles y los dejó allí, testigos impunes de una verdad encubierta.
La muerte definitiva del papel (1992-3009)
Duras leyes promovidas durante décadas por ambientalistas radicales
prohibieron el uso del papel en casi todas las aplicaciones conocidas hasta el siglo XXI.
Los carteles comenzaron a ser historia cuando se cambiaron por las láminas flexibles de micro LED.
El artista neuomexicano Ledit Bi hizo esta instalación colocando dos reliquias de la
imprenta Rodrigo Hernández Acosta SA (ROHASA) para recordar la muerte
definitiva del uso del papel.
Un escuadrón de la Paz Verde capturó al artista. Lo único que pudo registrar fue
esta imagen tomada por él mismo, instantes después de haber terminado la instalación en el tercer sub nivel de Periférico Norte.
ción en el tercer sub nivel de Periférico Norte.
Es mudo. Además tiene Tourette. Así que le va más hacer gestos que decir sandeces. Agradece mostrándote el dedo del medio y, antes de escupir el alimento que le preparaste con amor, te da el ok con el pulgar hacia arriba. Cada vez que pasa frente a una cruz hace cuernitos con el puño, como si estuviera en un concierto de rock y, por lo mismo, cada vez que pasa frente a un cartel que promociona un concierto de rock, hace la señal de la cruz. Pero un día, en una esquina, coinciden ambas cosas, una debajo de la otra. No sabe qué hacer. Termina aplicándose un piquete de ojos mientras dice en voz alta: «En el nombre del padre.» Un milagro, se ha curado: ya no es mudo, ahora es ciego. Además tiene Tourette.
Con tristeza contemplaba la cartelera, saboreando el alborozo teatral, cuanta hambre contenida, buscaba con desesperación en los bolsillos, no era inutil, no había nada. Levanto el rostro al cielo. Cuando sintió el impacto tremendo del carro que lo arrollo. Que ironía, cuanto deseaba estar allí adentro.
Ahora muerto tiene la cruz con su nombre y un ramo de tristes flores.
Les decían los comandos. Llegaron a la ciudad y los quiso retratar. Era la historia que pasaba por su lado.
Tic tac, tic tac… odio que ese sonido en mi cabeza. Han pasado algunos días, ese reloj sigue tirado, mis ojos pardos están cansados, mis seis piernas también.
Esto es lo poco que quedó tras la última bomba de Alemania, algunas paredes y la insoportable propaganda, otra de las cosas que odio, porque cuando caminas detrás de ella mis cercis se adhieren dolorosamente y es desagradable, además no se puede comer el papel con el pegote… mmm…
Pronto se acabará el material orgánico disponible, los estúpidos humanos destruirán todo sobre la tierra y tendremos que enterrarnos para buscar raíces o cualquier cosa antes de ser lo único vivo en este mundo.
¡Viene otra bomba!, será mejor entrar bajo otra piedra o ese humano en descomposición, tic tac, tic tac…
Tic tac, tic tac… odio que ese sonido en mi cabeza. Han pasado algunos días, ese reloj sigue tirado, mis ojos pardos están cansados, mis seis piernas también.
Esto es lo poco que quedó tras la última bomba de Alemania, algunas paredes y la insoportable propaganda, otra de las cosas que odio, porque cuando camino detrás de ella mis cercis se adhieren dolorosamente y es desagradable, además no se puede comer el papel con el pegote… mmm…
Pronto se acabará el material orgánico disponible, los estúpidos humanos destruirán todo sobre la tierra y tendremos que enterrarnos para buscar raíces o cualquier cosa antes de ser lo único vivo en este mundo.
¡Viene otra bomba!, será mejor entrar bajo otra piedra o ese humano en descomposición, tic tac, tic tac…
Muy kafkiano, me agrada que algo que no sea humano narre la historia, me costó trabajo identificar que era una cucaracha, pero imaginé cada parte del relato!
Un momento en la ciudad
Rodrigo caminó. Iba de la escuela a su casa observando el vasto paisaje urbano, respirando la transparencia del aire corrupto de la ciudad de México, acallando en su mente el rumor de la población estridente.
Avanzó cinco cuadras y dobló en la esquina, su casa estaba a tres cuadras más. Pasó enfrente de una pequeña capilla, se persignó.
Sobre la banqueta, un sinnúmero de pasquines pegados en los muros pintarrajeados de la colonia, entre ellos, unos muy llamativos color escarlata: «Los tormenta» «Notas de odio» «Los hijos del muerto»…, se trataba de un festival de rock nacional. Rodrigo se detuvo un momento para contemplarlos a detalle, creyó que podría ir.
A cuatro calles se aproximaba un automovil. El conductor, excitado, había recibido una llamada en su despacho, su esposa estaba a punto de dar a luz. Recorrió tres calles y el neúmatico se hundió en uno de esos socavones tan raros de encontrar en el Distrito Federal, perdió el control debido a la explosión de la llanta…
Rodrigo escuchó el estruendo a sus espaldas, cubrió su cabeza con ambas manos y encorvó la columna…
…el auto se impactó contra un muro.
El conductor con el rostro descompuesto, recobró el conocimiento. Frente a sus ojos la imagen turbia del cuerpo inerte de Rodrigo, recargado sobre el cofre, entre el auto y la pared, muerto.
El camión del gas
Aún recuerdo los tiempos en que los vendedores del camión de cilindros de gas nos despertaban con sus destemplados gritos muy temprano por las mañanas; Posteriormente nos visitaba también temprano en la colonia el camión del así llamado gas estacionario que era menos ruidoso; Al menos no se anunciaba a gritos; Ahora el camión llega amparado por la oscuridad y en el más absoluto silencio pero todos adivinamos cuando va pasando y corremos a escondernos; Algunos, los más afortunados, alcanzan a bloquear herméticamente sus puertas y ventanas y a colocarse las codiciadas mascarillas antigás en el rostro; Escuchamos entonces cómo lanzan la manguera dentro del domicilio de algún desafortunado que no podrá contarlo; A continuación escuchamos un ruido de motor y después el ruido del gas transitando a través de la manguera e infiltrándose al domicilio de las víctimas de ese día; No sabemos bajo qué criterios los selecciona La Corporación ni nos atrevemos siquiera a preguntarlo; Desde que autorizaron la ley de limpieza étnica suceden cosas muy muy extrañas
RODRIGO SE AUTOSUICIDÓ
México. D.F. El pasado 28 de diciembre dejó de existir el estupendo compositor e intérprete Rodrigo Hernandez Acosta, uno de los creadores con más sentido melódico del rock nacional. Claro heredero de su tocayo Rockdrigo Gonzalez, con quien juraba se hecharian un vaso enchido por un intante de olvido con la mismisisa calaca. Rodrigo había logrado desarrollar un estilo propio -el punk urbano lo denominaron algunos-, el cual puede ser notado (y disfrutado) al escuchar sus álbumes, entre los que destaca OFRENDA (2006) y Ultimos Latidos (2008), aunque su discografia se remonta a 2004, cuando grabó su trabajo debut «Marcha funebre Para un Cantautor».
Nacido en 1992 en la capital del pais , este atormentado artista tuvo una vida dificil, complicada por su adicción a las drogas y el alcohol y por su obsesion permanente con la muerte, misma que al parecer lo llevó a quitarse la vida , cortandose la garganta un cuchillo. Justo cuando llegaba su mayor acercamiento a la fama, al ser el organizador del festival «Muerte Santa» donde bandas como Los espectros de tu jefa, Notas de odio, los hijos del muerto, entre otros, rendian tributo a esta figura emblematica,a nadie ajena ,llena de mitologias y de las historias. Al momento de morir, el toquin estaba a punto de concluir, mismo que serviria para la grabación del album de mismo nombre del festival, y que ahora sera su obra postuma. Se dice que Francisco Barrios «El Mastuerzo» quien estaba con el difunto tras bambalinas, logro escuchar como rodrigo les decia «nos vemos en el afther». Todos vamos para alla, y mientras los buenos Rodrigos ya hechan trago con la Catrina, nosotros desde aqui brindamos por sus instantes vividos.
México. D.F. El pasado 28 de diciembre dejó de existir el estupendo compositor e intérprete Rodrigo Hernandez Acosta, uno de los creadores con más sentido melódico del rock nacional. Claro heredero de su tocayo Rockdrigo Gonzalez, con quien juraba se hecharian un vaso henchido por un intante de olvido con la mismisisa calaca. Rodrigo había logrado desarrollar un estilo propio -el punk urbano lo denominaron algunos-, el cual puede ser notado (y disfrutado) al escuchar sus álbumes, entre los que destaca OFRENDA (2006) y Ultimos Latidos (2008), aunque su discografia se remonta a 2004, cuando grabó su trabajo debut “Marcha funebre Para un Cantautor”.
Nacido en 1992 en la capital del pais , este atormentado artista tuvo una vida dificil, complicada por su adicción a las drogas y el alcohol y por su obsesion permanente con la muerte, misma que al parecer lo llevó a quitarse la vida , cortandose la garganta un cuchillo. Justo cuando llegaba su mayor acercamiento a la fama, al ser el organizador del festival “Muerte Santa” donde bandas como Los espectros de tu jefa, Notas de odio, los hijos del muerto, entre otros, rendian tributo a esta figura emblematica,a nadie ajena ,llena de mitologias y de las historias. Al momento de morir, el toquin estaba a punto de concluir, mismo que serviria para la grabación del album de mismo nombre del festival, y que ahora sera su obra postuma. Se dice que Francisco Barrios “El Mastuerzo” quien estaba con el difunto tras bambalinas, logro escuchar como rodrigo les decia “nos vemos en el afther”. Todos vamos para alla, y mientras los buenos Rodrigos ya hechan trago con la Catrina, nosotros desde aqui brindamos por sus instantes vividos.
Tan falsas las flores como la muerte de Rodrigo:»Inocente palomita, te dejaste engañar»
Hartas de los abusos de los zetas, las aes se negaron a tener sexo con ellos, y así lograron que la paz y la seguridad regresaran al país.
Las canciones que compuso en los setentas seguían vigentes aunque nadie las recordara. Era su deber revivirlas y revivirse.
Su hermana pequeña, Agatha, le había querido rendir un pequeño homenaje. No importaba si se trataba de flores aún rebosantes de vitalidad o de aquellas plantas de plástico baratas que llenan los estantes de los bazares chinos. Que más daba. Sólo quería hacer algo para que su nombre, su rostro, sus palabras…no fueran olvidados antes de que acabara el mes. Él ya no estaba, pero su recuerdo no debía, NO PODÍA, morir como lo habían hecho su cuerpo y su alma. Como lo había hecho todo, y todos. Es más, merecía vivir por todas y cadaúna de las cosas buenas que le había regalado a aquél rincón dejado de la mano de Dios. Pero era un pensamiento inútil. los chicos de la banda de Barrel nunca respetaron nada, y tampoco lo harían ahora. Habían empapelado la ciudad con todos esos carteles del maldito concierto y, por supuesto, tampoco esta vez iban a respetar un vulgar y casi imperceptible altar callejero.
Nadie quería admitir que el muerto le daba mejor sabor a la música.
En realidad, nadie nunca lo conoció… Él amaba las gerberas.
El recuerda ese día como si fuera ayer, como si estuviera viviendolo cada segundo, la agonía lo mataba no podía más tenia que verlo, saber como estaba, si necesitaba algo, era su padre pero aunque lo haya dañado tanto, lo haya despreciado y olvidado seguía, seguiría y seguirá siendo su padre.
Tomo las llaves de su carro muy apresudaramente, buscaba su teléfono por todos lados tratando de localizar a su madre para peguntarle cual era la dirección.
Salio de la casa con tanta rapidez, su corazón latía muy fuerte, estaba nervioso pero también la emoción lo atrapaba dejándolo sin salida.
Su madre le contesto y le dio la dirección, rápidamente manejo hasta llegar a aquel lugar.
Llego al lugar y bajo del carro desesperadamente, corrió y corrió hasta llegar a su destino.
Ahí estaba esa cruz de metal con puntas muy puntiagudas, esas flores falsas como el amor que su padre le entrego, un paronama gris y un cartel rojo anunciando un concierto.
Las lagrimas calleron por sus suaves mejillas hasta llegar a su boca y poder saborearlas.
Despertó y se dio cuenta que todo era un sueño, rápidamente fue por su teléfono, llamo a su padre y le dijo TE AMO, pero ya era demasiado tarde.
Santos Inocentes
Hoy es 28 de Diciembre del 2010, tengo 20 años y me dicen el Tequio . El destino me jugó una mala pasada, Todo comenzó hace como un año, el 25 de Diciembre del 2009, para ser preciso. Me quede de ver con mis cuates para ir a una tocada, el loco y el Rodrigo, este último jamás llego. Al día siguiente por la tarde, al regresar de la escuela, el loco y yo fuimos interceptados por la madre del Rodrigo, quien en tono rudo nos pregunto por su vástago. -¡No sabemos! anoche nos dejo plantados el cabron- le respondimos. El segundo día al pasar por el mismo lugar, la misma señora se encontraba afuera de su casa, pero esta vez no canto nada, únicamente nos comía con su mirada. El tercer día decidimos tomar otro rumbo para evitar a la ñora. Ese fue nuestro error, Pues al otro día (28 de Diciembre) La jefa del ausente nos echo a la tira, estos a punta de pistola nos subieron a una camioneta, con golpes, groserías y amenazas, nos obligaron a declarar que habíamos matado al Rodrigo, a la madre le confirmaron sus sospechas y le aseguraron que ya tenían localizado el cuerpo de su hijo, pero de lo desfigurado que se encontraba le recomendaron no verlo y enterrarlo inmediatamente. El loco y yo, a nuestros escasos 19 años de edad, fuimos sentenciados por homicidio a 16 años de prisión. Los primeros meses fueron los más difíciles, ya saben; madrazos, humillaciones, hambre y extorsiones. Pero cerca de cumplir un año, en los pasillos del penal nos encontramos al mismísimo Rodrigo, no en forma de fantasma, era de carne y hueso. Le manifestamos que nos metieron al tambo porque supuestamente lo habíamos matado y asombrado nos suplico que lo perdonáramos, que nunca se imagino que por su culpa pasáramos semejante tortura y nos explico enseguida, que el día que no asistió a la cita acordada, fue porque lo apaño la tira, como no consiguió varo para su boleto, se le hizo fácil entra a robar a una vinatería, y por ser un delito menor lo condenaron a 12 meses en prisión. Y este wey nunca le aviso a nadie, en primera por la vergüenza y en segunda porque no quería mortificar a su jefecita, total 12 meses se pasan rápido –dijo el mendigo que nos desgracio la vida casi un año- . Al aclarar todo lo sucedido a las autoridades, nos otorgaron nuestra libertad a los 3, justo el día de San Juditas, el día de los Santos Inocentes, pueden creerlo. Al salir del encierro ya nos esperaba la Madre del Rodrigo, quien nos pidió perdón y enseguida nos llevo al lugar donde supuestamente habíamos matado a este cabron. No retiramos la cruz, en señal de injusticia.
Un chico llamado Rodrigo lamentablemente había muerto tras un accidente y su familia le hizo un altar, poniéndole flores y muchas cosas mas al altar. Como a la familia de Rodrigo les gustaba mucho el Rock decidieron inscribirse en una banda de rock que anunciaron en un letrero que estaba arriba de el altar de Rodrigo y le hicieron una canción, finalmente la canción tuvo muchos hits y se llamo Despedida a Rodrigo.
Sólo preguntó una vez, una vez nada más. Su madre jamás le dijo quien era, de donde venia o por que no estaba con ellos, esa mujer ‘malvada’ se había determinado a dejar en duda por el resto de la vida a su curioso hijo, al parecer necesitado de el amor de un padre.
Creció Rodriguito, sin renegar por nada ni nadie, en la vida tenía como objetivo dos cosas: Hacer que su banda ‘Los Xibalba’ pudiera tocar en un lugar decente, y conocer el paradero de su padre y a sus 19 años comenzaba a pensar que ninguno de los dos era posible de conseguir.
Un día topándose con una de esas pocas grandes oportunidades que nos brinda la vida, decidió inscribir a su querida banda procedente de Nezahualcóyotl a una famosa y competitiva Guerra de Bandas en la que su objetivo era llevar a ‘Los Xibalba al estrellato con la esperanza de que estando en la cima, su padre pudiera reconocerlo. Cada vez mas extasiado y ansioso por que llegara la competencia, decidió adentrarse a la ciudad buscando cada cartel existente en donde el nombre de su banda estuviera escrito, para así poder hacer uso de los anuncios de la competencia, y dejar publicidad para ‘Los Xibalba’ por debajo. Encontrándose con el último cartel que le faltaba, mientras admiraba la competencia y lo lejos que había llegado, un asaltante se le acercó pidiéndole que le entregara ‘la lana’ y cada objeto de valor que tuviese en ese momento. Al negarse y con su lentitud para reaccionar y correr, Rodrigo Hernandez Acosta »Rodriguito» recibió un balazo en la cabeza y murió al instante. La policía más tarde, ese mismo día tras una persecución, logró capturar al asesino y asaltante quien respondía al nombre de: Rodrigo Antonio Hernandez Vergara de 40 años procedente de Nezahualcóyotl quien contaba con una esposa y un hijo a quienes había abandonado tiempo atrás..
Nostalgia
Lo descubrí un día en una foto que tomé; Aparecía con su traje negro escondido entre la multitud; Apenas perceptible; A partir de ahí lo veía en todas partes; Discretamente disimulado entre la gente o escondido atrás de algún objeto; Pero siempre ahí; Y lo más desesperante era que no podía yo descubrir su identidad o quién lo enviaba; Por eso lo maté procurando, claro, que pareciera un accidente; Le di cualquier nombre y lo enterré aquí; Donde cada aniversario le traigo flores pues ahora que no está aunque nunca supe de quién se trataba siento que en todas partes falta alguien.
Ya le parecía suficiente molestia visitar aquella cruz sucia por el transitar diario de las personas, como para todavía tener que llevar un ramo de flores cada que se acordaba de éste, su más tortuoso y secreto rito. Por ello, la última vez que había venido a ver la cruz, trajo con ella unas cuantas flores artificiales, tristes como todo lo de esa naturaleza. Naturaleza, resulta irónico usar ese término para algo artificial.
¿Pero porqué seguía viniendo? ¿Será que como en nuestro propio ser, hay gestos, actitudes, que detestamos y que sin embargo, no cambiaríamos ni desearíamos que nos abandonaran porque de ser así, dejaríamos de ser nosotros mismos?
Como sea, aquí está una vez más, aguarda frente a la cruz un minuto en silencio. Su rostro inexpresivo. Se marcha, da la vuelta a la esquina y la pierdo de vista. Cada vez parece más mecánico esto, guiado por la costumbre. Su actitud de este tercer año que me visita, se asemeja mucho a nuestro tercer aniversario.
Sigo siendo detestable como en vida. Sigo siendo parte de ella.
Peregrinación
Vino de lejos el mastuerzo. Rodrigo le llamaron, para ver si se le contagiaba algo la valentía del Cid, pero después de robarle el dinero a su madre, sodomizar a las hermanas y asesinar edípicamente al padre, acabó suicidándose frente al muro de las lamentaciones. En su subconsciente esperaba un perdón, de quien fuera.
FLORES ARTIFICIALES
Carlos se roba las flores que su hermana puso en el florero el día de las madres. No son de verdad, pero son bonitas. Seguro que Rodrigo hubiera preferido unas flores naturales. Si estuvieran juntos incluso le hubiera prestado dinero a Carlos para comprar unas rosas recién cortadas. Pero ni modo, Carlos es así, y así son las flores que adornarán la abandonada tumba de su amigo. Y pensar que iban a formar una banda… «Los skaldados». Todas las tocadas a las que ya no irían juntos…
Ojalá a Rodrigo le gustaran las flores de plástico. Así no hubiera cortado unas que atraían abejas… Ojalá por lo menos hubiera sabido antes que era alérgico a sus picaduras. Ahora su amigo le juega una última broma, colocándole un adorno barato pero seguro.
Era la avenida que cruzaba el metro Universidad y casi nadie la recorría a pie. Su intrascendente condena terminó de sellarse cuando decidió transitarla borracho en bicicleta.
La mnemotecnia tiene sus límites, van Gogh retrato sus últimos girasoles con una cámara, qué artificio. Las listas son un infinito de nombres debajo del hermetismo, dimensiones que intersectan, no hay mejor movimiento que caer al cielo. Ríen, las letras ríen de sí, y en esa irónica revelación de lo que la palabra hace cierto: una bifurcación desaparece. Eso es el nombre de la técnica, el impresionismo es el último respiro de nuestra luz. El autor a una letra su mancha, esa firma profética.
En la primera línea, es «retrató» en lugar de «retrato», disculpen el error ortográfico.
Acostumbraban realizar sus entierros bajo anuncios publicitarios baratos. De alguna manera sentían una adrenalina excepcional.Era una constante festejar esos entierros al menos una vez al mes, si nadie moría habría que matar a alguien del grupo. ¿Su nombre? Realmente no me acuerdo; esto que vez aquí es mi «supuesta» tumba. Pocas veces se escapa de la muerte aquel que tiene grabadas las letras de su nombre en una cruz. Las flores son un detalle mío.
Título: Congregación Anónima
¡La Banda! Seguiré rockeando hasta la eternidad.
El nuevo
Doña Romana, tu madre, te erigió un enorme mausoleo coronado con una cruz de brillante mármol para ensalzar tu pureza, tu doncellez. Ella ignora que desvirgaste a más de una en su habitación decorada de litografías de santos, mudos testigos de tu desenfrenada lujuria. Con muerte tan temprana, tu madre se consoló con la idea de tu santidad, encandilada por el grupo de beatas al que pertenece. Debo confesar que mi calendario está lleno y que las peroratas de tu madre me sacan tanto de quicio que estuve a punto de negarme, pero en vista que sólo te dedicaste a hacer el amor con cuanta criatura de mi rebaño; y no así la mayoría de los aquí presentes, te doy la bienvenida.
Dependencia
Esa noche grisácea, cada rincón de la escuela estaba perfumado con olor a vodka y cigarro de mariguana, la verbena cultural por el aniversario de la prepa, estaba en su apogeo…
El cabo del carrujo de mariguana ya quemaba mis yemas cuando lo solté.
– ¿Tienes otro? –Me pregunto mi novia.
–Si –le conteste aturdido.
–No te lo fumes. Guárdalo para al rato…
En confirmación, solo asistí con mi cabeza.
Una banda underground llenaba de poesía, tristeza, melancolía y angustia aquel lugar. Todo parecía normal, pero de pronto se armaron los madrazos; disparos de arma de fuego y gritos desesperados irrumpieron la catarsis musical. Llegaron granaderos y bomberos para desalojar a los acelerados chavos que sin ton ni son repartían chingadazos a todo lo que se movía.
Perdí de vista a mi enamorada dentro del caos…
Al despejarse la explanada, la angustia se apodero de mí. Cuerpos inertes teñidos de rojo como si fueran parte de un puzle siniestro, tapizaban la plaza principal de la escuela. La zozobra fue mayor cuando en mi campo visual localice a mi novia, yacía tirada cerca de un muro…
Me acerque y, me senté a su lado. No se cuanto tiempo permanecí ahí… pero de pronto unos hombres de blanco aparecieron, pensé que la iban en su auxilio, pero no, iban por mi.
–Suélteme, hijos de p… ¿A dónde me llevan, que no ven que ella necesita ayuda? ¡Suélteme! –Grité desesperado.
Luche con todas mis fuerzas, me aferre a la pequeña cruz que estaba anclada en el piso, hasta que mis energías menguaron. Después de una lucha sin igual, por fin lograron someterme, uno de ellos saco un frasquito de su bata, lo pincho y lleno de letargo su jeringa.
Al despertar, estaba en un cuarto pequeño infestado de soledad. Mis retinas bailaban buscando fijar la mirada en un punto específico, lejos de los abismos de la droga suministrada. Vagué por unos minutos por el callejón de la duda, sin rumbo fijo, adentrándome en un vagón de complejas preguntas. Poco a poco hice alquimia con la realidad. Me habían traído a un manicomio, me acusaban de delirio, de alejarme de la realidad, de vivir siete días de la semana sentado en uno de los tantos muros de la escuela, abrazando una cruz.
De nuevo se me acercaron los corpulentos hombres que antes me habían sometido, acompañados de una enfermera con jeringa en mano.
–Ojetes, déjenme en paz –Otra vez grite, sin ser escuchado.
Antes de caer de nuevo en un precipicio con todo y pesadillas en la cárcel del vacio, escuche una dulce voz, era la de mi novia, murmuraba… nunca vas a salir de aquí. Pero no vas a estar solo, yo voy a estar siempre contigo.
Paró y leyó la propaganda. Terminó y bajó de la banqueta para cruzar la inmensa y congestionada avenida.
Bájate. Bájate. ¡Que te bajes te digo! Le grito un hombre que bajó de un auto frente al suyo. Rodrigo su hijo alcanzó a gritarles: chinguen a su madre, cabrones; mientras una bala llegaba de alguna parte y la oscuridad inundaba la calle.
Lo llevaba de la mano cuando todo pasó. Ese día tuve que dejar el carro luego de tres intentos de hacerlo funcionar y no ser correspondida. Tomé la mochila de Manuel y le hale del cabello porque insistía en no moverse del asiento trasero. Salió del auto con reproches y lágrimas de cocodrilo. Al bajar, corrió como loco por la banqueta, así que lo alcancé y lo tomé fuertemente de la mano, luego de darle una nalgada y pellizcar su brazo.
Manuel iba cantando algo que inventó en la escuela, resistiéndose a escuchar mi perorata de por qué no debería salir como caballo desbocado por la calle. Solo escuché un golpe seco. Los sesos resbalaban por la pared y en algún momento los sentí en la espalda. La sangre brillaba en la banqueta perdiéndose en la alcantarilla… Manuel se quedó con mi mano.
La cruz blanca la puso mi madre para recordarnos. Nuestras cenizas las esparcieron por la banqueta. Cada dos de marzo, Manuel y yo caminamos por la avenida. El golpe seco del auto que nos esquiva, nos hace tener escalofríos.
Rodrigo Hde Osta
Este era un pueblito que intentaba urbanizarse. Tenía como gran líder al Sr. Osta; siempre buscó llevar toda clase de artefactos fantásticos que se elaboraban en la gran ciudad. Me contaron que en cierta ocasión les llevó una especie de rectángulo delgado que contenía toda la información del mundo. Fue tal la impresión de la gente del pueblo, que lo consultaban a toda hora en todo momento, sin importar la situación. Iracundo, el Sr. Osta decidió privarlos de semejante fuente de sabiduría, y frente a todos hizo pedazos el maravilloso rectángulo. Y ellos lo hicieron en maravillosos pedazos a él. Al ir al pueblito me enteré de que sus pedazos los recogió un vago y le hizo una tumba. Sigo sin comprender como gente tan agradable fue capaz de semejante barbarie, supongo que a veces infinito conocimiento genera infinita locura.
FALSOS ESPEJOS
El peregrino vio la cruz, por primera vez, hace 1978 años, pero él no lo recuerda.
Algunos, casi todos, los seres atrapados en las dimensiones del recuerdo, suelen decir que existió, pero para él, el tiempo es un hecho sin sentido porque él es el presente. Sin embargo, tiene la sensación de que en cada uno de sus viajes hay un Deja Vú, pero no recuerda, el pasado está vedado para él. Sus viajes y su vida son un extrañamiento de ser; en sí, en los demás, en los otros; un cuerpo, un fantasma: el olvido mismo. Sin embargo, él es el intersticio del tiempo que se filtra en el cerebro de los otros; intermitencias efímeras que no le dicen quien es. Se ha detenido sobre arenas y ciénagas, sobre agua y fuego, sobre la luz y el vacío. Siempre ha buscado sobre el horizonte que abarca su mirada el Signo, y como respuesta ha tenido sus propias palabras repetidas innumerables veces (al mirar otros cuerpos): “Falsos Espejos”. Reflejos disímiles que no le dicen nada de sí.
Hoy, en un callejón de barrio olvidado, encontró en los reflejos dorados de las picas de una cruz el plano cardinal de sus viajes, la insignia de la cual es reflejo y espejo, carne y sangre. Ha extraído la cruz del asfalto para ver la pica oculta en el cemento, mirándola y tocándose el pecho con ella dijo: “Moebio presente. Viajero en el Espacio, sin Tiempo”, y volvió a clavar la cruz sobre la calle. Con sus manos solidificó el cemento. Luego, caminó mumurando: “Viajero de la cruz eterna, soy, en un tiempo que no existe”. Ha llegado a una avenida grande y vacía, sin autos ni gentes, camina, continúa su peregrinar el Viajero.
El Viajero vio la cruz, por última a vez, hoy, pero él no lo recordará.
—
Esto que te cuento amigo no es una historia religiosa, me dijo el otro, es un sueño que tuve aquí, hace ocho días, después del concierto del Mastuerzo me quede dormido recargado en la barda. Pero no es todo. En la noche volví a soñar, y del cual casi no recuerdo nada, solamente unas palabras (que yo repetía una y otra vez) que decían: “El Signo no es el Peregrino ni la Cruz. El Signo es la Búsqueda y el Olvido. El Signo no es el que se pierde, es el que busca. El Signo no es el Peregrino, es el Viajero.”. Tú que has estudiado en la Facultad de Letras. ¿Qué opinas? Y, le conteste, No opino nada, porque no soy psíquico, ni brujo, ni interpreto sueños. Soy un científico de la Letras. Ya ves, tanta mota que te metes te hace ver visiones, hasta hablar de otra forma, carnal. Qué te parece que lo escribo como Letrista que soy y que cada quién lo interprete como quiera. Echando fumarolas de mota,me contestó, Bueno, está bien. Qué más da.
Ya que no le creó nada a mi amigo el dormilón les diré lo que a él le dije, quién cuenta tú o el sueño o tus imaginaciones o la mota, entonces le dije, como dice que dijo el Peregrino o el Viajero, creó que tu relato son retazos de “Falsos Espejos”, pero el ya no me contesto, estaba absorto repitiendo en estribillo:
El Viajero vio la cruz, por última a vez, hoy, pero él no lo recordará.
El Viajero vio la cruz, por última a vez, hoy, pero él no lo recordará…
Subterráneo
La gente sabía desde hacía mucho tiempo que había algo raro en la tierra debajo ese pequeño altar…
Esa noche fría, Karla se sintió atraída por ese lábaro postrado en el piso. Camino como hipnotizada hasta que la cruz estaba frente a ella. Tomo una flor de un ramo marchito que alguien había ofrendado e inhalo involuntariamente su aroma fétido. Sintió nauseas, miedo y asombro…
Cerró los ojos y cubrió sus oídos para no escuchar el lamento que surgió de entre los desgarbados árboles que resguardaban con sus siniestras sombras esa pequeña cruz blanca.
Se alejo rápidamente de ahí, con lágrimas resbalando sus mejillas. “Por favor…” se escucho nuevamente el lamento, pero aun mas desgarrador que antes.
Por la noche, karla regreso al lugar; retiro la cruz, pateo el nauseabundo ramo agostado y empezó a escarbar la tierra… las sombras de los árboles parecían querer detenerla.
…la extraña cosa debajo de la tierra, se movía impaciente, esperando volar.
Pero ella, no iba sola…
Lo llevaba de la mano cuando todo pasó. Ese día tuve que dejar el carro luego de tres intentos de hacerlo funcionar y no ser correspondida. Tomé la mochila de Manuel y le hale del cabello porque insistía en no moverse del asiento trasero. Salió del auto con reproches y lágrimas de cocodrilo. Al bajar, corrió como loco por la banqueta, así que lo alcancé y lo tomé fuertemente de la mano, luego de darle una nalgada y pellizcar su brazo.
Rodrigo iba cantando algo que inventó en la escuela, resistiéndose a escuchar mi perorata de por qué no debería salir como caballo desbocado por la calle. Solo escuché un golpe seco. Los sesos resbalaban por la pared y en algún momento los sentí en la espalda. La sangre brillaba en la banqueta perdiéndose en la alcantarilla… Manuel se quedó con mi mano.
La cruz blanca la puso mi madre para recordarnos. Nuestras cenizas las esparcieron por la banqueta. Cada dos de marzo, Rodrigo y yo caminamos por la avenida. El golpe seco del auto que nos esquiva, nos hace tener escalofríos.
Lo llevaba de la mano cuando todo pasó. Ese día tuve que dejar el carro luego de tres intentos de hacerlo funcionar y no ser correspondida. Tomé la mochila de Rodrigo y le hale del cabello porque insistía en no moverse del asiento trasero. Salió del auto con reproches y lágrimas de cocodrilo. Al bajar, corrió como loco por la banqueta, así que lo alcancé y lo tomé fuertemente de la mano, luego de darle una nalgada y pellizcar su brazo.
Rodrigo iba cantando algo que inventó en la escuela, resistiéndose a escuchar mi perorata de por qué no debería salir como caballo desbocado por la calle. Solo escuché un golpe seco. Los sesos resbalaban por la pared y en algún momento los sentí en la espalda. La sangre brillaba en la banqueta perdiéndose en la alcantarilla… Rodrigo se quedó con mi mano.
La cruz blanca la puso mi madre para recordarnos. Nuestras cenizas las esparcieron por la banqueta. Cada veintiocho de septiembre, Rodrigo y yo caminamos por la avenida. El golpe seco del auto que nos esquiva, nos hace tener escalofríos.
Ella nos llevaba por aquel callejón tan distinto del resto de nuestra ciudad
-¿Que hacemos aquí madre?-pregunto mi hermano-Este lugar ya esta abandonado, dijiste que veríamos a papa-
-Eso hacemos pequeño, por aquí esta tu padre- Dijo mamá adentrándonos aun mas a un sucio callejón, un enorme contraste con las limpias y blancas calles de la ciudad de ahora, mamá dice que el mundo era muy diferente antes, y ahora entendía, era mucho mas feo.
Después de caminar un poco mas llegamos a una cruz con flores falsas, mi hermano pregunto que porque nos llevaba aquí, y mamá solo estaba callada ante la cruz, después de observarla un rato nos dijo:
-Aquí esta su padre pequeños- noté una pequeña lagrima en su cara, no se si mi hermano también la vio, pero creo que no, pues le habló muy mal.
-Mamá, tu dijiste que papa se había tenido que ir, ¿porque nos muestras una tumba de tu era, y porque no esta en un cementerio, dijiste que las tumbas estaban en terrenos y bajo tierra?
-Así es, pero cuando alguien sufre un accidente a veces lo entierran donde lo sufrió, aquí murió tu padre, en un accidente.
-¿Y porque se accidento, no dijiste que era muy fuerte?-Dije yo y ella me vio con una leve sonrisa y nos abrazo.
-Se accidento porque ustedes estaban en peligro,y también yo en nuestra década no teníamos un hospital cerca y tenias que ir y esperar, el iba camino a verlos nacer pero fue chocado-
-Pero mamá, ¿porqué no le pones flores reales?-
-Las puse, pero estas son espaciales- respondió ella y ambos nos confundimos
-Pero son falsas, no pueden ser especiales- dijo mi hermano y mamá se rió-
-En medio de todas las flores que llevaba para mi llevaba esas, y decía una nota que el nos amaría a los tres hasta que esas flores se marchitaran- Respondió mamá llorando sin dejar de sonreír -Miren, aun nos ama- Después de esto nos abrazó y cada semana fuimos a ver la tumba, papá nunca dejo de amarnos.
-Las puse, pero estas son especiales-*
Evento: Causa & Efecto
Una fria y humeda mañana, desde las 7 todos comienzan sus labores, como era costumbre, iba una comun pareja caminando a la parada de autobus, conversando. Ella algo disgustada, negaba rotundamente, una y otra vez. El entusiasmado plasmaba la idea repetivamente. La mayoria de la loca ciudad ya estaban enterados. Llegaron al objetivo; el camion aun no llegaba y no daba señales de hacerlo. Ella solo suspiro, miro detras, y dijo: tienes el ejemplo, tu eliges, mejor prueba no se te puede mostrar.
Para visualizar mejor: http://www.rockateca.com/2011/11/experimento-rockliterario/
Muy independientemente de mis leves claustrofobias y la incomodidad de los apretujones y manoseadas, creo que hay una conexión mental por la cual nunca disfrutaré el metro. Toda mi vida he viajado de lunes a viernes a través de ese organismo viviente para llegar a la escuela, el trabajo, los trámites y cualquier otra obligación poco agradable y los domingos, los peores de todos, ayudándole a mi jefa en su mandado en la Lagunilla.
Es por eso que, desde que hice costumbre, ir los sábados al Chopo, es un calvario no poder descansar, aunque sea un día, de los clásicos: “Lleve su emepetrés de moda, de novedad, para el novio, para la novia, contiene los más grandes éxitos del Rock en Español…”, de ir casi levitando en el vagón hasta llegar a Hidalgo y de tener que transbordar en Guerrero. Pero ya en el Chopo todo se olvida, hay una desconexión mágica entre el sufrimiento del viaje y la emoción de encontrar algún disco buscado desde hace tiempo.
Ese sábado había un extra que me hizo olvidarme del metro mucho antes de tiempo, “El Chairo” me había prometido llevarme el cassette original de los “Cuentos del Miedo” de Gerardo Enciso, esa cinta se había convertido en un obsesión después de oír tanto halago por parte de los rupestres poco talentosos que vagaban imitando a Rockdrigo. Cuando llegué a su lugar, el “Chairo” de inmediato gritó: “Aquí lo traigo canijo, me costó un huevo conseguirtelo”, me invitó a la parte trasera del puesto, donde tenía la caja naranja de plástico repleta de los pedidos especiales y las rarezas que presumía y jamás vendía.
Me llamó la atención un mini altar, con una cruz y unas flores de plástico, recargado en la pared, abajo de una publicidad en la que sobresalía el letrero del Mastuerzo.
– ¿Y esa tocada mi Chairo? – pregunté.
– Un pinche concursillo pedorro, seguro va a estar bien piñata, creo que ni va a tocar el Mastuerzo, nomás es pa’ calificar a las bandas.
– Ahhh…no pss ni pa que ir. Oye…y si no es indiscreción, ¿es tuyo el altar ese?
– Simón, yo se lo puse a un chavito, era buen cliente mío, el Rod. Hace poco me enteré que se murió. – me dijo “El Chairo” con cierta solemnidad, rara en él.
– ¡Uhhh que mal! – Contesté, reprochandome por seguir tarareando mentalmente, como siempre que recuerdo al Mastuerzo, “Cuando vienes a cagar a la casa” a pesar del tema tan serio que estabamos tratando.
– Ese güey era de esos niños fresitas que lo tienen todo, lo traía el chofer en un carrazo, estudiaba en Colegio y luego quería irse a Filosofía a la UNAM. Siempre salía con sus choros del socialismo y de como deberíamos hacer revoluciones y un chingo de mamadas más. Yo siempre le dije, bueno cabrón, ¿a ti qué te importa? Si lo tienes todo, ¿Pa qué chingados te andas preocupando de tanta madre que ni te afecta?
– Pues sí, la neta. – Dije entre una leve risa.
– Un día dejó de venir, y hace poco me enteré que lo mataron en una manifestación. Pinche Rod, me gustaría decir que le sirvió de lección por meterse en cosas que no le importan, pero pues ya qué pinche lección vas a tener si estás muerto.
Ya en mi casa, oyendo el cassette, sintiendo el degarrado canto de Enciso: “No puedo darle calor a tu cadaver, no puedo darle calor” y los gritos agónicos al final de la canción, no pude evitar acordarme de la historia del Rod y darme cuenta que nunca más me quejaría de los viajes en metro.
Aquí va lo que creo es mi primer intento de una serie de cuento mutante, si es que entendí bien el concepto.
UNDERGROUND
Me desperté dentro del cajón oscuro y estrecho. Si estoy despierto, ya debieron haber pasado dos días. Eso es lo que me dijo la chica antes del mordisco. Ahora soy inmortal… Lo que no me dijo fue como salir de aquí.
Me desperté dentro del cajón oscuro y estrecho. Salí por la puerta posterior y descendí. Me negaron la entrada a los infiernos por falta de visa. Llegué deportado al purgatorio, respondieron con un sello de [DENIED] a mi petición de asilo político. De ahí al limbo como refugiado, el trámite fue fácil porque vengo de un país tercermundista.
Me desperté dentro del cajón oscuro, estrecho y húmedo. El agua comenzó a filtrarse, una sirena azteca vino a rescatarme, me habían enterrado en la Ciudad Laguna.
Me desperté con gusto de cecina, dentro del cajón oscuro, estrecho y ruidoso. Una momia vino a consolarme diciendo que El Cervantino pasaría pronto.
Me desperté dentro del cajón oscuro y estrecho. Mis hijos formaron una banda y me dedicaron su primer toquín. Se llaman “Los hijos del muerto”, si son listos, ese nombre es más comercial que “Los huérfanos”.
Me desperté dentro del cajón oscuro y estrecho. Mi mamá, como buena mamá del muerto, haciéndose pendeja para no dar café.
Yo creo que en sí, cada párrafo es un cuento. Muy buenos.
Gracias Claudia
«Enterrado Bajo La Mafia»
En casa del Alejandro hay un sillón para morirse. Cuando la gente se pone vieja, un día la invitan a sentarse en el sillón, que es un sillón como todos pero con una estrellita plateada en el centro del respaldo. La persona invitada suspira, mueve un poco las manos como si quisiera alejar la invitación y después va a sentarse en el sillón y se muere.
Los chicos, siempre traviesos, se divierten en engañar a las visitas en ausencia de la madre, y las invitan a sentarse en el sillón. Como las visitas están enteradas pero saben que de eso no se debe hablar, miran a los chicos con gran confusión y se excusan con palabras que nunca emplean cuando se habla con los chicos, cosa que a estos los regocija extraordinariamente. Al final las visitas se valen de cualquier pretexto para no sentarse, pero mas tarde la madre se da cuenta de lo sucedido y a la hora de acostarse hay palizas terribles.
No por eso escarmientan, de cuando en cuando consiguen engañar a alguna visita cándida y la hacen sentarse en el sillón. En esos casos los padres disimulan, pues temen que los vecinos lleguen a enterarse de las propiedades del sillón y vengan a pedirlo prestado para hacer sentar a una u otra persona de su familia o amistad. Entre tanto los chicos van creciendo y llega un día en que sin saber por que dejan de interesarse por el sillón y las visitas.
Pues mas bien un dia fue tan grande la palisa que le dieron sus padres, que el hijo mayor decide meterce a la mafia de los «ZETAS». Y utilisaban esa silla para matar a los contras de ellos . El era demasiado listo y hace algunas trakalals por debajo del agua, los ZETAs se dan cuenta y lo Sientan en el famoso SILLON!!
Era una hermosa tarde cuando Mike, Cristian, Miguel y Dante decidieron salir a festejar el cumple años de uno de ellos, haci que decidieron ir a Puerto Vallarta y pasársela muy bien.
Los cuatro amigos decidieron irse de pueblo en pueblo a visitar a sus conocidos, en el primer pueblo donde se detuvieron llegaron a comprar bebidas alcohólicas y empezaron a tomar durante mucho rato ya que ellos decían que la noche era larga y que era para divertirse .
En el segundo pueblo donde también llegaron con unos amigos ellos no paraba de tomar y no dejaban de decir que la noche era larga y que era para disfrutarla .hay en ese pueblo conocieron a unas chavas hermosas, ellos las invitaron a tomar, ellas aceptaron y haci parón muchas horas y ellos seguían de fiesta y no les importaba que hora era.
La mamá de de Mike decidió hablarle y el no le contestaba haci que su mamá le llamo a las mamás de todos sus mejores amigos para ver si sabía algo de Mike pero todas las mamás le dijeron que no y que tampoco no encontraban a sus hijos.
Mike,Cristian,Miguel y Dante decidieron regresar a su pueblo ya nada mas faltaban 15 min para llegar. Cristian decidió manejar esos 15 min, pero como el camino tenía muchas curvas Cristian no podía dominar el volante haci que iban en sentido contrario y a exceso de velocidad.
Las mamá de los muchachos estaban muy preocupadas por que ya era la madrugada y ellos aun no llegaban.
Cristian y todos los demás se iban durmiendo el exceso de alcohol les estaba haciendo efecto de un derrepente Miguel le les dijo que iba a poner música para poner hambiente y seguir festejando ya que estaban a 2 min del pueblo. En eso nada más se escuchan las ambulancias, los cuatro mejores amigos se impactaron en cerro que está a la entrada de su pueblo.
En eso toda las personas del pueblo fueron haber que había sucedido. Todas las personas se sorprendieron por la desgracia que había sucedido.
Hacía que decidieron ir a informarles a sus papas para que se fueran llendo al hospital por que los llevaban muy grabes.
Miguel fue el único que sobrevivo. Llego el día del funeral y todas las personas del pueblo fueron a acompañar a las tres familias.
Mike, Cristian y Dante solo quedaron en los corazones de todas las personas del pueblo y quedo un cruz en donde tuvieron ese accidente recordándolos con mucho amor.
Rodrigo dejó de ser el niño que desde su corta edad fue obediente que fue obligado por sus padres a salir por las calles a pedir algo para poder salir adelante ya que su familia no poseía los suficientes recursos en la casa, y ninguno de sus padres le prestaba la suficiente atención que un niño requiere.
Rodrigo conoció a un dos de amigos que le dieron a probar la marihuana y le ofrecieron un trabajo mas simple de realizar. Consistía en que debería de vender la droga que ellos le conseguirían a niños del vecindario. El acepto sin pensarlo ya que sabia que la situación en su casa no se encontraba nada bien.
En los siguientes días el grupo de amigos le llevaron la droga y comenzó su labor sin mas preámbulos.
Llevaba una buena ganancia y fue muy rápida la negociación.
Pero a los pocos días después de un largo día regreso a su casa bastante tarde, y se encontró con otro grupo del cual desconocía. Le dijeron que lo que estaba haciendo le estaba afectando a ellos ya que ellos eran dueños de esa zona.
Rodrigo llevaba semanas sin aparecer y sus padres ni siquiera lo notaron. Pero su madrina con la que pasaba la mayor parte de su tiempo si se percato de que llevaba semanas ausentado.
Asi que levantó una denuncia a la Procuraduria General de Justicia, y encontraron el cuerpo de Rodrigo en la esquina de su casa bajo unos carteles de publicidad de color rojo.
La desgracia sucede a quien menos te lo esperas, aprovecha todo lo que tienes y no menosprecies lo que haces.
Riiing! Riing!
– Si, quien habla?
– Kimberly, soy yo
escuché como su voz se quebraba al hablar, me era difícil reconocerla..
– a-a- ayúdame
– Sentí como la sangre fluía más rápido por mis venas, por un momento me quedé paralizada , sin saber qué hacer, era casi imposible de creer, después de tanto tiempo sin saber nada de él, miles de dudas se comenzaron a generalizarse en mi cabeza, recobré la cordura tenía que preguntarle dónde estaba…
– Rodrigo, que pasa? Le dije preocupada
-¿Dónde estás?
– Ven kimberly
Su voz no era la misma, lo notaba muy diferente, parecía que esa voz romántica y cálida se había esfumado…
Fui uniendo todas las pistas de lo que siempre había parecido un rompecabezas
¿será que Rodrigo había sido secuestrado? O porque después de haber pasado tanto tiempo hasta ahora me llama
– Te necesito
Comencé a preocuparme más, me estaba dando cuenta de lo forzada y débil que era su voz
¿Qué? Rodrigo; Estaba agonizando
– ¿Dónde estás? Le volví a preguntar
– Cerca de, de la calle Ruther
no alcancé a preguntarle nada mas… la llamada se había cortado
tomé las llaves que estaban dentro de mi bolso, tenía que llegar rápido al lugar donde se encontraba Rodrigo, encendí el auto y me dirigí hacia la calle que me había dicho, sentía que mi cabeza iba a estallar, pero me emocionaba tan solo pensar que iba a estar con él, de repente vi que estaba justo en la dirección que me había dado Rodrigo, en verdad me extrañó el lugar en el que me encontraba, algo andaba mal, bueno tal vez, todo estaba mal.
Era un lugar casi solo, no se veía gente por doquier como en casi todas las partes de esta ciudad, se notaba que la gente que vivía ahí era de bajos recursos por las pequeñas casas que había, me iba deteniendo casa por casa verificando que no se encontrara allí Rodrigo, una de ellas me llamó la atención, era la que estaba en peor estado, me bajé del coche, toqué para ver si alguien estaba ahí adentro, al no ver respuesta, decidida, entré por la puerta principal, para mi sorpresa, vi que había comida echada a perder, una soga, ropa tirada y un extraño olor, me decidí a dar unos pasos más, aún con el miedo que sentía , al dar el cuarto paso quedé sorprendida de lo que vi, estaba Rodrigo descalzo, con ropa sucia y, muerto en un rincón de la casa…
Al principio no entendía como había terminado aquí, como todo pasaba frente a mi tan rápido y nadie me veía, nadie me hablaba, nadie me sonreía, hasta que la vi llegar, tan guapa como siempre con sus labios pintados color carmín, pero había algo diferente en ella, tenía una mirada apagada como si la razón por la que vivía se hubiera desvanecido, me acerque a ella y trate de besarla, pero ella no podía verme ni mucho menos notar que la estaba besando, se agacho lentamente a dejar unas flores a una cruz sin chiste, y cuando vi el pequeño epitafio leí mi nombre, creí que me estaba volviendo loco. La vi, le grite pero no me escucho y comprendí todo cuando ella cerro sus ojos dejo caer unas lágrimas y susurro lentamente como si fuera la última vez; te amo mi amor nunca te voy a olvidar.
Esa tarde, las mas gloriosa de mi vida,eramos solo él y yo bailando sin parar hasta las estrellas bañaron la noche.
No podía ser verdad,todo era un sueño,un dulce y placentero sueño.
Llegó la hora de irme a mi casa, él se ofreció amablemente a llevarme, pero al parecer,ya llevaba unas copas de más.Yo le dije que no era necesario,yo podría cuidarme sola,el dijo que estaba loca y siguió insistiendo en llevarme.
Ya era tarde, así que accedí rápidamente.
Él encendió el carro y arranco, puso música a todo volumen y empezó a cantar, no podía contenerme las ganas de reír, así que solté una fuerte carcajada y miré hacia abajo.
Pero fue tan rápido, demasiado rápido, cuando levante la mirada, el panorama era devastador,no podía creerlo, mi sueño se había vuelto una amarga pesadilla, pero lo peor, es que era verdad.
Baje del auto rápidamente,el niño simplemente estaba ahí,tirado en medio de la carretera,era tan joven, esto no podía terminar así.
¿Qué pasa por la mente de esas personas?
El señor tenia problemas familiares y económicos, su familia no lo quería por que era un mal padre. Decidió irse por lo mal que estaba y se sentía pues le había robado dinero a su esposa y a sus hijos no los había educado bien. Se topo en una licorería y con el dinero se embriago hasta quedarse dormido en la calle de las afueras de la ciudad, mientras su familia preocupada, fueron a buscarlo pues aun sentían amor por aquel mal padre.
Pero el señor ya estaba dando gracias por haber tenido unos hijos maravillosos y la oportunidad de conocer a una gran mujer.
En su lindo encuentro con la muerte solo quedan flores.
[…] noches. He aquí la ganadora del concurso #73 de Las Historias: recibirá el trofeo virtual el cuento sin título de Nohemi Beraud por el modo en que su precisión y brutalidad no impiden que llegue a un momento […]
…que pena haberte perdido, nose que demonios pasaba por mi cabeza cuando hice esto… eras muy joven… y yo tambien. El alcohol las drogas todoo en diversion , despreocupados de lo que pudiera pasar pero aun asi me dejaste tomar las llaves del automovil, como siempre confiabas en mi… como los mejores amigos que siempre fuimos… que lastima que ahora te encuentres a una vida de mi pero prometo estar contigo cuando llege mi hora… descansa en paz rodrigo y te ruego me perdones…