Una vez más, esta bitácora convoca a su concurso mensual. Los interesados pueden comenzar observando esta imagen:
Instrucciones:
1) Suponer que esta imagen ilustra una historia.
2) Imaginar cuál es esa historia: qué está pasando allí, qué momento se anuncia, por qué, quiénes están allí, qué hacen.
3) Escribir la historia, en forma de cuento brevísimo (minificción), en los comentarios de esta misma nota.
El ganador de cada mes será elegido tomando en cuenta la opinión de quienes decidan opinar, y recibirá un trofeo virtual. (Los concursantes deben dejar una dirección válida de correo electrónico, para poder recibir su premio.) La fecha límite para hacer propuestas es el 24 de noviembre.
Quedan invitados…
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Información Bitacoras.com…
Si lo deseas, puedes hacer click para valorar este post en Bitacoras.com. Gracias….
COSA DE LOCOS
El loco se había disfrazado de pez y se estaba ahogando. Desesperados, lo arrojamos al río sin considerar que se nos escaparía corriente abajo; ahora, sólo nos queda rogar que no le dé uno de sus habituales flashes de cordura antes de que lo hallemos: es que, como hombre, ¡no sabía nadar!
Lámina B) Caso extremo de Ojo de Pescado sin tratamiento. Empezó en el tobillo y sólo quedan los brazos.
Revoloteante, declaró el hada:
– Puros cuentos: Ningún hechizo es perfecto.
Escuchó otra palmada y cayó como mosca.
Esres muy observadora, jdvictoria.
1999
Quién iba a imaginarse que tenías quince. Que debajo de aquel sudoroso esperpento palpitaba un corazón apasionado y altivo… Que nadie comprendía esa condición sincera de tu alma, de tu alma festiva y torpe, más allá de los bacalaos de la pena… Tenías quince, en tanto que desde el ojo de mi polaroid te eternizaba… Que ni tus hermanos, peces de piscina, quienes rompían la corriente con sus cuerpos de daga, hubieran comprendido la señal… Recuerdo el sol, el vaivén, la alameda, dónde estarás muñeca triste, dónde estarás…
Eclipse
En un lugar apartado de la ciudad, se encontraba un hospital siquiátrico, en el conocí aun paciente muy singular, era de aspecto corpulento pero de semblante bondadoso, todos los días cuando amanecía, se dirigía a una banca que estaba cubierta con la sombra de un frondoso árbol, ahí permanecía la mayor parte del tiempo.
Ese hombre extraño siempre miraba hacia el cielo, mientras sostenía con sus temblorosas manos una fotografía, decían que era lo único que había recuperado de aquel incendio que consumió su residencia.
Con nadie hablaba, pero un día, al hacer mi recorrido para vigilar a los residentes de aquel manicomio, me miro y me llamo, he de decir que me intrigo su comportamiento ya que era un paciente con una patología hermética, me dijo; que esa tarde se oscurecería y que ella aparecería aun rodeada por el fuego que la consumió para llevárselo, de pronto mostro signos de ansiedad y comenzó a gritar en forma continua y desesperada; ¡por fin ella vendrá!, trate de calmarlo pero sólo logré alterarlo más, a tal grado que tuvieron que llegar los enfermeros y se lo llevaron a una celda para tranquilizarlo.
Por la tarde se presento un espectacular eclipse y en medio de esa sublime oscuridad momentánea se escucho ruido de donde se encontraba aquel benigno hombre, corrimos para ver lo que había pasado, cuando abrimos la puerta, mire sus zapatos sin agujetas a un costado de la cama y una fotografía medio quemada tirada en el piso.
La luz solar volvió aparecer, me dirigí hacia la banca junto aquel frondoso árbol, mire al cielo y repetí constantemente; ahora esta con ella, ahora esta con ella, ahora esta con ella…
La culpa la tiene la maldita Dolly y esos estúpidos hackers. No podían quedarse quietos ¡no, señor! tenían que rebanar todas las vacas y los cochinos, los pollos, patos, ratas, huevos, árboles de pan, plantas de albóndiga, y nosotros siempre al final, y todavía pregunta cómo coño nos quedamos sin empleo en la cadena alimenticia.
Pero no paró ahí. Se acabaron los corderos y ¿vinieron al mar? ¡no!, desde luego que no. Los muy gandules le sacaron copia a la única ovejita disponible e hicieron cientos de miles de millones de hamburguesas. ¿Y sembraron de nuevo? no había necesidad, ¿cazaron de nuevo? tenían una carnecopiadora en todas sus cocinas. Entonces nos hicimos más y más y el plancton no fue suficiente, y los de otros tipos y colores proliferaron y se comieron entre sí. Y nosotros, siempre racionales, siempre gnósticos, siempre pacífios salmones, decidimos incursionar en nuevos oficios en el siglo veintidós.
De los setecientos setenta y siete caminos a la iluminación, existe uno que por mucho es el menos transitado.
sonaba el despertador, eran las seis de la mañana, con los ojos entreabiertos fui a ducharme, me sentia cansado apenas habia dormido unas 3 horas,al salir Delfina mi esposa preparaba el desayuno, Coral mi hija de 6 años brincaba de su cama y corria hacia ami para darme un beso y me dijo que le tomara muchas fotos en el festival ¡festival! dije, ¡cual festival? a Coral se le desdibujo su carita de felicidad y por su parte delfina grito furiosa, Tiburcio no me digas que olvidaste su evento de la primaria, cual evento respondi avergonzado, el de Greenpez, premiaran al mejor disfraz a favor del medio ambiente, lo siento se me olvido, he tenido mucho trabajo anoche me dormi a las tres y no termine unos planos y a las ocho tengo una junta con unos ingeniros, para ver un proyecto de desechos industriales, me excuse. Delfina movio la cabeza y agrego, claro ahora tengo que hacer cita con tu secretaria para haber si tienes tiempo para tu familia, enfurecido le respodi de una manera no cortez mucho menos inteligente. que les falta tu tienes una casa,coche, buenos muebles, vestidos y la niña goza de buena salud va a una buena escuela y tiene muchos juguetes. Coral se asusto empezo a llorar y corrio a su cuarto, Delfina me miro incredula al escucharme y desilucionada me dijo, Tiburcio sabes que le falta a tu hija. Un Padre y a mi un esposo y se fue a consolar a mi hija Coral, ya no termine mi desayuno, subi a cambiarme y sali disparado hacia el garege, y al salir se me atraveso mi hija arrastrando su disfraz de pez y un su otra manita llevaba su camara de micky, frene bruscamente pero fue inutil, avente a Coral un par de metros, Delfina grito desesperadamente, yo baje de la camioneta pero las piernas no me respondieron y a medio camino me desmaye, mas tarde escuche una vocesita me me decia, Papi, Papi, levantate, abri los ojos y me encontraba en mi cama, mi hija todabia en pijame me daba un beso, me sente rapidamente. Era un sueño, un sueño terrible. La abraze fuertemente y la llene de besos, mi niña me decia para, para Papito que me apachurras, inmediatamente me gire hacia Delfina y le di un beso y le dije que esperas corazon que se nos hace tarde para el festival. Por supuesto que en el evento le tome muchas fotos, pero esta es mi preferida…
Con el consentimiento de mi sobrino Kevin Salazar, respetando la creatividad y escencia de su cuento, pero haciendo una recontrucción literaria, preseto el cuento;
Sueño virtual.
A las seis de la mañana, una proyección digital apareció de mi despertador electrónico, indicándome que era hora de levantarse, aún somnoliento por haber dormido tan sólo un par de horas, fui a ducharme para inmediatamente ir a la cocina donde se encontraba Delfina mi esposa, preparando el desayuno.
Coral mi primogénita de 6 años, salto de su cama magnética flotante y se dirigió a mí para darme un beso y recordarme que no se me olvidara la cámara digital para que le tomara muchas fotografías e imágenes virtuales de su festival. Desorientado le cuestione; ¿cual festival?, la felicidad se le desdibujo de su rostro.
— Tiburcio –grito mi esposa furiosa? ¿No me digas que olvidaste el evento que habrá en la escuela de tu hija?
— ¿Cuál evento? –respondí?
— El del medio ambiente –replico Delfina? en el cual premiaran al mejor disfraz.
Se me había olvidado el certamen en el que participaría mi hija, por estar laborando en unos hologramas arquitectónicos sobre unas capsulas espaciales y no sólo eso, si no que, tenia una junta con los encargados del proyecto a las ocho de la mañana.
Se desato una discusión, en la que mi esposa me reprocho, el poco tiempo que compartía con ellas, enfurecido respondí en forma violenta y poco inteligente, mi hija se asusto y corrió a esconderse. Desconcertado y sin terminar mi almuerzo, me vestí y me dirigí al garaje.
Aborde mi ciclomotor de hidrogeno dándole la orden de que encendiera el tren de levitación y que avanzara, en esos momentos se me atravesó mi hija disfrazada de pez, con lo brazos abiertos. Se escucho un grito desgarrador que salió de la garganta de mi esposa, frene bruscamente en forma manual, pero fue en vano, un par de metros adelante cayo coral.
Baje de mi vehículo, mis piernas no me respondieron, caí desmayado. De pronto escuche una vocecita que decía:
— ¡Papi, papi, levántate!
Abrí los ojos, me encontraba aun recostado, mi hija todavía en pijama me besaba, me senté en forma súbita. Era un sueño virtual, un terrible sueño, lo que acababa de experimentar, me quite y desconecte el casco interactivo.
La abrase fuertemente, la llene de besos, me decía que me contuviera, estaba muy efusivo que la estaba lastimando. Gire hacia un lado mi esposa sonreía, la bese y le dije que esperas amor, que se nos hace tarde para el festival, por supuesto que tome muchas fotografías es día, pero la que es mi preferida es la que esta con su disfraz extendiendo sus brazos…
CUALQUIER SIMILITUD CON LA REALIDAD CORRE POR CUENTA DEL LECTOR
Cuando los peces lo aplaudieron a rabiar, el tiburón supo que tenía ganadas las elecciones…
FÁBULA IMPOSIBLE DE LA SIMULTANEIDAD DE LOS SUEÑOS
El pez se había enamorado del hombre que todas las mañanas, antes de irse al trabajo, y, todas las tardes, al volver, acariciaba su pecera. Así, cada noche, desde hacía semanas, el deseo la soñaba convertida en mujer. Hasta que una mañana, como cualquier otra, al despertarse se encontró, esplendorosamente desnuda aunque sola, en la cama de aquel hombre. Ansiosa, lo buscó infinitas veces por la casa inaugurando con torpeza su voz humana. Al fin, cansada, se sentó en el suelo -porque aún desconocía la utilidad de las sillas-, para sorprenderse de cómo en la pecera, tristón, nadaba un pez…
¡Buenísimo, Gabriel B.!
MÁS DIFÍCIL TODAVÍA
Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso pez.
sacrificios
Cuando los mayas de Chichén Itzá ofrecían sacrificios humanos a su dios de la lluvia, Chac, sus víctimas eran pintadas de azul antes de ser arrojadas como ofrenda al Cenote Sagrado. Y no se trataba de cualquier color azul. Era azul maya, un pigmento intenso de tonalidad turquesa usado durante casi un milenio por los pueblos mesoamericanos y que por largo tiempo han asombrado a los científicos; ya que el pigmento resiste el paso del tiempo, el ácido, las condiciones climáticas, la biodegradación y los solventes químicos modernos. Sin embargo aún no se ha descubierto cómo los antiguos mayas producían este pigmento.
La Agencia Estadounidense del Espacio y la Aeronáutica (NASA) ha reconocido varios estudios de sus propios científicos sobre él inicio del calentamiento global y lo ha correlacionado directamente con el fin de los sacrificios mayas al dios Chac. Por lo que en un intento desesperado por salvar al planeta de la inminente catástrofe varios voluntarios han diseñado trajes y pigmentos parecidos al azul maya para auto-inmolarse en el senote sagrado con la intención de salvar a la especie humana; algunos incluso diseñaron disfraces azules para tratar de complacer al caprichoso dios.
ENCUENTRO
El amanecer era inminente, pero no había frío dentro de tanta goma espuma y tela satinada, más bien sentía un vapor relajante que hasta le traía algo de alivio a su cuerpo tan cansado, en un fin de fiesta decepcionante.
Carolina, la única mano tibia, el único pecho dulce, la única mirada amorosa… Toda la bendita noche, de fiesta en fiesta, tratando de concretar su cita medio en broma.
-Si somos “uno”, nos hallaremos.-fueron sus palabras medio en serio.
Sentía la mente medio atontada de los efluvios cerveceros, los ojos picozos de tanta nicotina y ya la luz matutina hacía acto de presencia entre los rezagados, trayendo un claro mensaje de regreso a casa.
Y sencillamente la vió.
Gritó su nombre a todo gañote, sintiendo el ronquido de una carcajada hacerle cosquillas en la garganta. Ella voltea, larga melena negra al viento, y sale corriendo a los brazos su amado.
Promesas, sudor, trasnocho, resaca y fantasia.
Otro carnaval que acaba.
SUEÑO CON SER PESCADO
Pez al fin, ahora sólo debo esperar a que alguien lance el anzuelo.
Por más esfuerzos por llamar la atención, el HOMO EPINEPHELUS había salido demasiado tarde del mar. Nadie notaba aquel prodigio de milenios de evolución aunque gesticulara frente a sus narices.
El HOMO EPINEPHELUS no tenía la paciencia de la naturaleza. Como pudo subió un alto edificio y saltó al vacío, dando coletazos y brazadas. Cayó frente a la puerta de servicio de una marisquería, que ofreció filete de mero como especial de la casa por el resto del mes.
Pescado aniquilado
Le gustaba importunar a los peces, convertirlos en pescados: introducir la mano en la pecera y sacar a temblorosos animales, dejarlos caer por el balcón (noveno piso) o bien dentro del escusado y tirar de la palanca, para verlos girar en torbellino, cual caca, un descenso en el Maelström previa golpiza o inyección de droga adormecedora (mamá enfermera), relámpago paralizador, pescado aniquilado, la consigna. Basura en el lago, para que las truchas se pongan ídem y tengan que sortear una lata de cerveza, una colilla de cigarro y (horror) un pañal (usado, desde luego; sobrino recién nacido, muy mono).
Hizo fiesta con pirotecnia el día que el buque petrolero se reventó junto al Golfo y por la mañana visitó la morgue, es decir, el mercado municipal, pescadería, donde los cazones son pasados a cuchillo para luego recibir calurosa bienvenida en el aceite hirviendo, sal de ajo, arroz a manera de guarnición. Comer pescado, cosa curiosa, no era impensable para él, de ahí que a veces el habitante del acuario terminara en su boca, tumba atroz. Una lata de atún como pisapapeles. Si tan salsa marinera te sientes, le decían, ¿por qué no te arrojas al mar con los tiburones, crucero por el Caribe, vive México, para repartir golpes al tiburón de tamaños dientotes y toda su parentela? Y él nomás se reía.
Pero una vez, cuando estaba en un bar, con sus amigotes, ajeno al rastro de humedad en el muelle (unas huellas particulares en el sendero, que nadie se pudo explicar, hasta más tarde, cuando la tragedia ya había ocurrido), el niño de los recados le hizo así así en el hombro y él: “No estés chingando”. Pero el chamaco insistía: oye, es que mira y él: “¡Que no!”. Y el niño: ahí afuera te hablan, que salgas dice. Y como era más curioso que cobarde salió: ah, canijo, tamaño pescadote azul que lo esperaba, bien puesto pa’ la gresca y los manotazos, a ver, si como roncas duermes, primo (el retador tenía acento costeño, desde luego).
Y es aquí donde las versiones se dividen, porque hay quien dice que nuestro héroe imploró perdón al dios del mar (era sólo un empleado de confianza, en realidad), ¡oh, magnífico señor de las profundidades!, qué coyón; otros aseguran que escapó hasta tierras altas, lejos del mar, donde llevó una vida de incertidumbre y temor de las inundaciones; pero a mí me gusta creer que ese día su sueño se hizo realidad y antes de trenzarse en desigual combate (era un pez de cuidado, desde luego) sintió que al fin podría descargar su odio, su manía, hasta hacer sangrar branquias y escamas, ser libre de esa carga, ¡muerte al pez!, pescado aniquilado, la consigna.
LADY CABEZA DE PESCADO
‘’hoy, en mis manos tengo… la dolorosa fotografía de lady cabeza de pescado; pero, siendo ciego, no es para mí, mas que un trozo de cartón. Su real recuerdo yace en mí. Qué haré con esta foto… Qué haré con mi vida…’’
Mi nombre es I.O., invidente de nacimiento, el dolor ha sido para mí como un maldito siamés aferrado a mi pecho, cruel e inseparable hermano. Atormentado siempre por inexplicables conspiraciones celestiales, mi infancia es, recuerdo frágil y tortuoso.
3 DE OCTUBRE:
Siempre considere a la vida como un lujo excesivo e innecesario; hasta hoy, pues he conocido a la niña más maravillosa del mundo. Lleva por nombre Kary y tiene 14 años. Trabaja para un prestigiado restaurante de mariscos, repartiendo publicidad; envuelta en un chistoso traje de pescado; según me lo dijo ella. No luchare, creo que estoy enamorado.
6 DE OCTUBRE:
Sentado, con mi bastón entre las piernas, resguardado en mi irremediable oscuridad; la esperaba pacientemente.
—¡Hola!
—Ya… ¿tan pronto te has cambiado?…
— No, siempre me cambio hasta que llego a casa, no vivo lejos de aquí.
—¿En serio?
—Sí… lo que sucede… es… te lo diré por que me inspiras confianza.
—Te escucho…
— Yo antes era muy linda, tan hermosa que siempre…
—Para mi aun lo eres.
— Tal vez solo para ti, porque eres ciego. No quise decir…
—No, no te preocupes, continua.
— …Hace poco mas de un año, mi madre y yo tuvimos un terrible y doloroso accidente. Ella salió un poco lastimada… pero a mi… las crueles llamas lograron arrancarme toda la belleza, desde entonces todo es para mi, lagrimas y vergüenza. Luego encontré este estúpido trabajo. Aunque para ser sincera; escondida en este ridículo disfraz; me siento mucho mejor, pues así la gente me mira con mofa y no con horror o lástima.
—Cuanto lo siento, pero no llores niña. Yo doy gracias al cielo por ser invidente, pues de otro modo; mi amor no podría apuntar a la belleza de espíritu; y seguro me envenenaría con cualquier cara bonita.
—Pues, la verdad… no logro entenderte.
—Solo quiero decir; que a pesar de no verte, eres para mi el ser mas hermoso que he conocido.
9 DE OCTUBRE
— Kary, hoy quiero pedirte que seas mi novia. Solo sé pensar en ti y quisiera… ¿Qué?, ¿otra vez estas llorando?, pero ¿porqué lo haces niña?
—Para ti la felicidad parece cosa muy fácil. Vivimos en mundos completamente diferentes, no logras entender. Si tu pudieras verme, o yo fuera como antes; jamás habría nacido esto…
—Kary… yo… te amo, te amo como nunca ame a alguien.
—Yo también te amo, eres demasiado lindo, pero entiéndeme por favor. Solo dame algo de tiempo.
—Claro, tomate tu tiempo. Pero por ahora deja de llorar preciosa, que prefiero escuchar el dulce sonido de tus sonrisas. Hasta mañana, lady cabeza de pescado.
—jaja, tonto, bueno mañana aquí nos vemos.
—¿Nos vemos? Jajaja, tonta.
—Tu empezaste, jajaja.
12 DE OCTUBRE:
—Ya pasaron algunos días, y no me respondes aun. ( … ) Ya no llores por favor, te puedo asegurar que tu llanto me lastima más a mí que a ti.
—Es que… la vida es un error, el mas grande y doloroso de todos los errores.
—mm… sigues sin responderme… ¿Quieres seguir estando conmigo?
—Si, yo quiero estar siempre contigo, pero no aquí. Mira toda esa gente, viéndome con sus bobas caras, burlándose de mí, mientras yo aquí adentro; me deshago en lágrimas.
—Entonces, ¿somos novios?…
— Somos eso y mas, pero… la pregunta es si tú estas dispuesto a seguirme.
Lloraba incesantemente, me abrazó con calidez y después me susurró:
—Me tengo que ir, cuídate mucho amor, por favor. Te esperaré.
15 DE OCTUBRE.
Esperé, esperé y esperé. Tal vez trescientos minutos o cuatrocientos suspiros, cuando una piadosa e inesperada voz me asaltó:
—Eres tú el amigo de Kary, ¿verdad?…
—Si, ¿le puedo servir en algo?
—Sucede que… lamento… ella, la niña se quitó la vida esta mañana. Me pesa mucho decirlo, anoche me pidió que le entregara esta fotografía. Jamás lo habría imaginado.
Mi bastón cayó al suelo y la foto fue puesta en mis manos. Mi alma sucumbía lentamente, clamando tregua ante la sevicia celestial, todo en vano, pues nada me la devolverá.
Ahora te comprendí hermosa Kary, lamentablemente soy demasiado temerario como para poder seguirte.
18 DE OCTUBRE:
Hoy acudí con un viejo amigo, amante de las letras. Mis muertos ojos, no pudieron contenerse y se derramaban en gotas mientras le decía:
—Toma, esto es un tesoro, has algo sublime de ella, que tus amigos poetas le expriman toda la belleza que guardaba. Por favor amigo Chimal, haz que valga la pena.
me paze un pokillo jajaja de lo largo ojala k les guste
hEy hOLA hOLA nO PUES mE gUSTA mUCHA lA FoRMA eN lA kE eSCRIBES SOLO HE lEIIDO uN POKo Y YA ME eMOCIONE jaJajjaJA ENSERIO, SIGUE ASi Y ERAS qE SERAS DE lOS gRANDES tQM NIÑiT0
esta poca madre la historia de vinzz!!!!
que imaginacioooon!!!!!
i creatividad!!!!
suerteee!!!!
Tavo consiguió su primer empleo a la par de que tuvo su primera novia: Yocelyn.
Al termino de la semana, el señor Chin-Hong, dueño del restaurante japonés, le pagó a Tavo lo acordado.
Con eso -y algunos ahorros que tenía- planeó comprar un Winnie Pooh gigante y llevar a Yocelyn a sus tacos favoritos.
Esa noche, Yocelyn terminó con Tavo.
Lo dejó inmóvil en el umbral de la puerta, abrazando bajo la luz de la luna al oso de peluche gigante. Tavo se sentió más estúpido que haber bailado con la botarga de pez afuera del negocio de don Chin-Hong.
Pero Tavo no sabía que su suerte cambiaría. En una semana le hablarían para darle otro empleo: en una farmacia del Dr. Simi, donde la humillación sería triple comparada a como se sentía en ese momento.
Saludos a todos.
sintió* más estúpido…
🙂
Un abrazo, Alberto, qué gusto que el viaje haya sido eso, un viaje. Los echo de menos, muchas vibras.
DESNUDO
José despertó temprano y el sol lanzó directo a sus ojos un escupitajo que le resultó doloroso. Su cabeza se llenó de tambores y crujidos. Era una sensación extraña despertar en un lugar distinto al lecho conyugal. Escuchó el agua chisporroteando en la regadera y se incorporó sobre la cama, que chirrió rabiosamente, como sólo una cama de motel puede hacerlo. Recordó que tenía una junta a las 8 a.m. y buscó a tientas su reloj sobre el buró. No estaba.
No lograba desperezarse, así que con toda pericia, bajó de la cama el pie izquierdo y removió con él un tepete nauseabundo que yacía sobre el piso, buscando el pantalón en cuyo bolsillo debía encontrarse su teléfono. Tampoco estaba.
Resolvió vencer la pereza y se puso de pie. Fue hasta el baño, que encontró vacío. José y el sonido del agua rebotando en los mosaicos regruzcos de la habitación. Miró a su alrededor. José doblando la esquina de la calle Juárez en su camaro rojo. Faltaban también su camisa y las llaves del coche. José cancelando cena con su esposa. Se sintió estúpido, mirando su desnudez frente al espejo. José subiendo al chico de la pescadería en su camaro. Sintió crecer su imbecilidad mientras se enfundaba en el ridículo disfraz abandonado por su reciente conquista.
LA PERSISTENCIA DEL PESCADOR
Soñó que era un pez. Se despertó cuando mordió el anzuelo, mas lo único que quería ahora era hallar algo filoso con que cortar la línea…
Gracias, Pablo.
Ictiograma
– ¿Me amas? – preguntó Lamia a Tritón.
– Tanto como los peces aman a la sal, tanto como los hombres aman a sus vicios – respondió él con voz la cansina de quien sabe lo que dice.
Así, el gran Poseidón en su infinita sabiduría les concedió una hija casi perfecta…
Confesión
Todo empezó cuando era un bebe. Mis padres tenían un acuario y, a falta de dinero para una cuna o moisés, coincidiendo con la falta del espacio, no tuvieron más remedio que ponerme en una pecera. Como era demasiado inquieto, cada día de mi niñez pasaba castigado dentro de los cristales por lo menos tres horas. Cada vez una pecera más grande, cada vez más apretado en mi espacio transparente. Recuerdo a la gente mirándome con curiosidad, con lastima unos, con coraje otros, pero siempre mirándome. También la sensación del cristal, el aroma único. En mi adolescencia descubrí que los peces pueden ser una gran compañía. Por eso te lo confieso, te lo suplico. A continuación él susurro en el oído de la chica. Ella no sabe si sonreír o escapar. ¿Qué más da? Dice finalmente, y vistiéndose con la botarga de un cíclido enorme, procede a salir a la terraza donde, dentro de la alberca, el ictiofílico la espera con ansia y el gonopodio erecto.
—Manuel… lo del auto sardina no era para tanto.
(en realidad fue un chiste, no concursa por supuesto)
Llegué de noche y abrí la puerta del edificio. Una sombra negra en el corredor, gruesa y jorobada esculcaba, como gato en el basurero, nuestra correspondencia. Lenta y misteriosamente.
El rumor de La Robacartas regresó a mi mente, en un santiamén. El del cinco me había contado el día que se fue la luz que Ella había destruído una vez un llamado bancario de calidad urgente para el del once, después de una mala cara. Ten cuidado, me había advertido después, con los ojos bien abiertos y asintiendo con la cabeza varias veces. A los niños les decían que se los iba a comer, también se oía por ahí que era medio nahual.
Caminé despacio y me detuve junto a ella. Un olor pesado a sardina en lata me golpeó de pronto, y mis zapatos pisaban un charco de agua. Ah, llegó el correo, dije en voz alta. No recibí respuesta. Ella examinaba cada carta minuciosamente, como si apenas supiera leer, o como si detrás del sentido literal de las palabras se escondiera otro verdadero destinatario.
Revisé rápidamente los paquetes de cartas, en silencio, tratándole de decir mire, si uno se ocupa sólo de sus asuntos, este negocio es rápido.
De reojo miré sus dedos cortos y sus manos gordas, estaban mojadas. De perfil, apenas distinguí sus ojos pequeños, me parecieron inexpresivos. Un ligero golpe me hizo volver en mí. Mi bolsa, que cruzaba mi pecho y colgaba de mi costado derecho, la había golpeado ligeramente. Sin voltear me dijo lapidaria: La bolsa se cuelga del lado izquierdo.
Qué fastidio, hice un gesto. Terminé con lo mío y era yo quien se tenía que ir, a ella aún le faltaban la mitad de nuestros estados de cuenta. Bastaría llamarle la atención con una frase fulminante, pensé. Subí la mirada. Subió la mirada. Abrí los labios sin saber aún con certeza qué decir, y a una palmada se transformó en pez, ahí, en frente de mí.
Anonadada, con las quijadas caídas y sin poder parpadear, un pez de tamaño humano se daba la vuelta y se marchaba tranquilamente por el corredor, dejando una estela de agua y un insoportable olor a pescado. Un pez con pies y con cola, nuestra correspondencia bajo su aleta, y colgando del lado izquierdo, su bolsa de mano.
No terminaba de convencerme el cuento «La persistencia del pescador» (jaja, pese a su brevedad), así que lo reelaboré; y ahí va de nuevo.
LA PERSISTENCIA DEL PESCADOR
Soñó que era un pez. Se despertó al morder el anzuelo. Ahora, lo único que desea es hallar algo filoso con que cortar la línea…
COMBINACION FATAL
“¡Tú nos elegiste, tú nos señalaste, eres nuestra guía, y nuestra alegría. Somos tus hijos, somos tus pescados!”… gritaba el predicador enfundado en su botarga de pez. La gente se detenía, le veía con curiosidad y luego se marchaba; nadie le hacia caso. Pero él hizo una pausa, engulló una pastilla, desenroscó una tapadera, bebió un poco de ron. De pronto, comenzó una lluvia plateada. ¡El plancton caía del cielo! El predicador cayó de rodillas con los brazos al cielo… ¡murió de un infarto al miocardio!
El origen del pez como simbolo de la Cristiandad
La imagen del pez cristiano tiene su origen en el planeta Acthos. Los habitantes de ese planeta tiene la forma de peces. Nunca salieron del oceano pero alcanzaron un gran desarrollo gracias a su ciencia. Despues de unos cuantos miles de años ya estaban construyendos naves espaciales. Su gran avance se debe tal vez a que no tienen dioses, como si el hecho de que nunca caminaron en tierra firme hubiera protegido su mente del fanatismo y la religión.
Asi que visitaron la Tierra para estudiar por los humanos tienen Dioses. Un habitante de Achtos llamado Je-ss-us tomo la forma de hombre y se tomo esta fotografía (la cual esta en todos los museos de su planeta).
Je-ss-us fui crucificado ya que su experiento no funcionó y al morir tomo su forma de pez original. Esto lo presenciaron sus principales seguidores y al ver esto, tomaron la forma del pez como el representante de su religión por supuesto esto no lo saben los millones de personas que adornan todo lo que pueden con la imagen de aquel extraterreste
Explicación
Desabrochas mis sandalias de tiritas, te gusta que mis pies dancen entre tus piernas, marcas la cicatriz de mi espinilla, te enredas en las líneas de mis rodillas, te pierdes en mis muslos, tratas de abarcarlos con tus manos, te aferras a ellos, subes, te desconcierta mi piel fría, resbalas por mi humedad, te detienen mis escamas, huyes de mis aletas, no aceptarás mis besos breves…
— ¿No te explicaron cómo era una sirena?
Refrán Fantástico
El pez grande se comió al chico…
Pero como el chico además de ser malabarista
era un gran negociador llegaron a un acuerdo
Y ahora por las mañanas el ser simbiótico se
gana la vida haciendo malabares en el parque.
Por la tarde, satisfechas sus necesidades mundanas
se sumerge en la fuente del parque para soñar
y en sus sueños dar vuelo a su imaginación y alimentar
así a la otra parte de su ser.
De todas las cosas imposibles que causan terror en nuestros corazones, no entiendo el reciente afán de limitarnos a vampiros, brujas y enfermeras sexys. Seguro hay cosas más horrorosas en este mundo, me he dicho a mí misma. Y el problema, creo yo, es que tratamos de infundir miedo de las formas más genéricas, como si con un solo disfraz se pudiera atemorizar a toda la gente. La vez pasada, en cambio, me disfracé de madre soltera, y hubieras visto los auténticos gritos que pegaron.
‘Es tu culpa’, le dijo Papá a Mamá, y luego todo lo que vino, ya te imaginarás. Les causé tanto pavor que hasta querían sacarme de la casa. Finalmente se calmaron cuando les propuse que me casaría con el descerebrado de tu padre. ‘Es de familia bien’, dijo Mamá, y continuamos comiendo el pan de muertos que sobraba. Entonces aprendí que hay una razón por la cual no hacen mejores disfraces a pesar de toda la tecnología que tenemos: la bendita unión familiar.
Así que, querido pececito mío, no te quejes de tu patético disfraz. Ahora ve, y pídeles dulces a tus zombies abuelos.
COMBINACION FATAL
“¡Tú nos elegiste, tú nos señalaste, eres nuestra guía! ¡Somos tus hijos, somos tus pescados!”… con Biblia en mano, gritaba el predicador enfundado en su botarga de pez. La gente que por allí pasaba se detenía, le veía con curiosidad y luego se marchaba; nadie le hacia caso. Pero él hizo una pausa, engulló una pastilla, desenroscó una tapadera, bebió un poco de ron. De pronto, comenzó una lluvia plateada. ¡El plancton caía del cielo! El predicador cayó de rodillas con los brazos al cielo… ¡murió de un infarto al miocardio!
La imagen poderosa del pez ha devorado con asco la débil estructura del humano.
Libertad al miedo que discurre en el interior del animal; donde el hombre ora con las manos primitivas que tocan con miedo el vacío espeso del pensamiento, esa transparente onda de pasiones que limitan a la vista a ver el reflejo integro del ser, que lentamente se ausenta en una respiración.
Ideas acuáticas en la atmosfera de concreto, todas se dispersan con cautela; algunas se evaporan, otras se desconocen en el espejo del animal y del humano.
Toda expresión se oculta en un antifaz existencial. Toda textura moral se pierde en el tacto sensible. Toda alma desconocida se funde en la digestión de la imaginación.
La materia se transforma en una profunda reflexión.
Animalidad del alma
La imagen poderosa del pez ha devorado con asco la débil estructura del humano.
Libertad al miedo que discurre en el interior del animal; donde el hombre ora con las manos primitivas que tocan con miedo el vacío espeso del pensamiento, esa transparente onda de pasiones que limitan a la vista a ver el reflejo integro del ser, que lentamente se ausenta en una respiración.
Ideas acuáticas en la atmosfera de concreto, todas se dispersan con cautela; algunas se evaporan, otras se desconocen en el espejo del animal y del humano.
Toda expresión se oculta en un antifaz existencial. Toda textura moral se pierde en el tacto sensible. Toda alma desconocida se funde en la digestión de la imaginación.
La materia se transforma en una profunda reflexión.
Al fin lo había descubierto. Su método era capaz de desintegrar átomos de cualquier objeto y transportarlos de un lugar a otro, a través de un rayo, apoyado con una potente computadora. Así lo hizo con una flor, un libro, su lápiz. Hasta que lo intentó con él mismo. Para acompañarse en el viaje, tomó a su «mascota» favorita. Cuando sus partículas comenzaron a ser desmanteladas, la máquina se sobrecalentó y destruyó varios átomos en fracciones infinitesimales de tiempo. Sólo lograron ensamblarse unas manos ya sin cuerpo, sin rostro, a la acolchada estructura de un tuburoncito hecho de tela…
Buenos días. Con este comentario se cierra el concurso de noviembre. Todos los visitantes quedan invitados a leer los textos y opinar sobre ellos. Gracias a todos y nos vemos dentro de poco con los resultados.
Auu! Me encantó el de Vinzz, está genial!
La fiesta del fin del mundo
Los profetas del fin del mundo llegaron como plagas bíblicas: Primero los hombres piojo, seguidos de los hombres rana y los hombres mosca, luego los hombres langosta, y por último los hombres pez. Tomaron las calles, las fábricas, los supermercados, las casas de putas y hasta las alcantarillas. Llegó el día en que la gente se quedó sin espacio, todo estaba infestado de profetas, entonces las amas de casa salieron a la calle con planchas y cuchillos de cocina, los hombres con martillos y picos, los niños con resorteras y palos, y al día siguiente el canal amaneció lleno de partes de cuerpos de profeta y con un hedor insoportable. Se prendió fuego al canal, se organizó un baile, se bebió toda la noche, se lanzaron petardos al cielo, y cayeron inertes desde el cielo los cuerpos de cuatro jinetes.
Me gusta el de la persistencia del pescador de Gabriel B. y el chiste de Santiago
Buenos días. Tenemos en esta ocasión un texto ganador y dos menciones especial: el ganador es Gabriel B. por la segunda versión de «La persistencia del pescador», que condensa en menos de dos renglones una imagen muy contundente y enigmática. Ganan menciones Jimena por su cuento «Explicación» y El chico fuera de tiempo por su cuento «La fiesta del fin del mundo».
Una disculpa por el retraso en la publicación de estos resultados. El nuevo concurso aparecerá inmediatamente. Gracias a todos por participar y felicidades.
[…] un texto ganador y dos menciones especial: el ganador es Gabriel B. por la segunda versión de “La persistencia del pescador”, que condensa en menos de dos renglones una imagen muy contundente y enigmática. Ganan menciones […]
[…] en el corredor oscuro hurgando meticulosamente en el buzón de cartas. Colaboré entonces con un pequeño texto, que no fue de lo mejor, pero sí el producto de un exorcismo de esas imágenes […]
Escuros ciclos me ha tocado vivir, hubo he daca la rara bestia blanca, una saeta de maseca a herido mi alma. Nada, nade de peces, solo nostros.
Los Mayas los llamaban hombres Car, yo prefiero decirle el hombre que naufrado en las romanticas e infestadas aguas de la tragedia. Todo empezo ir de mal en peor cuando la casocha fue mala, entonces el acecentli( maiz de agua) fue nuestro alimento. Fraternos mueren lapeste teje aftas en nuestras pieles, nos podrimos , no lirios acuaticos
Escuros ciclos me ha tocado vivir, hubo he daca la rara bestia blanca, una saeta de maseca a herido mi alma. Nada, nada de peces, solo nostros.
Los Mayas los llamaban hombres Car, yo prefiero decirle: el hombre que ha naufrado en las romanticas e infestadas aguas de la tragedia. Todo empezo ir de mal en peor cuando la cosecha fue mala, entonces el acecentli( maiz de agua) fue nuestro alimento. Fraternos mueren la peste teje aftas en nuestras pieles, nos podrimos , no lirios acuaticos
Fratena mia, ya mis carnes estan podridas, he acudido al templo nostro hellorado ante las imagenes de hierro o maiz, le he pedido a estos demiurgos uno nuevo rostro.