Concurso

Concurso #27

78 comentarios

Una vez más, esta bitácora convoca a su concurso mensual. Los interesados pueden comenzar observando esta imagen:

Instrucciones:
1) Suponer que esta imagen ilustra una historia.
2) Imaginar cuál es esa historia: qué está pasando allí, qué momento se anuncia, por qué, quiénes están allí, qué hacen.
3) Escribir la historia, en forma de cuento brevísimo (minificción), en los comentarios de esta misma nota.

El ganador de cada mes será elegido tomando en cuenta la opinión de quienes decidan opinar, y recibirá un trofeo virtual. (Los concursantes deben dejar una dirección válida de correo electrónico, para poder recibir su premio.) La fecha límite para hacer propuestas es el 24 de enero.

Quedan invitados. Y feliz año nuevo para todos.

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Ganadores de diciembre

78 comentarios. Dejar nuevo

  • Ana Aguirre
    01/01/2008 7:18 pm

    Dejaste expandir tus oidos. Fue aquel dìa en que
    al fin despuès de tantos intentos pudiste
    escuchar el color rojo que emergìa de la luz
    pura.

    Responder
  • Ella me confió su sonrisa oculta, la que hace azules los días y estrelladas las noches, la que sólo pocos hemos podido ver de frente.
    Pero saqué la cámara.
    Castigó mi ególatra intención disfrazada de herramienta artística (preparada previamente a una diezmilésima de segundo) con el abandono total, aquél en el que se deja hasta la propia vida.
    Y su sonrisa oculta se fue, como cabellos carmín al viento, como hilos de atardeceres.
    No tengo perdón.

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  • Gabriel de Biurrun
    02/01/2008 4:22 am

    Evolución en la bañera.

    No sé de dónde salió. Una gota de sangre en mi bañera de agua tibia.
    La observé, arrodillado, bailando en la superficie.
    Creció, buceó y se convirtió en rastro escarlata, en un manto denso y vivo. De sangre a carne y de carne a cuerpo.
    Y yo arrodillado, viéndola evolucionar.
    Se formó primero la cintura, de curva caribeña. Partieron de allí dos piernas largas, esbeltas, absolutamente nórdicas. Del polo opuesto nació un vientre, liso o no, de obligo platense. Al norte un torso, francés, creo. Un cuello italiano, capaz de entonar carcajadas antípodas. Y el rostro, de labios árabes, dientes del lejano oeste. Dos ojos, dos. Azules, verdes, lo que quieras. Y la nariz. La tuya, por supuesto.

    Responder
  • Gabriel de Biurrun
    02/01/2008 4:25 am

    ombligo, evidentemente

    Responder
  • Shanduray
    02/01/2008 9:42 am

    El lado femenino

    Siempre desde el cielo Dios obseva plácidamente a sus mortales, inhalando y exhalando infinita paz…. a veces llorando sangre, a aveces riendo vibrantemente. Hay muchas cosas que se dicen de Dios y es que todo lo ha creado a la perfección, todo se mueve de manera precisa trágedias, nacimientos, derrumbes y bodas. Pero todos sabemos que solamente una mujer puede hacer múltiples cosas a la vez, tal vez Dios no sea como todos pensamos y tenga el rostro de una mujer.

    Responder
  • Era bella, tan bella pero tan plástica que, luego de sacarla de aquel bar sin mucho esfuerzo, de recorrer con ella los antros de moda, de consumir botellas y cigarros hasta que no fuera posible encontrar uno más en la ciudad, de llevarla a la suite del hotel que ayer fuera su castillo y hacerle el amor en la cama, el lavamanos y la bañera, cuando el conde le mordió el cuello para alimentarse de su sangre, lo único que encontró fue esmalte sintético de un rojo brillante y enceguecedor.

    Responder
  • A TODO O NADA

    Este será mi último intento. He probado casi todo. Ha llegado el momento de hacer algo radical. A todo o nada. Llevo meses paseándome por este apartamento sin ningún resultado. Quité todas las cortinas, hasta la de la ventana del baño, que da justo a la bañera. Mantengo las luces prendidas, aún durante el día. Ya casi no salgo. Me he mostrado alegre y distendida, o triste y afligida. He representado todo tipo de papeles para ti. Escenas sensuales, eróticas, dramáticas, patéticas. Sé que estás. A toda hora. A veces logro ver tu figura, recortada detrás del teleobjetivo. Otras veces sólo detecto el brillo intruso de tu lente. ¿Qué ganas con esto? Seguimos tan solos como cuando empezamos. Seis meses expectante, sabiendo que me observas, incansable, y aún no sé nada de ti. ¿Cómo luces? ¿Qué haces? ¿Qué quieres? Hoy eres mi único testigo. Te adivino ahí parado, espiándome mientras me baño, como siempre. Ya está, casi no duele. Un corte rápido en el cuello. Lo suficientemente profundo como para que la sangre comience a deslizarse, cálida y urgente sobre el agua, pero no tanto, para darte el tiempo justo a venir por mí y rescatarme. ¿Serás capaz de resistir el impulso que te lleva a ser sólo un espectador en mi vida? Una última mirada a tu ventana y ya tengo la respuesta. El destello de tu flash me ha privado de ver el contorno de tu cuerpo por última vez.

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  • Ella no quería beberle la sangre, si lo hacía su victima se convertiría en otro hermano de la noche, viviría -como ella- para siempre, siempre joven, siempre hermoso y cada madrugada, al limpiar gotas rojas de sus comisuras, seria también, mas poderoso. Él estaba caído sobre la banqueta y esperaba deseoso, pero sin dejar de temblar, el momento en que ella lo inmortalizara, confiaba que la venganza y el instinto asesino de ella serian infalibles, y haría justicia por su compañera muerta con una estaca en el pecho.

    Él tenía razón en algo, ella decidió castigar al humano, pero erró al pensar que lo mordería; Mas bien usó sus uñas por navaja, su brazo dibujo en el aire el camino que siguió la sangre del cuello del humano, y lo vio con un odio pacifico, mientras su cuerpo se enfriaba y su alma marchaba al infierno.

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  • Buscó la cura en muchos lugares, con médicos y chamanes. Padecía algo que ella definía como ligereza y que ningún especialista había reconocido. Cuando vio que su vestido se elevaba como un cometa con el viento frío que azotó la ciudad esos últimos días, y cuando dejó de sentir las piernas, se sujetó con un listón amarrado a su muñeca de la ventana de su departamento con la esperanza de que algún niño la rescatara para llevarla de paseo al parque.

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  • – Mamá, mamá, le sale sangre a la pared
    – Si, hijo, es normal, no ves que hoy la estuvieron rasqueteando los pintores. Es normal que le salga un poquito de sangre.
    – No, mamá, pero es mucha, la pared se va a morir, se va a caer y nos vamos a quedar sin casa.
    – Hijo, no seas fatalista, es solo un poquito de sangre, a todos nos sale a veces un poquito de sangre, – dijo mientras tomaba una lija al agua doble y comenzaba limar la piel de su muñeca izquierda. – Mirá hijo, lo mismo que a la pared, ahora me sale sangre, es normal.
    – No mamá, eso es un poquito, apenas unas manchitas que salen, unos raspones, la sangre de la pared brota a borbotones, como si la hubieran degollado, alguien que la odia.
    – ¿Pero quién puede odiar a la pared?
    – El reloj la odia, estába colgado de esa pared, sufría mucho, la pared cada tanto apretaba su cuello para no dejarlo respirar y cuando el reloj empezaba a morirse aflojaba apenas un poco, para que pudiera ventilarse.
    La madre miró la pared y contempló la mancha de sangre. – Tonterías hijo- , le dijo, negándose a ver un evidente orificio del cual surgía la sangre. – Fueron solamente los pintores -. No terminó de darse vuelta cuando una aguja de secundero atravesó su glotis.

    Responder
  • – Mamá, mamá, le sale sangre a la pared

    – Si, hijo, es normal, no ves que hoy la estuvieron rasqueteando los pintores. Es normal que le salga un poquito de sangre.

    – No, mamá, pero es mucha, la pared se va a morir, se va a caer y nos vamos a quedar sin casa.

    – Hijo, no seas fatalista, es solo un poquito de sangre, a todos nos sale a veces un poquito de sangre, – dijo mientras tomaba una lija al agua doble y comenzaba limar la piel de su muñeca izquierda. – Mirá hijo, lo mismo que a la pared, ahora me sale sangre, es normal.

    – No mamá, eso es un poquito, apenas unas manchitas que salen, unos raspones, la sangre de la pared brota a borbotones, como si la hubieran degollado, alguien que la odia.

    – ¿Pero quién puede odiar a la pared?

    – El reloj la odia, estába colgado de esa pared, sufría mucho, la pared cada tanto apretaba su cuello para no dejarlo respirar y cuando el reloj empezaba a morirse aflojaba apenas un poco, para que pudiera ventilarse.

    La madre miró la pared y contempló la mancha de sangre. – Tonterías hijo- , le dijo, negándose a ver un evidente orificio del cual surgía la sangre. – Fueron solamente los pintores -. No terminó de darse vuelta cuando una aguja de secundero atravesó su glotis.

    Responder
  • ¡Click!

    Odio a las modelos. No soporto su belleza. Por eso me convertí en fotógrafo.

    Siempre me rechazan, pero eso ya no importa. Deslumbradas con el reflector no pueden ver el brillo del filo. Primero ¡click! Luego !slash! Y todo termina.

    Me encanta ser fotógrafo.

    Responder
  • Quién sabe qué pasó, pero desapareció la palabra !Slash! La voy a subir otra vez.

    Responder
  • ¡Click!

    Odio a las modelos. No soporto su belleza. Por eso me convertí en fotógrafo.

    Siempre me rechazan, pero eso ya no importa. Deslumbradas con el reflector no pueden ver el brillo del filo. Primero ¡click! Luego slash. Y todo termina.

    Me encanta ser fotógrafo.

    Responder
  • Poco a poco, inexplicablemente, su cuerpo se había ido extinguiendo. Primero el tono de la piel palideció como si nunca el sol las hubiera besado, pero luego, preocupantemente, adquirieron la transparencia primitiva de las amebas. En un principio, cuando percibió primero el trastorno en los dedos de sus pies, pensó que era una alergia temporal, y se aplicó apenas una pomada rosada que encontró al interior de su buró. Procuró, además, utilizar calcetas de tejido grueso y oscuro para impedir situaciones incómodas en la oficina o en el camión que recorría, de principio a fin, Nomaders Avenue, de vuelta a casa. Así, con indiferencia frágil, estuvo por algunos días. Pero sucumbió al terror cuando días después, al regresar del trabajo, desvistiéndose para ponerse la pijama y dormir, descubrió que sus pies eran ya completamente transparentes. Claro que los sentía, podía trazar su perímetro delicado con las yemas, pero simplemente ya no veia nada debajo de los tobillos. Corrió a su escritorio, abrió su laptop, y busco ávidamente en Internet, pero nada. Incluso se sintió tentada a hablar con alguien, pero, ¿a quién? Y ¿qué decirles? Pensó en un médico, en el hospital del municipio, pero concluyo que era ridículo. Qué les voy a decir, pensó, acariciándose sus invisibles extremidades y quedándose dormida sobre sus sábanas amarillas.

    ***

    El achaque no sólo no cedió, sino que al paso de las semanas se extendió y aun multiplico sus víctimas. En algunos meses, la palidez del principio recorrió su existencia con la velocidad cruel de los asedios y, sin embargo, Linda, aprendió a soportarla y, todavía, a aceptarla. A la vez, cobró conciencia de que cada cosa que sometiera a su tacto, sufría consecuencias paralelas a las de su cuerpo. De esta forma, todo su departamento, sus aditamentos y adornos, perdieron sus tonos originales y se redujeron todos a un mismo blanco. Decidió, así, cesar relaciones con el exterior, pero procuró dar siempre excusas plausibles para que nadie sospechase y la molestase en su departamento, donde permanecería recluida hasta el fin, como se dijo solemnemente la última noche que pasó fuera.

    ***

    En las última semanas, desesperada, había ingerido las últimas provisiones del botiquín que se albergaba detrás del espejo del tocador del baño. Pero, después de una racha insufrible de temblores fríos y vómitos, regresó a la templanza anterior. El último día, que se anunciaba violentamente en el rayo de sangre que, visible por la transparencia, pendía de su brazo derecho, decidió pasarlo con valor. Se encerró en el cuarto que antes había sido su recámara, totalmente blanco ya, y esperar, sin agitación alguna, la culminación.
    En la espera se había quedado dormida. Cuando despertó vio la luz , no supo si de la mañana o del hiriente mediodía, iluminar su cuarto y, después de despabilarse, notó, con sorpresa confusa, que las puertas de su cuarto y también del departamento estaban abiertas. Escuchó, en lo que antes había sido su sala, la voz de la vecina del departamento de al lado. Pero no alcanzaba a descifrar sus palabras, aun si detenía por momentos su respiración para escuchar mejor. Poco a poco, se compuso del suelo y salió del cuarto, sin siquiera percatarse de los cambios terminales que en la noche se habían operado en ella. Cuando salió, vio a la vecina hablando con un policía, de estatura corta y menudo, que apuntaba rigurosamente en una libreta lo que ésta decía. “Hace meses, señor, que no sale. Nadie la ha visto desde entonces, y, cuando alguien toca a su puerta, contesta detrás de la puerta, pero no abre. No abre, señor.” El oficial, ceñudo, preguntó por los apellidos de la desaparecida y ella, Lidia, sin pensarlo, gritó que ahí estaba. “¿Por qué no me lo pregunta a mí?”, insistió, con los ojos clavados en la vecina. El oficial y la vecina voltearon, desconcertados, como si miraran el vacío. Se vieron entre sí por unos breves segundos y cada uno empezó a recorrer las distintas habitaciones. Fue ahí cuando lo recordó todo y, antes de que éstos salieran de nuevo a la sala, salió presurosa del departamento y se perdió en las escaleras.

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  • No soy tu ángel, no me vuelvas a llamar así, no soy buena y lo sabes, nadie puede serlo a tu lado. Ser mala me hace fuerte, me hace fuerte y me protege, me protege de ti. Es triste tener que protegerse de quién más quieres, pero no puedo más. Me he cortado las alas, esas alas de ángel que tanto te gustan y que tantas y tantas veces has despedazado con tus palabras., ya no podré volar hacia ti cada vez que me nombres, ahora no, sin alas no. Sí, estoy sangrando. Me sangra el alma, y sangra tanto que brota por cada poro de mi piel. Me voy, te dejo mis alas, mis alas de sangre y miel.

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  • Miró atentamente al piso. Su rostro pálido recordaba el de una geisha, condición que casi había aceptado naturalmente a fuerza de años de sumisión y de maltrato. Decidió terminar con eso y dibujarse otra. Empezó por la parte más difícil, la parte de adentro. Se dibujó con sus propios dedos, usando su propia sangre. Dejó manchas en la pared y en todas partes. Se dibujó como siempre se quiso ver. Se dibujó como coral, como viento de caracola, como música sin notas, ágil, llena de luces, se dibujo como nunca había sido. Su pincel fue la escritura de otro.

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  • Me gustó evolución en la bañera de Gabriel de Biurrum.También menciono al cuento de EE

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  • DESPEDIDA

    Tal vez sólo sea una fase de negación, pero no me voy a quejar.
    Hasta podría decir que me gusta lo que veo. Su rostro, el cielo,
    el proverbial haz de luz. Ese del que tanto se dice que no hay que
    acercársele.

    Y sin embargo, ya sé que me voy. La luz me jala, me atrapa, y
    todo esto se acaba.

    Por eso voy a disfrutar ese rostro por última vez. La he amado
    tanto, la he seguido tanto, la he deseado tanto, que apenas si
    me importa que haya sido ella quien disparó.

    Sólo quiero seguir viendo su rostro antes de que esa luz a la
    que no me debería acercar lo inunde todo, lo llene todo, y me
    impida volver a verla por el resto de la eternidad.

    Responder
  • …(rojo)(eras tú) en secreto me digo lo que me sucederá ayer andaba por aquel camino sinuoso sola una vez más sola esperando en las sombras aparece quien siempre esperaba y me inunda el temor de por fin reconocer el rostro que tanto deseo aborreciendo de quien me acosa a cada instante llenandome de deseo que te alejes no verte más y es cuando en la soledad de aquella vereda extraigo el filo con fiereza que me penetra fatal limpia inmaculada siempre siempre y sale directo al cielo en merecida ascención pura pura para luego ante el vacio del resto de la obligada vereda caer de nuevo impelida por una circular pasión caer caer en un alarido…(rojo)(eras tú)

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  • Rolando Gonzalez
    07/01/2008 12:21 am

    Todo ha subido en esta cuesta de Enero. Tan ha subido todo, que ahora hasta mi período me viene por el oído…

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  • La mancha de sangre..

    Primero fue una simple mancha roja que luego, después de tres noches seguidas de soñarla, empezó a tomar forma, era sangre, lo supe como algo de esas cosas que uno sabe en los sueños, sólo lo sabes y ya.

    Un sueño suele ser como una especie de pantalla en sepia de aquellas cosas que tus ojos no ven, es decir ven pero no ven, como el perro azul de los ojos de aquel cuento que nadie leyó de Gabo.

    En las noches lo soñaba, todos los días, me pasaba las horas adivinando que más vendría, y cada noche llegaba, primero fue un rastro de su brazo, un tono del color de sus mejilas luego el cabello, su sonrisa fue lo último que apareció para complementar la escena.

    Tuve la esperanza, en vano, que el sueño continuaría hasta que me revelase un cuadro completo, no fue así, no fue y ya, me quedé en su sonrisa.

    No entiendo el punto de la sangre tal si flotara en el espacio del eter alrededor suyo, como si alguien hubiese tomado una fotografía exáctamente en el momento en que la sangre brotaba de su cuello, imaginé una explosión de sangre en su yugular, un cristal que no se alcanza a ver y que cortó su piel de pronto, (en una violencia estremecedora y concreta) pero la mirada, oh¡ su mirada tan resuelta y llena.

    Todavía no puedo asimilarlo del todo, claro, no volví a soñarla pero su imagen me acompaña todo el tiempo, y aunque insista.

    Desde esa noche sólo sueño peces, rojos nadando en una pecera atemporal y verde, sólo peces, eso, únicamente peces.

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  • A quien corresponda

    Te extraño tanto hoy, que iré en busca de ti, ya no derramare mas lagrimas, de alguna forma te encontrare, el tiempo ya no importa, solo espero que me estés esperando, con la misma ansiedad con la que hoy te estoy buscando.

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  • Un libro de mil páginas

    Leí en un libro de más de mil páginas lo siguiente: «…el maquillaje revelaba su verdadero rostro». Unos capítulos después, como a la mitad del libro, me topé con este extracto:
    » — No me malinterpretes baby, pero ya va siendo hora de que te cases– le dijo él, con cara de señuelo.
    — No me malinterpretes corazón– le respondió ella, con todo menos rubor– pero chinga tu madre. »
    Luego leí un montón de páginas más. Así terminaba el libro: «El sol estaba a sus espaldas, cubriéndola más como un guardaespaldas que como un amigo, mientras ella, con una mano en los jeans y la otra haciéndose sombra en la cara, miraba una parvada alejarse en el cielo».

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  • Como chorizos de carne picada

    Tomé el cuchillo del cajón y crucé el brazo con todas mis fuerzas, de abajo hacia arriba, de izquierda a derecha, cortándole la garganta. Solo escuché un ruido tenso, como a goma o plástico aserrado, imagino que fue la traquea al abrirse. Giró por el golpe a la izquierda y un chorro de sangre cayó sobre el lienzo antes de que se desplomara. Temblando apoyé el filo sobre mis muñecas dispuesto a acompañarla, fue entonces que ella volvió a aparecer saliendo desde el paño, con una sonrisa cínica y la vista diabólica. Brotaba como los chorizos de una máquina picadora de carne. Tuve que ensartar nuevamente el cuchillo en su cuello y luego cortarla por la cintura, pero otra vez reaparecía de esos chorizos como gusanos. Cada vez con más fuerzas, cada vez más diabólica. Luchaba pisando y empujando trozos de su cuerpo para no quedar aplastado, bañado en sangre, indefenso, tan solo con el cuchillo empuñado. Pude contar las veces que quiso vengarse, 134 en total. Una por cada día desde que nos conocimos. Ella pintaba en la cocina por las noches a la luz de la vela y yo la escuchaba, aun con mi cabeza bajo la almohada, desde el cuarto cuando rezaba en voz baja dialectos satánicos entre pincelada y pincelada. Dirán que solo era una y que la mate con saña, que lo hice por celos al reconocer a su ex pareja en el cuadro que ella pintaba. Pero habrían hecho lo mismo que yo si hubieran visto como volvía a aparecer, una y otra vez, emergiendo desde el paño, tan viva y tan demoníaca. Al menos estamos de acuerdo en que asesté 134 certeras puñaladas, ¿cómo no se dan cuenta de lo que me hizo?.

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  • Me encantó el texto de Hernán.

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  • Génesis onita

    [Extraído del Onán, fugaz y verdadero contenedor de la luz que no arde]

    JKFLTPMXHWR estuvo en algún lugar de tu imaginación. Dudo de si mismo, de si era hombre, planta, estrella o cualquier otra cosa. Dio fuerza y dirección a las aguas, pero entendió que el esfuerzo físico es compartido entre varias especies.Trató de volar y tras ciertos incidentes voló. Lo mismo hizo para correr, reptar, caminar, dormir y soñar. El sueño lo cambió todo. Empezaba a sospechar. Soñó sin dormir, soñó la criatura más perfecta que su mente hubiera podido crear y ésta, soñada, no se alejó. Así soñó una inmensidad de criaturas; algunas las soñó tan en lo profundo que no pudo verlas, otras tan extrañas que habría querido deshacerse de ellas. No hubo en él algún ápice de duda, y por suerte aún no conocía la maldad; ni siquiera la vanidad. Soñó que sólo podría soñar dormido, y convertido en la criatura más perfecta que su mente hubiera podido crear empezó a preguntarse, si sus sueños en realidad significaban algo, si alguna vez fueron más que sueños.

    Responder
  • Primero, esa extraña – aunque no necesariamente nueva- sensación de levedad. Habría querido tener miedo, pero lo que sintió fue un resentimiento al ver que su cuerpo la dejaba irse, sin ningún tipo de resistencia, como si esos 34 años no hubieran significado nada. Sí, resentimiento, que no podía ocultar en sus ojos, en la expresión de su boca.
    Después la luz, pensó, justo como me la imaginé, como tantas veces me la contaron.
    Lo único que la desconcertó fue que más que volar, era como succionada, como si la luz lo que ocultara en realidad fuera una gran aspiradora que la había arrancado casi toda su ropa y que ahora se encargaba de la manga de su blusa roja favorita.
    Dios, el gran sirviente del universo, usando su aspiradora, para limpiar la basura, eso somos pensó, un segundo antes de ser tragada por la luz-aspiradora,

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  • [Corregido]

    Génesis onita

    [Extraído del Onán, fugaz y verdadero contenedor de la luz que no arde]

    JKFLTPMXHWR estuvo en algún lugar de la imaginación. Dudó de si mismo, de si era hombre, planta, estrella o cualquier otra cosa. Trató de volar y tras ciertos incidentes voló. Lo mismo hizo para correr, reptar, caminar, dormir y finalmente, soñar. El sueño lo cambió todo. Comenzó su sospecha. Aventuró un sueño en la vigilia: soñó la criatura más perfecta que su mente hubiera podido crear y ella, soñada, no se alejó. Así hizo para crear una inmensidad de criaturas. Algunas las soñó tan en lo profundo que no pudo verlas, otras tan extrañas que habría querido deshacerse de ellas.
    Ya no hubo en él algún ápice de duda y por suerte aún no conocía la maldad; ni siquiera la vanidad. Soñó que sólo podría soñar dormido y convertido en la criatura más perfecta que su mente hubiera podido crear empezó a preguntarse, si sus sueños en realidad significaban algo, si alguna vez fueron más que sueños.

    Responder
  • «algún»= ni un/ningún=Ya no hubo en él ni un ápice de duda

    perdón perdón

    Responder
  • Al principió pensé que era una mancha simple, una nube de pequeños insectos sanguíneos que le seguían, ciertamente planteaban a mi razón una especie de reto, sin afán de parecerle loco, me acerqué a ella un día, sólo para sacarme la duda que de cerca la nube o mancha roja persistía o simplemente se desvanecía.

    No era así, claro que no siempre fue roja es decir una vez visualicé la mancha en un tono café e inventé una perorata para verla de cerca, como siempre la nube se desvanecía a unos metros de ella y quedaba el olor.

    Aprendí a identificar entonces las nubes, los olores, si era café tal vez había pasado un día en el que a los tinacos de su departamento no se habían llenado porque no había llegado el servicio de agua por lo que tampoco se había bañado. Su olor no era molesto, es decir, nadie lo notaría pero yo veía la nube café.

    Otras veces era verde, un verde brillante como si se tratara de un verde gelatina, igual lucía amarillo a veces, era su perfume, algunas veces le llegué a sugerir que se pusiera un poco más de esa loción que le hacía lucir una nube purpura, o el tenue y transparente ámbar del Chanel 5. Me gustaba más el púrpura, no obstante nunca supe en realidad cual era ese aroma.

    La última vez que la ví era rojo, la seguía a donde quiera, me acerqué a ella para intentar identificar el aroma, no pude porque era desconocido para mí, es decir la sentí pero no pude identificarla, fue ella que discreta y un poco apenada me dijo con una voz apagada, como un chisporroteo de luz blanquecina.

    -Me da miedo que me conozcas tanto, ya te diste cuenta ¿verdad?

    -¿De qué?, -insistí.

    Lo sabes ya, hoy estoy en mi periodo.

    Responder
  • Diana Galvàn
    10/01/2008 2:05 am

    YA BASTA!
    Varios años han pasado y la pesadilla se repite en esa habitaciòn
    con ìra en la mirada emerge de la mancha exactamente el dia de su muerte
    en la hora exacta, ni un minuto màs, ni un minuto menos…
    buscando la oportunidad de vengar su muerte…
    Y fueron tantas veces, mas siempre perdonaba
    era tanto su amor que los golpes recibidos pasaban desapercibidos
    cuando las mismas manos que antes la maltrataron acariciaban su rostro suplicando el perdòn
    con palabras entorpecidas e incoherentes por el alcohol
    trataban de justificar su infame acciòn…
    No tuvo el valor de decir YA BASTA!
    hasta aquella noche en que demasiado tarde se diò cuenta de su error
    su fràgil cuerpo rebotando como muñeco de trapo con cada fuerte puñetazo que recibìa de su agresor…
    Su bello rostro se estrellò, manchando la pared de rojo pasiòn, esa misma causa por la que siempre le daba el perdòn…
    Y ahora en fecha de su muerte, desde el màs allà emerge por esa roja mancha con la mirada iracunda dispuesta a defenderse…

    Responder
  • Contador de Leyendas
    10/01/2008 6:02 pm

    Mmmmmmm, maldición, tantos años creyendo que las princesas tienen la sangre de azul, pero es de un rojo tan vulgar como la de cualquier hijo de vecino, maldita sea, de nada valió el florero que me cargué para enterarme.

    Fuera de tema. Sobre la idea que comenté en el concurso pasado les invito a visitar http://cuentoencomun.blogspot.com

    Jesús Olague

    Responder
  • MORIR NO

    Joselyn era una chica muy bella quien estudiaba el primer grado de preparatoria, en las últimas semanas, sus padres discutían mucho y decidieron separarse, su novio la traicionó con su mejor amiga y había reprobado 3 materias.
    Una noche tuvo un extraño sueño, sentía que caía a gran velocidad, mientras su sangre se esparcía por el aire. Al despertar creyó que se trataba de una señal.
    –¡Esto es lo que debo hacer! –Decía mientras se preparaba para un día de clases–, solo así terminaré con todos mis problemas.
    Ese día su madre la llamó para que bajara a desayunar, después de ducharse Joselyn se dirigió al comedor, mientras descendía por las escaleras el teléfono sonó, miró el identificador y le dijo a su mamá que era su padre, que aún no quería hablar con él, que le dijera que ya se había ido a la preparatoria. Joselyn guardaba resentimiento ya que su padre no la había visitado en dos días.
    Al salir de clases subió a uno de los edificios de la preparatoria dispuesta a lanzarse, inmediatamente llamaron a sus padres, la primera en llegar fue Rosa, su madre, quien suplicaba en llanto que no lo hiciera, en ese momento César, el padre de Joselyn conducía muy deprisa para llegar a la preparatoria, preocupado por su hija a quien no veía desde el día que se marchó de la casa, no miraba detenidamente a su alrededor, de pronto un camión de carga se atravesó en la carretera por donde conducía, sin frenos golpeó un costado del auto de César provocando que éste se volcara, muriendo el padre de Joselyn al instante.
    Dos semanas después Joselyn aún sentía culpa por lo que le sucedió a su padre, su ex novio intentó hablarle una vez más, pero ella lo ignoró nuevamente. Se sentía como la pobre niña huérfana a quien todos le tenían lástima.
    Una noche Joselyn entró a la regadera y comenzó a llorar, tomó una hoja de afeitar y decidió cortarse las venas. Después de que su madre la encontrara inconciente llamó a urgencias.
    Más tarde en el hospital cuando la chica despertó, su madre se encontraba a su lado.
    –¡Por qué continuas con la idea de suicidarte esa no es la solución! –Exclamó Rosa–, toda la vida he pensado que cuándo deseas la muerte ella se lleva a alguien, no necesariamente viene por quien la llama, así que deja de hacerlo con tus pensamientos negativos, al atentar contra tu vida.
    –¡Esas son patrañas! –Dijo Joselyn con desagrado.
    Más tarde, mientras Joselyn dormía volvió a tener el mismo sueño, caía y su sangre se esparcía, pero jamás tocaba el suelo.
    Al día siguiente la chica fue dada de alta, cuando salía con su madre del hospital se enteraron de que la hermana menor de Rosa, Perla, había entrado en labor de parto, horas después informaron a los familiares que uno de los dos gemelitos que esperaba Perla, había muerto al nacer.
    Por la noche, Joselyn, lloraba en su habitación, recostada en su cama giraba de un lado a otro.
    –¿Por qué ocurre esto? –Se preguntaba en voz alta–, Soy yo la que quiere morir, y sólo mueren mis seres queridos.
    Nuevamente la chica se soñó a si misma, pero esta vez no caía, sino que otra Joselyn a quien le escurría sangre sobre el rostro se acercó a ella, la miró de frente y habló.
    –Joselyn… –Decía la chica ensangrentada.
    –¿Quién eres tú? –Preguntó Joselyn a su otra.
    –Soy tu más grande temor ¡tu muerte! aún después de que intentas suicidarte, temes al no saber lo que vendrá después, ahora quiero hacer un trato contigo, si intentas suicidarte una vez más, continuaré llevándome a todos los que amas, porque no me satisface solo llevarme a alguien tan cobarde como tu, pero si desistes a esa idea absurda, me alejaré de tu familia.
    Al despertar Joselyn olvidó lo que la Joselyn del sueño le había dicho, y en otra oportunidad, intentó suicidarse nuevamente, una mañana vertió veneno para ratas en un vaso y lo disolvió con agua, cuando sus labios rozaron el borde del recipiente, su madre tuvo un ataque cardiaco en el patio cuando regresaba de traer el periódico.
    Mientras la ambulancia transportaba a Rosa, Joselyn no lograba contener su llanto y desesperación, por lo que fue necesario aplicarle un sedante.
    –¡Ahora quedarás completamente sola ¡Esa es la verdadera muerte! –Dijo al aparecer nuevamente esa Joselyn con una herida en el rostro–, ¡Te lo advertí!
    –¡Noooooo! –Gritó Joselyn en sus sueños– ¡No te lleves a mi familia! ¡Dame otra oportunidad!
    –Te propongo algo, te devolveré a todos tus seres queridos, a cambio de ti.
    –¿Cómo dices?
    –Te regresaré al día en el que intentaste suicidarte por primera vez pero unas horas después sufrirás un accidente, ¡Estarás con tus seres queridos para despedirte, sabrás que ese será el último día que compartirás con ellos! Tienes la más grande oportunidad que a ningún ser humano se le ha dado.
    Al despertar, tal como lo dijo la Joselyn del sueño, Joselyn amaneció en su habitación por segunda vez, en el día que intentó lanzarse del edificio.
    Esta ocasión, ocurrió todo tal cual había sido la primera vez, solo que Joselyn se sentía extraña, no estaba segura de si era cierto lo que sucedería o quizá su mente le había jugado una mala broma. Cuando se percató de que había hecho lo mismo al negarse a su padre, comenzó a preocuparse, si lo que el sueño le dijo era cierto, moriría sin despedirse de él, sin verlo por última vez en vida, más tarde en la prepa, su novio Franco intentó hablar con ella como el primer día, en aquella ocasión Joselyn lo ignoró porque se dirigía a suicidarse, esta vez lo ignoró porque su preocupación era mayor, quería llamar a su padre por teléfono.
    Al salir de la preparatoria Joselyn fue atropellada por un camión de carga que perdió el control y no logró frenar.
    –¡No por favor! ¡Aún no quiero morir! –Decía Joselyn al encontrarse frente a esa imagen aterradora –¡No me despedí de mis padres!
    –¡Lo siento amiga! Eso lo debiste pensar antes de continuar con tu orgullo y el rencor hacia los demás.
    –¡Lo lamento, por favor, no aún, dame otra oportunidad!
    Joselyn le suplicó a la Joselyn que veía en sus sueños, hasta que la convenció.
    –¡Haré una excepción pero no habrá próxima!
    Al abrir los ojos, Joselyn despertó por tercera ocasión en ese día. Se encontraba muy feliz pero ahora el plan de Joselyn fue que al sonar el teléfono citó a su padre en su casa, al llegar, frente a él y a su madre, les explicó lo que había soñado, que moriría y que quería ser diferente ese día, les dijo que los amaba y que no quería verlos separados, pero en ese momento Joselyn perdió la conciencia y fue llevada a urgencias. Nadie sabía que le ocurría, no respondía a ningún tratamiento.
    –¡No debías decir nada! –Dijo la ensangrentada imagen al aparecer.
    –¡No lo sabía, yo sólo quería tener a mis padres junto a mi!
    –¡De acuerdo! –Exclamó la otra Joselyn–, aún no has aprendido nada, crees que tu carácter es fuerte, incapaz de perdonar, a tu padre, a tu novio, a tu amiga, a ti misma, el carácter fuerte es aquel que logra doblegarse ante el orgullo, el que vence al rencor y ama al prójimo, quien expresa lo que siente, quien demuestra que no está hecho de piedra, quien abre su corazón, ¡Un ser humilde! ¿Sabías que el amor y el perdón recompensan? ¡Nunca te detienes a analizar las situaciones! Y en está última sucedió lo mismo, tu egoísmo llevó a la preocupación mayor de tus padres, ¡Ellos no regresarían a ser el matrimonio feliz con sólo revelarles lo que sabías!
    La invención de Joselyn le mostró el tiempo transcurrir. En las imágenes que Joselyn observaba, ella era desconectada 1 año después de que fue internada, la decisión fue unánime, ya que en el transcurso del tiempo, Rosa y César lograron comprenderse el uno al otro, se perdonaron y arreglaron todas las diferencias que tenían como pareja, amándose una vez más, olvidando todo el odio y resentimientos que habían guardado durante tanto tiempo, incluso con sus semejantes.
    –¡Ya entendí! –Dijo la chica al resignarse.
    –¡Sabes, aún quiero divertirme contigo una vez más!
    –¿Cómo dices? –Preguntó la joven sin entender.
    Joselyn se sintió como en un cuento de nunca acabar cuando abrió los ojos y despertó por cuarta ocasión en ese día lleno de pesar e incertidumbre. Esta vez Joselyn respondió el teléfono con gran entusiasmo, saludó a su padre y lo invitó a que la fuese a visitar, dijo que se sentía mal y que no iría a la prepa. Su madre también se sorprendió al ver lo cambiada que amaneció su hija. Joselyn se sentía segura de que esta vez superaría su más grave error y su peor defecto.
    Desde ese día Joselyn no dejaba de sonreír, de hablarle a todos sus compañeros, incluso perdonó a su ex novio y a su ex mejor amiga. Dos semanas después su tía Perla dio a luz a dos hermosos gemelitos.
    Joselyn Jamás volvió a soñar con esa Joselyn tan aterradora, dio gracias a Dios por encontrarse viva, ahora comprendía que Él es el único dueño de la vida, que sólo Él conoce cual es la hora final de cada uno en la tierra, y agradeció también que mediante ese extraño sueño la había hecho aprender que con amor todo es mejor.
    A partir de entonces Joselyn vivió cada día como si fuese el último de su existencia ¿Segura de Morir? ¡No!

    FIN

    ProductorHNK

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  • Le di casa, ropa, hijos, me entregué a ella y me deshonró como a un perro, qué podía hacer; matarla con mi daga.

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  • Un pequeño hueco

    ¡Vamos, oficial, no ponga esa cara! La cosa es muy sencilla de entender. Ella repetía una y otra vez que no le cabía eso en la cabeza, –le digo mientras forcejea con las ataduras– así que le hice el favor de hacerle un pequeño hueco. ¿Necesita quizás un poco de ayuda? –Y sonrío solícito mientras tomo de nuevo el cincel y el martillo.

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  • El espacio era líquido, viscoso y transparente; y yo estaba ahí desnudo mirándola; amándola a pesar de la pelea y esperando a que entrara en su cápsula, para regresar a casa; para empezar de nuevo.

    Cuando me di cuenta de lo que sucedía, era imposible hacer algo; mi burbuja salvavidas, era ya una trampa que me mantenía inmóvil – iniciado el proceso de hibernación pasaban varios desesperantes minutos en que el cuerpo estaba inerme en tanto que la consciencia permanecía alerta a través de los sentidos.

    Ella me miró y entendí su venganza, creí sus promesas de no regresar jamás y me aterró su enojo conmigo por no querer seguir más en este aislamiento. Mis ojos desesperados trataron de detenerla en tanto que mi cuerpo apenas convulsionado luchaba inútilmente por despertar.

    Trate de enloquecer mi cuerpo de forma que el sistema detectara un problema con mi salud y reversara el proceso, pero fue inútil: me falto valor o me falto locura y ella con el reproche de sus ojos me hizo saber que lo esperaba. Antes de desmayarme pude ¡todavía! ver su cuerpo disolviéndose en la burbuja y miré esos ojos azules enmarcados en su hermoso rostro de rubor extraño, reprochándome, culpándome, castigándome… dejándome para siempre la indeleble marca de ese azul disolviéndose en rojo…

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  • eduardo18-años
    14/01/2008 8:52 pm

    miraba hacia el cielo… y con enojo descubrí q estaba azul, luminoso…
    que el sol enlo alto de su majestuoso trono de nubes iluminaba por igual
    a hombres mujeres y niños. Bañaba con su luz y sus rayos iglesias parques
    escuelas hospitales y edificios variados.

    y me enojé…

    me enojé pues pensé en como ese maldito son nos ciega y deslumbra,
    como nos impide ver el estrellado y negriazul firmamento.

    tomé una decisión, ese maldito sol no volvería a nublar mi vista
    mis inmaculados ojos jamás volverían a ser heridos por sus navajas luminosas

    caminé derecho hacia la cocina y tomé el más afilado cuchillo que pude encontrar
    salí al patio con el cuchillo en mi mano y miré desafiante a ese maligno putno de luz q hiere mi vista con su nauseabundo color amarillento

    sin pensarlo dos veces y conuna sonrisa en la cara cerré los ojos y clavé el infame instrumento en mi desnudo pecho.

    Sentí el frío del acero hundirse en mi carne y como rompía cada capa que protegía mi corazón.
    al sentir como mi alma huía hacia el arcano abrí los ojos aún sonriente esperando haber socurecido el sol con mi sangre, mas lo que vi me horrorizó, la sangre vertida sobre el astro rey, destinada a taparlo y evitar que ocultase con sus rayos la belleza de la noche… se había escurrido por los bordes y había manchado el inmaculado firmamento con un color carmín.

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  • eduardo18-años
    14/01/2008 9:15 pm

    Pensé obrar según indicaba la lógica y la razón.

    Diario veía pasar junto a la ventana de mi despacho a esta jovencita de cuerpo tan bien torneado, capaz de despertar las más bajas pasiones de cualquier hombre que se precie de llamarse conocedor.

    De estatura mediana, con senos pequeños pero hermosos, senos q se dejaban traslucir por sus casi siempre transparentosas blusas de escote tan amplio. Y esas nalgas redondas y tersas a la vista, todo un espectáculo.

    Su rostro era bello como ninguno de una frente amplia en la que se reflejaba la inteligencia de q seguramente contaba. Unos labios gruesos siempre frios, siempre impasibles, siempre rojos. Y esa nariz tan delicada como si un pellizco hubiera levantado un trozo de cara.

    Mas sin embargo esa belleza no era nada comparada con la belleza de sus lindos ojos cafés, almendrados, que tan bien encajaban en su cutis tan pálido. Esos ojos que reflejaban una dignidad infinita, y una majestad digna de la soberana del reino más poderoso e imponente del mundo. Y siempre estuvo a un paso de ser mía.

    Un día me armé de valor al verla caminar digna y casi sonriente por mi ventana, y decidí dirigirle la palabra.

    Pregunté su nombre y respondió ‘’karla’’ dulce nombre q resonó en mis oídos durante todo el tiempo q pasé junto a ella.

    Ese fue el inicio de un romance tan grande como ilusorio. Ahora q lo veo en retrospectiva jamás me dio alas y io nunca dejé entrever mis intenciones, salimos un par de veces a comer y nos vimos en el parque una vez mas. Sin embargo un día sonó su celular. Ella con su dulce y nívea mano desdobló el aparato y lo lle´vo a su rostro.

    De repente colgó y dijo q se tenía q retirar… que su hijo había sido reportado en la escuela. ¡hijo1¡ hijo1 tan solo de oir esa palabra la sangre se me heló en las venas… nunca me mencionó un hijo a pesar de haber hablado con ella solo tres veces. Explicó q era madre viuda pues su marido había muerto hace un par de años.

    En mi cabeza se fraguó rápido un plan. Si yo no era el primero en tenerla jamás hombre alguno la tendría, y eso me incluía a mi. Ofrecí llevarla a la escuela y de buena gana aceptó, al subir al cohce cerré los seguros automáticos y corrí como alma q lleva al diablo hacia un apartado claro en el bosque a las afueras de mi ciudad. Ahí me atreví a verla fijamente y dejó traslucir tanto miedo que no pude menos q sonreir. Aprendería su lección, sabía q lo q yo estaba haciendo no era solo bueno, sino necesario, y la golpeé en la cabeza hasta morir. Satisfecho con mi trabajo procedí a enterrarla y justo antes de arrojar la primer paletada de tierra sobre su inerte cuerpo descubrí algo que me hizo desear la muerte, algo q movió fibras tan sensibles en mí q me arrepentí de la abominación que había hecho. Sus ojos, fríos como piedras, miraban fijamente mi rostro, y en ellos se traslucía un odio, un desprecio tan profundos q retrocedí asustado.

    Nunca había llorado tan amargamente como cuando vi su tierno rostro enmarcado por la sangre q emanaba de sus heridas aún frescas. Después de todo… ¡ q duele más q el desprecio del ser amado’

    perdón por los signos de puntuación pero se descompuso la tecla shift de mi teclado por lo q no puedo poner punto y como dos puntos ni signos de admiracion o interrogacion… sin embargo hice mi mejor esfuerzo… ciao

    Responder
  • Alejandra se reconoció de perfil en el espejo, en calzones, revolviendo el placar, tirando ropa como una loca, desesperada por algo acorde a la ocasión. No iba a poder relajarse, nunca pudo hacerlo ni para coger. Le gusta el shorcito y la remerita verde, pero el atuendo además de fresco debía ser elegante. Eso de morirse sin motivo la inquietaba. Era la misma sensación de la noche en que Carlos la tocó a la salida del baile, la tiró en el capó de la chata y se le subió como un toro.
    La cuestión era sencilla, pero aparecía la vergüenza. Entrar en su velatorio, caminar entre la gente expectante, acostarse en el cajón, relajarse y morir. Así de simple, pero a ella, habitué de la muerte de los demás, no había propia que le viniera bien.
    Su padre, pálido, devenido en estatua de sal, se acicalaba los bigotes con cierto nerviosismo. El cortejo, compuesto por numerosos conocidos, vivos y muertos, amigos y amantes, familiares y celebridades; repartía regalos y una torta en forma de ataúd, cantando el Feliz Cumpleaños.
    Se acercó a tranquilizarla Guillermo, o Pancho, o ambos en un mismo cuerpo. Un hippie conocido de la Fiesta del Agua a los 16 años o el loquito de la zanellita que se metió al patio un mediodía de verano para verla tomar sol. Boluda, le dijo, relájate, vas a ver que podés, la vamos a pasar bien, está el Juan, la Mica y el Coloso Martín, tus primas, y Ricardo; yo resucité en Las Petacas, por ahí vos también tenés ese ojete.
    Alejandra levanto una de sus largas piernas y la metió en el cajón, después la otra. Quedó de pie mirando a la gente abajo. Se acostó sin despedirse. En la sala se levantó el murmullo. Alejandra cerró los ojos, dejó escapar el aire por la nariz, y se murió.

    Responder
  • Shanduray
    16/01/2008 3:41 pm

    Me ha gustado mucho el cuentito de Esther…..
    Suerte 😀

    Responder
  • cesar guillermo luna
    17/01/2008 11:43 am

    YA NO HUBO TIEMPO
    Aqui estoy, como una copia mal hecha de mi mismo, pasando mi vida frente a mi como aquel silbato de trenes que se difumina a lo lejos y se apaga…..poco a poco… no me queda mas que beberme el ultimo trago de esta vida, la cual me he bebido a borbotones, y ahora no me queda nada.. mas que aquel carmin de tu ultimo beso en mis labios el cual se escapa a chorros por mis venas dejando unicamente la luz de tus ojos iluminando el camino que ahora, cada vez se vuelve mas obscuro, segundo a segundo, gota tras gota que se escapa por mis venas y mi corazon.
    todo se vuelve contra mi, todo me da vueltas, todo se apaga, solamente me queda, con el ultimo aliento de esta vida decir tu nombre..y expirar……pero ya no hubo tiempo.

    Responder
  • Un crimen de cabeza como reloj de arena.

    Y regresó la sangre a su origen. Justo a la cabeza de la chica. Porque alguien movió la escena del crimen.
    Porque justo alguien movió la escena del crimen, y regresó a la cabeza y sangre de la chica. A su origen.

    Responder
  • Me gustó el texto de elman T.H. el juego que hace con las frases, como si verdaderamente moviera la escena deel crimen y volviera al origen. Me hace pensar en muchas cosas y muchas historias.

    Responder
  • La virgen

    -¡Dios mío era virgen!

    -Era virgen, era virgen… no seas tarado hombre que le han volado los sesos.

    -Ah, perdón.

    Responder
  • cesar guillermo luna
    18/01/2008 3:55 pm

    CIEGO MUNDO
    –¡auxilio!, grite a la primera persona que vi, sin embargo, esta se siguio de largo como si no le importara lo que me sucedia, –¡por favor, ayudenmeee!, le suplique a un hombre, que sin embargo ni siquiera reparò en mi, luego fuè a una mujer a la que le pedì ayuda, a un policìa, y a toda la gente que por ahi pasaba, a nadie parecìa importarles yo…..me arrodillè para llorar enmedio de todos, y nadie siquiera me volteaba a ver, todos solo viendo hacia el suelo, a sus relojes,hablando por telefono, peleando con el conductor de alado, o simplemente observando hacia la nada… pero ninguno hacia mi..
    Entonces me levantè enfurecida de darme cuenta que en este mundo solo importa lo superficial y lo mundano, el alma de las personas no existe ya, asi que simplemente le dì una ultima mirada a mi cuerpo que yacia tirado en el callejon desangradose por el tiro que recibì en la nuca y me fui hacia esa luz que me llamaba muy desilusionada de haber pasado por este mundo desalmado y ciego.

    Responder
  • De oídas…

    -A ver muchachas, les presento a la Ortografía. «¡Oh, es un placer, nos han hablado mucho de usted!», contestaron hipócritamente…

    Responder
  • En el alma

    Durante meses estuvo intentándolo machaconamente. Una y otra vez, a prueba y error, haciendo hasta lo imposible por tratar de pegarle en el alma. Al final, cansado de tanto fracaso ante semejante desalmada, decidió pasar a la acción directa. Qué alma ni que nada, lo mejor era usar un buen bate.

    Responder
  • Angèlica Hernàndez
    19/01/2008 1:59 pm

    Aquì me tienes, tirada miràndote sin parpadear.
    Detonaste mi mente haciendola explotar.

    De mi mente brota la sangre, pero tus palabras y gritos siguen rezonando.

    Sigo tirada en el suelo escuchandote llorar ,si te dijera ya no llores màs,
    estarìa mintiendo.

    Sufre,destruyete, porque de mì; no dejaste nada màs.

    Responder
  • «YA ES LA HORA, EL TIEMPO SEÑORES, EL MISMO QUE TODOS ANDABAN ESPERANDO, AHI VIENE L AMOR FINGIDO, EL AMOR COMPRADO, AHI VIENE LA ESTRELLA DE LA GALAXIA.. CON USTEDESSS.. LA CHIQUITA ESMERALDA LA DE BRAZOS Y BOQUITA DE LIGA» ha dicho Beny.. mientras la musica sube de volumen y todos escupen como monos en celo.. su mirada es penetrante, y su rostro inmaculado.. PUm un balazo.. se agachan los micos, ha muerto Esmeralda.. la ha matado GABRIEL » y por está puta me engañasre beny» dice sollozando..
    Asi son las noches en méxico..

    Responder
  • Culpa

    Hasta donde recuerdo todo fue su culpa, pues no fue mucho el tiempo que pasó cuando noté lo extraño que era este sitio. Los detalles más peculiares del lugar, como las paredes acolchonadas y el mediocre aspecto de la mayor parte de los habituales, perdían su espectacularidad con la uniformidad de ese blanco omnipresente. Fue por eso que decidí darle un poco de vida, un poco de color. Si he de ser sincera, creí no encontrar los medios para hacer lo mío hasta que recordé la sangre. Lo que ve en esa foto es culpa suya. Yo no estoy loca; el único insano aquí es usted, por mandar pintar todas las paredes de blanco.

    Responder
  • Pues a mí me gusta el de Elman, con sus escenarios móviles del crimen. Y el de la sangre de esmalte 😛

    ¡Saludos!

    Responder
  • Somos como moscas.

    Aunque no volamos y de ojos andamos muy escasos, aunque no caminamos por los techos y paredes, lo que sí seguro hacemos parecido es babear el suelo, comer porquerías que cuanto mas sucias mejor saben, andar entre la mierda nomás por gusto y de vez en cuando estamparnos de cabeza contra las fuentes de luz intensa.

    ¿Será acaso que los evolucionistas se equivocan? ¿será que provenimos de la mosca y no del mono?

    Responder
  • FUERA DE TEMA
    ¡¡¡Saludos a todos los compañeros!!!
    Los invito a contribuir en:
    http://cuentoencomun.blogspot.com
    Y a leer la segunda parte de la versión completa de MORIR NO.
    http://www.ficticia.com/indicepublica.html

    ProductorHNK

    Responder
  • Theófilo Gallus
    21/01/2008 11:39 pm

    Va. Le echaré un ojo a ficticia. Va mi apoyo para el cuento un crimen de cabeza… Para este miembro de la Generación Oinck.

    Responder
  • A mi también me gusta Un crimen de cabeza como reloj de arena de elmanT.H.

    Contador de leyendas (mi alter-ego de los viernes) y yo nos unimos a la invitación que les hace Efraín, visítennos en Cuento en Común tengo un problema con las suscripciones por correo pero espero corregirlo hoy por la noche.

    Saludos.

    Responder
  • FUERA DE TEMA

    No se por qué no me salió el link, a ver si esta vez aparece, todo marcha bien, interesante, variado, pero es bueno.
    Saludos al contador de leyendas!!!

    también voto por Un crimen de cabeza como reloj de arena de Elman.
    Saludos a Elman T.H.!!!

    Visiten y colaboren con:


    Cuento en común

    espero no les aburra mi historia 🙁


    MORIR NO (2da parte)

    ProductorHNK

    Responder
  • Maestro Alberto, el censurado también era un cuento… Tenía toda la ficción y el derecho de serlo, es más ni siquiera tenía las bases suficientes como para tacharlo, no se refería a ningún hecho en particular, era un simple cuento.

    Sólo dígame el pecado y lo acato.

    Responder
  • Me gusto la minificción «La culpa», en este relato
    encontramos un mundo que se entrelaza con los aspectos
    rudos de la psique.

    Responder
  • Gabriel de Biurrun
    23/01/2008 8:21 am

    Esta vez voto en blanco

    Responder
  • Ella un tanto más rara que las otras, aunque sin duda al verle a los ojos puedes descubrir que sus intenciones son igual que la de todas, es la historia de la señorita Ana, prodigiosa cazadora de los destellos del norte.

    Salio de su mundo hace unos cuantos años, se dedico por supuesto a desperdiciar su talento al extremo de quedarse en medio de un espantoso ataque de ira contra todos sus amigos, pocos meses después de su salida, aparece en la región más alejada del norte del hemisferio, según se dice, dada a la cacería de los más hermosos destellos, por supuesto que no hace falta mencionar el nombre de tal lugar.

    Por su aspecto y esos ojos hermosos, pronto se convirtió en el ideal de muchos hombres que soñaban con tenerla en sus brazos, algunos hombres incluso se dedicaban a escribir historias acerca de ella, lo cierto es que ella no estaba enterada de todo el enredo causado por sus improbables actividades; actividades que más bien eran una forma de andar desperdiciando lo que a los ricos les sobra y los pobres desean con tanta fuerza.

    Es innecesario decir que Ana no estaba interesada en relaciones de ningún tipo, que a ella solo le interesaba perderse en la región más distante de este mundo, claro que medida la distancia de los lugares que son popularmente habitados. Estaba cansada de que los hombres la vieran como un símbolo sexual antes de verla como una persona llena de sentimientos. Así que un día tomo las pocas cosas que podría llevar consigo y se aventuro en algo que no podría explicar nadie en pleno uso de sus facultades, pero que si observas bien, no es otra cosa que andar cazando un poco lo que imaginación puede llegar a creer imposible, con la ventaja de no caer nunca más en la desilusión, como si con ello se lograra vencer al desencanto producido cuando las cosas son parte del presente y se tiene que luchar contra el tedio porque lo que antes nos había motivado se ha convertido en realidad. Ella al igual que las otras tenía la intención de no dejarse vencer por las malas intenciones del aburrimiento, tampoco se iba a dejar convencer que un día su cacería de destellos tendría que llegar a su fin.

    Con la mano extendida, tendía una trampa para destellos, al irlos atrapando su mirada se iba transformando en más dura; quizá nos resulte imposible entender la desilusión que ella experimentaba una vez que el destello moría en sus manos, al menos nadie en su santo juicio se pone a cambiar lo que ya tiene por algo que podría no tener nunca.

    Ese fue el principio del fin de todas sus historias.

    Responder
  • Shanduray
    23/01/2008 3:30 pm

    NITA:Plas, plas, plas. 😉

    Responder
  • Luisa Rodriguez
    24/01/2008 3:51 pm

    Te miro como siempre, fijamente sin lograr llamar tu atención.
    Cuánto frío en tu indiferencia, hasta se hiela la sangre.
    Te observo, ni te inmutas, creo que al fin te libraste de mí.

    Responder
  • Peca

    Me enmarañaste con promesas de noche para romper mi ropa con una caricia y hacer que todo mi cuerpo te gritara un sí. Pero te perdiste entre la luz de la mañana escupiendo tu despedida en palabras, que una a una se unieron en un torrente rojo dirigido a mi cara. Yo no pude más que esconder mi rostro, evitar que tus palabras me golpearan los ojos, obligarlas a manchar mi mejilla. Lavé la marca roja de mi piel con las sábanas, con una toalla, incluso con agua; nada la borró, sólo redujo su tamaño al de una peca, una peca que ahora camina conmigo, junto a mi nariz.

    Responder
  • El Angel del Cielo Negro
    24/01/2008 5:24 pm

    cual mirada siniestra,como queriendo ahogar cada lagrima cohecida del
    del martirio del asesino de una noche de luciernagas en verano, aun
    en el suplicio de la agonia antagonica ve como se va alejando poco a poco
    el asesino que le robo su juventud no mancillada que no podra nunca mas
    verse realizada en el taller del viejo fogonero, esa lagrima aun estancada
    se escapa como un riachuelo que lentamente se va desgastando la cual la
    tierra blanca se va nutriendo de coagulante elixir llamada vida

    Responder
  • la caida del angel de luz
    24/01/2008 5:40 pm

    sigue perdida la mirada, mi respiracion la escucho tan lejos de mi aun
    siento esa filosa mordida en mi cuello que me hizo presenciar el acto
    mar armonico y exitante de la pasion desenfrenada de mi amante desollador
    se que no conocere lo que es ser amada por alguien mas, y lo funebre de
    este pedestal me hace por un instante arrepentirme de lo que ya no sera
    jamas, mi sangre se va destilando como riachuelo buscando su cause real
    se que la tierra se nutre de mi, ese bastago instante que no nacera
    pero ¿que es ese paso a la vida general?
    de la muerte improvisada en el nosocomio de una muerte asistida, mas en
    cambio yo disfruto mi tormenta de sangre de nutrientes a la vida

    Responder
  • Hola a todos. Con este comentario se cierra el concurso de este mes. Gracias a todos los participantes. Quienes quieran hacerlo pueden mencionar aquí cuál o cuáles de las historias concursantes les gustan más. No ganará quien tenga más «votos», pero sirve considerar por qué puede interesar tal o cual cuento.

    Los resultados aparecerán pronto. Saludos…

    Responder
  • Un crimen de cabeza como reloj de arena no me parece una idea tan original, aunque pudiera parecerla. Y es que existen infinidad de cuentos así. Por ejemplo «el final» de Fredric Brown. Bueno; suerte a todos y excelente la labor que se hace en las historias.

    Responder
  • Hola a todos, mi voto es para Efraín y su historia Morir No.

    Responder
  • cesar guillermo luna
    30/01/2008 10:01 am

    HOLA, ES LA PRIMERA VEZ QUE PARTICIPO, Y ME GUSTARIA PEDIRLES UN FAVOR SI ES POSIBLE, QUE ME PUDIERAN CALIFICAR Y CRITICAR MIS PARTICIPACIONES GANE O NO,PUES ME GUSTA ESCRIBIR Y QUISIERA SABER QUE ASPECTOS DEBO MEJORAR Y EN CUALES ESTOY BIEN,PARA PULIR MI FORMA DE ESCRIBIR, DE ANTEMANO MUCHISIMAS GRACIAS Y FELICIDADES POR ESTE ESPACIO LITERARIO.

    Responder
  • cesar guillermo luna
    30/01/2008 10:12 am

    P.D. MIS PARTICIPACIONES SON LA # 42 Y 46, GRACIAS

    Responder
  • Están chidos tus textos César. Ya me eché un clavado.
    Saludos a todos.

    Responder
  • Hola a todos. Esta vez tenemos dos ganadores en el concurso. Son los cuentos «Un crimen de cabeza como reloj de arena» de Elman T. H., por la sutileza de lo que consigue modificando el orden de las palabras, y «La virgen» de kw, por (es justo decirlo así) la mala leche tan bien condensada de su humor negro. Reciben menciones «En el alma» de Errantus y tres cuentos sin título: el de Jesús Olague, el de Nita y el de La Fer.

    Pasando a otra cosa, ofrezco una disculpa a Raúl (del blog Navegaciones) por lo que debe ser un malentendido: él se refiere arriba a un texto censurado, y yo sólo puedo decir que yo no aplico censura alguna en los textos que se presentan a concurso. Espero poder aclarar pronto esta situación.

    Saludos a todos y nos vemos mañana con el nuevo concurso.

    Responder
  • cesar guillermo luna
    31/01/2008 3:05 pm

    Gracias elman y felicidades por tu victoria, te la mereces.

    Responder
  • ¡ FELICIDADES ELMAN !
    31/01/2008 4:28 pm

    Que tal Elman, conparto con César las FELICITACIONES, un abrazo desde Acapulco, Gro.
    César, al igual que Elman opino que tus escritos son buenos.

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  • Efraín Dávila Astudillo
    31/01/2008 4:31 pm

    ¡ FELICIDADES ELMAN !

    Que tal Elman, conparto con César las FELICITACIONES, un abrazo desde Acapulco, Gro.
    César, al igual que Elman opino que tus escritos son buenos.

    P.D.: Me había confundido debido a otras participaciones en diferentes sitios.

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  • Alberto
    Muchas gracias por el trofeo virtual. Qué chida esta idea de poder compartir con la raza las minificciones salidas a vuelo de pájaro.
    Gracias a César y Efraín por sus “porras”. Un abrazo para los dos. Espero que nos sigamos encontrando en las historias y fuera de ellas.
    Felicidades a los demás ganadores. En especial a Jesús Olague. Es desestresante escribir en las historias. Yupi!!!

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  • Ho la Chimal,
    espero que esté vos bien, no estoy seguro de que pueda leer este comentario pero si es asi no tengo mucho que perder. Quiero entonces saber si recuerdas de donde sacaste la imagen del concurso de enero/2008 para ver si puedo encontrar una versión mas grande; esa imagen me ha parecido perfecta para ilustrar una narración en un fotolog, en fin buenas vibras y ya que las corrientes me trajeron a tu blog creo daré una vista al concurso del mes n_n

    *(eL Tio Conejo
    pd: dejo este mensaje en tu myspace y blog por si acaso 😛

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