Concurso

Concurso #23

57 comentarios

Una vez más, esta bitácora convoca a su concurso mensual. Los interesados pueden comenzar observando esta imagen:

Instrucciones:
1) Suponer que esta imagen ilustra una historia.
2) Imaginar cuál es esa historia: qué está pasando allí, qué momento se anuncia, por qué, quiénes están allí, qué hacen.
3) Escribir la historia, en forma de cuento brevísimo (minificción), en los comentarios de esta misma nota.

El ganador de cada mes será elegido tomando en cuenta la opinión de quienes decidan opinar, y recibirá un trofeo virtual. (Los concursantes deben dejar una dirección válida de correo electrónico, para poder recibir su premio.) La fecha límite para hacer propuestas es el 24 de septiembre.

Quedan invitados.

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57 comentarios. Dejar nuevo

  • Los trabajadores iban hacia la fábrica. La noche era muy tranquila.
    Arriba, el insoportable elefante volador. Un gigante de colmillos de plata, piel gris y arrugados huevos que en el escroto colgaban, meciéndose mientras se pedorreaba, cagando mientras sonreía, (puedo jurar que lo hacía).
    Abajo, espumosa y consistente mierda blanca, que cubría los pies de los trabajadores. El recorrido diario se convertía en risas y desconcierto. La mierda, blanca y brillante, alrededor de todos. Como cada noche.

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  • Caía la tarde, los esbozos de un incierto se camuflajeaban entre misericordia y pequeños registros de anomalías climatológicas.

    La sensación de infortunio era completa. Las horas continuaban pasando rápidamente. La noche se acercaba. El viento, frío, helaba cualquier señal de tranquilidad.

    Carlos subía los escalones de su casa lentamente. Germán lo acompañaba apenas adelante, mirando su reloj en forma desesperada. La pareja sabía que era la última noche en el pueblo. A la mañana, tendrían que partir a la ciudad, donde les esperaba su muerte.

    El frío era cada vez más intenso. Las ventanas temblaban mientras la calefacción cedía.
    Germán apagó las luces. Ya en la cama miró a Carlos con actitud compasiva, pensando que ambas muertes valdrían la pena. Que no se dejarían del maldito virus y que le ganarían satisfactoriamente cortando sus vidas de tajo. El viaje al pueblo, solamente un último respiro, unas vacaciones pensadas en tranquilidad.

    El llanto no pudo hacerse esperar. Brotó en ambos al unísono. Abrazados en la fría cama, los dos enamorados pretendían dormir, buscando en el silencio de la noche, un refugio que los consuele.

    Tres de la madrugada. Las ventanas comenzaron a sacudirse, lentamente primero, en forma brusca después, aumentando hasta quebrarse. El piso parecía romperse. Afuera, gritos y crujidos.

    Germán se levantó rápidamente. El corazón latía bruscamente mientras Carlos cogía sus lentes para intentar saber que pasaba. El temblor terminó. Todo parecía en orden.

    Pero el llanto en la calle, los gritos y la gente corriendo, alteraron a Germán, quien corrió hacia la puerta, mientras Carlos le gritaba que no saliera, temiendo que algo muy malo hubiera sucedido.

    Afuera los gritos. La gente corriendo. Y nieve por todos lados. La avalancha arrastró varios hogares. Inmediatamente varios hombres buscaban entre la nieve rastros de vida. Cada vez que caminaban hacia adentro, Carlos y Germán se encontraban con pequeñas manos saliendo entre rocas, nieve y lamentos. La búsqueda apenas comenzaba. La tragedia, cambiaría sus vidas. Al menos hasta el día siguiente.

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  • – ¿Y me dice que fue obra del niño?.
    – Sí señor. Su madre declaró que el niño esculpió un monstruo en su plato, con el tenedor y puré, luego de enojarse porque le prohibieron las golosinas. Más tarde cayó la fuerte nevada y el niño se sentó en posición de buda frente a la ventana frontal de la casa. Los copos de nieve se agruparon sobre la calle formando el enorme muñeco de 100 metros de altura que nos atacó. Caída la noche comenzó a moverse, según el relato de los vecinos que lo rodeaban azorados. El agresor comenzó a pisar los techos de las casas destrozándolos mientras el niño seguía en trance. La madre, de forma intuitiva, metió un trozo de chocolate en la boca del niño, este despertó y el muñeco se desplomó al suelo.
    – ¿Y usted lo cree?.
    – Vi las pisadas señor.
    – ¿Y el niño?
    – A cuidado de su madre, pronto a cenar sopa.
    – ¡Rápido!. ¡Que vuelvan y busquen sopletes para derretir la nieve!.

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  • Georgina Montelongo
    01/09/2007 8:58 pm

    Según sé, ayer abrieron la última esfera. Al parecer, sólo encontraron
    un mensaje que decía: El frío de la muerte. ¿ Y qué significa eso?
    No lo saben aún, pero ya investigan …sigamos a los demás.
    Planeta Tierra, año 3701

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  • Miró al horizonte. El mar de gente se arremolinaba a lo lejos en la blancura sin fin. Una marcha sin esperanza, cuando todo se ha acabado.
    – ¿Qué buscan, a dónde van?- le dijo la mujer a uno de los que caminaban sin rumbo.
    -A morir en un mejor sitio, supongo.
    Ella lo tomó del brazo y juntos siguieron a los demás.

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  • Walter Flores
    02/09/2007 2:34 pm

    El sueño del hombre de viajar al espacio se hizo realidad.
    Las personas migraron al centro espacial a formar una colonia.
    Los trajes molestos fueron sustituidos por un casco que controlaba
    los signos vitales, la temperatura y todas las variables de las
    personas. Vestían unos zapatos especiales que los hacía mantenerse
    pegados a la superficie.
    Con el tiempo, las diversiones del centro espacial fueron insuficientes
    y en poco tiempo, los hombres tuvieron sentimientos de encierro,
    de fastidio, de aburrimiento. La belleza del espacio no fue capaz
    de mantenerlos tranquilos, sin en cambio, surgió en ellos grandes
    interrogantes existenciales a las que quisieron encontrar respuesta
    en el infinito.
    Los hombres salieron del centro espacial y caminaron sin rumbo
    fijo, mientras que a su paso caían copos semejantes a la nieve
    con un aroma especial que los invitaba a seguir caminando, en un
    viaje sin retorno; habían perdido toda referencia de ubicación.
    Se formó una hilera humana que al caminar, sus cuerpos fueron
    envueltos en esos copos blancos. En el espacio, la luz lejana
    de los soles y las estrellas los iluminaban.
    Aquello que empezó como una migración al espacio, en poco tiempo
    terminó en un éxodo al infinito.

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  • Los ingenieros no podían creerlo, después de todo funcionaba; cuando tuvieron en sus manos los planos del gran armatoste miraron con incredulidad a don Andrés, famoso por sus inventos inútiles e inservibles. Pero él les aseguró que éste sí, que éste era el invento que estaban esperando todos.
    Si bien no era un invento que sacaría a la humanidad de la miseria, sí haría un poco más alegre la vida de aquella pequeña ciudad; la máquina más grande de algodón de azúcar funcionaba y llenaba las calles con una esponjosa materia que asombraba a todos y los hacía recordar su infancia.

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  • Sadelotodo
    03/09/2007 4:20 am

    Unos a la vanguardia, otros a la retaguardia, pero todos con un claro objetivo. A lo lejos se ve su destino. Sólo uno ganará… los espermatozoides del obrero siguen su camino.

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  • Shanduray
    04/09/2007 8:54 am

    FRAGILIDAD

    «Y me quede mirando sin decir una palabra,
    porque no tenía valor de afrontar mi culpabilidad.
    Tal vez por mis vigorozos gritos o la fragilidad de mi alma
    o bien por querente tanto es que las tuve que tirar.
    Tirar esas nubes que en el cielo, solo presagiaban felicidad»

    Había sido un día incierto, duro e infeliz. Me habías roto los sueños por no dejarme vivir a tu lado, y sin embargo te amaba tanto. Pero queria amarme a mí, y aunque quería estar entre tus brazos, tus palabras ya no comprendí. Y te fuiste de mi lado volando y me dejaste como siempre había estado: sola. No me diste nada, ni me quitaste el aliento, ni me devolviste esa mirada diciendóme: lo siento. Te fuiste con tu soberbia, te fuiste y te llevaste lo mejor que habia tenido.
    ¿Y ahora como explico esto que esta sucediendo?
    Porque en un arranque de ira, ate las nubes que me estaban viendo. Y las tiré al suelo y pude al fin ver las estrellas. Dejaría de llover, quien sabe si volvería la humedad a este planeta. Un grupo de personas han sido encargadas de arreglar este asuntito, que empezó por culpa de lo que por ti siento.

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  • Georgina Montelongo
    05/09/2007 10:59 pm

    Me gustó mucho la minificción de Sabelotodo (3/09/07).¡Felicitaciones!

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  • Los científicos

    El orden universal se alteró y las estrellas cayeron del cielo.
    Los científicos vieron como que nevaba. E incluso cuando la luna
    se vino encima, por la fe que le tenían a la ciencia, murieron
    pensando que los aplastaba un enorme copo de nieve.

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  • Las esperanzas estaban extintas, la racionalidad había vencido. Sólo un puñado de locos se dedicaban a cultivar los sueños en el mar de nubes. Como campesinos en campos de algodón, cosechaban la ilusión y la vendían al mejor postor. Un día, cinco, treinta; hoy también.

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  • Apocalipsis

    De vez en cuando, una vez cada era geológica o así, Dios baja a darse un largo baño de burbujas. La espuma se desborda, cubre continentes y civilizaciones, acaba con todo: quienes sobreviven deben comenzar otra vez desde cero, y en pocas generaciones han olvidado todo y viven en cavernas, aterrados por el rayo y la tormenta.

    Pero, claro, «unas pocas generaciones» son un parpadeo para Dios, que por lo demás es un niño grandísimo y tonto: –Les encanta que me vaya a bañar –dice–. Luego luego se ponen a darme las gracias.

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  • Nota informativa: Llevó 36 semanas las construcción de la estructura metálica de 6 mil metros cuadrados. Los expertos no saben cuánto tardarán en retirar el hielo, de continuar las nevadas. Eltón John, no calculó lo crudo del invierno en Alaska. Se rembolsara el boletaje vendido con más de dos años de anticipación para su concierto de despedida «Frente a la Aurora Boreal».

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  • Nostalgia
    Y caminarán. De mañana. Cielo negro. Tierra blanquísima. De espaldas. Pero inmensamente felices. Una felicidad gris. Sin destino. Al final, talvez, las mujeres. Y caminarán.

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  • No es fácil buscar a unos gatitos en una lavadora, arrepetido llamé a mis amigos antes de que llegara mi madre.

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  • Marco A. Velazquez Lozano
    08/09/2007 11:53 am

    ANÁLISIS

    A simple vista parecería un paisaje siberiano, pero me gustaría mejor analizar los detalles, veamos:

    1.- Escenario al aire libre, sin arboles, casas o montañas aparentes que pudieran orientarnos sobre su ubicación.

    2.- Gruesa capa de hielo (que no nieve) que cubre la mayor parte del suelo dejando libre el tercio inferior de la imagen, el cual parece ser tierra, pero la linea recta que cruza en la parte inferior izquierda y que termina bajo la sombra de un bloque de hielo me hace dudar si no se trata de planchas metálicas unidas.

    3.- Copos de nieve o trozos de hielo en la parte superior derecha de la imagen, que me harían dudar sobre si esta cayendo del cielo, o bien fue lanzada por alguno de los individuos que se aprecian en la foto, (sospecharía sobre todo del tipo de la chamarra blanca, que por su ubicación fuera de la fila, tiene toda la pinta de ser bastante desobediente y travieso)

    4.- Fila de tipos todos con casco y la mayoría vestidos de negro, que parecen buscar algo (remítanse al personaje vestido de negro que aparece mas a la izquierda, que incluso usa una mano a manera de visera para protegerse del sol o de alguna luz que le molesta en la búsqueda)

    5.- Efectivamente se demuestra la existencia del sol o de alguna fuente de luz externa que viene de la parte izquierda(podría tratarse de un set televisivo)por las sombras del bloque de hielo y del hombre de negro que aparece de espalda en primer plano.

    ¡Carajo, si que son muchos detalles, y pensar que todo esto se originó solo porque al pinche gigante se le ocurrió deshelar hoy su nevera!

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  • Simuladores

    Durante mucho tiempo creyeron haberlo logrado: el mundo entero estaba convencido de que el hombre había pisado la Luna.
    Pero pronto, algunos descuidos fueron descubiertos. Detalles pequeños ponían en duda la famosa misión del Apolo XI: la bandera ondeante, el cielo sin estrellas, las tomas imposibles, las huellas misteriosas…
    Así que esta vez estaban decididos a que el montaje quedara perfecto. Limpiaron la misma bodega usada un la simulación anterior y dispusieron un cielo oscuro y una gran alfombra que sería cubierta con nieve, toda la nieve que pudieran conseguir: escarcha, granizo, nieve fresca, fundida, en granos menudos o angulosos, partículas irregulares, helados.
    Pero algo falló en los cálculos y por más nieve que traían, que fabricaban, que se empeñaban en conservar, no lograban cubrir toda la alfombra y en cualquier toma que hicieran se evidenciaba el artificio.
    No faltaron los entusiastas que insistían en terminar el proyecto, que finalmente no todos creían que la llegada del hombre a la Luna hubiera sido un fraude y que bien podía considerar su montaje un éxito.
    Pero el líder les pidió que dejaran todo y se fueran, no tenía caso, era más difícil, por no decir imposible, simular la llegada del hombre a Plutón. Mejor sería borrarlo del mapa.

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  • «¡Carajo! –dijo Nicolás al ver el batidillo– ¿cuándo va a dejar de chorrear la Vía Láctea?».

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  • Aquí va otro:

    El ingeniero Kepler llegó más tarde, cargando bajo el brazo la tercera edición de su Mysterium, donde calculaba, entre otras
    excentricidades, los costos de reparación de la Vía Láctea.

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  • Mh… pensándolo bien:

    «¡Carajo! –dijo Nicolás al ver el batidillo– ¿hasta cuándo va a dejar de chorrear?»
    El ingeniero Kepler llegó más tarde, cargando bajo el brazo la tercera edición de su Mysterium , donde calculaba, entre otras excentricidades, los costos de reparación de la Vía Láctea.

    Responder
  • ¿Cuánto tiempo he vivido?, ¿Dios, hace cuánto sigo a estas… entes?.. Perdí la cuenta desde los últimos saltos, no se cuanto más pueda resistir. ¿El objetivo?, ya nadie lo conoce. ¿Alguna salida?, no puedo siquiera detenerme un segundo y reflexionar acerca de ello; siento que si me detengo mi cuerpo se quebraría y se convertiría en gas expandiéndose lentamente en todas direcciones.

    No puedo más que seguir, seguir hasta llegar no sé a que destino cuando los parajes son cada vez más extraños. Delante veo agua, como la que conocí cuando viví en un planeta cuyo nombre no alcanzo a recordar pero se que viví tiempo en él hasta que se dió el suceso. Desde entonces nos vimos obligados ellos y yo a caminar de esta manera hasta encontrar nuestro destino último, como escuché que algunos lo llamaban.

    Ha pasado tanto tiempo, y hemos brincado tantas galaxias, que creo que voy a parar por siempre. He pensado incluso que este pequeñísimo planeta parece un buen lugar para detenerme pues noto que es suave; nuca me tocó estar en un planeta donde nuestros pies se hundieran livianamente al dar pasos.

    Creo que de esta manera seré otro de los tantos desertores en nuestro eterno viaje hasta el «destino último». Y yo pensé que llegaría hasta el final, pero ya no puedo más.

    Y aquí, a punto de quebrarme, me llevo el recuerdo de que alguna vez viví en un lugar donde pude detenerme, ver lo que me rodeaba, y reflexionar. Eso ya quedó atrás.

    Y mientras su cuerpo se rompía, pensó: “Al final, espero que por algún medio, de alguna manera, en algún fragmento del infinito tiempo, pueda saber que fue de este viaje”.

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  • Adriana Meza
    09/09/2007 8:27 pm

    Despertó el conejo que por días había estado dormido en la luna, supo entonces que tan solo era escarcha lo que le envolvía y, en su intento por escapar, estuvo a punto de sepultarnos.

    Adriana Meza

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  • Lisa, Lisísima Caray....
    10/09/2007 12:51 am

    Había que construir un cielo como un pesebre. Así que los ingenieros dispuestos a todo, menos a reconstruir el cielo con sus manos, decidieron hacer múltiples malabares con nubes de celofán etéreo y una superficie donde pudieran pisar el reflejo de su corazón.
    Un día después de mucho discutirlo diéronse cuenta que era innecesario bucar corazones donde ellos pisoteaban, el propio rastro de su sangre en la nieve.

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  • Quienes ya van a dormir caminan hacia una cabaña, más allá del horizonte, con las mentes en el cielo pero los pies aún en la tierra, paso a paso sobre un mar de algodón (algunos no llegan, se dejan caer y se acurrucan en lo blando; otros deciden perder el rumbo y escapar), que pizcaron en el día, bajo el sol y el látigo.

    Quienes no van a dormir, seguirán hasta el amanecer.

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  • La vía nueva

    Caminábamos la vía, el Director del Ministerio de Infraestructura y Vialidad (MIV) quiso venir antes, personalmente quería asegurarse que todo estuviese bien para cuando el presidente corte la cinta de inauguración el próximo domingo. Y la verdad, ¡todo estaba perfecto!, nos dirigimos a lo más alto de la carretera donde empezaba la pendiente que conduce al valle de San Juan; en la medida que nos acercábamos al alto una bruma se fue instalando a ras de carretera, no dimos mayor importancia al fenómeno y seguimos. La bruma se solidificó en una blancura de nube celestial, todos nos miramos sin decir palabra y sin dejar de caminar, un impulso extraño nos inducía a seguir; todos sabíamos que en nuestro avance debíamos estar bajando hacia San Juan, pero no, seguimos en ascenso por una nube insustancial y nadie se atrevía a decir algo ni a mirar atrás.

    Seguimos como por inercia divina. Un rato después, todo era un extenso manto nubloso blanco hasta donde alcanzara la vista. A lo lejos vimos a un señor con vestimenta medieval sentado en un cúmulo de nube, el señor de ropa extraña nos miraba sin sorpresa y el Director del Ministerio se acercó y le dijo:

    —¡Buenas! Soy Carlo Magioni, Director del Ministerio de Infraestructura y Vialidad (MIV).

    —Yo soy Nico —contestó el hombre de ropa extraña.

    —Perdone, hemos llegado hasta aquí, y no sabemos dónde estamos, me puede explicar usted.

    —Yo también soy nuevo aquí, aunque viví hace muchos siglos pasé un tiempo largo en el purgatorio; usted sabe, donde nos purificamos para alcanzar la gloria, y recién esta semana me acaban de perdonar.

    —Quiere decir que estamos en el…

    —¡Claro hijo! ¡Existe! ¡Es real!

    —Pero si todos nosotros estamos vivos, nada nos ha pasado, sólo caminábamos por la vía nueva y de repente nos encontramos aquí.

    —Como le dije, soy nuevo aquí, pero sé que una vez cada siglo se abre un puente para desestimular la incredulidad.

    —¡Ah si! Y dígame, ¿qué hizo usted para pasar tanto tiempo en el purgatorio?

    —Escribir hijo,…escribir. Un libro me condenó, mi gran libro fue considerado una incitación al pecado y a la maledicencia en la vida de palacios de entonces.

    —Entonces usted es Nicolás, el que escribió el… —pero el hombre de ropa extraña se paró y le tapó la boca con la mano.

    —No lo nombre hijo —y miró a todos lados con nerviosismo-, no diga ese nombre, me perdonaron a mí, pero al libro no, está prohibido en esta plaza. La Plaza Celestial, donde nos encontramos, normalmente está muy concurrida, pero ya todos se fueron a sus sitios de descanso, ustedes también se irán, ya saben que existe; sólo quedo yo, que no puedo regresar ya, y aprovecho la soledad de la plaza, desde aquí se puede ver lo que quieras y admiro con detalles a mi adorada Florencia, que a pesar de los siglos, aún conserva hitos referenciales de mi existencia.

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  • Steppenwolf
    11/09/2007 1:35 am

    -Entonces, ¿el cielo suele caerse muy seguido por aquí?
    -De no ser así, no saldríamos con cascos en la cabeza. Imagina la fuerza con la que caen los cirros. ¿Ves esas nubes ahí adelante? Eran cúmulo nimbos; de haber caído antes nos habrían partido en dos.
    -Ya veo. Y esos hombres, adelante, ¿qué buscan?
    -Serafines malheridos. Por lo general son la causa de que esto suceda. Uno, dos o tres se asoman muy en vilo desde una nube… lo que sucede después lo tienes frente a tus ojos.
    -Y encontrarlos, ¿de qué sirve en estos casos?
    -De todo. Habrá que subirlos de nuevo. Reestablecer el orden de las cosas. ¿Captas? Lo inexplicable no es en sí una catástrofe; la tragedia sería no saber qué hacer para recuperar la habitualidad. ¿Imaginas que a las nubes se les ocurra llover en ese estado?

    Responder
  • Ya muerta cualquier esperanza de que el fin del mundo fuera un mito, me uní a la gloriosa marcha para alcanzar la orilla de la Tierra, el único dogma que a estas alturas del cambio climático resultaba atractivo para las personas. Sabía que la nevada nunca iba a parar y que tampoco encontraría un precipicio al final del horizonte, pero al menos tendría modo de alimentarme en lo que perdía mis restos de vitalidad. Cada hombre delante de mí, era una oportunidad para comer, el canibalismo ya no era tabú.

    Responder
  • De alguna forma Clark lo había advertido, pero claro que nadie pensó que el menos serio, al que menos creían las mentiras y esa fantochesca forma de anunciar sus sueños, pero ese día incluso tuvo el valor de colocarse al centro, antes de la junta de mineros, antes de la exploración de las fosas.

    Todos rieron cuando dijo que lo mejor era llegar preparados porque seguro que la espuma nos sorpendería, primero se confundiría con nieve, pero no era fria y al contrario, algo de tibio y sucio tendría dentro.

    Ahora corren los rumores de que ese halo en su materia primaria, ya habría surgido, antes en los boquetes de lo que todos creíamos eran minas de carbón no explotadas, igual que ahora, una noche anterior hace 40 años habría sucedido ya, que la sustancia blanca solía presentarse antes de que emergiera ese material misterioso y luminiscente, la última vez fue hace mucho pero todo quedó en el olvido, los agentes del gobierno llegaron y se llevaron muestras en pesados cilindros de hierro. Eso dice la leyenda.

    Los más viejos aseguran que era la materia prima de la bomba atómica, de todas formas, ahora más que nunca, la memoria no funciona más que para herirnos con sospechas o negros nubarrones de dolor.

    ¿Y por que creen que nadie recuerda esa esperiencia? ¿Por qué aún los más viejos y experimentados mineros lo recuerdan sólo en leyendas vagas? ¿Por qué nadie conoce la espuma?

    Por eso, porque nadie sobrevivió. Por eso es mejor empezar a olvidarlo.

    Responder
  • gustavo morales garcia
    13/09/2007 10:56 am

    Tan de pronto que la espuma creció uno por uno de los
    trabajadores lavaron sus cuerpos molidos por el viento
    lunar ocultos en el lado oscuro de la luna.

    Responder
  • gustavo morales
    13/09/2007 11:23 am

    EL PASTEL

    se vieron cubiertos por una espuma blanca, dulce y brillante.
    a gritos preguntaban, en donde se va a colocar si el patel aún
    no llega.
    desde lo alto el gigante les habló.
    -dejenla ahí, con este popote la sorbo, pero corranle no se
    vayan convertir en la pasa del arroz-
    cuando vieron acercarse al popote, nisiquiera les dio
    tiempo de correr.

    Responder
  • Éxodo
    El nuevo Moisés, apoyado en su poderosa milagrería, equivocó las instrucciones para separar las aguas y las condensó en un puñado de nieve. Sin embargo, el éxodo no fue por esto un fracaso. Los hombres aprovecharon el hielo para confundir en él sus errores y poder iniciar así una vida nueva…

    Responder
  • J.Lombard
    14/09/2007 9:25 am

    –oigan, ya les dije que vayamos a comer, cuando amanezca será
    mas facil.

    Responder
  • Chingón la mini de Steppenwolf …

    Responder
  • ando desvelado todavía, error de género: *chingona

    Responder
  • gustavo morales
    14/09/2007 2:07 pm

    A lo lejos retumbó el grito del encargado del estanque.
    -Les dije que el sapo borracho (Rhynophynus dorsalis)nos
    ganaría, mirenlo como salta. Ya nos dejo esta sustancia blanca
    y pegajosa. y por si fuera poco, es el último que nos quedaaaaaaa-

    Responder
  • El de Raúl Ríos está muy bueno, me dejo en suspenso sobre lo que sería la espuma y lo que pasó hace 40 años, coincide con la fiebre nuclear y deja al aire varios finales, lástima por el error de dedo de (esperiencia) chequé el teclado y sí pudo ser un error de dedo porque más abajo escribe experiencia con «x», esos son los riesgos de la espontaneidad.

    Ta buena..

    Responder
  • La nieve ya no era nieve y, sin embargo, hacía frío. Era esta masa espumosa que debíamos almacenar para beber. En otro tiempo hubiéramos jugado, soñado con nubes y alas. Ya no. Nos enfilamos como cada invierno, luego de la «espumada», por nuestras raciones, como presos por comida inmunda. Sigue cayendo y nadie dice nada, nadie voltea al cielo ¿alguien se acuerda del maná?

    Responder
  • Rimbaubante
    15/09/2007 12:43 am

    La mini ficción de Steppenwolf resulta sumamente exitosa, cumple con los requerimientos y aborda la imagen de manera divergente y audaz. Aplausos.

    Responder
  • Alain Luévano Díaz
    15/09/2007 7:33 pm

    Muy chido el de «simuladores» de Luda. Voto por él

    Responder
  • Si, lo sé, lo sé, Minerva olvidó de nuevo cerrar la llave de la tina.

    Responder
  • Sumaré un texto más a la lista de los votados. También me gusta el minicuento Los científicos, de Nicolás. Es breve, mordaz, no necesita de la imagen para entenderse, y dice más de lo que se lee. Un saludo y suerte a todos.

    Responder
  • DESALOJO
    Fue por amor a primera vista que tomamos la decisión: ella y yo nos iríamos hasta el fin del mundo, amándonos. Sentados en la orilla, abrazados, el panorama del cosmos era glorificante. Pero llegó el ejército de empresarios-ingenieros con cascos amarillos. Construyeron miles de unidades habitacionales para venderlas a todos los enamorados que vinieran a estos confines. Nos echaron a empujones de nuestro paraje porque no cubríamos su perfil crediticio.
    Tiempo después, regresamos felices. Los departamentos abandonados estaban a nuestra disposición. La empresa constructora quebró. No tuvo clientes porque, afortunadamente, ya nadie cree en el amor.

    Responder
  • Celestino
    17/09/2007 1:51 pm

    —Con toda esta mancha blancuzca será más difícil, casi diría que imposible, hallar el camino a casa.

    —¡No te das cuenta! Tras la detonación ya nadie tiene casa; incluso, de no haber sido por esos refugios subterráneos que ni siquiera nosotros construimos, también habríamos perecido.

    —De cualquier modo, con toda esta mancha será imposible encontrar el camino de regreso…

    —¡Pero!… Las últimas explosiones acabaron por borrar todo… incluso… todo.

    —En fin, con toda esta mancha no será posible, a menos de que la eliminemos –todavía menos posible–, poder encontrar siquiera un rastro que nos indique cómo volver sobre nuestros pasos.

    —¿Eh?… Bueno… sólo nos queda internarnos en este manto lechoso, y caminar caminar caminar…

    —¡En marcha!…

    Responder
  • Rip van Winkle
    18/09/2007 11:31 am

    Hay un fragmento en la quinta parte de 2666, de Roberto Bolaño,
    que me recordó la imagen de este mes. Reagrupé algunos parráfos
    de las páginas 956 y 958. Sé que no está en concurso pero igual
    me parece interesante presentarlo. Así dice:

    » Pero los problemas surgieron cuando volvió a nevar. Según uno
    de mis secretarios resultaba imposible cavar nuevas fosas en la
    hondonada. Le dije que eso me parecía imposible. Al final el
    quid de la cuestión radicaba en la manera en que habían sido
    cavadas las fosas, horizontales y no verticales…
    Una mañana fuimos a la hondonada. Allí la nieve era blanda,
    incluso excesivamente blanda. Durante unos segundos me pareció
    que caminaba sobre un gran plato de nata. Cuando llegué al
    y miré hacia abajo me di cuenta de que la naturaleza había
    hecho su trabajo. Magnífico. La nieve había borrado el más
    mínimo rastro de los judíos.»

    Responder
  • Rip van Winkle
    18/09/2007 11:42 am

    Faltó la palabra borde,.. cuando llegué al borde..

    Responder
  • Fastidio

    Primero que locura, después, que lata y finalmente, que fastidio, decían todas las gentes mayores del pueblo, mientras los niños y los turistas corrían y gritaban de emoción, entre la espuma que el gigante dejaba caer cuando se rasuraba.

    Responder
  • .:Imaginación:.
    18/09/2007 7:22 pm

    –¿Entonces cree usted que en verdad las nubes bajaron del cielo y
    cayeron en nuestro lugar de trabajo?
    –La verdad no estoy seguro, pero creo que mas bien fuè un experimento
    que nos mandaron de allá arriba. Creo que quieren saber si damos nuestra
    vida por hacer el curioso experimento de probar de que se trata.

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  • La blancura cubria la totalidad de la tierra. Segun testigos habia caido de los cielos más nadie estaba seguro de lo sucedido, total que cuando todos despertaron los suelos estaban cubiertos de esa blancura que cegaba. Ese día el cielo se desplomo y apartir de ahí, nada fue igual: las estrellas nunca más brillaron.

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  • ¿Dice usted que si llenamos esto de pure de papa y apagamos todas las luces van a creer que llegamos a la Luna?

    ¿Y lo de la gravedad?

    Ve usted mucha tele señor, eso es un mito.

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  • Por fin los bomberos lograron sofocar el incendio del avión de Mexicana que venia de los Ángeles;,el tren de aterrizaje no funciono correctamente forzando su llegada a la pista.
    casi de inmediato el combustible se incendio, los bomberos del aeropuerto, usando agua mezclada con químicos que producen abundante espuma evitaron la muerte de los pasajeros que caminan por la densa nube espumosa felices de haber sobrevivido.

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  • Ya esta anochesiendo y la lavadora todavía no termina de hacer espuma, las autoridades todavía desconocen quien es el bromista que ocasiono el incidente.

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  • Carlos Canto
    24/09/2007 2:08 pm

    Muchos años, muchos millones de dólares, muchas protestas sobre el proyecto y por fin, en la sala de control se escucha la voz del piloto, –“el transbordador se desbocó… velocidad 250 mil, 260 mil kilómetros por segundo …dice Einstein que la materia debe crecer al infinito, rayos, mi copiloto se está inflando …”— Los gritos eran de terror –“demonios, si yo parezco un hipopótamo, la nave se incendiaaa…” Fin de la transmisión. Los camiones tanques se apresuraron a la pista de aterrizaje para la emergencia y la rociaron con espuma. El estruendo ensordecedor y una luz deslumbrante, después únicamente silencio y todos trataban de comprender donde quedaron las toneladas de la nave…

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  • La Venida

    -¡Ya te lo dije Otilia, porque se vino el mundo, S-E V-I-N-O E-L M-U-N-D-O.

    -¿Y por eso te vas Cirilo? ¿Cómo que se vino el mundo?

    -Ps se vino Otilia, cómo te lo tengo que decir. Hasta Cirilito le agarró la onda a la primera. Fíjate bien, porque no te lo repito de nuevo. Haz de cuenta que los pinchis mensos esos europeos que no tienen nada qué hacer más que películas bien aburridotas y comida sin sal, ps hicieron su pinchi grupito ese para salvar al mundo.

    – Ah, ése de Gran Pies, ¿no?

    – Grin Pis vieja. Chale, me cai que eres luego bien cátsula. No me interrumpas si no vas a decir algo inteligente, ¿eh?. Tons ps su pinchi grupito ese agarró galleta y un chorro de países dejaron de ser cochinos y empezaron a barrer el bosque y a cerrar la puerta del refri. ¿No tiacuerdas que a nosotros nos tocó también empujar ballenotas de regreso al mar, sembrar bonsais y cuidar changos pa´la a p o r t a c i ó n mexicana? Ps el mundo se puso requetecontento y a veces se carcajeaba y a nosotros nos temblaba el piso aquí en meritito Juiculco. Y no le bastó con limpiar el mundo al pinchi Grin Pis, no, ni madres. Ya sabes cómo son los europeos de degenerados y ps querían darle pa´sus tunas al mundo.

    -¿Cómo?

    -Ps así vieja, llevarlo al nirvana, ponerlo Empino Suárez, ponerle los ojitos en blanco. Y le daban sus masajes en la playa y le destapaban sus volcanes y todo el desmadre. Lo que no sabían es que el pinche mundo se iba a repasar de lanza con su venida, de tan puta suerte que en el meritito eclipse de luna se vino el cabrón y la embarró todititita.

    -¿Y eso qué?

    – Ps los pendejos de Grin Pis no previeron la super chaqueta que le hicieron al mundo. Ora nos mandan a los mexcicanos,por baratos, con cubeta y escoba, hasta la luna, a limpiar su pinchi chambrita.

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  • Felipe Huerta
    24/09/2007 11:29 pm

    Sal de pobre

    Nemesio sale del subterráneo, camino a su trabajo. En el puesto de periódicos de enfrente la variedad de oferta de loterías instantáneas es abrumadora. Una de ellas llama su atención: Sal de pobre reza el boleto y asegura que con la corporación todos ganan, los más afortunados y los menos afortunados. Lo compra sin pensarlo más. Al raspar el boleto inmediatamente suena una alarma y una voz le indica: Usted es de los más afortunados. Unas bellas edecanes lo conducen a un túnel entre una música agradable, de triunfadores. Al transponer el túnel varias descargas de electricidad y químicos lo transforman en la sal que tanto escasea en las mesas de los ricos. Mientras tanto del otro lado del túnel los menos afortunados con casco y ropa de trabajo estarán condenados a recoger, almacenar y distribuir para la corporación la sal de pobres por toda la eternidad.

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  • Buenos días a todos. Con este comentario queda cerrado el concurso de este mes. Los resultados estarán pronto. Gracias a todos y muchos saludos.

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  • Hola a todos. El ganador de este concurso es Steppenwolf por su cuento sobre nubes y ángeles. Recibe la primera mención la tercera versión propuesta por Minerva, y hay también menciones para los textos de Sub, Felipe Huerta, Fer y Marco A. Velázquez Lozano. Por último, una mención especial va para el texto de Rip van Winkle, un collage muy interesante a partir de fragmentos de Roberto Bolaño. Felicidades a los premiados, muchas gracias a todos por participar y, de una vez, les aviso: el concurso de octubre será especial, porque marcará el segundo aniversario de este blog, de modo que prepárense e inviten a sus amigos. Nos vemos entonces y muchas gracias.

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