Reproduzco un texto que escribí y se publicó hoy en La Jornada, a propósito de la obra de José Emilio Pacheco y de los homenajes que ha estado recibiendo en su cumpleaños número setenta.
Nunca he conocido en persona a José Emilio Pacheco, pero no olvidaré que supe de él, primero, en su faceta más extraña: como autor de historias de terror. Hace muchos años, una antología que llegó a mi casa quién sabe cómo (Miedo en castellano, de Emiliano González) traía lo primero que leí de él: «Totenbuch», un cuento suyo, aterrador, sobre los campos de exterminio nazis.
Tardé mucho en enterarme de que ese texto era de hecho un fragmento de su novela Morirás lejos, separado sin advertencia de aquel libro, y ya para entonces había leído sus historias más fantásticas, más inquietantes («La fiesta brava», «Tenga para que se entretenga»…), y era tarde: Pacheco, para mí, estaba al lado de Arthur Machen, de Francisco Tario, de Borges y todos los grandes soñadores.
Con el tiempo he descubierto al otro Pacheco, o mejor dicho a todos los otros: el poeta, el ensayista, el cronista, el narrador de la realidad y no de los sueños. Pero siempre sentiré más cercano al que conocí primero, por puro azar: al que leí sin que nadie me lo indicara y sin que fuera parte de las obligaciones escolares o signo de prestigio por su carácter de clásico (y de clásico vivo).
No siempre se toma en cuenta, pero los lectores tenemos todo el derecho de elegir a nuestros autores favoritos simplemente porque nos son entrañables: porque nos emocionan y nos asombran. Con José Emilio Pacheco me sucedió eso, antes de que supiera de su estatura y de sus logros: leer esas historias fue leer una voz poderosa pero cómplice, los cuentos de un amigo experto en el arte de contar (y además tremebundo) pero amigo al fin.
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Información Bitacoras.com…
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Mi primer José Emilio Pacheco: http://bit.ly/13Syi5
Yo conocí a José Emilio Pacheco por una canción en mis épocas de «alternativo en español».
😛
Yo conocí la literatura de Pacheco de adolescente, cuando leí «Langerhaus», cuya última escena es verdaderamente inquietante (la verdad, yo la recuerdo hasta terrorífica).
¿De los Tacvbos, Kitsune? 🙂
Es buenísimo ese cuento, Eduardo… Otro de los de ese Pacheco…
Saludos a ambos.
@Alberto, así es, suceso musical que me hizo correr a buscar Las batallas en el desierto. Aunque después me contó un profe que la letra de la canción de los tacvbos está basada más que nada en la película (que, para mí no fue una muy buena adaptación) y no proviene directo de la novela.
También me fascinó de la rola cómo adaptaron ése bolero… lo sentí más propio y enriqueció mucho mi lectura.
¿La letra está basada en la película, Kitsune? Ah, qué decepción (con todo y la parte del bolero; ¿recuerdas «María», otra rola de ese disco?)… En fin. Gracias por ese dato y saludos.
Hola Alberto
Como ya te había visto en el prog. Claves y en la cocina de Pedro Ángel Palou, pude reconocerte en la lectura de Las batallas en el desierto, de José Emilio Pacheco, llevada a cabo en Bellas Artes
También la primera novela que leí del autor mencionado fue la muy interesante y estremecedora Morirás lejos
Acerca de Las batallas … es una narración que hace algunos años dejé leer a mis alumnos de la preparatoria No. 9 -UNAM y sobre eso puse un texto en mi blog . A ver si lo puedes visitar
Saludos
Hola, Vero. Me asomo a tu blog. Saludos y gracias. (Por cierto, ¿leíste en Bellas Artes? Creo que fue una buena experiencia.)
Si leí pero desde mi lugar en el público. Llevaba mi libro de Las batallas…
Nunca había ido a una lectura como ésa donde muchos leen la obra de un autor
Saludos
WoW!!!!
Que Maravilla de Blog.
Hola!
No te conozco, pero me gustaria preguntarte como llego ese libro a tus manos?
Es un libro rarisimo, a mi casa llego uno siendo yo un pequeño, resulto ser el primer libro que leí en mi vida, llevandome de largo al mundo de la literatura; pero es muy raro que ese libro no es de nadie, llego a casa solo, no se sabe si lo encontraron, si lo enviaron, si alguien lo olvido en mi casa
Tu puedes explicar como llego a ti?
José, a mí me pasó un poco como a ti. Encontré el libro en mi casa y no tengo idea de cómo llegó. Luego lo perdí y encontré otro ejemplar en una librería de viejo…, así que supongo que al menos mi primer encuentro sigue siendo un misterio. (Nota: edité tu comentario aquí para que no apareciera tu correo y no te llegaran mensajes que no desearas…)
Tarde pero respondo, Andy. Gracias. 🙂
Vengo aquí siguiendo un tweet de Alberto Chimal y me encanta la idea de compartir con amigos mi fascinación por José Emilio, un «amigo» al que no conozco pero aprecio entrañablemente. Yo ya soy medio viejo y en mi juventud me gustó el cuento y la literatura con una camada de jóvenes entre los que descollaba por su sobriedad don JEP. El primer libro que leí fué El Principio del Placer de la serie El Volador de Joaquín Mortiz, después leí un cuadernillo que se llamaba «La Sangre de Medusa» y luego «Morirás Lejos» y «Las Batallas del Desierto», luego me enteré que es poeta y, cosa curiosa, no me gusta la poesía moderna pero la de Pacheco me encanta. Por último (lento como soy) me acordé que el autor de la estimada sección Inventario de la revista Proceso es de su autoría. José Emilio Pacheco es el mejor escritor mexicano del último medio siglo. Gracias por abrir este espacio.
Al contrario, Leo. Gracias a ti. Saludos y suerte.
les recomiendo mucho esta pagina es muy agradable
Gracias, Mariana.
[…] estaba (junto con muchos otros cuentos que de niño me hicieron creer que a todos los escritores latinoamericanos les gustaban las narraciones de miedo) esta historia de […]
Alguna idea de donde podría leer esa antología o la lista de cuentos que incluye, un saludo alberto