Concurso #35
Una vez más, esta bitácora convoca a su concurso mensual. Los interesados pueden comenzar observando esta imagen:
Instrucciones:
1) Suponer que esta imagen ilustra una historia.
2) Imaginar cuál es esa historia: qué está pasando allí, qué momento se anuncia, por qué, quiénes están allí, qué hacen.
3) Escribir la historia, en forma de cuento brevísimo (minificción), en los comentarios de esta misma nota.
El ganador de cada mes será elegido tomando en cuenta la opinión de quienes decidan opinar, y recibirá un trofeo virtual. (Los concursantes deben dejar una dirección válida de correo electrónico, para poder recibir su premio.) La fecha límite para hacer propuestas es el 24 de septiembre.
Quedan invitados…
Etiquetas: Concurso, Minificción
53 comentarios
Ven a disfrutar del nuevo narcoparque en el que podrás imaginar ser Malverde resucitado, y vengador de judiciales. El collar con el símbolo de la hoja Santa te dará la fuerza de mil caballos y tendrás la oportunidad de dominar medio país. Apresúrate porque los boletos son limitados y el parque cierra los días de beisbol.
Muchas veces me pregunté, ¿si se separa la cabeza del cuerpo la muerte es instantánea? Hoy me doy cuenta de que no es así, desgraciadamente la muerte no es instantánea, perdí la batalla, la guerra de oriente me trajo solamente humillaciones, ahora soy el juguete del hijo de uno de mis enemigos, paso el día haciéndole gestos para divertirlo, rezando para que no me pateé.
NEGRO HIJO DE LA CHINGADA. (CON RESPETO A LA DIFUNTA.)
Sucede en una colonia popular de la Ciudad de México:
#1 Grita mientras camina: ¡Negro! ¿Cuánto tiempo sin vernos? ¿No?
Negro: Mucho, desde que a los negros se les decía negros. Ahora somos Afroamericanos.
#1: Perdón mi doble A. ¿Cómo anda tu mother?
Afroamericano previamente Negro: Muerta.
#1: Animo, ya estaba mal desde entonces. ¿Te acuerdas?
Afroamericano: No… No me acuerdo. (Como si el Alzheimer se olvidara.)
Silencio Incomodo.
#1: Te cuento; Hace 2 meses me case con la Vanessa.
Afroamericano: Felicidades. Vanessa es buena mujer, muy trabajadora.
#1: Gracias mi antesnegro, mientras tanto, yo sin trabajo…
Silencio incomodo.
#1: Te dejaste crecer los chinos verdad, los veo debajo de ese costal que traes en la cabeza.
#1 trata de quitarle el “Costal” de la cabeza con una “llave china” aplicada al cuello. Como solo lo haría un verdadero chilango.
Afroamericano de mala gana reincorporándose: Como ves… tanto que gusta entre las mujeres. Les tengo que dar su gusto.
#1: ¡Ah que Afroamericano este! Que mujer se puede fijar en mendigo macetón.
Afroamericano: Vanessa… te acuerdas. Fui su primera vez… con chinos.
#1 molesto: Como voy a acordarme Negro, que no ves que yo no estaba allí.
Negro previamente Afroamericano: No te preocupes, ya te acordaras hoy cuando llegues a dormir a tu casa.
El Negro previamente afroamericano cruza la calle y se aparta mientras #1 se queda perplejo y pensativo.
#1 Gritando: ¡Negro hijo de la chingada! En voz baja: Con respeto a la difunta.
vacaciones olímpicas
A -Le tomé la foto a Juan a la salida del templo mayor compadre…-
B -a chinga… ¿apoco hay templo mayor en china compadre?-
A -No es china, es Taipei, después de la clausura de los juegos fuimos para allá, aprovechando que el señor diputado Gómez tenía que hacer un viaje diplomático por Taiwán, nos invitó, pos de ahí nomás son como 4 horas de vuelo en el jet.-
B -Oiga ¿y dice que el diputado les pago todo?-
A -Pos si… no ve que Juan es su sobrino favorito y además segurito se hubiera ganado la medalla de no ser por la agrura que le dio.-
B -¿Y todos los atletas llevan a sus papás? –
A -Nombré, nomás los güenos, los que pueden traer medalla, por ejemplo, a los güeyes de los boxeadores hasta los bajaron del autobús pa’que el diputado Gómez y los demás representantes cupieran para marchar con los atletas chingones como mijo. A nosotros nos dieron boletos de primera pa ver la ceremonia.-
B -Y los que si se trajeron medalla también llevaron a sus papás verdad compadre…-
A -Si pero creo que como no eran de mucha esperanza ellos se pagaron su viaje, lo de nosotros lo consiguió el diputado Gómez del fondo pa cultura física y deporte, por que él esta en esa comisión y como no hay mucho atleta fregón que pueda ir, pos hasta sobro para acompañarlo a su gira.-
B -En la foto el Juan tiene cara de chino, todavía seguía malo de la agrura verdad compadre…-
A -Ya se le estaba pasando, como le avisaron que le renovaban su beca otros cuatro años estaba muy contento.-
B -Que suerte que su cuñado sea diputado compadre-
A -Suerte tener un gran atleta por hijo compadre, y yo que quería que estudiara, que arrepentida me hubiera dado.-
RETRATO DE UNA ALUCINACIÓN
Fue un instante, como un relámpago esa luz lo transportó de escenario hacia otra dimensión cargada de imágenes vívidas, casi reales. De pronto podía oler la sangre derramada en el campo de batalla, sentir como la adrenalina corría por su cuerpo al escuchar los alaridos que brotaban de las gargantas de los caídos.
La cimitarra en su brazo derecho le indicaba que debía pelear y con paso firme se dirigió hacia su objetivo, él era el héroe, comprendía su deber. Invencible cercenaba con el filo de su arma los cuerpos y cabezas de aquellos que se cruzaban en su camino. Bañado en sudor y con los músculos latiéndole poderosos llegó frente al líder que comandaba las tropas enemigas. Se miraron por una fracción de segundo pero antes de que el otro pudiera reaccionar decapitó los sueños de aquella nación con un golpe certero.
Una voz extraña lo retrajo de su ensoñación y lo volvió a la realidad, aquella misteriosa guerra había transcurrido con la misma velocidad que el flash de la cámara del fotógrafo. Dejó la escenografía de cartón pintado donde llevaba como trofeo una cabeza entre sus brazos y fue en busca del retrato que le recordaría su visita al parque de diversiones, no le sorprendió ver la sonrisa dibujada en su rostro cuando le entregaron la fotografía.
El alma de los iluminados siempre ha llamado mi atención. No sabría decir si fueron elegidos o si ellos eligieron a la imagen portadora de su luz y verdad.
Quitáte la máscara..!
Hoy he decidido cambiar mi rostro, hoy he decidido cambiar lo que la gente ve, acaso no es mejor así?, acaso no perciben lo que realmente hay dentro de mi?, me case de traer el rostro y el alma obscuro, ya no podía vivir así, acaso no se miraba mi cara y se percibia mi alma sin vida.
Hoy te invito a sonreir, a olvidarte de todo aquello que te pesa, que ya no quieres; porque no transmites nada.
Hoy mirame y miráte hoy te invito… Quitate la máscara…! es mejor así..!
Y en un fastidiado intento por vencer la reencarnación infinita, Budha resucitó como el asesino de sí mismo.
SER DIOS Y UN ATRACTIVO PARA LOS TURISTAS NO ES FACIL EN ESTE SIGLO XXI, HASTA LA INDIA HA LLEGADO LA FERIA DE FENOMENOS…. ESTA VES QUEDÓ ASI POR UNA MALDICION DE SUS PADRES…COME VIVORAS Y CUCARACHAS Y AUNQUE NADIE CONOCIA SU VERDADERA CARA, HOY SE DESCUBRE ANTE USTEDES AUNQUE SU MISTERIO DESAPAREZCA.
A pluma.
Jacobo fue al catecismo como todos los niños, comiò treinta y dos hostias como todos, se aprendiò ocho villancicos, diez salmos y se sabìa el credo renglòn por renglòn y en desorden. El padre nuestro era el pan bimbo del desayuno, se lo sabìa en hebreo y en japonès. Primera comuniòn, bautizo y nombre bìblico de pequeño, confirmado, adoctrinado y ya cooperando con el diezmo entregando diez pesos y un bonais por domingo. Era un catòlico hecho y derecho; no monaguillo, pero al fin un fiel intachable. La cosa es que un buen dìa, despuès de una buena liturgia y un buen sueñito en la oraciòn universal, se despertò con el mensaje escrito en su mano, de pluma de Dios, en cursiva. Decìa, de pulgar a meñique, que saliera el buen Jacobo a hacerle el quite un par de èxodos, en lo que se aventaba el sketch de un mundito nuevo sin agua de jamaica y resistol. Asì, nomàs, punto. El bueno de Jacobo, lògicamente, despuès de darle la paz a Don Jabobo y a Doña Jacobo (y a esa señora que es la lead singer de las rolas de la iglesia) se empapò los cachetes de agua bendita y saliò por el pasillito central de la iglesia, no sin antes meter en una alcancìa diez pesos y un bonais de guanabana.
Al salir era èl, Jacobo, el gordito simpàtico que se robaba las hostias sin bendecir y las remojaba en chocomilc, pero ya era distinto. Y comenzò, en su infinita sapiencia pelona, con borrar del mapa a la señora de los esquites de fuera de la iglesia, que para entonces ya no era iglesia sino un iglù pintado de colores. Y Dios, el verdadero, recordò su infancia y sus primeros dìas y siguiò dibujando un planeta octagonal con crayolas moraditas.
Nau
Mi padre es un hombre piadoso pero irreverente, sin embargo ha sido un buen padre para mí y mis nueve hermanos. Siempre supe que su costumbre de burlarse incluso de las cosas divinas nos traería problemas, pero nada como lo que pasó hace días cuando, se burló del sagrado Buda de cerámica. Mi padre hacia mofa de los aldeanos que le dejaban ofrendas al Buda a una figura de cerámica incapaz de nada, ni siquiera de defenderse de un pobre diablo como él. Fue ahí cuando el Buda, sin ningún aviso, tomó a mi padre del cuello, ahorcándolo y convirtiéndole poco a poco en una figura de cerámica; simultáneamente el Buda mostraba un rostro humano que sonreía al tiempo piadoso y sardónico.
No tuve otra opción: me acerqué y maté al Buda recién resucitado, ante el horror de todos en la aldea.
Como ve mi padre está bien y más que encantado con su nueva cabeza de cerámica, yo he pasado estas noches acompañado de vírgenes que quieren preservar mi estirpe y aunque hoy seré ejecutado por matar a un dios, mi nombre quedará vivo y quedan también mis nueve hermanos y la verdad es que el nueve es un número que me gusta mucho…
“ILUSIONES”
Cada vez que me despierto la cara de quien tiene mi cabeza entre sus infames manos cambia. Incluso, a veces -los dioses deben estar enfadados conmigo-, una delicada sonrisa de mujer es la que se vanagloria de mi derrota… y siento, dónde quiera que esté, mi corazón partirse.
Y como si fuera poco, esta mañana -o tarde o noche- le he oído, entre risas, a uno de los rostros referir que yo sólo era “la triste copia de cartón laqueado de un, todavía más triste, tirano”. ¿Tirano, yo?; con que placer le hubiera envainado mi espada en su garganta de haber tenido el auxilio de mis brazos; pero, enseguida, caí en la cuenta de todas sus palabras…
¡Oh, por mi venerada Shivá! ¿Qué clase de sortilegio es éste? ¿Dónde culmina? Es que acaso yo no soy yo. No, no puede ser. Las cabezas de cartón laqueado no piensan. Sin embargo, yo sí pienso; entonces, ¿existo?
La nuera
Madre, ¿acaso no es hermosa?
Se solicitan mujeres para postear en blog de prestigiado autor. Exceso de testosterona puede sobrecalentar el servidor.
Ay sí, ¿no que muuuy poderoso el «genio» de tan maravillosa lámpara? Pues: JA. Aladino que ríe al último…
«Fuera de casa»
Había salido al mundo con 15 años, los huesos de sus piernas aun no alcanzaban el largo esperado, por ello las últimas palabras que escuchó de su madre (corriendo tras él) fueron: Quítate los zapatos para dormir, ¡Hijo mío!
Al siguiente día de su huída se atravesó una feria multicultural. La orgía de sabores lo impulsó a recorrer el pasillo de los dioses. Llevaba 100 monedas, en su eufórica libertad gastó 5 por ser Kanno tallado en caoba, 10 personificando al pétreo Hobal y 20 por la corona de espinas. No se percató del hueco en el rostro de “El Dios que une a todos los Dioses” era un accidente por componer y ahí colocó su sonrisa, todos los presentes abuchearon al hereje y de castigo lo llevaron a rastras por el pasillo grande, lo áspero del piso le aflojó los zapatos y éstos, junto a varias monedas, se rindieron en un punto del camino.
Fuera de la feria, descalzo y temeroso, hurgó en sus bolsillos. Le quedaban las monedas suficientes para volver a casa.
Fotografia del que quisiera ser yo.
Esta fotografia que me he tomado en un parque donde se lleva acabo la tercera feria internacional de las culturas, fue mi oportunidad para sentir lo que sintio Bratt Pitt en «Siete Años en el Tibett», yo con mi Cara bonita poniendola ahi en el agujero del artificio Tibetano. Y ¡zas! el flach de la camara me incandila un poco, despues voy directo con el fotografo y ¡ho! sorpresa esa imagen me dice la verdad, no soy como me imagino y eso me da tristesa, coraje, inseguridad, soy un hombre que esta en el lado contrario de ser Bratt Pitt. No puede ser; porque siendo solo una vida y no me toco ser hermoso, de pronto respiro profundo el consuelo me llega pronto, me doy cuenta que el mono que posa a mi lado es mas plastico que Bratt Pitt y más feo que yo.
Voto por el de Pablito Mata (comentario 1) . Me causó harta gracia.
Que no quiero, esta peluca es estupida. Ya dejé que me sometieras, aunque no eres más que un niño y dejé que plastificaras mi cara. Pero está peluca es estupida. ¿Crees que la usaré tan solo porque tu cara aún sigue siendo real?
No. Lo que creo es que la usarás porque no te puedes mover, ni yo puedo mover mis manos. Así que la peluca se queda.
Pues por lo menos no soy quien está recargdo sobre los ladrillos de fuego con ese peinado que parece más una lenteja mutante.
Camina. Este año, ganamos el concurso.
UN ANTIFAZ PARA ELLOS
De pronto, el hombre al que todos habían reconocido como el defensor del pueblo, al mejor para las guerras, valiente y poderoso. Subió a la pirámide que recién se había construido por órdenes mismas de él, levantó la mirada, y pidió con voz firme que le escucharan con atención.
—¡En realidad no soy más que un niño! —Exclamó al despojarse de una máscara, mostrando su verdadero rostro, después de la angustia en sus ojos el resto del pueblo dio media vuelta.
El niño comenzó a llorar provocando que la multitud regresara, en el acto, se retiraron una máscara y dijeron “No somos más que guerreros, conocíamos perfectamente lo que eres, siempre temimos que no nos defenderías, pero en cada batalla, resultabas vencedor, nos protegías siendo nosotros quienes debíamos cuidarte durante todo este tiempo”.
Tras unas sonrisas el pequeño comprendió que todo el juego había terminado, pero aún sentía la responsabilidad sobre sus hombros… el liderazgo que siempre había tenido en el pueblo… pero poco a poco su alma fue liberándose. Hasta que olvidó lo ocurrido y sus padres lo llamaron a comer.
Te digo que El Chino está re orate.
Desde que lo cortó su vieja hace pura mamada. Se le botó la canica desde aquella peda. Al siguiente día, con todo y su crudota se acordó de lo que había dicho, que ya no quería ser el mismo, que se iba a mandar a hacer una máscara como la de Superbarrio, que quería tener muchas identidades, que iba a fumar pipa, que la música electrónica (que odia) iba a ser su predilecta, y que iba, y que iba, y que no hizo nada, nomás pura hablada. Bueno, casi nada, sólo eso de la figura de fibra de vidrio ¿No lo haz visto? Está re zafado. Se mandó a hacer uno de esos páneles con caras agujeradas en donde la gente se retrata. Según él una pirámide egipcia con un disque extraterreste tomando por el cuello a un negro (ya ves que siempre se ha creído caucásico el pobrecito). Y así sale los domingos a pasearse por el Parque España, así, sin pedir lana ni nada, sólo a pasear. La primera vez que lo ve la gente le toma fotos y toda la cosa pero, ya que la banda se da cuenta que anda en cueros, me cai que no hay quien lo mire feo, a todo mundo le da cosa verle las nalgas.
Esta reloco.
Mi cara siempre es y ha sido la misma, es su crueldad la que me inventa otra…
Si, ponte ahí, acá te saco la foto; Raymundo escuchó la sentencia como cualqueir otra mientras se acomodaba: posando en posición de lotto cargando la cabeza de un hereje, sacando bien la cabeza para que de verás parezca que es él. Ya estaba todo listo: la sonrisa, el flash, el dinero en la bolsa del hombre de la fería y la gente viendo alrededor: El hereje habló…y dijo mucho, y seguro que con bastante elocuencia pero nadie entendió nada; lamentable. Raymundo se quitó de ahí y la cabeza cayó al suelo y siguió hablando pero todos seguían sin entender y resultó que el dueño de la feria sabía lenguas y tradujo lo que pudo y quizás porque lo único que se sabía era la proclamación de un profeta, en ese extraño lenguaje del hereje, repitió: dis man jas de guord of de lord, y cuando les dijo que en verdad Raymundo era el profeta, y lo vieron con la sangre del hereje en las manos, no tuvieron dudas; era él. Entonces salió el tio de Raymundo y todos se veiron cegados o mejor dicho, envueltos por una luz avasalladora, blanquísima y relampagueante; ahora si va la buena, se había acabado el rollo. Escuchó Raymundo antes de dejar la cabeza en las manos de ese hombre sin rostro en un stand de fotos en una feria de Yemen.
EL ENVIDIOSO
Mi mamá siempre me repite que tengo la cabeza hueca; pero se equivoca: la llevo bien llenita, sólo que de aire caliente. Por eso, cada tanto, cuando se me olvida lastrarla con cierto tributo de páginas por día, cual globo, la muy pícara, intenta escapárseme. ¡Ay de mí, si no fuera por la velocidad que han adquirido mis manos para abortar sus incursiones aéreas! Sin embargo, ése no es mi mayor infortunio. El susodicho tiene nombre y apellido: Juan Pérez. Triste rival y peor compañero de aula que siempre ha envidiado todo lo mío: mis zapatillas deportivas, mis libros de aventuras -eso que no le gusta leer-, hasta los besos que yo creía tan a escondidas de Verónica.
Pero, desde hace un mes, sé que, además, anhela mi cuerpo al verlo -en la primera oportunidad que tuvo- correr hacia mí con su cabeza entre las manos infinitamente extendidas… Me horroriza siquiera esbozar qué hubiera acontecido conmigo de no ser por aquella bendita piedra en el camino.
Poder del dialogo
Con la decapitación del rey la monarquía fue desplazada por: la democracia, la libertad, la republica, estos elementos básicos para el progreso social y el desarrollo de cada individuo en todos los aspectos.
El pueblo se reunió en la plaza central para escuchar el discurso de su líder y observar la cabeza del rey en las manos de su libertador. Las primeras palabras que pronuncio Virgilio a su pueblo fueron: Hemos cortado la cabeza del Rey esperando encontrar sus ideales que fueron esparcidos por largo tiempo en nuestro pensamiento, debemos enfrentarnos a nosotros mismos para ser libres y poder vencer todo sistema represivo oculto en los ideales, que se reflejan en las acciones tormentosas que nos arrastraron a la miseria y a algunos a la muerte. Solo se ,que debemos tener la cabeza en las manos para ver detenidamente lo que se oculta a través del cráneo, de la piel, de las expresiones para encontrar una existencia digna.
Después de una breve pausa, el pueblo se expresa diciendo: Tenemos hambre que puede esperar, ahora lo que deseamos es sentirnos por un instante libres y dueños de nuestra propio pensamiento.
El rostro permaneció en silencio mientras el líder entraba a la mutación del poder sin poder evitarlo.
DÍAS CONTADOS
«Quiero ser un asesino», dijo el niño a su madre y se echó a correr para asomar su rostro en el cuerpo de un verdugo
de cartón. Ella, temblorosa, enfocó con la cámara fotográfica la cínica sonrisa, con la desdichada certeza de que su pequeño no mentía…
DíAS CONTADOS
“Quiero ser un asesino”, dijo el niño a su madre y se echó a correr para asomar su rostro en el cuerpo de un verdugo de cartón. Ella, temblorosa, enfocó con la cámara fotográfica la cínica sonrisa, con la desdichada certeza de que su pequeño no mentía…
OFENSA
Tirada en el piso, olvidada por el propio trabajador que la cercenó, sufre una cara de cartón cientos de pisotones de los turistas que fotografían a sus hijos en el hueco que dejó…
MEDIA NARANJA
Y entonces hallaron el amor: el uno en la cara sin cuerpo; la otra, en el cuerpo sin cara.
“Quiero ser un asesino”, dijo el niño a su madre y se echó a correr para asomar su rostro en el cuerpo de un verdugo
de cartón. Ella, temblorosa, enfocó con la cámara fotográfica la cínica sonrisa, con la desdichada certeza de que su pequeño no mentía…
No dijo todo. Después de haberle exhibido de modo que su cara quedara al descubierto, una vez que no tuvo más que explicar su por qué y su cuándo, dijo lo que yo quería saber. Pero no me gustó lo que me dijo. No me dijo lo que me habría gustado escuchar. Que se pudra. Ahora es un personaje público.
Dioses que ayudan a las personas a ayudar a las personas
Luego de sobrevivir al fin del mundo tras descifrar los 9 billones de los nombres de Dios (hecho ocurrido en el Tíbet, según Arthur C. Clarke, aunque en realidad todo se debió a errores en el cálculo del choque de haces de protones, ocurridos en el Gran Colisionador de Hadrones para buscar, más que el nombre del supremo creador, el origen del universo), aparte de aniquilar por completo a las marcas compatidoras y de reportar las ventas más altas en cuanto a su aparato Mark V, IBM dio a conocer su nueva incursión en el mundo de la fe.
Con la destrucción de la mayoría de la humanidad y ante la falta de respuesta de Dios, por una clara necesidad de creer en una fuerza más allá del entendimiento humano además de explicarse fenómenos que rebasan a la ciencia, la rama de la empresa estadounidense dedicada a consultoría y servicios ofrece a los sobrevivientes dioses portátiles, como el modelo Buda 2015 3G, que incluye un sistema GPS mediante el cual el usuario, a través de sus plegarias en voz alta convertidas en comandos para activar las conecciones con la empresa, puede lograr que sus peticiones sean escuchadas y recibir vía SMS en los ojos del pequeño dios la respuestas que busca, o escucharlas de boca de la deidad -según la configuración que el usuario prefiera-.
El nuevo Buda 2015 3G pone a su alcance funciones asombrosas, como la duración de su batería que en modo espera es de 300 horas, en conversación con el usuario para ubicarlo vía GSM en el camino malo o por el bueno y las rutas o atajos existentes es de diez, modo conversación 3G cinco horas, navegando por internet dura entre cinco y seis horas en tanto que la reproducción de video es de siete horas y de audio 24. Incluye el servicio de búsqueda de contactos, soporte para oraciones sencillas y casos desesperados, calculadora científica, controles parentales, soporte para idiomas, internet y descarga de correos electrónicos sobre veloces redes celulares 3G para un mayor tiempo conectado a la espera de instrucciones divinas, descarga de nuevas aplicaciones creadas para el Buda 2015 3G, sin contar el hecho de que puedes reproducir música y videos en una pantalla ancha de 3.5 pulgadas que han sido instaladas en sus ojos.
Su diseño compacto lo hace fácil de transportar y acomodarlo en cualquier lugar. Empero, algunos de los primeros usuarios que adquirieron el producto se han quejado de una gran demanda de atención hacia su aparato pues el diseño de este es tan amigable que llega incluso a cansar, tanto como si fuera verdadero. Según la empresa, quienes han adquirido el Buda 2015 3G son personas cuyos cuerpos albergan a espíritus que viajan de cuerpo en cuerpo y que buscan aprender mediante la vivencia de diversas vidas aquellas lecciones que proporciona la tierra para alcanzar un tipo de liberación o unión con un estado de conciencia presumiblemente más alto. A pesar de las quejas, los usuarios indican que es un gran medio para lograr su objetivo.
Escucharon ladrar unos perros…
De a poco don Fernando se cansaba cada vez más. A cada paso que daba el polvo aplastado por las suelas de sus huaraches se levantaba como la cola del cometa aquel que, a su paso por el cielo de Marangaritúa, trajo a su casa esa ola de hechos inexplicables. Nadie en el pueblo pensó en otra cosa más que en la fortuna que le había deparado el destino. Los ojos rasgados del Nacho no eran para nada como los de don Fernando. Él, un mulato brioso, trabajador, que había sacado adelante al pueblo de Marangaritúa junto a don Rulfo, culpaba al asteroide que iluminó la noche en que nació Ignacio, su Nachito, el mismo que le devolvió la vista, siete años más tarde, a don Julián, aquel que perdió la vista luego del eclipse de sol por andarlo viendo en el reflejo de los charcos.
No quería bajarlo, descansar, porque luego quién le ayudaría a echárselo de nuevo a la espalda. Tenía que llevarlo con el señor obispo para que le sacara esos demonios que habían asustado tanto a don Juan Páramo, el cacique del pueblo. Nacho no le pudo curar esa cosa que le pudría el miembro a don Juan, por eso amenazó con matarlos. Y el disparo en la pierna a don Fernando. Adiós amistad. «Todo esto que hago no lo hago por él. Lo hago por su difunta madre. Porque él fue su hijo. Por eso lo hago. Ella me reconvendría si yo lo hubiera dejado tirado allí, donde lo encontré, y no lo hubiera recogido para llevarlo a que lo curen, como estoy haciéndolo. Es ella la que me da ánimos», pensaba y recordaba ese maldito cometa, esa maldita noche y ese maldito día, parecido a este, en que supo que Ignacio no caminaría nunca.
A pesar de tener el sol martillándoles la cabeza sentía cómo Nacho temblaba, como si estuviera cagado de frío. Esas sacudidas que le daba y sus pies como espuelas en sus ijares, encajados a más no poder; las manos trabadas en su cuello lo hacían sacudir la cabeza como sonaja. Don Fernando nomás apretaba los dientes para evitar morderse la lengua. Tenían que llegar a Tonaya. Ahí decidiría que hacer. Ahí el obispo le diría por qué Ignacio no se podía curar a sí mismo, por qué sanaba a los demás y no podía arreglarse él solito las piernas.
Sintió que no podía más. Trastabillando, aferrado a su carga, a tres pasos de caer y morir en el llano seco, ardiente, quizá a unos kilómetros de Tonaya, escuchó a su hijo que decía:
-Papá, escucho ladrar unos perros…
Sabía, don Fernando sabía que morirían irremediablemente destrozados por los perros que don Juan Páramo había soltado. Tras de ellos irían los peones para asegurarse de que la orden del cacique de Marangaritúa fuera cumplida: «quiero a ese par de cabrones muertos. Así evitamos que corran el chisme y le anden contando a toda la gente que ha perdido la hombría», pensaba…
Escucharon ladrar unos perros… (versión corregida)
De a poco don Fernando se cansaba cada vez más. A cada paso que daba el polvo aplastado por las suelas de sus huaraches se levantaba como la cola del cometa aquel que, a su paso por el cielo de Marangaritúa, trajo a su casa esa ola de hechos inexplicables. Nadie en el pueblo pensó en otra cosa más que en la fortuna que le había deparado el destino. Los ojos rasgados del Nacho, su hijo, no eran para nada como los de don Fernando. Él, un mulato brioso, trabajador, que había sacado adelante al pueblo de Marangaritúa junto a don Rulfo, culpaba al asteroide que iluminó la noche en que nació Ignacio, su Nachito, el mismo que le devolvió la vista, siete años más tarde, a don Julián, aquel que perdió la vista luego del eclipse de sol por andarlo viendo en el reflejo de los charcos.
No quería bajarlo, descansar, porque luego quién le ayudaría a echárselo de nuevo a la espalda. Tenía que llevarlo con el señor obispo para que le sacara esos demonios que habían asustado tanto a don Juan Páramo, el cacique del pueblo. Nacho no le pudo curar esa cosa que le pudría el miembro a don Juan, por eso amenazó con matarlos. Y el disparo en la pierna a don Fernando. Adiós amistad. “Todo esto que hago no lo hago por él. Lo hago por su difunta madre. Porque él fue su hijo. Por eso lo hago. Ella me reconvendría si yo lo hubiera dejado tirado allí, donde lo encontré, y no lo hubiera recogido para llevarlo a que lo curen, como estoy haciéndolo. Es ella la que me da ánimos”, pensaba y recordaba ese maldito cometa, esa maldita noche y ese maldito día, parecido a este, en que supo que Ignacio no caminaría nunca.
A pesar de tener el sol martillándoles la cabeza sentía cómo Nacho temblaba, como si estuviera cagado de frío. Esas sacudidas que le daba y sus pies como espuelas en sus ijares, encajados a más no poder; las manos trabadas en su cuello lo hacían sacudir la cabeza como sonaja. Don Fernando nomás apretaba los dientes para evitar morderse la lengua. Tenían que llegar a Tonaya. Ahí decidiría que hacer. Ahí el obispo le diría por qué Ignacio no se podía curar a sí mismo, por qué sanaba a los demás y no podía arreglarse él solito las piernas.
Sintió que no podía más. Trastabillando, aferrado a su carga, a tres pasos de caer y morir en el llano seco, ardiente, quizá a unos kilómetros de Tonaya, escuchó a su hijo que decía:
-Papá, escucho ladrar unos perros…
Sabía, don Fernando sabía que morirían irremediablemente destrozados por los perros que don Juan Páramo había soltado. Tras de ellos irían los peones para asegurarse de que la orden del cacique de Marangaritúa fuera cumplida: “quiero a ese par de cabrones muertos. Así me evito que corran el chisme y le anden contando a toda la gente que he perdido la hombría”, pensaba…
ah, sí: y voto por mis dos cuentitos jejeje
CONSECUENCIAS DE UNA EJECUCIÓN
Cuando la cimitarra tronchó su cabeza sólo el cuerpo pudo despertar del sueño.
COROLARIO DE UNA EJECUCIÓN
Cuando la cimitarra tronchó su cabeza sólo el cuerpo pudo despertar del sueño.
(Versión corregida)
El Doctor le revisó los ojos. Eres la tercera persona que viene con el rostro paralizado. También a los otros se les paralizó después de tomarse una fotografía en esa figura del Nuevo Parque Occidental. ¿Sabes lo que dice el Budismo de tomarse una fotografía con la presencia de Buda?
Doctor, respondió el joven con una sonrisa fija en el rostro, esas son tonterías y usted debería saberlo mejor que nadie.
Como yo lo veo, dijo el médico, hay dos posibilidades, o las fotografías tienen efectos secundarios después de todo, o habrá que empezar a tomarse más en serio la Palabra Budista.
Es absurdo, dijo el joven con una sonrisa, tiene que ser otra cosa, ¿de verdad no se le ocurre otra posibilidad?
¿Puedo ser totalmente honesto contigo? ¿Sabes que les pasó a los demás casos?, dijo el Doctor que un gesto de absoluta seriedad.
Sí Doctor por favor, dígamelo, respondió el joven con una sonrisa.
Murieron.
La sonrisa
El Doctor le revisó los ojos. Eres la tercera persona que viene con el rostro paralizado. También a los otros se les paralizó después de tomarse una fotografía en esa figura del Nuevo Parque Occidental. ¿Sabes lo que dice el Budismo de tomarse una fotografía con la presencia de Buda?
Doctor, respondió el joven con una sonrisa fija en el rostro, esas son tonterías y usted debería saberlo mejor que nadie.
Como yo lo veo, dijo el médico, hay dos posibilidades, o las fotografías tienen efectos secundarios después de todo, o habrá que empezar a tomarse más en serio la Palabra Budista.
Es absurdo, dijo el joven con una sonrisa, tiene que ser otra cosa, ¿de verdad no se le ocurre otra posibilidad?
¿Puedo ser totalmente honesto contigo? ¿Sabes que les pasó a los demás casos?, dijo el Doctor que un gesto de absoluta seriedad.
Sí Doctor por favor, dígamelo, respondió el joven con una sonrisa.
Murieron.
La leyenda dice que un niño le hizo una cortada a una cabeza hueca de plástico, para esconder ahí una moneda.
La leyenda dice que el hombre cobró vida.
El cuento pasado se llama: A peso
chet! le vi varias erratas a ambos, van de nuevo.
Dioses que ayudan a las personas a ayudar a las personas
David Chávez
Luego de sobrevivir al fin del mundo tras descifrar los 9 billones de los nombres de Dios (hecho ocurrido en el Tíbet, según Arthur C. Clarke, aunque en realidad todo se debió a errores en el cálculo del choque de haces de protones, ocurridos en el Gran Colisionador de Hadrones para buscar, más que el nombre del supremo creador, el origen del universo), aparte de aniquilar por completo a las marcas competidoras y de reportar las ventas más altas en cuanto a su aparato Mark V, IBM dio a conocer su nueva incursión en el mundo de la fe.
Con la destrucción de la mayoría de la humanidad y ante la falta de respuesta de Dios, por una clara necesidad de creer en una fuerza más allá del entendimiento además de explicarse fenómenos que rebasan a la ciencia, la rama de la empresa estadounidense dedicada a consultoría y servicios ofrece a los sobrevivientes dioses portátiles, como el modelo Buda 2015 3G, que incluye un sistema GPS mediante el cual el usuario, a través de sus plegarias en voz alta convertidas en comandos para activar las conexiones con la empresa, puede lograr que sus peticiones sean escuchadas y recibir vía SMS en los ojos del pequeño dios la respuestas que busca, o escucharlas de boca de la deidad -según la configuración que el usuario prefiera-.
El nuevo Buda 2015 3G pone a su alcance funciones asombrosas, como la duración de su batería que en modo espera es de 300 horas, en conversación con el usuario para ubicarlo vía GSM en el camino malo o por el bueno y las rutas o atajos existentes es de diez, modo conversación 3G cinco horas, navegando por internet dura entre cinco y seis horas en tanto que la reproducción de video es de siete horas y de audio 24. Incluye el servicio de búsqueda de contactos, soporte para oraciones sencillas y casos desesperados, calculadora científica, controles parentales, soporte para idiomas, internet y descarga de correos electrónicos sobre veloces redes celulares 3G para un mayor tiempo conectado a la espera de instrucciones divinas, descarga de nuevas aplicaciones creadas para el Buda 2015 3G, sin contar el hecho de que puedes reproducir música y videos en una pantalla ancha de 3.5 pulgadas que han sido instaladas en sus ojos.
Su diseño compacto lo hace fácil de transportar y acomodarlo en cualquier lugar. Sin embargo, algunos de los primeros usuarios que adquirieron el producto se han quejado de una gran demanda de atención hacia su aparato pues el diseño de este es tan amigable que llega incluso a cansar, tanto como si fuera verdadero. Según la empresa, quienes han adquirido el Buda 2015 3G son personas cuyos cuerpos albergan a espíritus que viajan de cuerpo en cuerpo y que buscan aprender mediante la vivencia de diversas vidas aquellas lecciones que proporciona la tierra para alcanzar un tipo de liberación o unión con un estado de conciencia presumiblemente más alto. A pesar de las quejas, los usuarios indican que es un gran medio para lograr su objetivo.
Escuchar ladrar unos perros
David Chávez
De a poco don Fernando se cansaba cada vez más. A cada paso que daba el polvo aplastado por las suelas de sus huaraches se levantaba como la cola del cometa aquel que, a su paso por el cielo de Marangaritúa, trajo a su casa esa ola de hechos inexplicables. Nadie en el pueblo pensó en otra cosa más que en la fortuna que le había deparado el destino. Los ojos rasgados del Nacho, su hijo, no eran para nada como los de don Fernando. Él, un mulato brioso, trabajador, que había sacado adelante al pueblo de Marangaritúa junto a don Juan Páramo, culpaba al asteroide que iluminó la noche en que nació Ignacio, su Nachito, el mismo que le devolvió la vista, siete años más tarde, a don Julián, aquel que quedó ciego luego del eclipse de sol por andarlo viendo en el reflejo de los charcos.
No quería bajar a Nacho de su espalda, descansar, porque luego quién le ayudaría a subírselo. Tenía que llevarlo con el señor obispo para que le sacara esos demonios que habían asustado tanto a don Juan Páramo, el cacique del pueblo. Nacho no le pudo curar esa cosa que le pudría el miembro a don Juan, por eso amenazó con matarlos. Y el disparo en la pierna a don Fernando. Adiós amistad. «Todo esto que hago no lo hago por él. Lo hago por su difunta madre. Porque él fue su hijo. Por eso lo hago. Ella me reconvendría si yo lo hubiera dejado tirado allí, donde lo encontré, y no lo hubiera recogido para llevarlo a que lo curen, como estoy haciéndolo. Es ella la que me da ánimos», pensaba y recordaba ese maldito cometa, esa maldita noche y ese maldito día, parecido a este, en que supo que Ignacio no caminaría nunca.
A pesar de tener el sol martillándoles la cabeza sentía cómo Nacho temblaba, como si estuviera muriéndose de frío. Esas sacudidas que le daba y sus pies como espuelas en sus ijares, encajados a más no poder; las manos trabadas en su cuello lo hacían sacudir la cabeza a manera de sonaja. Don Fernando nomás apretaba los dientes para evitar morderse la lengua. Tenían que llegar a Tonaya. Ahí decidiría que hacer. Ahí el obispo le diría por qué Ignacio no se podía curar a sí mismo, por qué sanaba a los demás y no podía arreglarse él solito las piernas.
Sintió que no podía más. Trastabillando, aferrado a su carga, a tres pasos de caer y morir en el llano seco, ardiente, quizá a unos kilómetros de Tonaya, oyó a su hijo que le decía:
-Papá, escucho ladrar unos perros…
Sabía, don Fernando sabía que morirían irremediablemente destrozados por aquellos feroces animales que don Juan Páramo había soltado. Tras de ellos irían los peones para asegurarse de que la orden del cacique de Marangaritúa fuera cumplida: «quiero a ese par de cabrones muertos. Así me evito que corran el chisme y le anden contando a toda la gente que he perdido la hombría», pensaba…
EL ENVIDIOSO
Mi mamá siempre me repite que tengo la cabeza hueca; pero se equivoca: la llevo bien llenita, sólo que de aire caliente. Por eso, cada tanto, cuando se me olvida lastrarla con cierto tributo de páginas por día, la muy pícara, cual globo, intenta escapárseme. ¡Ay de mí, sino fuera por la velocidad que han adquirido mis manos para abortar sus incursiones aéreas! Sin embargo, ése no es mi mayor infortunio. El susodicho tiene nombre y apellido: Juan Pérez. Triste rival y peor compañero de aula que siempre ha envidiado todo lo mío: mis zapatillas deportivas, mis libros de aventuras -eso que no le gusta leer-, hasta los besos que yo creía tan a escondidas de Verónica.
Pero, sé que, además, anhela mi cuerpo desde que lo vi, en la primera oportunidad que tuvo hace un mes, correr hacia mí con su cabeza entre las manos infinitamente extendidas… Me horroriza siquiera esbozar qué hubiera acontecido conmigo de no ser por aquella bendita piedra en el camino.
(Versión corregida. Disculpen.)
LA CONVENCION
Al fin sucedió un día, ya lo habían anunciado los medios globales con bombos y platillos, pero nadie pensó que pudiera se cierto, más sin embargo la convención de religiones se llevó a cabo. Todo transcurría sin novedad, poco a poco iban arribando los representantes de los diferentes credos alrededor del mundo; se habían fijado dos temas principales: la tolerancia y el respeto, y así era. El cristiano protestante saludaba al papa, el papa sonría al judío, el judío estiraba su mano al musulmán, el musulmán felicitaba al dalái lama, el dalái lama dio la bienvenida a los santeros, los santeros intercambiaron palabras cordiales con los taoístas… incluso los ateos estaban presentes. Todo era miel sobre hojuelas, hasta que de pronto se escuchó un ronquido de angustia; todos voltearon, e incrédulos no dieron cabida a lo que veían: en el rincón más apartado, en un intento por poner de manifiesto sus creencias, un budista con sonrisa de oreja a oreja ahorcaba a un árabe.
El Maleficio de la Duda
No se sabe a ciencia cierta si, como se ha venido afirmando en la religión china desde el siglo IV de nuestra era es verdad que el universo fue creado por el dios Pan Gu ni tampoco que cinceló todo cuanto existe durante 18,000 años mientras él mismo crecía cada día que pasaba. Tampoco parece ser cierto que al final su cuerpo adquirió las dimensiones del universo, ni que sus ojos dieran origen al Sol y la Luna; ni su mente a las montañas, ni sus miembros, a las cuatro partes del mundo; ni su carne a la tierra; ni su sangre a los ríos Y cada vez se duda más sobre todo de que la especie humana se haya formado a partir de un piojo que Pan Gu tenía.
Parece a últimas fechas más plausible la hipótesis que afirma que Pan Gu en realidad era una deidad menor, quien solamente fue famoso debido a que se atrevió a retar a un dios cruel y vengativo (de quien prudentemente omitiremos su
nombre por temor precisamente a invocarlo).
Fue, según se cuenta, debido a su intrínseco carácter dubitativo que Pan Gu perdió la batalla y por ello fue castigado al más humilante de los tormentos (aunque también fue castigado como en todos estos casos por desobedecer a
sus padres pero eso es historia aparte),
El dios vencedor, cuyo nombre en esta ocasión estuvimos a punto de mencionar (pero no caeremos en tal imprudencia ¡Dios nos libre!) dictó entonces tajante e inflexiblemente su sentencia:
«Siendo el dia 28 de los corrientes se dicta sentencia contra la deidad Pan Gu quien habiendo sucumbido a la duda, la peor de las debilidades de una dios y para servir de ejemplo a las futuras generaciones de aquellos que algunos creen
que provienen de uno de sus piojos se le condena por tanto a ir a la tierra cada cien años por un periodo de veinte dias naturales no aplicables a sus vacaciones a quedar atado a una estructura de la cual sólo podrá estar en condiciones de
atisbar el entorno que le rodee por medio de un orificio de treinta por veinte centimetros o de diez por diez pulgadas con un margen de mas o menos el tres por ciento que para tal efecto tendrá la misma.
Ahí los supuestos descendientes de uno de sus piojos, para más oprobio de la susodicha deidad y para regocijo del abajofirmante, podrán arrojarle los proyectiles que tuviesen a bien desear.
El abajofirmante sugiere a saber, lodo y excremento o en su defecto frutas y verduras de la estación»
…
En 2008 Pan Gu ha aparecido durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Beijing en un parque temático dentro de una estructura que muestra la máscara de un negro y el orificio donde de tanto en tanto la susodicha castigada deidad
asoma la mollera.
Los visitantes de ese parque, azuzados por lo que reza un letrero que menciona la leyenda, no dudan en gritarle improperios al que llaman «dios al que le otorgamos el maleficio de la duda», al tiempo que se divierten, la mayoría de ellos literalmente como chinos, no dudando tampoco en probar su puntería lanzándole toda clase de proyectiles incluidos los indicados en la leyenda y que aqui por decencia nos negaremos a volver a mencionar.
Pan Gu, al ver el comportamiento de los descendientes de uno de sus piojos solamente sonríe y estoicamente piensa:
«Cada vez falta menos tiempo de suplicio» mientras planea a cuál universo irá de vacaciones en el siglo que viene.
El dios sabe que la historia anterior lleva implícita una enseñanza pero duda en la conveniencia de darla a conocer a los descendientes de uno de sus miserables piojos.
Gal y Matías
Gal y Matías, al igual que Eng y Chang nacieron unidos por el vientre, pero, a diferencia de ellos no podían ser llamados literalmente siameses ya que aunque Gal tenía aspecto asiático, Matías era un poco más «bronceadito» tirando al tipo africanoide.
Además de estar unidos por el vientre los unía a Eng y Chang otra particularidad a saber que la naturaleza había sido muy cruel al juntar parasiempre a dos seres tan opuestos pues mientras:
Gal era de tipo asiático, Matías era africano;
Gal era todo sonrisas, Matías era serio, como de piedra;
Gal era culto, Matías un ignorante;
Gal era modelo de prudencia, Matìas era un maldito pendenciero;
Gal era honrado, Matías un truhán;
Gal era religioso, Matías era ateo;
Gal era amable, Matías era un patán;
Gal era piadoso y todo bondad, Matías sumamente cruel y malvado;
En resumen Gal era virtud y Matías era «todo pecado».
Para empeorar la situación, Gal a quien solamente le funcionaba el lado derecho de su cuerpo, era zurdo y Matías a quien en correspondencia solamente le funcionaba el lado izquierdo de su cuerpo era diestro…
¡Diestro en el manejo de la mentira, las intrigas y la maldad mismas que su cerebro maquinaba en todo momento!
y las usaba a «diestra y siniestra» causando más de un problema a Gal.
Todo lo anterior no fue obstáculo para el amor que en más de una ocasión tocó a la(s) puerta(s) del(os) corazon(es) de ese Galimatías de ser que eran Gal y Matías, pues si bien Eng y Chang los autènticos e històricos siameses, marcharon a Norteamérica, se casaron con unas hermanas y, no es que seamos chismosos pero es un misterio cómo hicieron para tener descendencia, pero es un hecho que la tuvieron, Gal y Matías no se quedaron atrás en ese rubro y de entre las
múltiples parejas que tuvieron la más célebre de ellas fue Doña Hidra de Lerna famosa griega entre cuyas
particularidades la más notable fue que si se le cortaba la cabeza crecían dos nuevas testas ahí donde se había
realizado el corte.
También fue famosa doña Hidra por inspirar ideas para el desarrollo de algoritmos en informática como es el caso de la búsqueda binaria pero lo que la llenó de gloria fue la frase que acuñó al morir mientras Hércules le había propinado veinte cortes en la cabeza, en el mismo punto, antes de hundir la espada en el corazón:
«un millón cuarenta y ocho mil quinientas setenta y seis cabezas piensan mejor que una»
Y es curioso que haya sido precisamente ese número (1048576 = 2 elevado a la vigésima potencia) la cantidad de hijos que hayan procreado Gal, Matías y la Hidra de Lerna.
¡Todos y cada uno de ellos literalmente un auténtico dolor de cabeza!
Ya que no todos eran negros ni todos asiáticos, no todos hombres ni todos mujeres (ya parece adivinanza) sino que tenían la particularidad de cambiar de raza y sexo así como de los caracteres y conductas heredados de sus padres
es decir uno podía ser en un momento una virtuosa dama asiática y en un segundo ser un cruel guerrero africano.
Lo peor de todo es que los 1048576 seres habían nacido al igual que Gal y Matías ¡unidos por el mismo vientre!
Abrumados por ello y en un arranque de soledad y aburrimiento Gal y Matías adoptaron un hijo de quien solamente sobrevive hasta nuestros días su tataranieto.
La historia anterior fue narrada por Felipe Huerta, chozno (hijo del tataranieto) adoptivo de Gal, Matías y la Hidra de Lerna cuando su maestra de sexto año de primaria le solicitó su tarea de redacción acerca de los siameses.
Al oir tan absurda historia la maestra, horrorizada, le arrebató la hoja que tenía el niño entre sus manos, la leyó de nuevo y le dijo enojada:
¡Esto es un Galimatías!
A lo que el niño muy serio le contestó:
No señorita, no es un galimatías es la historia de Gal y Matías, padres adoptivos de mi tatarabuelo tal y como ellos mismos me la contaron anoche durante un sueño y … le juro por la Hidra de Lerna y el Osito Bimbo que es verídica.
Después de largos siglos de oscurantismo y búsqueda las tribus perdidas encontraron a su dirigente como la profecía lo auguraba: postrado en su antigua forma que le fue impuesta por los amos del universo, quienes lo condenaron a la inmovilidad por haber desobedecido su mandato para destruir la tierra. El rostro del único y verdadero líder encajó perfectamente en el exoesqueleto del cuerpo inerte y el augurio se cumplió, coronando al primer rey y profeta de cartón.
Alberto, quisiera ponerme en contacto contigo para hacerte una consulta, te dejo aquí mi e-mail.
Muchas gracias!
saludos
Delfín
Buenos días a todos. Con este aviso se cierra el concurso de septiembre. Los resultados estarán en unos días y entretanto cualquier persona puede recomendar los textos que le hayan gustado o dejar cualquier otro comentario. Saludos y gracias a todos los participantes.
Me han gustado varios textos, pero sobre todos Gay y Matías de Felipe Huerta.
Un abrazo a todos…
Fé de erratas…
Quise escribir Gal y Matías 🙂
Hola a todos. El ganador del concurso de este mes es «El envidioso» de Gabriel B, por la contundencia de la historia y su doble sugerencia siniestra. Reciben menciones «Días contados» de Ladidel, «Media naranja» de La Maga y «Gal y Matías» de Felipe Huerta. El trofeo virtual estará pronto en camino. Muchas gracias a todos por participar, como siempre, y nos leemos mañana con el concurso del tercer aniversario. Hasta pronto.