Una vez más, esta bitácora convoca a su concurso mensual. Los interesados pueden comenzar observando esta imagen:
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Instrucciones:
1) Suponer que esta imagen ilustra una historia.
2) Imaginar cuál es esa historia: qué está pasando allí, qué momento se anuncia, por qué, quiénes están allí, qué hacen.
3) Escribir la historia, en forma de cuento brevísimo (minificción), en los comentarios de esta misma nota.
El o los textos ganadores recibirán un trofeo virtual y serán seleccionados considerando la opinión de quienes decidan opinar. La fecha límite para participar es el 24 de mayo.
Quedan invitados…[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]
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Valora en Bitacoras.com: Una vez más, esta bitácora convoca a su concurso mensual. Los interesados pueden comenzar observando esta imagen: [HAGA CLIC EN LA IMAGEN PARA AMPLIAR] Instrucciones: 1) Suponer que esta imagen ilustra una historia. 2) Ima…
Eran cuarto para las doce, Gutiérrez, Alfredo y Javier se colocaban las máscaras, todo esta planeado a la perfección.
Es una farmacia se decian, ¿Qué podría salir mal?; Subían a la camioneta, llegaban hasta la farmacia, Gutiérrez debía salir a toda prisa y acorralar a los empleados, Alfredo tenía que vaciar las cajas, un par de medicinas ,¡ah! y unos chocolates para su novia, no podía olvidarse de ellos; Javier solo manejar, eso era todo tan fácil como ir a misa.
El reloj de la iglesia marcó sus doce repiques, ¡todos al auto! Javier manejó hasta llegar a la farmacia, de camino Gutiérrez sacó la pistola de salvas de su hijo y se la guardo en la cintura, Alfredo se acomodaba la máscara, apestaba y olia mal,¿De donde las habrá sacado Javier? se preguntaba.
¡Llegamos!- gritó Javier
Gutierrez salió corriendo a toda prisa, dió la vuelta en la esquina y se perdió, destrás de él le seguía Alfredo, nervioso.
Siete, ocho, nueve, ¡diez! minutos, dieron que se iban a tardar cinco, ¿algo habrá salido mal?- Se atormentaba Javier en el coche.
Sin contener mas la impaciencia salió y los fue a buscar. Dió la vuelta en la esquina, fue cuando vió a los dos parados enfrente de la farmacia
¿Qué pasó?- Grito Javier hasta encontrarse con sus compinches
¡Está cerrada!- Reprocharon ambos al unísono- ¡Es año nuevo! todo esta cerrado….
Me habían contado tantas cosas, pero nunca creí en los Reyes Magos. Lo más cercano era el superhéroe con traje amarillo y garras de adamantium. Pero estos tres rayaban en lo absurdo, por no decir en lo cómico. Una estupida pero entretenida película de Disney sugería esa posibilidad, incluso me había formado una acuciosa observación de espía nocturno. Jamás los había pillado. Ahora convivian como tres adolescentes ebrios en anacrónica fiesta de disfraces. No se si por su aspecto o por su especie, pero los demás juguetes en ningún momento lucieron animados, salvo ellos. La grabación se interrumpió antes de que comenzarán a aullar (¿lo habrían hecho?). En cierta forma la cámara de video de papá había funcionado.
ERROR DE HUMANOS
Los tres pertenecen al Ku Klux Can.
Llegó la invasión de Licantro/nosequé/ (como les gusta que les digan desde que salen en las películas). A cambio de jearme vivir me pideron mis lentes. No me pude negar.
Llegó la invasión de los Licantro/nosequé/ (como les gusta que les digan desde que salen en las películas). A cambio de dejarme vivir me pideron mis lentes. No me pude negar.
(Ahora con menos typos)
Secuestro
El lobo desquiciado caminó de un lado para otro hasta que sus personalidades se manifestaron. Los tres planearon el secuestro de la abuelita de la caperuza.
Luisa Albarrán
… sin embargo (el comandante continúa sudando bajo la luz del reflector, la última diapositiva es borrosa), en la última escena tenemos el detalle de las camisas, encontramos una de ellas cerca de la presa del norte, la sangre que tenía corresponde con la de la chica. Este tipo de camisa sólo la usan los empleados de la Gregor Steel.
Entonces hay que investigar a los mineros, dice Armando, siempre cree tener la razón.
El comandante niega con la cabeza y sostiene la cinta de video entre sus manos. Dice: Hace un par de meses algunos agentes de este departamento fueron asignados a un trabajo encubierto en la Gregor Steel… como pudieron ver en las otras escenas, los tres hombres en el video tenían perfecto conocimiento de técnicas de tortura, además las esposas y los toletes y aún las armas son idénticos a las que usamos… eso significa que conocemos a los responsables de este video, a los que cometieron y grabaron el asesinato de esta chica.
Armando, siempre el primero, vuelve a decir: ¿Es eso una traición, jefe?
Ramírez, que durante toda la junta no había hecho un solo ruido, ahora deja oir su respiración pesada, la puedo sentir en mis manos sobre la mesa. Se escucha también el sudor cayendo por las frentes de los que estamos aquí, el click del cambio de diapositiva, la saliva siendo tragada y, por último, el seguro del arma de Ramírez. Nadie sabe con quién trabaja.
EL INSTINTO DE LA HERIDA (HA HUÍDO UN AULLIDO)
-Hay que matarlo ya -decía Lupercani el macho alfa, a sus dos compañeros de caza. Mientras, en el suelo ,Vícthor se lamía la herida.
-¿Y cómo lo haremos? -decía Rhemo, ignorando que Vícthor se volvía muy delgado.
-Tenemos que encontrar un modo, rápido -dijo Romulus cuando Vícthor ya apestaba como a petardo sin quemar.
-Hay que hacerlo ahora, antes de que se vuelva una amenaza para todas las curias -sentenció Lupercani al tiempo que Vícthor brillaba con el color de la luna, de la plata.
-Llévenme a la orilla del Tíber -fueron las últimas palabras de Vícthor antes de estallar y sentirse perdido en el vértigo de sus movimientos. Sólo su inteligencia y su aullido terminaron distinguiéndolo de la bala que lo había mordido minutos antes de aquella media noche.
EL INSTINTO DE LA HERIDA (HA HUÍDO UN AULLIDO)
-Hay que matarlo ya -decía Lupercani el macho alfa, a sus dos compañeros de caza. Mientras, en el suelo, Vícthor se lamía la herida.
-¿Y cómo lo haremos? -decía Rhemo, ignorando que Vícthor se volvía muy delgado.
-Tenemos que encontrar un modo, rápido -dijo Romulus cuando Vícthor ya apestaba como a petardo sin quemar.
-Hay que hacerlo ahora, antes de que se vuelva una amenaza para todas las curias -sentenció Lupercani al tiempo que Vícthor brillaba con el color de la luna, de la plata.
-Llévenme a la orilla del Tíber -fueron las últimas palabras de Vícthor antes de estallar y sentirse perdido en el vértigo de sus movimientos. Sólo su inteligencia y su aullido terminaron distinguiéndolo de la bala que lo había mordido minutos antes de aquella media noche.
y ell dijo:
voy a acerles un macroporno intensoo
lo que seduce no siempre suel estar donde se piensa…
adentro
tuyo
es unico
respondieron
ellos.
Era su última noche juntos. Hablaron de otros días, de persecuciones bajo los árboles, de sangre tibia mojándoles la piel, de la brisa sacudiendo el follaje. Era mayo y sus lunas asfixiantes. Sin la fortaleza de otras noches, aguardan la última presa enfundados en sus viejos trajes de cazadores. Esperan atrapar, sin fe, sin esperanza, bajo la mirada atenta de un rifle con mira telescópica, el animal vivo que un día, ciegos de soberbia, olvidaron en la plenitud del bosque.
México toma nuevas medidas ante la contingencia sanitaria producida por el virus de la influenza porcina. Un grupo de licántropos sopladores especialistas en chicharrones y carnitas rastrearan al porcino 0, con el propósito de realizar los estudios necesarios para acelerar la producción de la vacuna. En una de sus primeras declaraciones dijeron sospechar del secretario de salud pública de Jalisco donde, sospechosamente, no se ha presentado ningún caso: “¡Una astuta estrategia del muy cerdo!”. Concluyeron la sesión informativa con la siguiente sentencia: “¡Ahora sí puerquitos porcínense!”.
«uno dos tres
la luna como cada mes
cuatro cinco seis
la sangre del sacrificio seréis…”
Athos, Porthos y Aramís en pleno bosque se encontraban, reunidos con la luna llena iluminando su perfil dejando a la imaginación el filo de los colmillos escurridos de saliva por la excitación que les provocaba la caza nocturna.
«Uno para todos» decían, pero ¿y si uno no es suficiente?, ¿ a cuantos más matarían?
«uno dos tres
la luna como cada mes
cuatro cinco seis
la sangre del sacrificio seréis…”
Athos, Porthos y Aramís se encontraban en el bosque, reunidos bajo el influjo de la luna llena que iluminaba su perfil dejando a la imaginación el filo de los colmillos escurridos de saliva por la excitación que les provocaba la caza nocturna.
«Uno para todos» decían, pero ¿y si uno no es suficiente?, ¿ a cuantos más matarían?
Aullido
— ¿Acabó con él?
— No señor.
Ahí, estático, parecía que se aproximaba a él, que con su sola sombra lo aplastaba. –Va a cantar. La víctima escuchó las briznas del pasto retorcerse mientras se acercaban más de ellos. La luna se escondió entre los árboles.
— Yo me serviré otro. Se acercó a la cantina y por la ventana escucho un estertor en el bosque. Volvió a sentarse en el sofá y respiró hondo mientras estiraba las piernas.
¿Por qué no?
Una tarde de ocio y reclusión. Sin salidas, sin amigos. Vi la máscara arrumbada en el piso. «Masacra», ordenó mi lapsus mientras recogía aquel objeto del piso, pero como de costumbre lo ignoré. Curioso, sus ojos de vidrio teñido y mirada perdida me parecían familiares, pero ¿por qué? La tomé entre mis manos y me la coloqué, quería vérmela en el espejo. A fin de cuentas no tenía nada que hacer, ¿por qué no?
Si, sin duda conocido. Me hice un poco a la izquierda, tratando de posar de perfil y no noté cuando ese, el otro, me empujó desde su mundo frío y ajeno de cristal, donde solo moraba él. No esperé a que me dirigiera la palabra, salí corriendo hasta caer en un charco que la reciente lluvia acababa de dejar en el jardín. El tercero salió con cuidado del charco, ayudándome a levantarme en el proceso. No hablé y apenas me quedé lo suficiente para escuchar su débil «¿Estás bien?».
Intenté hallar un lugar sin reflejos, donde la sombra fuera la única representación de mi ser. Entonces coloqué mis manos detrás de la cabeza, pero ya era tarde, ambos estaban frente a mí y no pude diferenciar a uno del otro. (En esos momentos no pensé en el agua)
Whisky
Estaba dando el segundo resoplido y sonó mi celular, era una voz casi humana, me susurro el día, el lugar y la hora.
Yo, dice el segundo personaje, estaba amamantando a dos pequeños humanos, no me vean así, soy macho pero tengo tetillas, a mi me aviso un cuervo, y decidí venir para ver de que se trataba.
Pues yo, dice el tercer animal, estaba acostado al lado de Cape, mi esposa, hablando sobre la herencia de la abuela, sonó el teléfono, nos espantamos un poco, eran las tres de la mañana, las instrucciones fueron rápidas y concisas.
Los tres están ahí, faltan cinco minutos para la medianoche, entonces llega un automóvil negro y de el desciende una figura pequeña y calva, un hombre desacorde al trío que lo mira con recelo. De pronto, uno, dos, tres luces blancas, tres disparos de una cámara análoga.
Listo, quedó, gracias caballeros- dice el hombre mientras guarda la cámara- es una foto para ilustrar un concurso literario. Les llegará cheque correspondiente, ah¡, sonrían.
En la junta extraordinaria de Lobojurisperito, en la que convocó a Lobojusticia y Lobojuristo efectuada en la calle, Juntura del pais Jusgón. Aullan lastimeramente, preguntándose, ¿Aqué nos reuniéron?…
Manada
Nos reunimos apenas pasada la medianoche, protegidos por las sombras del distrito financiero. Planeamos hasta el último detalle, incluyendo los disfraces. Hombres lobo. Una genial idea del Cabezón. Cacho se encargó del sistema de seguridad, asegurándose de dejar las cámaras funcionando. Sumar algo de humor me pareció oportuno. Después de tantos trabajos exitosos, coincidimos en que era hora de dejar una firma distintiva.
Revisamos el equipo por última vez y nos deslizamos por el tragaluz. Con los planos estudiados y memorizados, no fue difícil encontrar la caja fuerte ubicada en la oficina principal. Casi me ahogo cuando descubrí que era una Luoyang. Las cajas fuertes Chinas son casi un chiste, las puedo abrir hasta con un disfraz de lobo y una mano atada a la espalda.
Pocos minutos después habíamos embolsado varios miles de pesos y un puñado de monedas de oro, gentileza del dueño de la financiera. Por supuesto que dejamos los fajos de cheques, ya nadie los lleva. Otro trabajo fácil y bien planificado.
Lo único que no tuvimos en cuenta es que no solo grababan las cámaras sino que también las chequeaban en tiempo real. La policía nos esperaba. Los diarios nos apodaron: Manada de Bobos.
«Sólo si salimos con máscaras» dijeron las tres malditas putitas. Bueno todo porque es la primer película. Entre ellas se pelearon por ver cuál tenía más peluche y cuál no estaba descocida de los ojos… «No importa… Ni van a salir las máscaras»… Pero bueno… Loba A llega con Loba B y le dice que si comparte un poco de su leche para sus crías… Loba B ´dice que sí pero que hace mucho frío. Lobo C casualmente esucha mientras orinaba un árbol y se acerca… Gruñe para que lo vean «yo te puedo calentar mi reina» Loba A rie. Lobo C agarra su «paquete» y dice «con esto te voy a dar tu calentadita… «…………….Loba A toma leche de los pezones de loba A y loba A gime ad infinitum…………………
Licántropos
–Con lo que les expliqué es suficiente
–Si pero, usted sabe que Varnabas invariablemente nos ha vencido
–No, no ha sido así, recuerdan que hace cientos de lunas lo sometí y le hice firmar un pacto en el que solo en los límites de sus tierras podía dar caza a los mortales…
–¡Uf! Ahora para callarlo
DIABLOBO
NO HAS PODIDO DEMOSTRAR LA EXISTENCIA DE DIOS, ni de dos menguantes, ni al primer segundo, tampoco al segundo segundo, te estorba el tercero.
Mientras, la luna hiena sigue siendo la moneda mordida con que, a diario, Dios te apuesta el mundo.
Sigues decantando con los colmillos las tres biografías, los demás hacemos lo mismito.
Sólo una certeza te asaetea las vísceras: el no saber aún quién, en ti, fue engendrado primero o último, quién de los que has hecho de ti, ¿tú o tú o yo?
¿Quién, personalidad tripolar, animáquina, quién?
¿Qué no hueles al otro?
Un cuarto nos mira, mengua.
Respóndenos.
LA ERA DEL CERDO
Científicamente me han nombrado Sus scrofa domestica, aunque también soy conocido como cerdo, puerco, cochino, marrano, chancho, guarro, cuchi… Me han clasificado como un mamífero artiodáctilo de la familia Suidae. Puedo llegar a vivir quince años, aunque no he conocido a algún congénere que muera de viejo. He sido su esclavo por cinco mil años. De mí obtienen carne, cuero y grasa. Ocupan mis patas, morro, orejas, intestinos, testículos, riñones, hígado, pulmones, corazón… A pesar de todo, soy criado y sacrificado de forma cruel, sanguinaria. Recibo malos tratos, insultos, comparaciones grotescas y fuera de lugar. He escuchado frases como: “Cerdo capitalista” y “Más malo que la carne de cerdo”. Me suelen representar como un ser estúpido, tartamudo. Se me asocia con la obesidad, pero soy herbívoro, ustedes me han convertido en omnívoro y confinado en pequeños espacios; con la suciedad, ¿sabían que no tengo glándulas sudoríparas?, necesito refrescarme en el lodo eliminando a la vez parásitos; con la perversión, aquí creo que se trata de vil envidia, nuestros orgasmos duran treinta minutos; con la trampa; con lo vulgar… ¡Pero sé que llegará el día en que deje de ver el suelo. El día en que alce la mirada. El día en que el imperio humano colapse. Seré libre. Ocuparé su lugar e iniciará la era del cerdo!
Era una aldea pobre, sujeta a las violencias gratuitas del bosque, a las inclemencias del clima, con inviernos de largas noches y muy cortas primaveras, de cosechas parcas y enfermedades fértiles. Una vez al año se realizaba una verbena magnífica en donde todos olvidaban sus pesares, alentados por el ensalmo de música, noche, fuego, catarsis. Con anticipación, cada uno de los lugareños confeccionaba en secreto la máscara que adoptaría durante la celebración, todos habrían de transformarse en cualquier otra cosa menos hombresuchos pusilánimes. Fue así como, en el ahora llamado año del lobo, sucedió por coincidencia la primera y verdadera licantropía: ésta optó por loba por la emoción de la caza; aquél, para matar a zarpazos a su rival; otro, para aullarle a su amor no correspondido; una más, por el olor a manada; algunos, jóvenes, para irse; otros, no tan jóvenes, para revitalizarse; todos se volvieron lobos en comunión y anonimato. La aldea, durante noches indeterminadas, se transformó en una extensión del bosque mismo. Los aldeanos, desde aquel entonces, dejaron de ser extranjeros en esas tierras.
Lo discutido durante la reunión había sido más terrorífico de lo que Andrés se había imaginado. Escondido detrás de las cortinas, había escuchado los planes de ese trío siniestro. Las risas le causaban escalofrío. Pensaba en la preocupación que causaría a su pueblo al contarles lo sucedido. Estaba temblando, y las gotas de sudor en la frente, lo llenaban de incomodidad y ayudaban a acrecentar su deseo de estar en cualquier otro lugar.
Inmerso en sus pensamientos, se tardó en percibir la mirada del jefe hacia las cortinas, ¿sospechará que él está ahí?
Sintió un dolor que le presionó la cabeza y cerró los ojos, implorando estar equivocado.
Tres
¿Te conté alguna vez, querida, de aquel sueño en el que siete sombras me acechaban mientras yo corría buscando claros en un bosque espesísimo -en el que seguramente había nacido- pero encontré sólo cuatro, quizá porque las otras estaban destinadas a encontrarnos justo ahora, querida, cuando no hay forma ya de evadir este bosque donde no quedan claros?
Nueve son los pasos, las facetas. Para llegar unas cuantas pruebas. Si fuiste bien instruido no tendrás ningún problema, más que unos siete años de vagar, de buscar. Mientras tanto anda con cuidado por este bosque donde detrás de cada árbol nuevos mundos acechan. Cuídate de los lobos y coyotes, que aunque pueden darte la indulgencia no dudarán en hacerte pasar un mal rato, especialmente si te ven débil o perdida.
-¿Cómo son esos lobos abuelito?
Depende mi niña, a veces, solo es uno, que cambia tan sutilmente su forma de mirarte, de hablarte que cuando menos te lo esperas todos tus actos ya le pertenecen. Cuando llegan en pares es más fácil lidiar con ellos basta con hacerles la plática a ambos y solitos se irán confrontando uno con otro, hasta que decidan irse a discutir a otro lado. El momento más peligroso es cuando están tres. Entonces tratarán de completar la rosa de los vientos contigo, de arrastrarte hacia ellos, de hacerte parte del clan. Justo como hace tu abuelo una vez al año para poder alimentar el hambre especial de su más querida nieta.
Uno, dos, tres…
Un relámpago de esos que nacen trueno, para luego, dar paso a una súbita lluvia de termitas y dragones miniaturas que al estrellarse contra el piso, se convertían en lava verdosa. Y olores nauseabundos inconocibles, pestes, creo tres, que mataron a tres cuartas partes de la población mundial…Tanto más, que no recuerdo, luego el silencio parió a la oscuridad. Cinco minutos que me parecieron un siglo y entonces escuche unas voces preocupadas, una frase de “se nos paso la mano”, risas nerviosas, la luz de un fósforo y fue cuando los vi. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
PEDRITO Y LOS LOBOS
Una oveja, un lobo, dos ovejas, dos lobos, tres ovejas…
Contaba el leyendista suburbano, pastor náufrago en las arenas del insomnio.
Las ovejas también dejaron de creerle y ya no brincaron la cerca.
Entonces la vigilia con sus terrores nocturnos lo refundió.
Y así, guardando cama por la alquimioterapia, ahora se inventaba sus propios ensueños; en una de esas salió vestido de lobezno. Tres veces seguidas se constipó del mismo sueño hechizo. En esa orilla del apetitoso siempre jamás, lo creyó todo.
PEDRITO Y LOS LOBOS
Una oveja, un lobo, dos ovejas, dos lobos, tres ovejas…
Contaba el leyendista suburbano, pastor náufrago en las arenas del insomnio.
Las ovejas también dejaron de creerle y ya no brincaron la cerca.
Entonces la vigilia con sus terrores nocturnos lo refundió.
Y así, guardando cama por la alquimioterapia, ahora se inventaba sus propios ensueños; en uno de esos salió vestido de lobezno. Tres veces seguidas se constipó del mismo sueño hechizo. En esa orilla del apetitoso siempre jamás, lo creyó todo.
Tres o cuatro tiempos
Probablemente la realidad se reduce a un trozo de pan atorado en la garganta de algún político, que durante una reunión de «negocios», mira a una chica rubia con nuevos pechos y se distrae llevándolo a su acción torpe de atragantarse con el inocente panecillo.
Otras veces pienso que la realidad debe ser otra cosa, algo entre película de ciencia ficción de los 90 y cuento de Perrault o de los Hermanos Grimm. Una realidad donde la única posibilidad para nosotros, amigos, fuera convertirnos en tres lobos de la ciudad, acechados por cazador desesperado. No sé en qué terminarían las cosas si la realidad no fuera esto.
Quizás la realidad sería sólo tres amigos en la esquina de una calle cerrada que ven pasar los trenes de carga, mientras del otro lado de la acera, una abuelita tiende una capa roja. Lo más probable es que nada de esto exista y estemos atrapados en el tiempo de una fotografía.
LUPUS
Trillizos. Desde pequeños sintieron afinidad por la música. Clases particulares, escuelas de música. Lo tenían decidido. Serían un power trío (guitarra, bajo y batería). Tocarían METAL. Estudiaron a los grandes maestros: Led Zeppelin, Black Sabbath, Iron Maiden, Motörhead, Judas Priest, Metallica, Megadeth, Anthrax, Slayer, Luzbel, Transmetal, Next… Encontraron su propio sonido. Armaron sus canciones. Ensayaron hasta más no poder. Tenían conocidos en el medio. Les darían la oportunidad de abrir un famoso festival rockero. ¡Sesenta mil personas!
Tenían que pensar en un nombre. Estaban convencidos que tenía que ser LOS algo. De preferencia un animal. El lobo era su favorito, pero ya existía un grupo llamado los lobos. Pensaron en Pacto Con Lobos. Lo desecharon al recordar que se trataba del título de una película francesa. LUPUS. Les brillaron los ojos. Era perfecto. Podría ser asociado al lobo y, en lo personal, era la enfermedad que sufría su abuela. Ahora tenían que pensar en lo visual. Ya no era suficiente con tocar bien. Máscaras. Recordaron que un grupo, Austin TV, también las usaba. Afortunadamente no tocarían en el festival así que optaron por conservarlas. Le pidieron a una amiga que les tomara fotos. Hicieron flyers. Crearon su cuenta en Myspace. Sólo faltaban algunos días. Sería su momento. Después de ver su potencia y presencia escénica, alguna disquera independiente los contrataría. ¡Resucitarían a la escena metalera del país!
Pero el mundo no estaba listo para ellos. Dos días antes del festival surgió un brote viral. “La influencia de las estrellas”. Se cancelaron todas las actividades aglutinantes. Epidemia. Pandemia. Semanas. Meses. Muertes…
Ahora se les ve tocando en bares subterráneos, clandestinos. El nombre y la música continúan. Sólo cambiaron el tipo de máscaras.
EXTRA
Jorge no pudo evitar sentir una amrga decepción cuando le dieron la máscara de látex que cubría su rostro. Su primer trabajo en el cine no se parecía a lo que había soñado…
Jajajajaja…
Ahora sí; esa chica se había salvado la última vez, pero con este equipo, ya no verá más la luz y será devorada… ya no eran dos ojos, sino seis para verla mejor… y ya no era un hocico enorme, sino tres, para comerla mejor. Pobre caperucita roja…
Hasta que esos lobos habían caído en la cuenta de que son depredadores que cazan en grupo; ya habían sido víctimas de las malas estrategias de otros ancestros como el que pretendió comerse a los tres cochinitos o el que buscaba engullirse el rebaño del embustero Pedro… o el lobolobito del bosque que cuando aparece a todos los comerá…
Bien por los lobos… Jajajajaja…
Simplemente GABE…
Venganza
Así fue como el cerdito en su febril venganza sopló y sopló, tosió y tosió, y su caza derribó. Los tres lobos decidieron invertir en un bunker de concreto.
Quiero confesarle, señor, que no he podido escribir más de dos líneas desde hace más de tres semanas. Eso me tienen muy preocupado, no lo entiendo. Antes de venir aquí podía haber escrito folios enteros y ahora no existe nada que me complazca. Tengo más quejas: no entiendo además porque usar máscaras en una sesión tan formal. ¿No es usted El Maestro Supremo? Y ese libro que nos dió para consultar ¿de verdad tenemos que creer que es la máxima obra del Congreso Supremo? ¿El Gran Libro De Todo Lo Escrito, tiene sólo una página ilustrada? Y diga a su hijo que no me busque más; no sé nada sobre B. K. Penn ni su libro sobre el fin del mundo, ni me gustaría saberlo. A nadie le importa. Lunáticos. Me retiro de su grupo de chiflados, abandono para siempre la literatura y todo lo que tenga que ver con ella y con ustedes dos.
OTRA VERSIÓN DEL CUENTO.
La abuela lobo contó un cuento a sus nietos Aristeo, Genovevo y Carmelo. Era el viejo cuento del lobo que toca en las casas de tres puerquitos. La moraleja no cambia si se narra a los puercos niños y a los niños humanos; en cambio, en la lectura lobuna la moraleja es: “la tercera es la vencida.” Cuando crecieron, Aristeo, Genovevo y Carmelo se reunieron. Aquella noche usaban camisas iguales, reían, confabulaban. Luego fueron directamente a la casa del tercer puerquito (que era la mejor construida) y soplaron al mismo tiempo. La casa se derrumbó. Y los lobos esperan la publicación y la moraleja de este nuevo cuento.
Ay, le hice unos cambios chiquitos…
OTRA VERSIÓN DEL CUENTO.
La abuela lobo contó un cuento a sus nietos Aristeo, Genovevo y Carmelo. Era el viejo cuento del lobo que toca en las casas de tres puerquitos. La moraleja no cambia si se narra a los puercos niños y a los niños humanos; en cambio, en la lectura lobuna la moraleja es: “la tercera es la vencida.” Cuando crecieron, Aristeo, Genovevo y Carmelo se reunieron. Aquella noche usaban camisas iguales, reían, confabulaban. Luego fueron directamente a la casa del tercer puerquito (que era la mejor construida) y soplaron al mismo tiempo. La casa se derrumbó. Y los lobos esperan la publicación impresa y la moraleja de esta nueva versión del cuento.
NOCHE
Abrazar eternamente con tu velo el mundo significa que jamás descansas, que vas y vienes pero nunca detienes tu paso. Oscura, serena y siempre sola. Cuántas veces había otorgado rincones llenos de sombras para que pudieran acechar a su paso, cuántas veces recorrí los valles y lagos llenando de intriga cada hoja, cada árbol, cada madriguera, cuántas veces dejé que iluminaran sus ojos para obtener ventaja ante su presa. Cómo pudieron, cómo pudieron olvidar llamar con sus estúpidos hocicos a mi única cómplice, a la única que sabe de mi, que puede verme en mi andar y danzar conmigo por la eternidad- Luna ¡perdóname! tuve que hacerlo- tuve que convertirlos en hombres pues dejaron de comportarse como animales…
Con el maletín en la mano, la corbata cerrada sobre el cuello como una trampa cazadora, salgo corriendo de la casa cinco minutos tarde para llegar a la oficina. En hacienda solemos ser muy puntuales y puntillosos con nuestras costumbres. Ell retrato ahi sobre la comoda, el que saqué del desvan de mi madre cuando murio hace un par de meses abandonada en el asilo, me causa un suspiro involuntario.
Las ágatas,los tréboles, las agüitas, los colorines y las bombachas. Algunas tenían nombres más bellos, basados en su apariencia, piratas, flamas, diablos y escorpiones, o mis favoritas: las oceanos y los laberintos. Pasaba horas enteras jugando a las canicas, con las manos ampolladas y las rodillas llenas de tierra. Han pasado tantos años que todo eso lo recuerdo ahora como en sueños: una nostalgica bruma siempre empaña los recuerdos de la infancia.
Llegamos temprano a la residencia de Susana. Su fiesta de cumpleaños fue la primera en la secundaria y todo el mundo estaba ahí. El vaso de unicel en las manos sucias y temblorosas, la madre que servía coca cola sin parar y el padre que verificaba a los muchachos y sus manos «inquietas». La fiesta no iba muy bien. -¡Pero bailen, no sean tímidos!- y uno ahí, haciéndo que bailaba con otros chicos porque ni siquiera se atrevía a mirar a las niñas. Apenados con el peinadito de gel debajo de las máscaras, las corbatas, el perfume barato y el sudor, huimos temprano: «Gracias señora por la comida y las fotos instantaneas con la polaroid. Señora es usted una pésima fotógrafa». Terminamos en casa de Raúl, jugando al nintendo.
No alcanzo a ver
No ocultan nada, ni el miedo. Bajo sus máscaras de animal dejaron las historias. La oscuridad apenas dibuja sus siluetas. Conversan entre ellos, el otro observa que no se acerque nada. El bosque parece irreal, ahora es una esquina, la calle está vacía. Las caperuzas duermen y los leñadores se han ido de vacaciones.
Luego de discutir, deciden volver atrás. Los tres lobos suben al metro en la Estación Central. En el vagón sólo van ellos, uno sigue cuidando, tiene los ojos muy abiertos casi sin parpadear. Permanece al acecho. Bajan en Central Park y se pierden entre los árboles.
Nadie los vio regresar, ni la mujer pelirroja con tacones de aguja que sigue parada en aquella esquina.
MENSAJE DE VENGANZA
Ya los coloqué donde me pediste antes de que todo concluyera. Están guardados para que los olviden y nunca más se comente de ellos. La oscuridad será ese paisaje indeseable que verán a diario y los invadirá una tristeza aguda que los hará perecer como lo provocaron contigo. No te preocupes porque tengan que dejar de existir en el recuerdo de todos aunque hayan sido tu total orgullo. Ni siquiera yo quiero que sean parte de mí. Por eso los he colocado uno frente a otro en el cuarto oscuro de la casa que detestabas por estar tan lejos de la ciudad. No volveré a ella porque yo lo quiera, es más, si hay oportunidad, la venderé para olvidar la causa de tu muerte. Te dejo este mensaje en tu ataúd para que aunque sea me quede con la idea de que lo leerás y te reconforte saber que hice algo por ti. Te dejo un adiós y la venganza consumada de tu muerte.
Asesino a sueldo.
Llegué justo donde debía de estar escondido Lucian. Era una cabaña vieja en mitad del bosque. Llevaba días buscándole, persiguiéndole para matar al «jo-deputa». La luna llena iluminaba mis pasos. Saqué mi pistola, estaba listo para enfrentar a sus guardianes. Vi tres siluetas bajo la luz de un foco. Me escondí tras un cedro. Las hojas crujían bajo mis botas de caucho. En una ventana pude ver la televisión prendida y frente a ella en un sofá Lucian sentado. Mi táctica consistía en atacar de improvisto.
Salí de mi escondite disparando una ráfaga de balas. Miré sorprendido a los tres guardianes. Tenían pulcros trajes de empresarios. Habían recibido más de un balazo y se mantenían de pie como si nada hubiera pasado. Me sorprendí al ver sus rostros. En lugar de su habitual cara de pendejos, estaban transformados en lobos bípedos. Sus ojos rojos buscaban impacientes en la oscuridad, sus hocicos largos olfateaban mi rastro. Dicen que pueden oler el miedo. Yo me lamentaba por no haber llevado balas de plata. Escuché un tres aullidos al unísono, El olor a meado los llevó a mí.
Claridad
Le pareció curioso que todos vieran tres cerditos donde él veía tres lobos y recordó la frase que esa mañana le espetó su secretaria: “El león cree que todos son de su condición.”
Vanidad
Le pareció inconcebible que lo demás vieran tres cerditos donde estaba claro había tres lobos. Amplió la foto en la pantalla y la analizó por un rato, hasta que ésta desapareció al agotarse la pila de la computadora. Sólo quedo en la pantalla el reflejo de su rostro. Nunca más se volvió a considerar guapo.
Metamorfosis.
Al ver la foto recordaron las últimas palabras que les dijo antes de partir Doña Lencha, la vieja curandera del pueblo: “Nunca dejen que les tomen una foto. Eso es cosa del diablo, les robara el alma y no volverán a ser como nosotros, serán como ellos.” Jamás regresaron al pueblo.
Un día antes se habían ido a la cama como cualquier día normal, con su pijama o ropa de dormir, después de haber engullido una deliciosa cena o de haber tomado un buen café o un buen whiskey en las rocas. Ahora estaban ahí y no sabían lo que les habia sucedido. Un día antes eran hombres normales y hoy se hallaban convertidos en unas criaturas inexplicables para sus ojos. Pero no solo era el sobresalto por la sorpresa de sus rostros, sino como una especie de animales que ahora eran, intuían el caos que estaba por llegar. Por fin había sucedido lo que nadie habia querido creer, el caos había llegado y estaba por hacerse presente. Por fin, los seres humanos, los depredadores mas voraces de la existencia de los seres vivos habían acabado con el planeta, con los sentimientos, con las emociones. Se habían devorado todo y solo faltaba la catarsis final, la que haría evidente ese caos a la vista de los demás, ya que en su momento no fueron capaces de verlo ni visualizarlo, ni con su razón ni con sus propios ojos.
¿Pero que pasa cono nosotros? Preguntaba uno de ellos en voz alta a los demás. En su vida de un día anterior los tres eran buenos amigos, muy cercanos y muy unidos y ahora estaban ahí los tres, diferentes, transformados. ¿Porque hemos sido maldecidos con esta tragedia? ¿Porque nos hemos convertido en Monstruos? ¿Que hicimos para merecer esto? A lo que otro de ellos responde: Quizás es un castigo por nuestros pecados y cosas del pasado. Y así pasaron horas discutiendo el punto, planteando diferentes teorías y suposiciones de lo acontecido; De pronto uno de ellos que había permanecido callado y reflexivo tomo la palabra para decir:
¿Y porque creemos que ha sido una maldición? Si los animales han existido en este planeta desde antes que los seres humanos,. ¿Que nos hace pensar que ahora que llegue el caos los animales perecerán también? Yo creo que hemos sido iluminados y seleccionados para evolucionar como especie, porque hemos sido una vergüenza para este mundo y no merecemos seguirlo siendo, pero tenemos una nueva oportunidad de reivindicarnos.
Seremos nuevamente animles… hemos sido bendecidos
Llevaba casi tres horas viendo porno en un portal de Yahoo cuando topé con esta imagen. Ya antes había visto cosas extrañas en sitios para adultos; pero esta en particular me resultó perturbadora, más aún al considerar que era el link inmediato a la barra de hot teens. La traía dura como la tranca de un martillo y me faltaba un poco más para terminar el trabajo. Al principio, esta triada de licántropos me desconcertó; sentí un ligero escozor en la entrepierna y un sonido hueco a la altura del pecho. ¿Desde cuándo el XXX se había vuelto tan hermético? No lo sé. Al menos quedó la certeza de que sigue siendo eficaz, ya que al estar a punto de acabar lancé un cavernoso y prolongado aullido: ¡AAAÚUUUUUUU…!
INCREIBLE BESTIA.
Se preguntarán como me he dejado crecer los colmillos, la barba me ha crecido desde el fondo de las orejas, el cabello se a risado de sobremanera y me a cubierto ahora toda la espalda, la uñas ahora son garras que me cuesta cortar, prevalece en mi esta idea sanguinaria, ¡triunfaremos! habremos de perpetuar esta víl especie, ahora recien la sangre escurre sobre el tenedor.Así comenzamos a devorarlo primero a el, nadie sospecho de nosotros nos arrastraba un hábito, de este zotano donde la humedad se congestiona en manchas sacras.
Recuerdo que el primero lo devoramos en tan solo tres semanas, despues fue ella la que forcejeo mas hasta que la herida del vientre por fin la vencio, ella fue mas deliciosa aun la devoramos en dos semanas.
Ahora me he arrancado casi la totalidad de mis dedos y me empieza a coagular un muñon desleznable.
¡Martín quitate esa mascara!.
¿Porqué me dejé convencer de fumar esa pinche hierba con estos cabrones? Maldita sea Stephenie Meyer y sus libros de vampiros y licántropos. ¿Es esto lo que llaman un «mal viaje»?
Carajo, ya quiero que termine, no puedo entender nada de lo que dicen, no puedo ver nada más que estas bestias…¡Carajo! ¡Qué se termine! ¿Qué me puedo hacer para bajar? Me está dando miedo ¿Regresaré a casa algún día?
Trofeo de Caceria
«… siempre eran sólo dos, pero esa noche se les unió un tercero…»
Lo hacíamos sólo algunas noches y, en los últimos años, en realidad eran muy pocas. Era algo que se tenía que dar de forma natural, cuando el hartazgo de los días sin tregua y la contención que debiamos mantener en el trabajo nos hacía, de pronto, mirarnos unos a otros y reconocer en nuestra expresión esa señal, esa misma hambre de locura y destrucción. Nos habíamos conocido en la universidad y ya antes de emprender nuestras respectivas carreras políticas, habíamos creado nuestro juego, sus reglas, su ley particular. En la universidad, «nuestra fiesta» era el cierre con el que nos despedíamos de las largas temporadas de preparación y exámenes. Así, tarde o temprano llegaba la noche que habíamos elegido previamente y entonces extraímos nuestras máscaras de lobos y salíamos a la calle. La «fiesta» comenzaba cuando encontrábamos al primer indigente o vagabundo.
«… golpeaban salvajemente a la persona que elegían…»
Con los años, el juego se ha venido refinando. En aquellos tiempos, por ejemplo, simplemente nos abalanzábamos sobre la victima y la golpeabamos hasta que la extenuación y la euforia se mezclaba en esa sensación perdurable de locura, borrachera y saciedad. Ahora, el juego incluye el acecho, el disfrute de palpar el temor creciente de la víctima antes de acometer el ataque decisivo al que nadie puede resitir por mucho tiempo. Ya lo verás, te va a gustar.
«…desde que los vi acercarse al auto, me di cuenta de que me pedirían que los llevara a otra de sus «fiestas»…»
Ahora, las labores de la política nos han obligado a que nuestras «salidas» sean muy pocas, pero esta noche de luna llena, una vez terminada la sesión, podremos salir a festejar. Uno de los guardaespaldas podrá acercarnos a la zona que hemos elegido y cuidar desde lejos esta «fiesta» que organizamos en tu honor.
«…me harté de estos señoritos, de sus voces de esa noche en la que festejaban la aprobación de una ley de protección. «Pero a nuestras cuentas en el banco. La gente, que se chingue», los 3 gritaban y reían. Más tarde, cuando los vi acercarse a ese viejo sentí primero mucho frío y después como si una de esas máscaras de lobo se acercara a mi y me soplara su aliento en la nariz; me faltaba el aire y los brazos me temblaban. Recuerdo que saqué el arma y disparé».
«Como un trofeo de cacería, mira: esta máscara era la más nueva de las 3.»
escribes que
» … Ahora, el juego incluye el acecho, el disfrute de palpar el temor creciente de la víctima antes de acometer el ataque… »
pero si estan acechando a la víctima, ¿cómo es que esta va a tener miedo si no los ha visto, ni sabe de sus malas intenciones?!!
sólo es una observación en buena onda.
saludos
Año con año el consejo de hombres lobo celebra sesión en el sótano catorce de la Universidad de Yale. En un inicio la idea puede parecer aterradora; pero al estar informado, el acontecimiento se reviste de un alto grado de patetismo, ya que las logias universitarias andan en crisis y los nostálgicos del oscurantismo intentan con métodos desesperados, volver al medioevo. Sin embargo este año planean algo fuera de la norma escolástica: un VTP a las playas de Cancún para sumarse a la ola de springbreakers. Pero…sólo uno puede ganar el boleto de avión. Bajo el sistema de la pajita más corta eligen al ganador. Los perdedores se enfrentan a muerte en un versión gabacha del chin-chan-pú y se reparte el premio de consolación: boletos de segunda categoría para un musical de Pedro y el Lobo. El tercero, con las manos vacías regresa a casa desconsolado, se mira al espejo y promete salir a la calle en busca de una cachonda caperuza.
LOS SABUESOS
Era la primera vez que iban a usar sus nuevos atributos. Eran los pioneros en la implantación de partes animales a cuerpos humanos. A ellos les habían injertado cabezas de sabuesos para agudizar sus sentidos y convertirlos en los mejores investigadores del cuerpo policiaco de la ciudad. Ahora tenían una visión y un olfato más potentes que cualquier instrumento electrónico. Esta noche tenían que descubrir y exterminar a un peligroso delincuente que se escondían en el conglomerado laberíntico de casuchas de cartón y madera de una colonia miserable. Llegaron al sitio de reunión, sacaron las armas de sus maletines y cada uno tomó un rumbo diferente. En una hora deberían volver a este mismo sitio donde los recogería un helicóptero. Pero apenas habían transcurrido un poco más de 30 minutos y llegaron desesperados. Había que huir de inmediato. Ya habían enviado un llamado de auxilio a la base, pero el helicóptero tardaría en llegar. Sin pensarlo más, abrieron la alcantarilla y se introdujeron rápidamente. Apenas habían cerrado la tapa escucharon los aullidos sobre de ellos. A través de los orificios de la coladera los vieron: eran tres. Sus cabezas de lobo eran grotescas y pésimamente injertadas. De sus hocicos caía una baba espesa que manchaba sus gabardinas en donde se notaban los orificios de los disparos que poco antes les habían hecho: las balas no les habían hecho daño. Los sabuesos asustados, se dejaron caer a la tubería. Sus cuerpos se estrellaron sobre un montón de botes de lata. La coladera fue de pronto arrancada de golpe y por el boquete se asomaron los hocicos de los lobos. Sus ojos brillaban como brasas. Los sabuesos empezaron a correr por las cañerías. Entre más corrían, más sentían como los aullidos les mordían los talones.
Cuando Samuel me enseñó la fotografía quedé petrificado. No sé de dónde la sacó, pero ya no podía echarme para atrás.
– ¿Qué me dices de ésto? -me sóltó a bocajarro.
Sin saber aún qué contestar, miraba la imagen fijamente, sin duda reconociendo la situación comprometedora y a cada uno de los que allí estábamos: Manolo, de espaldas, Zafiro, a la izquierda y yo en medio.
Todo era muy confuso, sólo recuerdo que la máscara de zorro se me caía y no me dejaba ver bien. Parecía una buena idea, entrar a la fiesta vestidos de zorros para no ser reconocidos y llevarnos el trofeo de Samuel, quitarle lo presuntuoso, lo ególatra de un sólo tajo.
Nunca pensé que Samuel fuese tan hábil, que hasta llegara a saber quienes eran los inútiles ladrones que pretendían dejarlo en ridículo frente a todas sus amistades. Tres zorros convertidos en ratones…
Los Perrault
– Vean bien las fotos. La que sigue es una estudiante que fue atacada en un callejón del centro cuando salía de una fiesta. Una vecina reportó el crimen a las 12 a.m. cuando escuchó un grito. Portaba un vestido Christian Dior. Fue hallada con el cuerpo lleno de ceniza …este otro es un hombre de edad madura, clase alta, según su expediente se casó más de siete veces. Usaba una larga barba que tiñó de azul una semana antes de su muerte, al parecer como resultado de una apuesta de futbol. Sus familiares y amigos siguen siendo interrogados.
Al observar las imágenes la oficial Gutierrez apartó la mirada recordando y levantó la mano. Ligó los casos de objetos superpuestos y el del hombre de enorme barba, con el del pobre felino disfrazado que fue asfixiado a orillas del río Lerma el año pasado.
– Si nuestra compañera tiene razón, es posible que el o los asesinos no se detengan hasta completar una serie de escenas planeadas. Averiguen qué tienen los relatos en común. Esperemos que ahora prefieran hacer carnitas con los tres cerditos en vez de ir a buscar una bella durmiente o una niña con caperuza roja.
Tenemos que dejarlo ir, volveremos mañana; dice Histrelino el hermano mayor; se trataba de un disputa antigua entre sus familias ancestrales; Vereticus, el segundo de ellos, no estaba de acuerdo en renunciar en ese momento a consumar la venganza, el pensaba que había que perseguirlos así quedara su vida en ello; el menor, Neftalino; solo secundaba a sus hermanos decidieran lo que decidieran, los tres, hijos del rey de Toponimia habían sido maldecidos con un hechizo a base de ungüentos que día tras día un intruso les aplicaba hasta que una noche de luna llena tuvieron la necesidad de salir a ocultar su nuevo aspecto, licantropos; huyeron a la oscuridad que era su refugio, desde entonces perseguían a los responsables, su propia familia, que necesitaban deshacerse de ellos por aquello de adquirir una corona.
No sabían lo que les esperaba esa noche; su discusión fue interrumpida por un ruido intenso que se acercaba rápido a ellos, giraron la cabeza para encontrase un contingente de humanos pertrechados con palos y armas que disparaban balas de goma; sintieron una furia inmensa y al mismo tiempo cruzo por su cabeza que seria su final; que después de años de vivir a escabullidas quizá seria lo mejor, pero no por eso dejarían de pelear y lo harían con coraje; en segundos estaban en una cruzada todo por todo; sacaron sus garras, partieron cuerpos, vieron sangre; en pleno enfrenamiento llegaron vampiros reales, inesperados pero contundentes, fuertes, numerosos, acabaron con los humanos hambrientos de violencia no necesaria, de trascender. Todo esto fue el inicio de la nueva era en la que vampiros y hombres lobo, aunque razas destinadas a refugios, pudieron vivir en grupos que fueron su mejor escudo.
El silencio de la oscuridad sólo se rompe con el murmullo de los dioses, han asumido la personalidad de licantros porque les dieron la consigna de castigar al hombre. Los tres gruñen proponiendo la forma, entonces, el negro velo con que cubrirán el destino de la humanidad será determinado.
Tres escalofriantes aullidos confirman que se han puesto de acuerdo, sacuden sus cuerpos y esparcen pelo por todo el mundo, cada cerda contaminará uno a uno todos los pueblos de la tierra con virus y bacterias. La muerte de los hombres es el alimento de los lobos que dóciles se echan a los pies de un complacido Dios.
Disfraz
Ayer. El lobo se vistió de traje para ir a trabajar. Antes de salir, se arregló la corbata frente al espejo.
Hoy. El lobo vistió su traje y antes de salir se detuvo. Parece, pensó, que este traje no va bien conmigo. Pero salió al trabajo.
Mañana. El lobo viste de traje y antes de pasar por el espejo, mira al lobo de ayer y al lobo de hoy, gruñe y se lanza sobre ellos.
YO SI LES VOY A DECIR LA NETA!
NO IMPORTA QUE CREAN QUE TENGO CARA DE CERDO!!
QUITÉMONOS LAS MASCARAS DE LA INGENUIDAD!!!
En el principio creo dios los cielos y la tierra, todo era simplemente gacho y oscuro. Entonces dijo dios, “hágase la luz” y la luz se hizo. Y al ver dios que era bueno separó la luz de las tinieblas y la hizo más bella, resplandeciente dando multicolorido a la tierra con leguminosas, vegetales y todo tipo de frutos verdes, rojos y amarillos. Y vio dios que era bueno y lo hizo más bello, creando semillas y granos, animales saludables que proveyeran proteínas y vio dios que era bueno y lo hizo mejor para que el hombre y la mujer pudieran vivir, crecer y reproducirse saludablemente. Y vio dios que era bueno, pero se le olvidó una cosa…
Satán lleno de envidia, creo en su defecto una bomba letal, “las donas glaseadas” de esas de Krispy Kreme y las bolas de helado de fresa, vainilla y limón, rutilantes, dulces y empalagosas que no quitaban la sed pero si eran deliciosas, y Satán vio que era chido y preguntó al hombre, quieres una pizca de chocolate encima y el hombre replicó evidenciando la pereza como segundo pecado capital después de la gula, ¡pues claro! Y la mujer dijo: Ya que te dejaste tentar, rociemos esto con “chispitas de coco y manteca vegetal con saborizantes artificiales”. Entonces el hombre y la mujer probaron una nueva sensación nunca antes experimentada por ellos… SE DIERON CUENTA QUE PODIAN SUBIR DE PESO!!
Entonces, pa’ no dejarse, dios creo el saludable y apetitoso yogurt con lactobacilos biphidus acidofilos y los derivados lácteos Light para que la mujer pudiese mantener su figura que el hombre, bien sabemos, encontraba tan atractivo. Entonces Satán, se sacó de la manga la harina de trigo blanca y el azúcar de caña y la mujer volvió a experimentar su nuevo descubrimiento vedado por el bien y SUBIO DE TALLA SEIS A CATORCE!!
En contrapropuesta, a dios se le ocurrió una riquísima ensalada de verduras frescas y Satán apareció con Salsa rusa y grasientos pedacitos de pan y tocino. Y el hombre y la mujer una vez constipados y pletóricos de colitis, inflamados como vacas preñadas se aflojaron sus cinturones, creyéndose el hombre por primera vez embarazado y dejando a la mujer al borde de la confusión por más ausencia de síntomas.
NO dejándose dios de tal afrenta, les dijo: os he traído pescado de la mar océano, ricos en omega 3, 6, 9 y hasta 12, vegetales que les bajaran el colesterol y los triglis pa’ que os funcione correctamente el corazón pero Satán inventó el pescado empanizado, papitas a la francesa y rodajas de papa frita condimentada y todas las porquerías que absorben grasa y se quedan impregnadas en la servilleta antes de servir y así el hombre y la mujer continuaron en riesgo alto de infarto al miocardio, disfrutando del paraíso terrenal donde solo les faltaba un Mc Donalds y un Burger King que tuviera Fisher Mc Nuggets .
Pero dios, ávido de creatividad, insistía en medio de su terquedad. Creó sin duda la maravilla que los convencería dándoles la pasta de trigo integral que era fina y deliciosa y vio dios que era buena y casi los convence cuando les dijo, esta sémola no los dejará caer en tentación creando incluso la fabulosa y (eso sí, muy académica) sopa de letras baja en carbohidratos y huevo, la roció con salsa de tomates orgánicos y vio dios que era buena, pero Satán, ofreció las nuevas tortillas de maíz transgénico, y les dijo, no hay como la vitamina “T” como complemento alimenticio: Tacos, Tapas, Tostadas, Tortas, Totopos, Tamales, Tambazos, Tlacoyitos y todas las ricuras que además llevaban el sello de los infaltables frijoles refritos y exquisitos Sopes.
Viendo que la lucha por el consumo no era fácil, creó tenis hiperlivianos y zapatillas de esas de juegos olímpicos para el espolón y para que sus amados hijos desobedientes pudieran deshacerse de libras extras, pero Satán —nada pendejo—, les dio un arma que los dejaría callados: Los videojuegos en ipod 2020, La “interné”, los blogs, el Twitter, el “Feis Bulk” , Sónico y esas mamadas que hacen mas estúpida a la gente haciéndola circunscribir a dizque grupos sociales, además de todas las herramientas humano-idiotizantes que el consideró útiles para sobrevivir de un ataque donde el sedentarismo quedara mal parado. Por si esto fuera poco, facilitó el control “por voz” de la tele con alarma y buscador entre la cama, para que el hombre no se desesperara y no se volviera loco buscándolo entre las sabanas y vio Satán que era fabuloso porque sus protegidos diablillos subieron de a 5 kilos cada uno y por semana.
Cansado de creer en la santidad de Satán, dios prefirió dejar las cosas por la paz y envió el primer acopio de carne de animales alimentados con dietas hiperproteícas bajas en grasas y ricas en Zinc, Hierro, Ácido Fólico y Calcio para evitar la epidemia de osteoporosis, deterioro mental, anemia ferropénica y Alzheimer colectivo que ya veía venir, y Satán ni corto ni perezoso recetó su golpe maestro: los Fast foods y las pizzas a domicilio, con aceites y mayonesas ricas a grasas saturadas y ácidos grasos trans que rociaban a sus sagradas viandas con gula propia de niños hambrientos y vio Satán que era fabuloso su plan y les dijo, ahora disfruten de cómo hacer gastar el presupuesto del estado en curarles el infarto, adaptar nuevas unidades de terapia intensiva y los gastos concomitantes que todo esto conlleva en salud pública.
Entonces vio dios que Satán era muy bueno en eso de llevarle la contraria y para no errarle creo el ecocardiograma, las técnicas vanguardistas derivación valvular cardiaca, los aparatos de circulación extracorpórea para transplantes, la revascularización coronaria plurifuncional antiateromatosa y las esperanzas vanas del hombre y la mujer para no morir del corazón en su primer infarto. Pero Satán siempre pensando en los demás, no le quedó de otra que inventarse las clínicas privadas y los sistemas de salud gubernamentales que manipulan a la población creyente con enfermedades estacionales de miles de años de antigüedad, haciéndoles creer que el tan esperado apocalipsis infernal estaba por fin, más cerca de lo que ellos creían en forma de virus mutantes y gilipolleces descomunales, que dios —por más que quiso—, jamás de los jamases pudo erradicar.. .
EPILOGO AL ANTERIOR.
Entonces los tres, nos quedamos perplejos, anonadados, meditabundos y sin palabras con tal revelación que nos dajba com lazo de cochino y sin mascara alguna ante nosotros mismos.
Al principio no creímos nada de lo que nos había contado el Padre Suino, un ser dotado de gran erudición y poco de sabiduría.
Luego fue cuando nos dijo:
— Si no se quitan las mascaras, vamos a salir en la foto como humanos.
Entonces y solo en ese instante de iluminación tántrica, le pedimos de favor, que nos volviera a leer la historia de la génesis de la imperfección y en ese momento click!!! que Alberto nos toma la foto y así salimos.
CASTING
En un momento de senilidad Charles Perrault olvido introducir el personaje de caperucita roja en la historia. Ahora los tres lobos feroces se abatirán en duelo, el que quede con vida esperara la llegada del personaje misterioso y conocerá el desenlace final de la historia.
INTROSPECCIONES RADIOGRÁFICAS
— Rómulo, Remo… Acérquense para que salgan en la foto.
Realmente le parecía que tan solo ayer, – y habían pasado ya más de veinte años – los acababa de amamantar y aún los veía como ese par de chamacos que le habían dado toda la esperanza de vida de lo que ella era hoy por hoy: una proxeneta de lobeznos, como así le solían decir (por no decirles coyotes de poca monta) a los indiviudos del pueblo que tenían comportamientos dudosos ante la zoociedad.
— No seas ridícula mamá, solo tú crees que estas máscaras nos van a salvar de que cuando caminemos por la calle, la gente deje de señalarnos como los hampones que siempre hemos sido…– Gruñó Rómulo cuando se dio cuenta que no sólo estaba tachado de delincuente, sino que también se filtraba la idea de que todos los «coyotes de poca monta» eran gays distinguidos del bar «Dejémonos de maricadas y quitémonos las máscaras» que estaba muy de moda.
El padre Maciel, se lo había advertido hacía una década a mamá lobita, como todos ya la conocían. Se lo dijo un día en el confesionario con todas las de la ley y sin tapujos: él, oculto tras la sotana inmarcesible que lo cubría perennemente y ella, tras el velo de la beata que se arrodilla a confesarse.
— Acuérdate que Hermann Hesse lo dijo primero… «Aunque el lobo se vista de seda, lobo se queda…»
— Oigan, y están seguros que nos parecemos a Alf, el extraterrestre de Melmac, que vivía con los Tanner?
sr alberto chimal
me dirijo a ud de la mnera mas atenta y envian dole un cordial saludo he leido todas las historia que se hn escrito en este sitio (las suyas) sin embargo hay algo ke me inquieta quisiera saber como termina el cuento de mogo me dejo muy intrigada no saber que sucedio con beto y el porque pai hacia todo lo que mogo le decia porfavor si ud pudiese escribir a mi correo la raspuesta a mis preguntas se lo agradeceria o quiza de alguna forma ud pueda publicar aqui en su sito su cuent de correo pARA ASI DE NO HABER INCOVENIENTE CONTACTAR SON UD ESPERANDO SU RESPUESTA ME DESPIDO DE UD Y GRACIAS
Hola, Estrella. Antes que nada, me tomé la libertad de suprimir tu correo electrónico de tu comentario, para que no corra riesgo de volverse blanco de correo basura.
Sobre el cuento de Mogo…, me temo que termina así, como lo leíste. El final es abierto, es decir, se deja al lector el derecho de imaginar lo que podría pasar después de lo último que se cuenta. Entre otros usos, este tipo de final sirve (si se usa bien, claro; espero que mi texto lo haya conseguido) dar un impacto emotivo más fuerte, porque no se sabe con certeza lo que podría suceder y cada quien lo puede imaginar de una o cien formas distintas, según lo desee. A veces se dice (y es verdad) que los lectores son los que acaban de completar los textos que leen, mediante su imaginación: finales abiertos como éste tienen el fin de involucrarlos un poco más…
En cuanto a la forma en que Pai actúa, creo que Mogo la tiene aterrorizada, que la obliga a actuar por medio de amenazas y violencia. Por desgracia esta situación se repite con mucha frecuencia en la realidad…
Te mando saludos. Muchas gracias por escribir y suerte.
SUEÑO RECURRENTE
Hace días que sueño lo mismo: me encuentro con dos personas que no conozco, no puedo verlos con claridad por la penumbra. El líder de ellos me habla en un idioma oscuro, pero puedo entenderlo: me invita a que forme parte del Clan del Lobo Gris. Nunca he oído acerca de esa secta, pero me siento interesado, por lo que el hombre pronuncia un extraño mantra, como en un ritual, y saca de entre sus ropas una navaja, luego me ordena extender las muñecas, para hacer un corte allí y que la sangre brote. Después los tres unimos las cortadas para que nos convirtamos en hermanos de sangre, y que yo pase a ser miembro del clan. Lo que sigue es espeluznante: frente a mí, los dos hombres se empiezan a transformar en lobos malignos, y me pregunto si eso pasará también conmigo, pero no hay forma de saberlo, lo único que veo enseguida son sus cuerpos tirados en el suelo, ambos con el cuello destrozado y en mi paladar estalla un dulce sabor a crúor, lo que me lleva a mirar hacia la luna llena. Finalmente mi aullido de victoria se pierde en la noche.
Allí se interrumpe todo. Pero lo que me preocupa no es el sueño en sí, sino que siempre que despierto, al mirarme en el espejo, veo mis dientes, manchados de rojo…
sabia que esto algun dia pasaria, no lo podía creer, aquello era tan difuso que no lo recordaria placidamente, ahi estabamos los dos recordando viejos tiempos, aquellos en lo que haciamos cada cosa, ciertamente lo que el mas gustaba era recordar el día en que fallamos con el vestuario de los tres cerditos y en lugar de eso fueron los tres lobos feroces, -vaya equivocación,- decía ella, mientras reia a carcajadas, su cara se iluminaba con aquellos gratos recuerdos, al parecer ella solo hablaba y hablaba, mientra que yo la miraba, ya no era la niña de los juegos, se había convertido en toda una mujer, fue una velada inolvidable, bueno al menos para mi, no recuerdo nada más que aquella vieja anecdota, una historia de tres disfraces de lobo, que lo unico que hicieron fue devolverme la alegria perdida, hasta el día de hoy no he podido olvidar a ella, iluminada por su sonrisa en medio de una charla lejana a toda realidad coherente, ahora que lo pienso bien yo solo asentía, no la conocia y mucho menos sabia de esos disfraces, tal vez me confundio, pero yo disfrute de su compañia
Jauría
Todo era espectáculo. Aunque una canción prestada, la gente seguía eufórica con She’s automatic. Terminó el concierto y comenzaba la cacería. Detrás del escenario, los Jauría hicieron la danza ritual que sucedía siempre a la última canción. Era un disfraz perfecto, nadie podría distinguir entre máscara y persona. Identidades incógnitas. Parte de la mercadotecnia, nadie conocía sus rostros verdaderos. Salían en la tele enfundados en sus pieles ostentosas de depredadores. Como salidos de una película de David Lynch. Todo era espectáculo. Cogían con las grupies sin quitarse las bestiales cabezas. Sexo masivo. Los niños de secundaria querían ser como ellos. Esa noche, después del concierto, en el cubil la sangre tibia de las presas tiñó los torsos morenos de los Jauría. Gemían de placer. Alguien colgó el video en la red. Fue un escándalo. La procuraduría ordenó investigar para descartar que alguna muchacha hubiese muerto. Para cuando el juez que los arraigó ordenó desenmascarar a los misteriosos músicos, ellos ya no estaban. Los discos se vendieron por toneladas. Las muchachas aparecieron. Todo era espectáculo.
Mojigangas
Una vez al año, durante la semana de carnaval, podemos salir a las calle y confundirnos entre la muchedumbre. Lo hacemos siempre hasta que cae la noche, pues sus sombras nos ayudan a disimular mejor nuestras peculiaridades. Nadie, en todo este tiempo ha sabido descubrirnos, vestimos túnicas negras que nos cubren del cuello a los talones y no nos quitamos las máscaras hasta que estamos de nuevo en nuestra casa. Nos gusta andar entre la gente en esos días, con el deseo exaltado y fuego en las miradas. Ver la piel expuesta, escuchar sus estridencias, sentirlos vivos. Es muy molesto el luto que viene después.
-¿A dónde iremos este año Padre? ¿Río? ¿Venecia?
-No Hijo, este año será Mazatlán
-¿Nos vamos ya Padre?
-Espera a que Espíritu Santo se ponga su máscara y, por amor a mí: ¡Sacúdete esa túnica! Pareces un vago.
Todo era igual en este tiempo, hasta creer que podía escribir una horrible historia basada en tres cosas que si bien he de decir que son lobos mas parecían perros, la monotonía con la que se vive en estos días me llevaba al punto de preguntar cual es ell verdadero sentido de la vida. Sonreía tristemente pensando ¿que se podría hacer con estos tres? jaja, .. me levante al escuchar que tocaban la puerta, al abrir me di cuenta que eran ellos, me miraban fijamente con sus ojos brillando, no pude ni gritar; cuando desperté los tres estaban comentando que yo olía mucho a cigarro y que no sería un buen sabor para la cena, al escuchar esto mi corazón se aceleró, ya me imaginaba destazada y llena de sangre, grité como loca y en ese momento desperté!. Ahora veo que la vida tiene mucho sentido dependiendo de lo que te pueda pasar.
Vaya, vaya, vaya, uno mas con el mismo disfraz, gritó furioso José; Miguel que lo acompañaba no acertó mas a decir, es lo malo de tener solo una tienda de disfraces en el pueblo, vamos hacer el ridículo, no faltarán las bromas de, ¿en que banda tocan?… Por cierto ¿quien eres Tú? preguntó José al recién llegado, no hubo respuesta solo un gruñido…. se escucharon gritos, lamentos y luego el silencio. Nadie llegó vestido de lobo a la fiesta…
Fue ahí, no tan en medio del set, más bien cerca de la puerta, y el bombeo de nuestra cabeza de hacerlo de una vez y los disfraces de utilería se hacían humanos al juntarse con la obscuridad. Pero ahí, cerca del a puerta, los murmullos veloces al otro lado, las luces apagadas, y la furia de nuestra sangre, tuvimos miedo.
Entre coyotes se hacian llamar, los tres con sus caras de perversos, y si, al final me la introdujeron. Recuerdo cuando ayudaba a mi esposa a ponerse la medicina en todo el cuerpo, en especial en toda la cara, a causa de ese maldito Cáncer que la aquejo por tantos años, de ahí lo inolvidable de estas peculiares máscaras. Por muchos años luchamos para que cerraran la fábrica de químicos del pueblo pero fueron tiempos inútiles. La enfermedad siguió su curso pero curiosamente mi mujer lucia cada vez mejor, rara pero guapa; llegó su cumpleaños 38 a diez años de sus primeros síntomas, en aquella ocasión prepare algo íntimo con pocas personas, dentro de las cuales estaba mi gran amigo Alfred un psiquiatra respetado por todo el círculo en el que se desenvolvía y fue cuando comenzó a decirme que lo que mi mujer presentaba no era nada mas que una demencia o un trastorno de personalidad exageradamente definido y que todo era un teatro bien montado por ella, un gran engaño. Bien pues, con la duda sembrada eso de los unguentos en la cara ya no me lo tragaba todo al final saben por que fue, era para verse mas bella el dia que esos sujetos la violaron, la mataron y me hicieron el favor de planear algun otro atentado.
Fue ahí, no tan en medio del set, más bien cerca de la puerta, y el bombeo de nuestra cabeza de hacerlo de una vez y los disfraces de utilería, que se hacían humanos al juntarse con la obscuridad. Pero ahí, cerca del a puerta, los murmullos veloces al otro lado, las luces apagadas, y la furia de nuestra sangre, tuvimos miedo.
Ana lloraba la muerte de su padre mientras miraba la fotografía que la había causado. Inventor de cuentos e historias desconcertantemente absurdas, descubrió un día que esa carencia absoluta de coherencia mental, recreaba en la realidad ciertas cosas que él imaginaba. Fue así como inventó la cámara de realidad, que hubiera sido un éxito mundial, si el director de la exitosa campaña de promoción no hubiera tenido la mala idea de fotografiar (en su debate televisivo) a los candidatos de “los tres grandes”. Ellos perdieron las elecciones. Él, la cámara y la vida. Ay – se lamentaba Ana – ¡si al menos alguno hubiera sido un ser humano!
Hola Alberto,
Una disculpa por la larga ausencia. Pero bueno, ya estamos de regreso. Un abrazo para ti y para todos los concursantes…
Bienvenido, Ricardo. 🙂
¡No eran los lobos, idiotas! Repetía cada vez más frenético el Doctor Frintz mientras dejaba caer de su escritorio hojas y hojas de historias de cannis lupus, de registros de licántropos, de recortes periodísticos viejos sobre transformaciones nahuales. «¡lobos, lobos, nunca fueron los lobos!, y tanto tiempo nos empeñamos en encerrarlos en zoológicos, prisiones. Fuimos por ellos a los montes y los cazamos veranos enteros al escucharlos aullar. ¡Y nunca fueron los lobos!» gritaba delirante Frintz arreglándose los anteojos al tiempo que reía con una risa cada vez más nerviosa. «Y a los que quedaron les sacamso los ojos para que no pudiesen ver la Luna, y les sacamos las cuerdas vocales para callar para siempre esos aullidos infernales. ¡y no eran los lobos!» se sacudía la bata del pecho hacia abajo como un tic paranoico. Daba vueltas por el deprimente y sombrío laboratorio en el viejo centro de Berlín. «¡y eran ellos los únicos que podían ayudar, idiotas, idiotas, Estamos condenados!» sale del cuarto bajo la lluvia y camina apresuradamente sin rumbo, zigzagueante, manoteando al aire, como queriendo explicarse con fórmulas imaginarias, como queriendo forjarse una prisión de cristal bajo la lluvia de las calles, Sigue balbuceando, cada vez más rápido, las gotas tapizan sus anteojos, pasa en el centro de todos y cada uno de los charcos, tropieza con una alcantarilla y cae de rodillas. Se levanta, como si su humanidad de más de setenta años fuese de goma, avienta para atrás con un ademán agresivo su cabello grisáceo ahora empapado. Llega a la esquina, gritoneando, haciendo pedazos el aire y las gotas con las manos, fuera de sí, loco, irremediablemente loco. Se recarga, exhausto, con la respiración entrecortada, tosiendo, en el muro de la esquina, se encorva mientras respira y, al volver la vista al frente detiene los gritos, los ademanes, la respiración y hasta las gotas que cruzaban frente a sus ojos. Lo detuvo todo un segundo al tiempo que escupió con un tono agrio, rasposo y fúnebre «no eran los lobos». Al tiempo que la Luna llena iluminaba su rostro arrugado y descompuesto en la otra esquina la luz de un farol iluminaba otros rostros, peludos, con ojos negros, infinitamente negros. Cuando cruzaron miradas esos ojos con los del viejo, muerto de miedo, Frintz, pronunció casi silbando, con su último aliento «eran las ratas».
Roberto soñó que tres lobos trajeados planeaban atacarlo. Eso fue la primera noche y la segunda; a la tercera se le echaron encima. Despertó mordisqueado, se curó las heridas y acercó su rifle de cacería a su cama. Pronto volvió a dormirse. Nunca más los lobos se atrevieron a molestarlo.
BesTRIario
El trilobo es una bestia mitológica formada por tres seres parecidos a licántropos y que, al igual que el trilobite y el triceratops es dada a formar grupos de tres (o tríos) y en noches de plenilunio se dedican a aullar bajos argentíferas luces algunos boleros de los «Tres Ases» y los «Tres Diamantes».
También corre el rumor de que esta terrible bestia amenazó con incursionar en el séptimo arte al hacer casting para las películas de los Tres García y los Tres Huastecos pero no fueron aceptados pues parece que Pedro Infante se les adelantó y les puso un cuatro.
Otra de las cualidades de este monstruo fantástico es su afición al futbol donde son ya viejos lobos de mar y por supuesto aunque nunca gane son fanáticos del TRI.
En la foto aparecen ataviados con sus clásicas garras a punto de interpretar una de las melodías que los han hecho famosos y aclamados por la crítica (Todos coinciden en clamar que ya se callen)
EpideRmia
Ese día se sintió peor que los días anteriores de la cuarentena. Cuando atacó la influenza porcina la emergencia fue de solamente unos días pero en esta ocasión ya eran casi cuarenta. La barba le había crecido demasiado y sentía picazón en todo el rostro por el uso del cubrebocas. Le ardía la epidermis. Se miró al espejo. Los vellos le cubrían todo el rostro. Pero tenía necesidad de salir a abastecerse pues los víveres ya se le habían agotado. Un cubrebocas no alcanzaría a tapar los vellos que ya le salían también en la frente. Tuvo lo que creyó una gran idea. Tomó una máscara de hombre lobo del Halloween que acababa de pasar y se la puso para poder ir a comprar víveres a pesar de las peticiones de las autoridades. Así al menos no causaría temor entre los que lo vieran. No alcanzó a llegar a la tienda. Lo abordaron dos individuos que iban ataviados curiosamente igual que él. Pelearon ferozmente. Entre aullidos y dentelladas él sacó la peor parte. No era para menos. El virus de la influenza lupina había cundido en la ciudad. Y esta vez no era un juego. Agonizante vio como sus agresores se retiraban triunfantes. Arriba una luna llena parecía reírse de su desgracia…
Los Nahuales andan sueltos
Los vi desde mi ventana: tres siluetas que herían la oscuridad de la noche. Al principio pensé que se trataba de tres vendedores del narcomenudeo que priva en la zona. Pero no era así.
Cuando los españoles atacaron a nuestros antepasados los vencieron por medio de un virus: La viruela. Tomaron desprevenidos a los tres nahuales que custiodiaban La Gran Tenochtitlán. Pero ellos juraron tomar venganza.
La historia se repite de una manera curiosa. Ahora que el grupo de los siete se cernía de nuevo sobre el Valle de Anáhuac por medio de nuevos virus: las variantes porcina y aviar de la influenza, los nahuales estaban dispuestos a dar la pelea. La guerra ya comenzó…
EL se transfiguró delante de ellos, sus vestiduras se volvieron negras y junto a la máscara vinieron los dos profetas, a hablar con el
EL se transfiguró delante de ellos, sus vestiduras se volvieron negras y junto a la máscara vinieron los dos profetas, a hablar con el…
Tres son multitud
El Lic. Ántropo Pithecus era abogado de día y coyote en la noche y no solamente las de plenilunio. La verdad era muy trabajador. Contacto para negociaciones con el gobierno hoy debía servir de inetremediario con dos entidades desconocidas solamente conocía sus pesudónimos.
Los distinguió porque los tres llevaban el mismo disfraz. Se habían citado en una calle oscura, lejos de miradas indiscretas.
Cuando llegó ellos comentaban acerca de sus negocios…
– ¿Cómo viste el susto que les dimos? – mencionó Roche
¡- Estuvo de pelos, creían que era el mismísimo «Apuercalipsis», no saben ni por donde se inició el supuesto virus y ahora vamos con el aviar,- dijo Glaxo, riendo
– El virus de la influenza porcina vino de la granja de La Gloria ahí cuando los cerdos se morían por enfermedad se los regalábamos a la población para que festejaran por todo lo alto con unas carnitas – apuntó Roche
– ¡Ese es un clásico de Roche… así nunca vas a hacer lana carnal! – enfatizó con un juego de palabras Glaxo
– La lana no me interesa, no soy borrego…me interesa el poder…el dinero viene solito después – indicó Roche
– Pues sí, con esta ola de terror g-LOBAlizado vamos a vender vacunas a nivel mundial – rió Glaxo
– Así es: se LOBOtomiza primero a la población con los medios y después venta de vacunas para nosotros y aplicación de medidas financieras para papá gobierno- indicó Roche mientras se relamía los bigotes.
-¡Viva el neoLOBOralismo! ¡El nuevo orden mundial! – dijeron los dos a coro
En esas estaban cuando el Lic. Ántropo recibió una llamada por el celular…
¡Sí señor!…
Lo que usted diga señor…
¿Que la fabricación de las vacunas las va a encargar la OMS a Baxter?
– De acuerdo señor.
No alcanzó a terminar su conversación. Glaxo y Roche convertidos en unas fieras ansiosas se lanzaron sobre él y lo despedazaron en segundos…
Cuando la policía llegó al lugar para desentrañar el misterio de la muerte del Lic. Ántropo, no hubo nada que desentrañar pues las entrañas del mismo estaban esparcidas por toooodo el pavimento.
Correcciones de errores tipográficos de última hora …versión final a continuación… bueno por lo menos aquí no se dijo
EpiMIEDOlógicas o EpiMEDIOlógicas en lugar de Epidemiológicas…
¿MIEDO producido por los MEDIOS? Her Sigmund Freud estaría FELIZ FELIZ ALEGRE ALEGRE de analizar esos yerros en el apartado ACTOS FALLIDOS de su famosísimo libro: PSICOPATOLOGÍA DE LA VIDA COTIDIAN…EN FIN…Va:
Tres son multitud
El Lic. Ántropo Pithecus era abogado de día y se transformaba no en lobo sino en coyote a la noche y no solamente las de plenilunio. La verdad era muy trabajador. Contacto gestor (coyote pues) para negociaciones con el gobierno hoy debía servir de intermediario con dos entidades conocidas solamente por sus pseudónimos.
Los distinguió porque los tres habían acordado llevar el mismo disfraz para conservar el respectivo anonimato. Se habían citado en una calle oscura, lejos de miradas indiscretas.
Cuando llegó, ellos comentaban acerca de sus jugosos negocios recientes…
– ¿Cómo viste el susto que les dimos? – mencionó el que se hacía llamar Roche.
– ¡Estuvo de pelos, creían que era el mismísimo “Apuercalipsis”, no saben ni por dónde se inició el supuesto virus y ahora vamos con el aviar,ya los ablandamos, ya están bien dispuestitos- dijo el autollamado Glaxo, riendo.
– El virus de la influenza porcina vino de la granja de La Gloria ahí cuando los cerdos se morían por enfermedad se los regalábamos a la población para que festejaran por todo lo alto con unas carnitas – apuntó cínicamente Roche.
– ¡Ese es un clásico de Roche… así nunca vas a hacer lana carnal, esa carne deberían venderla, sacarle todavía algo de provechito no seas derrochador! – enfatizó con un juego de palabras Glaxo.
– La lana no me interesa, no soy borrego…me interesa el poder…el dinero viene solito después – indicó Roche.
– Pues sí, con esta ola de terror g-LOBAlizado vamos a vender vacunas a nivel mundial – dijo riendo Glaxo
– Así es: se LOBOtomiza primero a la población vía los medios y después: venta de vacunas para nosotros y aplicación de medidas financieras para papá gobierno- indicó Roche mientras se relamía los bigotes.
-¡Viva el neoLOBOralismo! ¡El nuevo orden mundial! ¡Viva la gLOBAlización que lo parió! – dijeron los dos a coro…
En esas estaban cuando el Lic. Ántropo recibió una llamada por el celular…
¡Sí señor!…
Lo que usted diga señor…
¿Que la fabricación de las vacunas las va a encargar la OMS a Baxter?
– De acuerdo señor…
No alcanzó a terminar su conversación. los llamados Glaxo y Roche al escuchar a un tercero en discordia se transformaron en unas fieras ansiosas lanzándose sobre él y lo despedazaron en segundos…
Cuando la policía llegó al lugar para desentrañar el misterio de la muerte del Lic. Ántropo, no hubo nada que desentrañar pues las entrañas del mismo estaban esparcidas por toooodo el pavimento.
Cuando Rómulo y Remo llegaron al examen de ADN acompañados por su padre, se enteraron que su problema de licantropía se debía a que habían sido amamantados por una loba,
Hermano Lobo
Esa noche como algunas anteriores de plenilunio lo despertó la angustia. Miró a su pecho. El pentáculo sangrante era símbolo inequívoco del inicio de la transformación. En pocos minutos a pesar de su voluntad y presa de sus más básicos instintos debía salir a cazar. Pero esta vez fue interceptado por dos hombres disfrazados como él. Cuando quiso deshacerse con facilidad debido a su descomunal fuerza sobrehumana, sintió un balazo en la pierna. La bala de plata había penetrado haciéndolo aullar literalmente de dolor. Contra su lógica fue sometido por los dos individuos disfrazados de hombres lobo.
Cuando despertó, por boca de ellos se enteró que como a un moderno Asterión le serían entregadas de tanto en tanto doncellas vírgenes.
La hermandad lo tenía prisionero y el botín era su semen con el fin de perpetuar la especie.
Fe de erratas. Cosas que pasan cuando tu único lienzo original y borrador están en este cuadrito de diálogo
Lo detuvo todo un segundo al tiempo que escupió con un tono agrio, rasposo y fúnebre “no eran los lobos”. Al tiempo que la Luna llena iluminaba su rostro arrugado y descompuesto en la otra esquina la luz de un farol iluminaba otros rostros, peludos, con ojos negros, infinitamente negros. Cuando cruzaron miradas esos ojos con los del viejo, muerto de miedo, Frintz, pronunció casi silbando, con su último aliento “eran las ratas”.
El segundo Al tiempo, el que va después del punto, debe decir «mientras que»
Gracias. vibra
Tres tristes lobos
Éranse que se eran tres lobos que se hacían patos. sus nombres : Hugo, Paco y Luis. Un buen día su tío Donald Trump cansado de la indolencia de los tres lobitos los inició en el negocio de los bienes raíces. Hugo cultivaba zanahorias, Paco papas y Luis, remolachas. Paco que era el más práctico vio que era mejor negocio el de la construcción. Se dedicó así como «no queriendo» a la novedosa tarea de construir casas de desinterés social. Hugo regresó a sus raíces y se fue a España a dirigir al Almería. Entre tanto, Luis por llevarle la contra a Paco se dedicó a la deconstrucción …de personalidad. Ahí conoció al líder gallego del crimen desorganizado: Truman Al Capote quien a sangre fría lo mandó matar… de risa pues nunca pudo hacerle nada. Vino una temporada de secas y los tres lobos tuvieron problemas de raíz por lo que se retiraron a Ciudad Lobito, Angola en búsqueda de otros horizontes. Su Tío Donald sigue haciendo mucho dinero en una fábrica de billetes falsos cuyo diseño le robó a Luis. Esa es la razón de que Rico Mac Pato tenga tanto dinero en su bóveda. Todo el dinero es falso es del Tío Donald y el Tío Rico Mac Pato en realidad es un prestanombres, su verdadero nombre era Hugo Paco Luis Rico pero les prestó sus tres nombres a sus sobrinos lobos y éstos muy astutos se largaron a Angola y lo dejaron sin nombre. Un crimen en verdad innombrable.
Festín
— ¿Hablaste enfrente de él?
— No sé, él me entendió.
— ¿Lo vio? ¿Te miró de frente, a los ojos? ¿De pie?
Ahí, estático, parecía que se aproximaban a él, que con su sola sombra lo aplastaban. — Va a cantar. La víctima escuchó las briznas del pasto retorcerse mientras se acercaban más de ellos. Vio las colinas desde su ventana. La luna se escondió entre los árboles. —Yo me serviré otro. Se acercó a la cantina y por la ventana escuchó un estertor en el bosque. Pensó en salir en ayuda del supuesto hombre en problemas pero prefirió volver a la sala mientras los asesinos rodeaban la cabaña. De las filas de troncos emergían esas figuras peludas, ahora erguidas; animales que empezaban a escuchar voces, tenues murmullos provenientes de sus propias bocas. Al calor de la fogata, el hombre con la bebida en mano volvió a sentarse en el sofá y estiró las piernas hasta la mañana siguiente.
A primera hora el guardabosques hacia su ronda y tocó a la puerta. Le respondió una voz debilísima y muy ronca. Cuando el guardia preguntó por su estado de salud le dijo que se debía al festín de la noche anterior y que pronto lo limpiarían todo.
Y además son filas eternas
–Así sea –dijeron a coro.
El último conato de milagro había sido detenido en esa, la postrimería en que les tocó coincidir.
Frustrarlos, generalmente fue sencillo. Susurros bastaron para sembrar la duda.
–¡Bah! Despojados, por una mísera cavilación, de TODO lo que su fe podría haber logrado –desaprobó desdeñosamente con su éxanime cabeza de bestia.
Y cuando susurrar no fue suficiente, el conjuro de tres no falló.
Venga pronto el Infierno, destino concebido por cada ser impío según la ley de su propio corazón; precio a pagar por nosotros, los incapaces de realizar el milagro de creer… de creer que todo es posible.
Hola a todos, buenos días. Con esta nota se cierra el concurso de mayo. Muchas gracias a todos los que se animaron a participar. En unos días aparecerán los resultados y, poco después, la convocatoria para el concurso de junio. Saludos y suerte.
Mi voto es por » Los Nahuales andan sueltos » de Fernando de Álva Ixtlilxóchitl. Integra la imaginación, leyenda, algo de historia y hechos actuales. Breve y sustancioso. Vientos.
Mi voto es por ‘Asesino a Sueldo’ de Davo Valdés. Me encantó el giro de la historia, saludos!
Yo voto por el cuento «Asesino a Sueldo», me parece misterioso, con un humor negro muy agradable y con un trasfondo que interesa bastante.
Buenos textos.
Mi voto es por ¡no eran los lobos!, de sub. Me ha costado mucho decidirme ante la gran calidad de los candidatos, pero éste ha despertado algo en mi cuando ya estaba fatigado de leer 90 comentarios…
Hola a todos. Muchas gracias a todos los que participaron en este concurso, que ha sido de los que más interés ha levantado en los últimos meses. (Espero que no haya sido sólo el encierro que padecimos durante quince días debido a la emergencia sanitaria en México…) 🙂
Obtienen el trofeo «Otra versión del cuento» de Trompetista de Falopio, justamente por ser lo que promete de una manera ingeniosa y ágil; «Disfraz» de Luda, por la vuelta tan interesante de su argumento a partir de la imagen (pero sin depender de ella, como siempre sucede con los mejores textos de estos concursos) y el cuento sin título de Sub por su remate inquietante y bien logrado.
Menciones honoríficas para el texto sin título de Salvador Aparicio, «Tres» de Alejandra, «Mojigangas» de Fernanda, «Tres son multitud» de José Ángel Córdoba Villa de Lobos y el texto sin título de Mangarju.
Gracias otra vez; el primero de junio aparece la nueva convocatoria. Hasta entonces.
¡Felicidades a los ganadores! Muy buenos cuentos, en realidad hay muchos de excelente calidad. Gracias a los que han votado por mi cuento. Un saludo.
¡Contentísima con mi mención honorífica! Felicidades a los ganadores.